El estaño
corriente, de color "blanco", no es estable a temperaturas bajas.
La bajada de temperaturas que se da en los países fríos (muy por
debajo de los 0º C) hace que el estaño blanco se convierta en estaño "gris",
de aspecto no metálico y desmenuzable.
Esta característica del estaño no se conoció hasta que empezaron
a pasar cosas como la siguiente:
En la catedral de San Petersburgo se instaló un órgano con tubos de estaño. Pero como ya imagináis, en San Petersburgo puede hacer mucho, pero que mucho frío; tanto que durante un invierno realmente duro, los tubos del precioso órgano se deshicieron al convertirse el estaño blanco en quebradizo estaño gris.