CRÓNICA GASTRONÓMICA
Tras una larga y exigente jornada, endurecida por el viento y el frío que dominaba la zona (-5º en la cumbre con sensación térmica bajo las rachas de viento de -15º), por fin hemos llegado a Jesús Pobre. Nuestra primera tarea al entrar en el pueblo ha sido descubrir dónde estaba el refectorio llamado casa Rosita. No ha sido difícil descubrirlo pues por donde hemos entrado al pueblo, era la primera calle a la derecha, como nos ha indicado un amable conductor. La hemos hallado sin problemas, y bien que nos hemos reído de nosotros mismos cuando la hemos localizado a media calle, pues la casa está totalmente pintada de Rosa y con los ribetes en blanco o sea inconfundible. Al entrar en el comedor hemos descubierto que la avanzadilla de nuestro grupo ya había iniciado las tareas de aperitivo. No sabemos exactamente en qué consistían porque cuando hemos llegado nosotros ya no quedaba nada. Pasemos pues a lo que ha sido la comida de un servidor. La mesa estaba bien servida de bebidas, consistentes en agua, gaseosa, vino embotellado y un vino oxidado en frasca, así como algunas jarras de cerveza y Coca Colas de litro para los han que las han pedido. En cuanto al comer, como entrantes nos ha sacado unas tostadas de pan con aceite y también han puesto un cacito de ajo aceite con lo cual nos hemos entretenido un rato comiendo hasta que llegara la comida en sí. Después nos han sacado el primer plato que era una justita ensalada de tomate, lechuga, cebolla y aceitunas con un poquito de atún o caballa a repartir entre cinco o seis personas. Casi al mismo tiempo nos ha servido un platito (también a compartir entre cinco o seis personas) con justo eso, unos seis trocitos de Sangre, el típico plato valenciano de "Sang en Seba" que al final en su mayoría se quedó sobre la mesa, ya que los paladares de la mayoría de los asistentes está ya demasiado urbanizado y hace tiempo que olvidó la casquería fina. Recordad que los pollos en Mercadona há que los venden "mataos, desangraos, pelaos y descuartizaos" y eso marca y mucho. Acto seguido y después de retirar los platos y tras una breve ceremonia preparatoria, se procedió a sacar un caldero con el plato fuerte y único de la comida, "Arrós en fessols y naps", tipiquísimo y frecuentísimo en L'Horta Nord, y por lo visto en alguna comarca más. El plato real de arroz servido fue realmente muy cumplido, tanto es así que parecía mentira que pudiera caber tanto arroz en un plato que al servir tenía forma de pirámide. En ese aspecto ninguna pega. Yo personalmente lo he encontrado bien hecho, no muy graso, pero soso, me tuve que proveer de salero, pero en general hemos quedado más que satisfechos con ese plato único. Aunque pasmaos, algunos han hecho un viaje de repetición al caldero. En cuanto a los postres, han consistido en una fuente con diferentes porciones de tartas caseras a dividir por supuesto entre seis personas por cada plato, con lo que hemos podido picar de cada cartita. Un muestreo, vamos. Por último nos han preguntado por los cafés que deseábamos y cada uno ha pedido lo que buenamente le apeteció, desde los típicos carajillos hasta las infusiones de hierbas. Y con esto hemos terminado la comida, llegando entonces la dolorosa que si no recuerdo mal han sido 17 € por persona, aunque en realidad hemos pagado 15, debido al desfase económico que hay entre el coste total y el descuento del importe de aquellos que han pagado avanzadamente su plaza en el autobús y que luego no han asistido, que en este caso creo que san sido solamente dos personas. Así que de total 52 personas por 17 € cada una, la suma ha llegado a la cifra de nada menos que 884 €, que traducidos a las antiguas pesetas son 147.085,224 Pts. ni más ni menos. Un porrón, vamos. Cada platito-(platazo y acompañantes) de arroz con habichuelas y nabos que es la traducción literal del valenciano al castellano, nos ha salido a la increíble cifra de 2.828'50 Ptas. (Y eso que en orígen es comida proletaria por excelencia). Más un experimento astronómico que gastronómico. Conclusión final: Consultados varios comensales, el sentir general ha sido de satisfacción. Así que como se suele decir, ha sido comida con final feliz (eso si, no como lo entienden en las peluquerías chinas). Tras esto, grandes vientos nos esperan. La Dent Ellada.
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INFO-RUTA (Para los que quieren saber todos los detalles)
Y ahora, desde el calorcito del salón termo-acondicionado, a disfrutar viendo las fotillos.
Aquí las BONITAS PANORÁMICAS.
Y aquí la SECCIÓN ROSA