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LA GUERRA DE SUCESIÓN ESPAÑOLA II |
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En 1706, el rey Federico I de
Prusia casó a su hijo Federico
Guillermo con Sofía
Dorotea, hija del príncipe elector Jorge I Luis de
Hannover. El año anterior había fallecido Sofía
Carlota, la madre de Federico Guillermo y hermana del príncipe
elector.
El derrocado rey Augusto II de Polonia intentaba recuperar su trono,
pero el rey Carlos XII de Suecia invadió Sajonia y forzó
la paz de Altranstädt, en
la que obtuvo la sumisión de Augusto II. Las victorias del joven
rey sueco hicieron que los dos bandos de la guerra de sucesión
española compitieran por captarlo para su causa.
Los cosacos del Don se rebelaron contra el zar Pedro I de Rusia. Su atamán, Bulavin, tomó Cherkask y amenazó Azov. Alexander Ménshikov, nombrado general el año anterior, obtuvo una victoria en Kalisz sobre los suecos.
Händel se trasladó a Florencia, donde dio a conocer su
ópera Rodrigo. Ese
año murió en Nuremberg el organista y compositor Johann
Pachelbel.
En París trabajaba como organista para los jesuitas un joven
de veintitrés años llamado Jean Philippe Rameau, que publicaba
ahora su Primer libro de piezas para
clave.
En la ciudad alemana de Jena
estudiaba teología un joven de veintiún años
llamado Johann Georg Neidhardt.
Probablemente, había recibido alguna instrucción musical
del organista de la universidad, Johann
Nicolaus Bach. Ese año publicó un tratado titulado
El mejor y más fácil
temperamento en un monocordio. En él abordaba un problema
fundamental en la teoría musical, y que ya había sido
tratado por numerosos teóricos. La célebre escala musical
de siete notas se basa en una construcción de Pitágoras
que permite formar numerosos acordes,
es decir, conjuntos de notas cuyas frecuencias guardan proporciones
sencillas, lo cual se traduce en que al oído le suenan de forma
especialmente armoniosa. Sin embargo, las "distancias" entre las notas
de la escala pitagórica son desiguales, de modo que, por
ejemplo, la "distancia" de un Re a un Mi es aproximadamente el doble de
la distancia de un Mi a un Fa. El proceso matemático de
generación de la escala pitagórica puede prolongarse de
forma natural hasta obtener una escala con doce notas, en la cual, la
distancia de cada nota a la siguiente es aproximadamente la misma, pero
no exactamente. Todo esto era conocido desde hacía más de
dos siglos, pero el problema que planteaba la escala pitagórica
es que no permite las modulaciones
o cambios de tonalidad. Una composición que suena "bien" se
deforma cuando se intenta "trasladar" unas notas arriba o abajo en la
escala, lo cual suponía una limitación seria, tanto para
los compositores como para los intérpretes (que no
podían, por ejemplo, adaptar sus interpretaciones a las
necesidades de un cantante).
Numerosos autores habían tratado de paliar estos
inconvenientes proponiendo afinaciones alternativas a la
pitagórica que fueran más versátiles, si bien, con
ellas, los problemas de la afinación pitagórica se
mitigaban, pero no se eliminaban completamente. Además,
requerían aumentar el número de notas, lo que las
hacía aceptables para instrumentos de cuerda, pero no para
instrumentos de teclado. En su tratado, Neidhardt propone la escala temperada, en la que las doce notas
son equidistantes, lo cual hace que cualquier composición suene
exactamente igual (sólo que más grave o más aguda)
si se traslada unas notas arriba o abajo en la escala. A cambio, con la
escala temperada no es posible formar ningún acorde "puro", sino
que todos los acordes puros que proporcionan las distintas escalas no
temperadas se transforman en aproximaciones razonables que el
oído distingue con dificultad. Neidhardt obtuvo permiso para
probar su afinación en el nuevo órgano de la iglesia de
Jena, pero no tuvo éxito, la afinación de Bach se
consideró preferible.
Leibniz logró un puesto de profesor de matemáticas en Halle para uno de sus
discípulos: Christian von
Wolff, que tenía ahora veintinueve años.
En 1707 se construyó en
Inglaterra la primera máquina de vapor basada en las ideas del
francés Denis Papin. Éste se encontraba en Kassel, donde
acababa de construir el primer barco de vapor, con el que trató
de llegar a Inglaterra, pero, al llegar a Hannover, unos marineros,
temerosos de quedarse sin trabajo, destruyeron el artefacto. Papin tuvo
que llegar a Inglaterra por medios más convencionales.
Un joven irlandés de veintidós años
terminó sus estudios en el Trinity
College de Dublín. De acuerdo con el reglamento del
centro, junto con su título, recibió las órdenes
sacerdotales anglicanas. Se llamaba George
Berkeley, y no tardó en ser contratado en el propio Trinity College como profesor de
teología, griego, latín y rudimentos de hebreo. Berkeley
había destacado como estudiante de matemáticas y
física, y estaba familiarizado con las obras de Newton y Locke.
Su interés por la pedagogía se ve reflejado en su libro La aritmética demostrada sin
recurrir al álgebra ni a la geometría.
Francisco II Rákóczi logró que el parlamento
proclamara la deposición de los Austrias y la independencia de
Hungría.
