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BRUNELLESCHI, DONATELLO Y MASACCIO
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El duque Luis III de Anjou continuó la tradición de su padre y en 1420 atacó el reino de Nápoles. Contaba con la aprobación del Papa Martín V, que convenció al condotiero Muzio Sforza para que se uniera a sus filas. Mientras tanto, el rey Alfonso V de Aragón libraba una batalla junto a la ciudad de Bonifacio, en Córcega. Allí se enemistó con el conde Fadrique de Luna, que acusó al monarca de incumplir los compromisos contraídos con sus súbditos.

En 1421, un hermano del rey Enrique V de Inglaterra, el duque Tomás de Clarence, invadió el condado de Anjou al mando de un ejército de unos tres mil hombres. El 23 de marzo fue víctima de una emboscada en Baugé, en la que resultó muerto. Para los ingleses no fue una derrota importante, pero era una derrota, y hasta entonces los ingleses no había sufrido ninguna. Los franceses estaban cada vez más convencidos de que los ingleses eran invencibles, y Enrique V no estaba dispuesto a que pensaran otra cosa. Por ello, el rey decidió volver a Francia inmediatamente, dejando en Inglaterra a su esposa Catalina, que estaba a punto de darle un heredero.

La reina Juana II de Nápoles llamó en su auxilio al rey Alfonso V de Aragón, al que en julio adoptó para reconocerlo como heredero.

Por esta época, Felipe María Visconti, el duque de Milán, combinando su habilidad diplomática con la eficiencia de sus capitanes, había terminado de reconstruir el imperio creado por su padre. Ahora dominaba las ciudades de Como, Lodi, Vercelli, Piacenza, Cremona, Bérbamo, Brescia y Génova.

Un florentino llamado Leonardo Bruni, canciller de la república, que había estudiado griego con Manuel Crysoloras, tradujo al latín el Fedro, de Platón. Es también autor de la Historiarum florentini populi libri XII (Doce libros de historia del pueblo florentino), que abarca la historia de Florencia desde Sila hasta 1402.

Un estudiante mallorquín llamado Jaume de Olesa transcribió un romance, y el destino ha querido que su transcripción sea el documento más antiguo que se conserva de un romance castellano. Naturalmente, el romance en sí no es el más antiguo. Los juglares castellanos componían romances desde hacía siglos y los transmitían oralmente. Aunque generalmente estaban compuestos por versos de dieciséis sílabas con una cesura central, al transcribirlos se adoptó la costumbre de partirlos por la cesura, de modo que en la práctica los versos eran octosílabos y sólo rimaban los pares. Muchos de ellos eran romances noticieros, que relataban sucesos recientes, aunque también los había heroicos y novelescos.

El duque de Austria, Alberto V, se casó con Isabel, hija del emperador Segismundo.

Los venecianos conquistaron Shkodër, la capital de Albania, a la que ellos llamaban Scutari.

El rey Tvrtko II de Bosnia había sido liberado de su cautiverio en Hungría hacía siete años, pero no pudo recuperar su trono hasta ahora, tras la muerte de Esteban Ostoja, que gobernaba el país.

Ese año murió el escultor Nanni di Banco.

También murió el sultán otomano Mehmet I, que fue sucedido por su hijo Murat II, de dieciocho años, que decidió asediar Constantinopla. Para hacerle frente, el emperador Manuel II tuvo que vender Tesalónica a los venecianos y finalmente los turcos tuvieron que abandonar el asedio. La versión oficial dice que su retirada se debió a la Virgen María, que se apareció en las murallas vestida de violeta y rodeada de una aureola de luz. Manuel II nombró coemperador a su hijo Juan VIII.

