APROXIMACIÓN AL MODELO DE DIAGNÓSTICO

 PEDAGÓGICO

 

Ricard Marí Mollà, Purificación Sánchez Delgado, Irene Gastaldo Bartual

Departamento MIDE.  Universitat de Valencia.

 

1. Reflexiones epistemológicas:

Desde la nueva ordenación del sistema educativo, el psicopedagogo tiene que realizar una actividad diagnóstica orientada a la escuela y al aprendizaje, basada en una filosofía derivada de la misma ley que persigue los cambios necesarios para la mejora educativa.

Esta escuela se adecúa a una realidad sociocultural que es diversa y multicultural y por tanto abandona el pretendido modelo único, basado en la homogeneización, al que debían adaptarse los alumnos.

El diagnóstico en Educación tiene que asumir esta realidad y considerar la totalidad y complejidad de la estructura de la información proveniente del hecho educativo y, por ello, profundizar en la crítica interna a los procedimientos diagnósticos en la búsqueda de una fundamentación epistemológica y metodológica para adecuar al Diagnóstico Pedagógico a la nueva realidad socioeducativa.

  Creemos que todo ello implica:

a) Abandonar los modelos tradicionales de diagnóstico  (médico, psicométrico, conductual), por estar centrados en las deficiencias, por no generar recursos para la intervención perfectiva y, dada su característica restrictiva fundamental, por no considerar la realidad a diagnostica en su contexto y en su complejidad.

b) Adoptar una metodología centrada en el proceso enseñanza/aprendizaje que permita indagar en el contexto socioeducativo del sujeto y en su aprendizaje y que proporcione conclusiones diagnósticas para la necesaria intervención preventiva o perfectiva y el cambio educativo, asi como la especificación de las necesidades educativas especiales en una escuela de la diversidad.

El Diagnóstico Pedagógico, pues, tiene que satisfacer todas estas necesidades y, por ello, estudiar al sujeto que aprende desde su globalidad y complejidad, lo cual supone reconocer la multidisciplinaria, multivariada y multinivel naturaleza de las situaciones educativas. Ello supone la adopción de un paradigma para el cambio basado en la complementariedad paradigmática, en función del objetivo del diagnóstico, con un nuevo marco de referencia teórico del trabajo diagnóstico y un proceso y recursos metodológicos adecuados, que incluye la intervención educativa de tipo perfectivo.

Según estos principios hemos desarrollado las bases de un modelo de diagnóstico que puede consultarse en Marí (2001) y del que hemos extraído estas notas.

2. Definición:

Los rasgos distintivos del nuevo concepto de Diagnóstico Pedagógico son:

a) El sujeto aquien se va a realizar un dignóstico. Se acepta que el sujeto es cualquier persona, grupo, clase o institución cuya afección es objeto de estudio (Granados, 1993). Se ocupa de los aspectos individuales e institucionales, incluyendo a los sujetos y al contexto familiar, escolar y social a fin de predecir sus conductas y posibilitar la intervención psicopedagógica.

Los sujetos a los que se dirige el diagnóstico son la totalidad de los mismos, en contra de su limitación a los sujetos problemáticos según la tradición diagnóstica derivada de la medicina y psicología. Esto es, el conocimiento de todas las variables significativas relacionadas con todos y cada uno de los sujetos o contexto de naturaleza pedagógica, psicológica, sociológica o cualquier otra. El Diagnóstico Pedagógico deja de ser “el arte de descubrir e interpretar los signos de una enfermedad” para orientarse al conocimiento de todos los educandos en el conjunto de variables que permitan la adecuación del currículum.