En Inglaterra, el conde de Peterborough se había convertido
en el principal oponente a la guerra. El 6
de marzo, la reina Ana de
Inglaterra, previa aprobación por los parlamentos respectivos,
promulgó el Acta de
unión, en virtud de la cual Inglaterra y Escocia dejaban
de ser dos reinos unidos meramente por tener el mismo rey para
convertirse en un único reino, con un único parlamento y
un único sistema legal, que en lo sucesivo sería conocido
como el Reino Unido de la Gran
Bretaña. (La Gran Bretaña era el nombre
geográfico de la isla compartida por Inglaterra y Escocia.)
Entre los responsables de los delicados contactos diplomáticos
previos a la promulgación de la unión, se encontraba
Daniel Defoe.
El 7 de marzo se firmó el
tratado de Milán, por el que España y Francia
reconocían al emperador José I como duque de Milán.
El conde de Stanhope asumió el mando de las tropas
británicas en Cataluña. Marchó entonces a Gran
Bretaña para negociar con la reina y el parlamento la ayuda
financiera que debían proporcionar al archiduque Carlos. De
regreso a Cataluña, negoció a su vez con el archiduque y
obtuvo en contrapartida un ventajoso tratado comercial.
El 28 de abril, el
ejército del rey Felipe V de España, dirigido por el
duque de Berwick, se enfrentó en Almansa al ejército del
archiduque Carlos, dirigido por el conde de Galloway. Una maniobra
envolvente de la caballería castellana aniquiló a los
veinticinco mil hombres del archiduque, que tuvieron unas cinco mil
bajas. En Valencia murió Antoni de Peguera.
Felipe V concedió al duque de Berwick los títulos
de duque de Liria y de Jérica. Irónicamente,
el ejército de Felipe V había sido conducido por un
inglés
renegado (el hijo del rey Jacobo II de Inglaterra), mientras que el del
archiduque Carlos fue dirigido por un francés renegado (por
hugonote). Fue una victoria decisiva, pues permitió a Felipe V
dominar en poco tiempo los reinos de Aragón y Valencia. La
ciudad de Játiva fue
incendiada por su apoyo al archiduque. Los festejos por la victoria se
unieron a los debidos al nacimiento de Luis,
el primogénito de Felipe V.
El duque Felipe II de Orleans había sido destinado a
España. No había llegado a tiempo para participar en la
batalla de Almansa, pero después llevó a cabo una serie
de brillantes campañas que terminaron con el sometimiento
definitivo del reino de Valencia y el este de Cataluña.
El 29 de junio, Felipe V
promulgó el
decreto de Nueva planta, por
el que suprimía todos los fueros, privilegios, prácticas
y costumbres propias de ambos reinos. Desde entonces, el derecho
debía reducirse "a las leyes
de Castilla y al uso, práctica y forma de gobierno que se tiene
y ha tenido en ella y en sus tribunales, sin diferencia alguna en nada".
Numerosos valencianos y aragoneses emigraron a Cataluña, donde
el archiduque Carlos vio aumentar vertiginosamente su popularidad. Ese
año se casó con Isabel
Cristina de Brunswick, que se reunió con él en
Barcelona. Fuera de España, la situación era mucho
más desfavorable para Felipe V y su abuelo: las tropas del
archiduque
entraron en Nápoles,
que se rindió sin apenas lucha. El virrey de Nápoles, el
marqués de Villena, fue hecho prisionero. El conde de
Tessé
logró que el príncipe Eugenio levantara el asedio de Toulón, en la Provenza. Aun
así, Luis XIV, consideró prudente negociar con la Alianza y
llegó a ofrecerles incluso que su nieto renunciara a la corona
española. Sin embargo, cuando Felipe V se enteró de estos
planes, alentado por la princesa de los Ursinos, escribió a Luis
XIV:
... Ya que Dios ciñó mis sienes con la corona de España, la conservaré y defenderé mientras me quede una gota de sangre en las venas. Es un deber que me impone mi conciencia, mi honor, y el amor que profeso a mis súbditos.
Su decisión de no acatar las directrices
francesas acabó con los recelos de buena parte de la corte
española, y aumentó sensiblemente la lealtad de los
castellanos hacia su rey, al que dieron el sobrenombre de Felipe V el Animoso. En diciembre,
Lérida se rindió a las tropas de Felipe V.
El emperador José I tuvo que hacer concesiones a los protestantes de Silesia para evitar un enfrentamiento con el rey Carlos XII de Suecia. Quien no se preocupó de disgustar a Carlos XII fue el zar Pedro I de Rusia, que reanudó la ofensiva contra Suecia y, como respuesta, Carlos XII cruzó la frontera rusa, dispuesto a llegar hasta Moscú. Mientras tanto, la rebelión de los cosacos del Don había sido sofocada: el atamán Bulavin fue derrotado Vasili Dolgoruki y asesinado por sus propios soldados.
Ese año murió a los setenta años el organista y
compositor Dietrich Buxtehude. Johann Sebastian Bach se casó con
su prima María Bárbara
Bach. Ese año compuso su primera sonata, la sonata pastoral. Händel
viajó a Roma, donde conoció a
Corelli y Alessandro Scarlatti, que acababa de ser nombrado maestro de
capilla de Santa María la Mayor. Ese año compuso la
ópera Il Mitridate Eupatore.