El rey Enrique V de Inglaterra tenía que ofrecer una victoria a ingleses y franceses que demostrara que la derrota sufrida por su hermano meses antes había sido un mero accidente. Para ello sitió la ciudad de Meaux. El asedio se prolongó durante el invierno, y allí recibió la noticia de que el 6 de diciembre su esposa había dado a luz un varón, Enrique. En 1422, tras seis meses de asedio, la pasividad de la Virgen hizo que Meaux cayera, pero el ejército de Enrique V estaba deshecho y el propio rey había enfermado de disentería. Pudo conocer a su hijo cuando llegó a París con su madre, en primavera, pero murió el 31 de agosto, a sus treinta y cinco años. Antes había dispuesto que, durante la minoría de su hijo, ahora el rey Enrique VI, su hermano Humprey, el duque de Gloucester, se encargara de la regencia en Inglaterra, mientras su otro hermano Juan, el duque de Bedford, se encargaría de la regencia en Francia. A éste le recomendó que salvara a cualquier precio Normandía y la alianza borgoñona. A Enrique V le faltó muy poco para convertirse, según lo previsto, en rey de Francia, pues el rey Carlos VI el Loco murió siete semanas después, el 21 de octubre. Isabel de Baviera, la viuda de Carlos VI, reconoció a su nieto Enrique VI como rey de Francia (Enrique II). Por otra parte, el Delfín Carlos fue proclamado rey de Francia en Bourges, y en noviembre fue coronado en Poitiers como Carlos VII. Por desgracia para él, la tradición dictaba que los reyes de Francia se coronaban en Reims, y nadie podía ser considerado realmente rey de Francia si no era coronado allí. Pero Reims estaba en manos de los ingleses. Los ingleses lo llamaban burlonamente rey de Bourges, pero, por otra parte, tampoco ellos respetaron la tradición francesa y no coronaron a Enrique II en Reims, posponiendo la ceremonia hasta su mayoría de edad. Ese año Carlos VII se casó con María, hermana del duque Luis III de Anjou. Por otra parte, tomó como secretario a Alain Chartier, que escribió entonces su Cuadrílogo invectivo, en francés, en defensa de los derechos de su rey.

El duque Juan de Bedford era tan buen militar como Enrique V, y bajo su gobierno las posiciones inglesas en Francia se mantuvieron firmes. Su mayor quebradero de cabeza no fueron los franceses, sino su hermano Humprey: La condesa Jacoba de Holanda se había casado con el duque Juan de Brabante obedeciendo las ambiciones políticas de su tío, el duque Juan sin Miedo de Borgoña, pero ahora Jacoba decidió sacudirse el yugo familiar y pidió al Papa Benedicto XIII que declarara nulo su matrimonio, el cual accedió encantado de que alguien lo tuviera en cuenta para algo; luego Jacoba escapó a Inglaterra y le propuso matrimonio al duque de Gloucester, que aceptó no menos encantado de convertirse en conde de Holanda. Sin embargo, esto era una traición hacia el duque Felipe III de Borgoña, que montó en cólera, y el duque de Bedford tuvo que hacer filigranas para demostrar al duque de Borgoña que podría convencer a su hermano para que entrara en razón y evitar así la ruptura de la alianza angloborgoñona. Se valió para ello de su tío Enrique Beaufort, que había sido obispo de Winchester. En Holanda se reavivó el viejo conflicto entre anzuelos y bacalaos, los primeros partidarios de la condesa, los segundos del duque de Borgoña.

El rey Juan II de Castilla nombró condestable de Castilla a su favorito, Álvaro de Luna, que hizo arrestar al infante Enrique de Aragón.

El sultanato mameluco de Egipto y Siria empezó a recuperarse de los estragos ocasionados por Timur Lang con la llegada al poder del sultán Al-Malik al-Asraf Sayf al-Din Barsbai.

En Aragón murió Margarita de Prades, la viuda del rey Martín I el Humano. Íñigo López de Mendoza compuso para la ocasión su Planto de la reina Margarita. ("Planto" es una forma antigua de "llanto").

A pesar de haber quedado ciego, Jan Zizka seguía capitaneando a los husitas, y derrotó al emperador Segismundo cerca de Nemecky Brod. El emperador trató de formar un ejército de mercenarios, pero se encontró con la oposición de las ciudades y de buena parte de la nobleza alemana, que en la dieta de Nuremberg confió la dirección de la guerra contra los husitas al margrave de Brandeburgo, Federico I de Hohenzollern. Ese año murió sin descendencia el duque Alberto III de Sajonia, y en 1423 Segismundo concedió el ducado a Federico I de Wettin, como recompensa a la ayuda que le había prestado contra los husitas. Poco después, Jan Zizka asedió Praga.

El emperador bizantino Manuel II tuvo que declararse vasallo del sultán Murat II y comprometerse a pagarle un tributo anual.

La reina Juana II de Nápoles, aconsejada por la nobleza, decidió nombrar heredero al duque Luis III de Anjou. El 30 de marzo Francesco Sforza, un hijo bastardo de Muzio Sforza, tomó por sorpresa la ciudad de Nápoles y el rey Alfonso V de Aragón tuvo que huir de la ciudad. Con la ayuda del duque de Milán, Felipe María Visconti, expulsó al aragonés del reino napolitano. El poeta Jordi de Sant Jordi permaneció prisionero en Nápoles durante un mes, donde escribió uno de sus poemas más personales, titulado Presoner (prisionero), en el que refleja su angustia y su depresión.