Al abarcar a los sujetos en su globalidad o complejidad el Diagnóstico Pedagógico no puede limitarse a la consideración de las variables intelectuales o cognitivas y de aprendizaje o a cualquier otra, considerada de forma aislada en la que en algún momento se haya detectado alguna limitación o deficiencia, puesto que se acepta que la conducta no está reducida al ámbito psicológico (organísmico o personalidad), sino que abarca el contexto, relaciones interpersonales, motivación, autoconcepto, valores, (Marín y Buisán, 1986; Granados, 1993)., esto es, todos los indicadores y las variables relevantes para una educación integral en el ámbito de la diversidad.

b) El objeto de estudio del Diagnóstico pedagógico es propio: las situaciones educativas, el estudio de cualquier hecho educativo, no sólo del alumno sino de todas aquellas variables que permiten y definen el acto de educar ya sea la institución escolar con su organización, metodología didáctica, personal y recursos, etc., o la comunidad educativa que rodea dicha institución. Además, el objeto diagnóstico debe extenderse a referencias más amplias que las incluidas en las instituciones escolares como la familia, la comunidad, cualquier elemento socializador, dado que los problemas y posibilidades existentes en los sujetos en orden a su educación se derivan tanto de factores endógenos como exógenos, o dicho de otra manera, de los elementos o factores personales y los ambientales (Marín y Buisán, 1986).

c) Una nueva finalidad: El fin del Diagnóstico Pedagógico no es atender las deficiencias de los sujetos y su recuperación, sino una consideración nueva que podemos llamar pedagógica: proponer sugerencias e intervenciones perfectivas, bien sobre situaciones deficitarias para su corrección o recuperación, o sobre situaciones no deficitarias para su potenciación, desarrollo o prevención. Nace, pues, con vocación de apoyar el desarrollo del proceso educativo, con una finalidad de mejora (Martínez González, 1993), hacia el perfeccionamiento de su objeto de estudio (producto o proceso) contextualizándose en un proceso perfectivo y de desarrollo propio de la educación.

d) El Diagnóstico Pedagógico incluye la intervención: Desde una consideración tradicional, tal como ha sido desplazado desde la perspectiva evaluadora, el diagnóstico se reduce a una actividad descriptiva, diferenciándose del tratamiento, pero desde los cambios paradigmáticos sugerido en el Diagnóstico Pedagógico toda acción diagnóstica incluye una intervención.

Se incluye, pues, una intervención, con las posteriores revisiones para ratificar o rectificar la intervención sugerida (Doval, 1995), en un proceso diagnóstico que implica una serie de etapas sucesivas e interdependientes. Ambos elementos interactúan puesto que, el proceso diagnóstico no se puede considerar, simplemente, como una exploración explicativa de un hecho, sino que pretende establecer presupuestos de futuro (predicción) y el instaurar actividades de intervención junto con un seguimiento y control de las mismas para comprobar si las mejoras previsibles se van alcanzando.

e) El proceso metodológico del Diagnóstico Pedagógico: La actividad diagnóstica sigue un proceso metodológico riguroso y sistemático que la convierte en una actividad cientifico-profesional.

Tal vez su característica más singular sea el ser un proceso basado en la metodología general de investigación (Investigación Evaluativa), pero con la diferencia respecto de la investigación básica de que su objetivo consiste en la aplicación inmediata de sus resultados. Constituye un proceso general de investigación pero de carácter aplicado.

Todas las anteriores propuestas nos llevan a proponer la siguiente definición:

El Diagnóstico Pedagógico se debe entender como una actividad científica, teórico-técnica, insertada en el proceso enseñanza-aprendizaje, que incluye actividades de medición, estimación-valoración (assessment) y evalaución, consistente en un proceso de indagación científica, apoyado en una base epistemológica, que se encamina al conocimiento y valoración de cualquier hecho educativo con el fin de tomar una decisión para la mejora del proceso enseñanza-aprendizaje.

3. El proceso:

El Diagnóstico Pedagógico es una actividad sostenida por bases científicas y vinculada a la práctica, aunque sin confundirse con ella. Ello nos lleva a concluir que se trata de un proceso de investigación vinculado a la Investigación Evaluativa. Tal vez su característica más singular sea el ser un proceso basado en la metodología general de investigación, pero con la diferencia respecto de la investigación básica de que su objetivo consiste en la aplicación inmediata de sus resultados. Constituye un proceso general de investigación pero de carácter aplicado.  