En la India murió el gran mogol Aurangzeb. Sus tres hijos se
disputaron la sucesión. Cada uno
se hizo fuerte en una parte del imperio con la intención de
apoderarse del resto. Aurangzeb había dirigido en vano sucesivas
campañas, costosas y devastadoras, con el fin de someter a los
marattas. Su muerte marcó el fin de la conocida como guerra de los 27 años, pues
eso fue lo que duró. Uno de los hijos de Aurangzeb, llamado Muhammad Azam Sah, se alió
con Shahuji, hijo del difunto
emperador maratta Sambhaji, que permanecía prisionero de los
mongoles desde los siete años de edad (ahora tenía
veintiséis) y que así obtuvo su libertad.
Por consejo de los jesuitas, el emperador Kangxi ordenó la
elaboración de un atlas de China. Una misión de frailes
capuchinos se estableció en el Tíbet.
En 1708, Malebranche
publicó sus Conversaciones
entre un filósofo cristiano y un filósofo chino sobre la
existencia de Dios, que molestaron a los jesuitas debido a las
críticas que llovían sobre ellos por las concesiones
rituales que hacían a los chinos convertidos al cristianismo.
El zar Pedro I
abolió la duma (un
consejo aristocrático en el que la nobleza asesoraba al zar) y
dividió sus dominios en ocho gobernaciones.
Contra la invasión sueca, Pedro I estaba empleando una
estrategia que crearía escuela en la historia futura de su
país: no le presentaba batalla, sino que sus soldados arrasaban
las tierras a medida que el rey Carlos XII de Suecia se acercaba
hacia ellas. Con el apoyo sueco, el atamán Mazepa, al frente de
los cosacos de Ucrania, se rebeló contra el dominio ruso. El zar
hizo que el clero excomulgara a los rebeldes, lo cual no frenó a
los cosacos, pero sí los privó del apoyo del campesinado
ucraniano.
La nobleza húngara se enemistó con Francisco II
Rákóczi, principalmente porque éste había
prometido emancipar a los siervos. Se produjo una revuelta y el
príncipe fue derrotado en Trencsén.
Perú sufrió un ataque de la flota británica.
El duque de Marlborough y el príncipe Eugenio derrotaron al
duque de vendôme en Oudenaarde,
lo que les garantizó el dominio sobre los Países Bajos,
para, poco después, invadir Francia. El duque de Villars, que
había estado combatiendo a los camisards
sin haber llegado a ningún éxito definitivo, fue
destinado al frente de los Alpes, que mantuvo con dificultad y sin
poder evitar que Exiles y Fenestrelle cayeran en poder del
príncipe Eugenio. Los británicos conquistaron
Cerdeña. El conde de Tessé fue enviado como embajador a
Roma con la misión de formar una liga de estados italianos
contra el emperador, aunque no tuvo mucho éxito. También
fracasó una expedición enviada a Gran Bretaña al
frente de Jacobo Eduardo Estuardo, que acababa de cumplir los veinte
años, con el propósito de recuperar la corona que se le
había arrebatado a su padre, el rey Jacobo II. Ese año
murió el duque de Noailles, que fue sucedido por su hijo Adrien
Maurice.
En julio, las tropas del rey Felipe V de España tomaron Tortosa, a raíz de lo cual el conde de Stanhope entabló negociaciones secretas de paz con el duque Felipe II de Orleans, con quien había trabado amistad en París años atrás, pero Felipe V desautorizó los acuerdos y pidió a su abuelo, Luis XIV, que llamara al duque de regreso a Francia. Al parecer, Felipe II había intentado que el archiduque Carlos lo reconociera como rey de España. Desde ese momento, Luis XIV lo mantuvo apartado de la política y de la corte.
El emperador José I nombró mariscal jefe de sus
ejércitos en España a Guido
Wald Rudiger, conde von
Starhemberg. Tenía ya cincuenta y un años. De
joven
había defendido Viena contra los turcos, luego había
continuado luchando contra ellos en Hungría contribuyendo a su
liberación, y recientemente había participado en las
guerras que terminaron con la expulsión de los franceses de
Italia.
El 29 de agosto, una
expedición de franceses e indios atacó la ciudad de Haverhill, al norte de Boston,
provocando una matanza indiscriminada en la que murieron cuarenta y
ocho habitantes, entre hombres, mujeres y niños. Gran
Bretaña estaba obteniendo victorias en Europa, y estaba en
condiciones de destinar recursos a la defensa de sus colonias
americanas, pero no lo hacía.
El rey Juan V de Portugal se casó con María Ana de Austria, la
hermana del emperador José I y del archiduque Carlos de Austria.
Ese año murió sin descendencia el duque de Mantua, y
el ducado quedó así definitivamente en poder de los
Austrias, que ya lo dominaban de
facto. El duque de Saboya se anexionó el Monferrato.
En septiembre, el conde de
Stanhope se apoderó de la isla de
Menorca, y amenazó al archiduque Carlos con retirarle la ayuda
británica si no reconocía el dominio británico
sobre la isla (que en principio era territorio español y el
archiduque se consideraba rey de España).
George Berkeley empezó a redactar sus Comentarios filosóficos, una
serie de apuntes en los que analiza las principales ideas de Locke,
Descartes, Spinoza, Malebranche, Newton, Barrow y Hobbes, entre otros,
y frente a los cuales contrapone sus propios puntos de vista.
Jonathan Swift publicó su parodia Argumento contra la abolición del
cristianismo.