Sus partidarios fueron perseguidos por Muzio Sforza. Luis III recibió el título de duque de Calabria. La alianza entre Milán y Nápoles alarmó a los vecinos del ducado: Saboya, Venecia y Florencia, que se aliaron contra Felipe María y no tardaron en declararle la guerra.

El duque Juan de Bedfort, como parte de su política de estrechar las relaciones con los borgoñones, se casó con Ana, hermana del duque Felipe III de Borgoña. El 21 de julio, un pequeño ejército angloborgoñón batió a un ejército algo mayor de partidarios del rey Carlos VII cerca de la ciudad de Cravant.

En junio de 1424, el husita Jan Zizka derrotó a la nobleza católica en Malesov, y poco después tomó la ciudad de Praga. Se dispuso entonces a ocupar Moravia, pero murió víctima de la peste. Fue sucedido al frente de los ejércitos husitas por Prokop el Grande, según unos, el Calvo, según otros. El emperador Segismundo vio cómo dismunuía su autoridad entre los príncipes alemanes, que ahora encomendaban la lucha contra los husitas a los príncipes electores. Entre ellos estaban el margrave Federico I de Brandeburgo y el duque Federico I de Sajonia, que debían sus títulos a Segismundo, pero no parecían recordarlo.

En julio, el matemático Al-Kashi terminó su Tratado sobre la circunferencia, en el que calculó el valor de 2Pi con dieciséis cifras decimales, lo que superaba con creces a todos los cálculos previos realizados por matemáticos griegos o chinos (que habían llegado hasta seis decimales).

El rey Carlos VII de Francia nombró condestable a Arturo de Richemont, hermano del duque Juan V de Bretaña. Hecho prisionero en Azincourt, había pemanecido un tiempo cautivo en Londres. El 17 de agosto un ejército inglés dirigido por el capitán sir John Fastolf, que el año anterior había sido nombrado gobernador de Anjou y del Maine, derrotó brillantemente al ejército de Carlos VII en Vermeuil. Sin embargo, en esta batalla los caballeros franceses no atacaron de frente y desordenadamente como en ocasiones anteriores, sino que trataron de efectuar una maniobra de flanqueo. No les salió bien, pero por fin daban muestras de estar buscando una táctica inteligente contra la hasta entonces invicta estrategia inglesa.

El rey Jacobo I de Escocia se casó con Juana, hermana de Juan Beaufort, el conde de Somerset, y entonces fue liberado de su cautiverio en Inglaterra, donde permanecía desde antes de la muerte de su padre. Fue coronado poco después de regresar a su país. Tras aniquilar a la familia Albany y a varios jefes de las Highlands, cabezas de la oposición feudal escocesa, instauró un sistema parlamentario similar al inglés.

Portugal seguía persiguiendo el monopolio del África Oriental, y por ello realizó un intento de arrebatar las Canarias a Castilla, que no prosperó.

Ese año murió el duque de Austria Ernesto I, que fue sucedido por su hijo de nueve años Federico V. Los otros duques de Austria a la sazón eran su primo segundo Alberto V el Ilustre, que acababa de cumplir veintisiete años, y era el representante de la línea primogénita, la línea albertina, y su tío Federico IV el de la Bolsa Vacía, proscrito del Sacro Imperio por el emperador Segismundo.

En Peñíscola murió el Papa Benedicto XIII, y sus partidarios eligieron como sucesor al canónigo de Teruel Gil Sánchez Muñoz, que adoptó el nombre de Clemente VIII.

En Italia murió Muzio Sforza.

El conde Fadrique de Luna zarpó en una expedición contra la piratería africana. Ya en 1425, Ausiàs March tuvo una destacada actuación en el ataque a la isla de Gelves.

Los portugueses iniciaron la colonización del archipiélago de Madeira.

Ese año murieron:

El año anterior Lorenzo Ghiberti había terminado la segunda puerta de bronce para el baptisterio de Florencia, cuya adjudicación había ganado veintitrés años atrás. Comprende veintiocho compartimentos que representan la vida de Cristo, los evangelistas y los doctores de la Iglesia. Ahora se le encargaba la tercera puerta del baptisterio.

El escultor Donatello había alcanzado su madurez artística. Por esta época inició una estrecha colaboración con su discípulo Michelozzo, con quien realizó la Tumba del antipapa Juan XXIII, en el baptisterio de Florencia. De esta época son también el bronce Salomé, en el babtisterio de Siena, y los profetas Jeremías y Habacuc en la catedral de Florencia.