Desde esta posición podemos afirmar que el Diagnóstico Pedagógico implica un proceso de investigación formado por los componentes metodológicos fundamentales de cualquier proceso de investigación, incluida la investigación evaluativa, el cual se resume en la siguiente guía de procedimiento:

a) Recogida de información,

b) Análisis de la información,

c) Valoración de la información (como fiable/válida) para la toma de decisiones,

e) La intervención mediante la adecuada adaptación curricular y

f) La evaluación del proceso diagnóstico

El control de las diferentes variables que lo conforman y la correcta realización de cada una de sus partes, de manera que se asegure su replicabilidad, configurarán la cientificidad del propio proceso.

Si bien hay consenso en la consideración procesual del diagnóstico, no ocurre lo mismo con las dinámicas intermedias que marcan su secuencialización. Estas dinámicas, aunque se consideran flexibles, configuran, también, nuestra propuesta.

4. Propuestas metodológicas:

Las conclusiones epistemológicas asumidas recomiendan una posición metodológica de tipo integrador tanto de las diferentes perspectivas diagnósticas como de las estrategias cuantitativas y cualitativas y esto se cree que es lo adecuado para procurar el avance del conocimiento.

La concepción del Diagnóstico Pedagógico orientado a todas las situaciones y entidades educativas y que pretende la comprensión de la realidad global y compleja tiene que considerar una multiplicidad de dimensiones, ámbitos, áreas, etc., correspondientes a los objetos de diagnóstico. Esto supone una multiplicidad y multidisciplinariedad de variables, indicadores o elementos relacionados con el objeto de estudio que se deben analizar y valorar. Esta naturaleza multinivel de la investigación diagnóstica debe ser tomada en consideración en el diseño de estudio y en los diversos análisis de la información.

En referencia a las actividades diagnósticas genéricas, entre los recursos metodológicos que consideren la multidimensionalidad del rendimiento explicitando la relación entre las variables, se considera que el modelo interactivo, en su alternativa mediacional, se adecua mejor al concepto de Diagnóstico Pedagógico y evita la influencia de los prejuicios y las tomas de posición conceptuales previas.

En referencia a las actividades diagnósticas específicas, se precisa de la misma consideración metodológica aunque tienen una problema añadido que es la exigencia social de la inmediatez. Se precisa una posición metodológico de tipo integrador de las perspectivas analizadas y de las estrategias cuantitativas y cualitativas. Por ello, hay que desechar todo modelo causal-correlacional y adoptar los modelos mediacionales-integradores puesto que ofrecen información para determinar las mediaciones ejercidas por determinados factores. Esto es, estos modelos mediacionales-integradores permiten una comprensión de la realidad compleja que facilita las claves para la intervención posterior.

El procedimiento metodológico ha de ser evidentemente complejo dada la complejidad, multivariedad de información, disciplinas, expertos, etc. que intervienen en el proceso diagnóstico, por ello, pueden ser útiles tanto las aportaciones de las perspectivas cuantitativas como cualitativas, como el Estudio de Casos, Análisis de Datos Cualitativos (Miles y Huberman, 1994), etc. Se trata de esquemas metodológicos de acción flexibles, dinámicos y coherentes epistemológica y metodológicamente con el concepto de Diagnóstico Pedagógico.

Referencias.

Doval, L. (1995), Aportaciones del diagnóstico en educación. I. De la historiografía al concepto. Revista de Investigación Educativa, nº 26, pp. 9-32.

Granados, P. (1993), Diagnóstico pedagógico. Addenda. Madrid. UNED.

Marí, R. (2001), Diagnóstico Pedagógico. Un modelo para la intervención psicopedagógica. Barcelona. Ariel.

Marín, M.A. y Buisán, C. (1986) Tendencias actuales del Diagnóstico Pedagógico. Barcelona. Laertes.

Martínez González, R.A. (1993), Diagnóstico Pedagógico. Fundamentos teóricos. Universidad de Oviedo. Servicio de Publicaciones.