Johann Sebastian Bach entró al servicio del duque Guillermo Ernesto de Sajonia-Weimar
en calidad de violinista y violista, si bien ejerció
principalmente de organista. Ese año publicó Gott ist mein König, la
única cantata que publicaría en su vida.
Alessandro Scarlatti dejó Roma para instalarse en
Nápoles como maestro de la capilla real.
El papa Clemente XI condenó las Reflexiones morales de Pasquier
Quesnel, una versión anotada del Nuevo Testamento que había
publicado a finales del siglo anterior.
Federico Guillermo, el heredero de Prusia, tomó como
médico personal a Friedrich
Hoffmann, un profesor de la universidad de Halle cuyas
teorías médicas se oponían a las de un colega
suyo, Georg Ernst Stahl, que
el año anterior había publicado su Theoria medica vera, uno de los
libros más leídos de la época.
En 1709, el rey Carlos XII de
Suecia, en su travesía por Rusia, había logrado reunirse
con el
atamán cosaco Mazepa. El invierno, el hambre y las enfermedades
habían diezmado suficientemente su ejército como para que
el zar Pedro I considerara que había llegado el momento de
enfrentarse a él. El 27 de junio,
Carlos XII y Mazepa fueron derrotados en Poltava por un moderno
ejército de unos 42.000 rusos. Tras la batalla, ambos huyeron
con apenas dos mil hombres y
se refugiaron en territorio turco, donde fueron acogidos por el
sultán Ahmed III. Mazepa murió poco
después. El general Ménshikov fue nombrado mariscal de
campo.
El rey Federico IV de Dinamarca aprovechó la
derrota de su vecino para declarar de nuevo la guerra a Suecia. Por
otra parte, el príncipe elector Federico Augusto de Sajonia, que
había sido depuesto del trono polaco por Carlos XII,
entró en Varsovia apoyado por tropas rusas, y Estanislao I tuvo
que huir a Suecia, con lo que Federico Augusto volvió a ser
reconocido como rey de Polonia.
Ese año murió el príncipe Manuel Filiberto de
Carignan (el tío del príncipe Eugenio), que fue sucedido
por su hijo Víctor Amadeo I.
Desde Nápoles, el emperador José I avanzó hacia
el norte y llegó a Roma. Allí, el Papa Clemente XI,
siguiendo la costumbre habitual de los papas cuando un ejército
enemigo estaba a sus puertas, reconoció al archiduque Carlos
como el rey Carlos III de España.
El duque de Villars fue enviado al frente de Flandes, pero no pudo
contener el empuje del duque de Marlborough y del príncipe
Eugenio, quienes lo derrotaron en Malplaquet
el 11 de septiembre. No obstante, no
fue una victoria rotunda. Durante un tiempo se creyó incluso que
el duque había muerto en combate. Entre los soldados franceses
se hizo popular una marcha con música pegadiza: Marlbrough s'en va-t-en guerre, en
la que se relata con sorna cómo la viuda del general se pregunta
cuándo volverá de la guerra su marido, hasta que le llega
la noticia de su muerte y se celebra su entierro.
En octubre, Mons cayó en manos aliadas, y
fue la primera de una larga sucesión de ciudades francesas que
correrían la misma suerte en los meses siguientes. El duque de
Vendôme fracasó en un intento de liberar Boufflers y cayó en
desgracia. Luis XIV envió al neerlandés Anthonie Heinsius
una propuesta de entablar negociaciones. El monasterio jansenista de
Port Royal fue definitivamente destruido.
En España, el rey Juan V de Portugal fue derrotado en Caia. La flota británica
atacó Perú por segunda vez.
Un físico alemán llamado Daniel Gabriel Fahrenheit, que se
dedicaba a fabricar instrumental científico en Amsterdam,
diseñó unos termómetros de alcohol graduados
según la escala que hoy lleva su nombre.
El escepticismo religioso, cada vez más extendido, se
había convertido en la máxima preocupación de
George Berkeley. Los progresos de la física persuadían
cada vez a más pensadores de que todo el mundo físico,
incluida la mente humana, podía ser explicado a partir de las
leyes elementales sobre el comportamiento de la materia y el
movimiento. Es la doctrina filosófica conocida como materialismo, según la cual,
lo único real es la materia, de modo que no existen almas, ni
vida tras la muerte, ni dioses, etc. Para combatirlo, Berkeley
empezó a preparar una tesis sobre el papel de la
percepción en toda idea humana. Ese año publicó su
Ensayo sobre una nueva teoría
de la visión, que fue recibido fríamente en los
ambientes académicos.
Joseph Addison y Richard Steele fundaron la revista literaria The tatler.
Un joven ingles de diecinueve años llamado Alexander Pope, inspirado por el
bosque de Windor, junto al cual vivía, publicó un poema
de estilo virgiliano titiulado Pastorales.
Händel estaba ahora en Venecia, donde obtuvo un gran
éxito con su ópera Agrippina.
Allí tuvo la ocasión de conocer a Domenico Scarlatti,
Vivaldi y Albinoni.
Johann Sebastian Bach compuso una de sus obras más famosas:
la Tocata y fuga en re menor.
En Bolonia murió el compositor y violinista Giuseppe Torelli. Acababa de publicar sus Concerti grossi con una Pastoral para la Navidad.