Pero el mayor logro artístico del momento lo alcanzó Brunelleschi al terminar la cúpula de la catedral de Florencia. La principal innovación consistía en que el arquitecto no utilizó cimbras, es decir, no construyó un armazón de madera sobre el que apoyar la bóveda, sino que diseñó una cúpula ligera de doble pared, poseedora de la misma rigidez que un cuerpo macizo. Por aquel entonces, Brunelleschi estaba embarcado en otros proyectos que definían un nuevo concepto de la arquitectura, como el hospital de los inocentes o la iglesia de San Lorenzo. Si en las construcciones góticas primaba la verticalidad, los diseños de Brunelleschi acentúan la horizontalidad a través de la repetición de patrones sencillos de columnas y otros elementos (capiteles, medallones, etc.), lo que da lugar a una estética basada en la simplicidad clásica y alejada del abigarramiento gótico.

En pintura destacaba un joven de veinticuatro años llamado Tommaso di Ser Giovanni di Mone Casai, aunque era más conocido como Masaccio. Había nacido en San Giovanni Valdarno, pero estaba en Florencia al menos desde los veintiún años. Entonces había empezado a trabajar con otro pintor llamado Tommaso di Cristoforo Fini, o también Masolino da Panicale, que tenía a la sazón treinta y nueve años. La pintura de Masolino presentaba las características propias de la pintura gótica (figuras planas, desproporción, fondos dorados, etc.) y juntos habían pintado sobre tabla la composición Santa Ana, la Virgen con el Niño y cinco ángeles, en esta misma línea. Ahora Masolino marchaba a Hungría, donde había aceptado un encargo, mientras que Masaccio siguió trabajando en Florencia. De 1426 data una Crucifixión sobre tabla, plenamente gótica, y una Adoración de los Magos, también sobre tabla, en la que se advierte un uso original del color y del sombreado como medio de representación del volumen.

Ese año murió la condesa Isabel de Foix, que fue sucedida por su hijo Juan I.

También murió el rey tepaneca Tezozómoc, que fue sucedido por su hijo Maxtla.

Masolino volvió de Hungría y recibió el encargo de decorar con frescos una capilla en la iglesia de Santa Maria del Carmine, en Florencia. Apenas iniciado su trabajo, llamó a Masaccio, y su trabajo supuso una revolución: Su San Pedro y san Pablo repartiendo limosnas muestra unos personajes que, aunque tal vez de forma algo rudimentaria, ya pueden considerarse tridimensionales, y la única reminiscencia gótica clara son las aureolas doradas que coronan a los santos. Ya en 1427 terminaba su Adán y Eva expulsados del paraíso, donde el ángel es un tanto tosco, pero los cuerpos desnudos de Adán y Eva son definitivamente "de carne y hueso", y el dramatismo de su expresión no tiene comparación con ninguna obra anterior. Muchos de los frescos de esta serie han sido destruidos, pero se conservan algunos más, como El tributo de la moneda o San Pedro curando a los enfermos, todos ellos alejados definitivamente del simbolismo y el esquematismo propios del gótico. Por su parte, los frescos pintados por Masolino, como el San Pedro curando a un enfermo, muestran una clara influencia de Masaccio, si bien no alcanzan la misma calidad, y en ellos se advierten más claramente las reminiscencias góticas. Su pieza más lograda tal vez sea su Adán y Eva.

Masaccio se interesó entonces por las investigaciones de Brunelleschi en torno a la perspectiva. Ese mismo año pintó un fresco en un muro lateral de Santa Maria Novella, titulado Trinidad, en el que las figuras están menos cuidadas que en los frescos de Santa Maria del Carmine, pero, en cambio, destaca el marco en el que se sitúa la escena: una bóveda de cañón dividida en cuadros que da la impresión de que el muro está perforado. Hay quien defiende que fue el propio Brunelleschi quien diseñó el marco arquitectónico de la representación. Algo similar sucede con su Natividad, un óleo sobre tabla circular en el que el esfuerzo del pintor se ha centrado en el estudio geométrico para la disposición de los arcos y las columnas de la escena.

Finalmente los infantes de Aragón, Enrique, y su hermano, el rey Juan II de Navarra, lograron que el condestable Álvaro de Luna cayera en desgracia ante el rey Juan II de Castilla, que lo envió al destierro.

Enrique de Villena tradujo al castellano la Eneida, de Virgilio. Es la primera traducción a una lengua romance.

Ausiàs March se había asentado en sus posesiones en el reino de Valencia, donde el rey Alfonso V le había concedido un cargo de juez. A partir de este momento se dedicó a la poesía, como habían hecho su padre y su tío. Sin embargo, por esta época era más conocido por sus pleitos que por sus poemas. Ese mismo año fue denunciado por abusos contra una mujer, lo que estuvo a punto de hacerle perder sus prerrogativas.