Un constructor de claves italiano llamado Bartolomeo Cristofori
modificó el instrumento dotándolo de unos pequeños
martillos que permitían que el sonido fuera más
débil o más fuerte según la fuerza con la que se
presionaba cada tecla. Llamó a su invento clavicembalo col piano e forte.
En Japón murió el shogun Tokugawa Tsunayoshi, que fue
sucedido por su sobrino Tokugawa
Ienobu.
Su consejero Arai Hakuseki,
erudito confuciano, suavizó el derecho penal. Las ciudades
adquirieron gran prosperidad y de desarrolló la clase de los chonin (ciudadanos). Se
acuñó una nueva moneda y las exportaciones de oro y plata
fueron controladas. Hakuseki luchó contra las malversaciones de
fondos y limitó drásticamente la importación de
productos extranjeros, a la vez que fomentaba la exportación del
arroz.
Finalmente, el Imperio Mongol de la India quedó bajo el
control de Bahadur, uno de los
hijos de Aurangzeb, que tenía ya sesenta y tres años.
Éste se atrajo al maratta Shahuji y lo instó a reclamar
el trono a su tía Tarabai y a su primo Shambaji II. Finalmente,
Shahuji fue reconocido como emperador gracias a una hábil
diplomacia.
El sha de Persia Husayn I tuvo que hacer frente a una
insurrección de los afganos, capitaneados por el emir Mir Mahmud.
En 1710 se iniciaron las
negociaciones de Geertruidenberg
entre el rey Luis XIV de Francia y la Alianza. Los aliados presionaban
al rey Luis XIV de Francia con condiciones
cada
vez más duras. El rey aceptó incluso pagar un subsidio a
la Alianza como ayuda para luchar contra Felipe V de
España, pero los aliados le exigieron que fuera él
mismo quien expulsara a su nieto de España y entregara la corona
al archiduque Carlos. Luis XIV no aceptó.
El rey Carlos XII de Suecia persuadió al sultán Ahmed
III para que declarara la guerra a Rusia. El zar Pedro I firmó
una alianza contra Turquía con los voivodas de Moldavia y
Valaquia, mientras su ejército devastaba Finlandia. El rey
Federico IV de Dinamarca fue derrotado por los suecos en Hälsinborg.
Händel fue nombrado maestro de capilla de la corte de Hannover.
Ese año se publicaron dos famosos libros de filosofía,
la Teodicea de Leibniz y los Principios del conocimento humano,
de Berkeley.
En la Teodicea, Leibniz
desarrolla la parte de su sistema filosófico concerniente a la
teología. Dado que los argumentos filosóficos de Leibniz
en particular, y los de los teólogos en general, son meros
juegos de palabras sin sentido preciso ni fundamento alguno, al estilo
de los escolásticos o de los filósofos griegos, no merece
la pena que detallemos el contenido de esta obra, pero debemos destacar
una afirmación —presente ya en obras anteriores, pero que
Leibniz expone aquí más detalladamente— que iba a ganar
cierta fama por ser especialmente jocosa: Leibniz pretende refutar el
argumento en virtud del cual, si realmente existe un Dios omnipotente,
ha de ser necesariamente un dios cruel e inmoral, puesto que
podría evitar las desgracias que acaecen a los seres humanos y
no lo hace o, cuanto menos, ese dios debe ver a los hombres como
criaturas insignificantes, del mismo modo como los hombres concebimos a
las hormigas, a las que no nos importa matar inadvertidamente mientras
caminamos, si tienen la desgracia de caer bajo nuestros pies. Para
refutar esto, Leibniz sostiene que el mundo creado por Dios es el mejor de todos los mundos posibles.
Su argumentación (cómo no) es pobre: un mal puede ser
causa de un bien mayor, la existencia de las enfermedades nos hace
gozar de la salud, gracias al pecado hemos tenido a Jesucristo, etc.,
además —por supuesto— de argumentos "filosóficos", es
decir, de palabrería absurda como esta muestra:
Una relación igual hay entre esta o aquella acción de Dios, y esta o aquella pasión o recepción de la criatura que sólo se perfecciona en el curso ordinario de las cosas a medida de su receptividad, como se la llama. Y cuando se dice que la criatura depende de Dios en tanto que es y en tanto que ella obra, y que la conservación es una creación continua, es lo mismo que decir que Dios da siempre a la criatura y produce continuamente lo que hay en ella de positivo, de bueno y de perfecto, puesto que todo lo perfecto procede del padre de las luces; mientras que las imperfecciones y los defectos de las operaciones proceden de la limitación original que la criatura no ha podido menos de recibir en el primer origen de su existencia, por virtud de las razones ideales que la limitan. Porque Dios no podía darle todo sin hacer de ella un Dios; así que era preciso que hubiese diferentes grados en la perfección de las cosas, y que hubiera también limitaciones de todas clases.
El caso es que esta teoría de que vivimos en el mejor de los
mundos posibles convirtió en proverbial el llamado optimismo leibniciano.
Añadiremos únicamente que, en principio, no es
descabellado sostener que nuestro mundo pueda ser el mejor de los
mundos posibles, siempre y cuando haya razones para distinguir entre posible y concebible, pero la existencia de
un Dios omnipotente, capaz, pues, de convertir en posible todo lo
concebible, anula esta distinción.
Muy distintos son los Principios del conocimiento humano.
A sus veinticinco años, George Berkeley había
diseñado la primera teoría del conocimiento no sustentada
en sofismas escolásticos. Esto no quiere decir, ni mucho menos,
que fuera irrebatible. Sus argumentos pueden (y deben) ser cuestionados
y
criticados en muchos aspectos, pero, si son inocentes de algo, es de
ser mera palabrería equívoca. Tampoco estamos afirmando
que todos los escritos filosóficos previos fueran sofismas o
mera palabrería. Sólo señalamos que la obra de
Berkeley es el primer sistema
filosófico íntegro en estas condiciones: Descartes
marcó el camino, pero lo abandonó en cuanto se le
complicaron las cosas; Spinoza fundamentó su sistema en pura
palabrería escolástica y dejó los argumentos
sustanciosos a modo de
comentarios marginales esporádicos; Locke eliminó casi
totalmente la herencia escolástica, pero, desde un punto de
vista lógico, su Ensayo
es un batiburrillo de ideas confusamente conectadas, y Leibniz es un
caso perdido da capo a piè,
por citar únicamente los autores más relevantes, que
hemos comentado en páginas previas.
Berkeley denominó a su sistema inmaterialismo, pues lleva
más allá el principio de Locke según el cual todo
nuestro conocimiento proviene
de la experiencia, para afirmar que todo nuestro conocimiento se reduce a nuestra experiencia,
entendida como las ideas que aparecen en nuestra mente. Así,
para Berkeley sólo existen tres clases de entes: las almas, cuya existencia consiste ni
más ni menos en su capacidad de percibir, las ideas, cuya existencia consiste ni
más ni menos en ser percibidas por las almas, y Dios, que es la causa de que las
almas perciban ideas de forma coherente. En particular, la materia no
tiene cabida en su sistema. Así, Berkeley encuenta una base para
arremeter contra el materialismo y el ateísmo, pues éste
era su propósito desde el primer momento. He aquí unos comentarios
más detallados para el lector interesado.
Francis Nicholson y Peter Schuyler marcharon a Londres
al frente de una comitiva para reclamar apoyo militar para las colonias
británicas en Norteamérica. Como parte de su
séquito llevaron a cinco indios iroqueses, que provocaron una
gran expectación y tal vez fueron el principal "argumento" que
les valió recibir la ayuda que solicitaban. En julio, cinco mil soldados
británicos desembarcaron en América.
El duque de Marlborough conminó al conde de Stanhope a que
abandonara su estrategia de chantajear constantemente al archiduque
Carlos a cambio del apoyo británico y se implicara abiertamente
en la guerra. Así, Stanhope se unió al austríaco
Starhemberg y el 27 de julio
derrotaron a los borbónicos en Almenara.
El 20 de agosto volvieron a
alcanzarlos cerca de Zaragoza, y descalabraron de tal modo a sus
adversarios que el camino hacia Madrid quedó abierto para el
archiduque. En realidad, Starhemberg y el archiduque Carlos eran
partidarios de consolidar el dominio de Aragón y aislar a Felipe
V de Francia, pero el conde de Stanhope volvió a su estrategia
chantajista y manifestó que el ejército británico
no seguiría otro camino sino el de Madrid. Felipe V se vio
obligado a retirarse a Valladolid y el archiduque entró en la
capital el 23 de septiembre, pero
fue recibido con tal frialdad que llegó a decir: "Esta ciudad es un desierto".
Francis Nicholson condujo hacia el norte las tropas
británicas que había llevado consigo a América y
el 24 de septiembre una flota
inició un asedio a la colonia francesa de Port Royal.
Los franceses fundaron la ciudad de Mobile,
en Luisiana, en el golfo de México, a medio camino entre Florida
y la desembocadura del Mississippi.
La población de la colonia de Carolina estaba dividida en dos
zonas muy separadas entre sí: una alrededor de Albemarle, en el
norte, cerca de Virginia, y otra alrededor de Charleston, en el sur. El
norte tenía un vicegobernador que dependía del gobernador
del sur, pero entre ambos núcleos había un territorio
deshabitado (entiéndase: habitado por indios, concretamente, por
la tribu de los tuscarora).
Ese año los colonos fundaron Nueva
Berna en mitad de ese territorio vacío.
Las cosas no le iban bien al duque de Marlborough. La reina Ana se
había cansado de las intrusiones de lady Marlborough en los
asuntos de estado y la sustituyó como confidente por una prima
de la duquesa: Abigail Hill,
lady Masham.
Ése fue el principio de la caída en desgracia del duque.
El siguiente revés fue que su principal apoyo estaba entre los whigs, pero en octubre los tories volvieron al poder. El nuevo
jefe de gobierno pasó a ser Robert
Harley, el conde de Oxford. El conde
de Peterborough fue nombrado embajador en Viena. La oposición whig estuvo dirigida por Robert Walpole, el conde de Orford, hasta ese momento ministro
de la guerra, y que ahora pasaba a ocupar el cargo de tesorero de la
flota. Charles Spencer, yerno
de Marlborough, hasta entonces secretario de estado, fue expulsado
también del gobierno.
Port Royal no pudo restistir por más tiempo los bombardeos de
la flota británica y el 16 de octubre
se rindió. Los británicos le cambiaron el nombre por Annapolis Royal, en honor de la
reina Ana.
Los aliados seguían avanzando en Francia. Habían
ocupado las ciudades de Douai,
Béthune, Saint Venant y Aire.