Alain Chartier escribió su Tratado de la esperanza. Su estilo se inspira en Cicerón y en Séneca. Por su rigor y elegancia es considerado uno de los creadores de la prosa oratoria francesa. Ese año cayó en desgracia ante el rey Carlos VII y no se sabe muy bien qué fue de él. Se sabe que no vivió más de cinco años desde este momento. También destacó como poeta, y también en sus versos se percibe la influencia de los clásicos. Entre sus poemas destaca La belle dame sans merci (La bella dama desdeñosa), en el que un enamorado suplica en vano el favor de una dama.

De entre las ciudades leales a Carlos VII, la situada más al norte y una de las más importantes era Orleans. El duque Carlos de Orleans estaba preso en Inglaterra desde la batalla de Azincourt, y allí había cobrado fama como poeta. Su padre, el duque Luis de Orleans, había tenido un hijo bastardo llamado Juan, aunque era más conocido como el Bastardo de Orleans. Tenía veinticuatro años y servía a Carlos VII desde los dieciocho. Como paso previo a un ataque a Orleans, el duque Juan de Bedford puso sitio a la ciudad de Montargis, a unos sesenta y cinco kilómetros de Orleans. Los armañacs comprendieron que si caía Montargis, peligraría Orleans, así que se atrevieron a enviar un ejército para romper el asedio, al frente del cual iba precisamente el Bastardo de Orleans. Condujo a sus hombres con tal destreza que los ingleses se vieron obligados a retroceder, y los habitantes de Montargis, alentados, salieron para unirse a sus liberadores. Entre todos hicieron una matanza en la que murieron más de mil ingleses.

También murieron ese año:

El año anterior, el duque Juan de Bedford había logrado que fuera anulado el matrimonio de su hermano Humphrey, el duque de Gloucester, con la condesa Jacoba de Holanda, la esposa, ahora viuda, de Juan de Brabante. Como el matrimonio no había tenido hijos y el tío paterno de Jacoba, el duque Juan III de Baviera, había muerto también, su tío materno, el duque Felipe III de Borgoña, no tuvo dificultad en apropiarse en 1428 del condado de Holanda (junto a los de Frisia, Hainaut y Zelanda, unidos al de Holanda desde hacía tiempo).

Los restos del hereje John Wycliffe fueron exhumados, quemados y esparcidos en las aguas del Swift.

Los Trastámara, que desde su ascenso en Castilla habían logrado las coronas de Aragón y Navarra gracias a su política matrimonial, intentaron un nuevo acercamiento a Portugal con el matrimonio entre Leonor, hermana de los reyes Alfonso V de Aragón y Juan II de Navarra, y Duarte, hijo del rey Juan I de Portugal. Por su parte, su hermano Pedro, el duque de Coimbra, se casó con Isabel, hija del derrocado conde de Urgel Jaime II el Desventurado, que seguía en prisión.

El duque Felipe III de Borgoña se había interesado también por Isabel, y había enviado a pedir su mano en su nombre a su ayuda de cámara, que era, desde hacía tres años, el miniaturista Jan van Eyck. Al anunciarse el compromiso entre Isabel y el duque de Coimbra, fue enviado a Portugal. (No era casual que el duque encargara este tipo de embajadas a un pintor, pues así podía recibir un retrato de la posible prometida antes de decidirse a pedir su mano oficialmente.)

Un cortesano llamado Francesco Filelfo había llegado a Venecia el año anterior con una colección de manuscritos griegos traídos de Constantinopla. Se dedicó a la enseñanza del griego, pero no logró vender sus manuscritos, así que abandonó la ciudad, al tiempo que llegaba a ella otro bizantino llamado Jorge de Trebisonda.

Brunelleschi proyectó la iglesia del Santo Spirito, donde destacan las proporciones simples entre sus elementos (una nave central con doble altura que anchura, naves laterales con igual longitud que anchura, etc.)

El pintor Masaccio se trasladó a Roma, donde murió a los veintisiete años.

También murió el duque Fererico I de Sajonia, que fue sucedido por su hijo Federico II.

Un vietamita llamado Le Loi se rebeló contra la dominación china y fundó una nueva dinastía. Su revuelta se apoyó en los campesinos, entre los que Le Loi distribuyó las tierras de los mandarines que habían gobernado el país en nombre de China.

Japón pasaba momentos difíciles. Las epidemias y el hambre provocaron revueltas de campesinos, que formaron ligas para defenderse de los samurais dados al bandolerismo.

El fin del cisma
Índice Juana de Arco