Pese a ello, Luis XIV envió a España al duque de
Vendôme. Se acercaba el invierno y los condes de Starhemberg y
Stanhope salieron de Madrid para acuartelar sus tropas en
Cataluña. Stanhope quedó rezagado y Vendôme
acudió rápidamente a cercarlo. Stanhope tuvo que
refugiarse en Brihuega a la
espera de que Starhemberg retrocediera en su ayuda. Vendôme
precipitó el asalto a la ciudad y el 9
de diciembre se entabló una enconada batalla. A las ocho
de la noche Stanhope se vio obligado a rendirse. Él y sus
hombres fueron hechos prisioneros y llevados a Valladolid. Starhemberg
llegó al día siguiente, y se encontró en Villaviciosa con el ejército
de Vendôme en formación de ataque, por lo que se vio
obligado a presentar batalla, pese a que sus 14.000 hombres eran
superados por los 20.000 del enemigo. El ala derecha de la
caballería borbónica, dirigida por el marqués de Valdecañas, atacó al
ala izquierda aliada y se alejó para perseguirla. Los
austríacos aprovecharon para atacar por el centro y
Vendôme tuvo que retirarse. No obstante, pudo rehacer el centro
de su frente, y el regreso inesperado de Valdecañas por la
retaguardia de los austríacos puso fin a sus posibilidades
ofensivas. El resultado del combate fue indeciso, pero Starhemberg
decidió retirarse hacia Cataluña, por lo que en la
práctica supuso una victoria para Vendôme. Mientras tanto,
el duque de Noailles abrió un nuevo frente en el norte de
Cataluña y puso sitio a Gerona. El archiduque tuvo que abandonar
Madrid, donde Felipe V hizo una entrada triunfal.
En enero de 1711, Zaragoza se
rindió ante el rey Felipe V de España. El 25 de enero el duque de Noailles
tomó Gerona, y en poco tiempo, las posiciones del archiduque
Carlos se redujeron a los alrededores de Barcelona.
El 3 de abril, Felipe V
decretó una nueva organización para lo que había
sido el reino de Aragón, que quedó bajo la autoridad de
un capitán general, una audiencia y un administrador.
El rey Luis XIV de Francia, a sus setenta y tres años, se
había convertido en uno de los reyes más longevos de la
historia. Tanto era así que sobrevivió a su hijo: el Gran
Delfín Luis murió el 14 de
abril, a los cincuenta años, sin poder heredar el trono
de Francia. Su hijo, el Delfín Luis, que tenía entonces
veintinueve años, se convirtió en el nuevo heredero del
rey Sol.
Más trascendencia tuvo la muerte del emperador José I,
acaecida el 17 de abril. Dejó
dos hijas, María Josefa,
de doce años, y María
Amalia, de diez, pero, de acuerdo con la disposición leopoldina, su
heredero era su hermano, el archiduque Carlos.
Ese año murió también el príncipe de
Orange, Juan Guillermo Friso, que fue sucedido por su hijo
póstumo Guillermo IV.
Tras el éxito del año anterior en la toma de Port
Royal, el gobierno británico se mostró dispuesto a enviar
más efectivos a Norteamérica. Casi setenta barcos
llegaron a Boston con más de cinco mil soldados a bordo. Con
estos refuerzos, Francis Nicholson se dispuso a atacar Quebec. El plan
era que Nicholson conduciría a sus hombres hasta el lago
Champlain y atacaría Quebec al mismo tiempo que la flota atacaba
desde el río San Lorenzo. Sin embargo, las tropas recién
llegadas estaban bajo el mando del incompetente general John Hill, cuyo único
mérito era ser hermano de una amiga de la reina Ana, y el
almirante que dirigía la flota, sir Hovendon Walker, era igualmente
inepto. La flota empezó a remontar el San Lorenzo, pero se
perdió en medio de la niebla y diez barcos encallaron. Murieron
unos setecientos hombres. Tras este suceso, Hill y Walker decidieron
regresar, con lo que Nicholson, al ver que no llegaban los refuerzos,
se vio obligado a retirarse también.
El duque de Marlborough cayó definitivamente en desgracia,
perdió sus cargos y marchó a Alemania.
En las Transactions of the Royal Society of London se publicó un artículo en el que se acusaba a Leibniz de haber plagiado el cálculo diferencial ideado por sir Isaac Newton. Leibniz escribió una carta al autor, John Keill, defendiéndose de la acusación, pero Keill le contestó ratificando su punto de vista sobre el asunto.
En octubre, el archiduque Carlos
dejó a su esposa en Barcelona y marchó a Viena, dispuesto
a recibir la herencia de su hermano y, en efecto, no tuvo dificultad en
convertirse en el emperador Carlos VI.
Esto inquietó a los británicos, que, al igual que
recelaban de que los Borbones establecieran una política
conjunta hispano-francesa, ahora temían igualmente que Carlos VI
reconstruyera el imperio de Carlos V. El conde de Peterborough propuso
que Carlos VI cediera sus derechos sobre España al
príncipe Eugenio de Saboya. El reciente ascenso de los tories al poder, que siempre
habían sido contrarios a la guerra, favoreció
también el espíritu negociador. Johnatan Swift, que era
whig, cambió de bando y se hizo tory. Con el pseudónimo
de Isaac Bickerstaff,
publicó una serie de opúculos políticos, como La conducta de los aliados, que
alcanzaron gran resonancia. En noviembre
se iniciaron en Utrecht unas
negociaciones para encontrar un final negociado a una guerra que duraba
ya diez años.
En sustitución de la duma,
abolida tres años atrás, el zar Pedro I de Rusia
instituyó un senado formado por nueve miembros a los que
él nombraba personalmente.
Francisco II Rákóczi, incapaz de dominar la
situación en Hungría,
marchó a Rusia a solicitar ayuda de Pedro I. En su ausencia, el
general Sándor Károlyi
firmó una paz de compromiso con los Austrias que
consistía en que el emperador Carlos VI se comprometía a
respetar los privilegios de la nobleza que Rákóczi
había puesto en entredicho.
En Moldavia estalló una revuelta contra el imperio Otomano
apoyada por el zar Pedro I, pero éste fue derrotado y tuvo que
firmar el tratado de Falksen,
que no fue especialmente duro para Rusia gracias a que el gran visir
del sultán Ahmed III fue convenientemente sobornado. Aún
así, Pedro I tuvo que devolver Azov a los turcos. Éstos
cambiaron el régimen de gobierno de Moldavia, que fue confiado a
griegos
fanariotes. El vóivoda tradicional fue sustituido por un
gobernador llamad hospodar,
que significa "señor".
Los indios tuscarora veían cómo sus territorios eran
invadidos por los colonos de Carolina, e incluso algunos de sus
miembros fueron raptados y convertidos en esclavos. Finalmente, optaron
por declarar la guerra o, mejor dicho, por no declararla, pues
procedieron a atacar por sorpresa, según la costumbre india. El 22 de septiembre cayeron sobre Nueva Berna
y mataron a unos doscientos colonos, entre ellos unos ochenta
niños. El siguiente paso, siempre según la
tradición, era esperar a que los colonos contraatacaran y
mataran más o menos tantos indios como colonos habían
muerto en el ataque multiplicados por diez. Sin embargo, cuando los
colonos de Carolina solicitaron refuerzos a sus vecinos de Virginia
para tal fin, ésta exigió ciertas cesiones territoriales,
y el gobernador de Carolina se negó, por lo que Carolina tuvo
que valerse por sí misma y esto retrasó el contraataque.
Robert Harley fundó una nueva compañía naviera
británica: la South Sea
Company.
Joseph Addison y Richard Steele fundaron una nueva revista
literaria: The spectator, en
la que crearon un personaje llamado Sir
Roger de Coverley, conservador, bondadoso y excéntrico,
que ilustraba la diferencia entre la vieja y la nueva Inglaterra.
Alexander Pope publicó un poema didáctico titulado Ensayo sobre la crítica, que
le valió la amistad de Addison. En 1712
publicó El rizo robado,
un poema heroico-cómico en el que describe la vida de los
salones ingleses. Esta obra asentó definitivamente su
reputación como escritor.
En Gran Bretaña, Robert Walpole, el líder de los whigs, fue acusado de
corrupción por sus adversarios, expulsado del parlamento y
encarcelado en la torre de Londres.
El 12 de febrero
murió de viruela Adelaida de Saboya, la esposa del Delfín
Luis, y el 12 de febrero
murió el propio Delfin, de la misma enfermedad. El matrimonio
había tenido tres hijos, que, en un alarde de originalidad,
fueron llamados todos Luis. El primero había muerto antes del
nacimiento de los otros dos: Luis,
duque de Bretaña, de cinco años, ahora Delfín, y Luis, duque de Anjou, de dos. El 8 de marzo murió también el
duque de Bretaña, con lo que el joven Luis de Anjou se
convirtió en el Delfin, el heredero de su bisabuelo, el rey Luis
XIV de Francia. Se cuenta que el rey recibió impertérrito
el súbito desmoronamiento de su familia.
La muerte del Delfín frustró especialmente los
proyectos de Louis de Rouvroy,
el duque de Saint-Simon,
quien, tras la muerte del Gran Delfín, había entrado al
servicio de su hijo y había redactado para él un Proyecto de gobierno, en el que
desarrollaba ideas de Fénelon.
El 12 de abril hubo una revuelta
de esclavos en Nueva York, que fue aplastada sin dificultad. Veinte
negros fueron ejecutados como represalia.
Finalmente, los colonos de Carolina pudieron organizarse y
emprendieron la lucha contra los indios tuscaroras. Las dificultades de
comunicación entre Charleston y Albemarle llevaron a la
decisión de partir la colonia en dos. El 9 de mayo, Albemarle recibió un
gobernador propio y se convirtió en la capital de Carolina del Norte, mientras que
Charleston pasó a ser la capital de Carolina del Sur.
El 7 de junio, la colonia de
Pennsylvania aprobó una ley que prohibia nuevas importaciones de
esclavos.
El duque de Vendôme murió mientras preparaba un asalto
contra Barcelona. El príncipe Eugenio de Saboya se
disponía a atacar París, pero en julio fue derrotado en Denain por el duque de Villars, lo
que permitió a Francia recuperar diversas plazas y mejorar un
tanto su posición en las negociaciones que estaban teniendo
lugar en Utrecht.
El rey Federico IV de Dinamarca fue derrotado nuevamente por los
suecos, esta vez en Gadebuch.
En la India murió el Gran Mogol Bahadur Sah. Fue sucedido por
Yahandar.
En Japón murió el shogun Tokugawa Ienobu, que fue
sucedido por su hijo de tres años Tokugawa Ietsugu.
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