ELABORACIÓN DEL ÍNDICE RELATIVO DE SALUD SOCIAL IRSS, PARA LOS PAÍSES DEL CONTINENTE AMERICANO.

 

UNA MEDICIÓN COMPARADA DEL PROGRESO COLECTIVO QUE SE PRESENTA COMO ALTERNATIVA AL ÍNDICE DE DESARROLLO HUMANO DE LAS NACIONES UNIDAS.

 

OBJETIVOS PRINCIPALES

INTRODUCCIÓN

MEMORIA CIENTÍFICO-TÉCNICA:

 

AMÉRICA DEL NORTE

Canadá

Estados Unidos

México

1

AMÉRICA DEL SUR

Argentina

Bolivia

Brasil

Chile

Colombia

Ecuador

Guyana

Paraguay

Perú

Surinam

Uruguay

Venezuela

 

Países del continente americano

 

AMÉRICA CENTRAL

Antigua y Barbuda

Bahamas

Barbados

Bélice

Costa Rica

Cuba

Dominica

El Salvador

Granada

Guatemala

Haití

Honduras

Jamaica

Nicaragua

Panamá

Puerto Rico

República Dominicana

San Cristóbal y Nevis

Santa Lucía

San Vicente y las Granadinas

Trinidad y Tobago

 

 

OBJETIVOS PRINCIPALES:

 

Los objetivos principales de la investigación consisten en:

 

-        La medición y presentación del Índice Relativo de Salud Social (IRSS) para el conjunto de los países de América y el consiguiente ranking de países de mayor a menor salud social.

 

-        Demostrar que el Índice Relativo de Saludo Social (IRSS) es un indicador mas adecuado para medir el desarrollo socioeconómico que el Índice de Desarrollo Humano (IDH) que utiliza la Organización de Naciones Unidas (ONU) en los informes anuales del  Programa de Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD o UNDP) y ofrecer esta herramienta como un instrumento de análisis válido par los estudios de desarrollo y la evaluación de políticas públicas y de cooperación internacional.

 

 

INTRODUCCIÓN:

 

El Índice Relativo de Salud Social (IRSS) pretende medir el desarrollo socioeconómico, basándose no solamente en las variables que utiliza el Índice de Desarrollo Humano (IDH) como la esperanza de vida, la tasa de alfabetización de adultos, la tasa bruta de matriculación y el PIB per cápita sino también incorporando variables sociales con significación de calidad de vida en los que influyan también los ámbitos privados.

 

El Índice Relativo de Salud Social (IRSS) tal y como ha sido propuesto por José Pérez Adán en el libro “La Salud Social” (Trotta, Madrid, 1999) se obtiene en base a cinco indicadores que considerados y sumados conforman el IRSS.

 

 

1.   EQUIDAD GENERACIONAL

1.1    Soledad anciana

1.2    Acompañamiento Infantil

 

2.   DESIGUALDAD

2.1    Esperanza de vida (media y total)

2.2    Costo Social Familiar

 

3.   DEUDA FILIAL DIACRÓNICA

3.1    Consumo energía + desechos

3.2    Ahorro familiar

 

4.   CONCIENCIA CÍVICA

4.1    Criminalidad

4.2    Participación económica y sociopolítica

 

5.   PLURALIDAD

5.1    Movilidad social

5.2    Diversidad

 

 

Se trata de un índice relativo porque en la medición, aunque tenga referencia hacia criterios de excelencia, no nos encontramos con unos criterios fijos o dados: podremos saber dónde hay menos disfuncionalidad, pero siempre con respecto a las disfuncionalidades que podamos detectar en otro entorno. Así, la medición numérica de los distintos baremos habrá de darse en puntos de desviación percentual, positiva o negativa, con respecto a la media percentual de entre los entornos (países) medidos para cada caso. Las situaciones sociales tomadas como referencia para la medida, por otra parte y para hacer factible la utilización del IRSS, habrán de elegirse e irse acomodando poco a poco a los objetivos deseados, pero siempre en base a la oferta estadística disponible o conseguible. En este sentido la propuesta de contenidos del IRSS debe de ir evolucionando hacia criterios operativos, para lo que es necesario contar con una experiencia metodológica y analítica que es todavía muy escasa. La propuesta de contenidos evaluables del IRSS se basa en los siguientes cinco indicadores:

 

Indicador 1: Equidad generacional.

 

Se representará con un ordinal, con la suma, a su vez, de dos variables analíticas.  Por un lado trataremos de reflejar la equidad hacia la tercera edad a través del porcentaje  de personas mayores de 65 años que viven solas o internadas, dato que resultará negativo pues se considera disfuncional. Por otro lado, trataremos de reflejar la equidad hacia la primera generación traduciendo en la comparación entre los colectivos que consideremos en base cien el número de horas semanales de dedicación personalizada y convivencial que recibe cada menor de 15 años por parte de sus padres y abuelos. La suma de estas dos variables será un ordinal al que se le sumarán los obtenidos con los otros cuatro indicadores para conformar el IRSS.

 

 

Indicador 2: Desigualdad.

 

Las dos variables que consideraremos serán: a) la esperanza de vida, que de acuerdo con lo expuesto será la media entre la esperanza de vida al nacer y la esperanza de vida total, y b) el costo social familiar, que representará el gasto real anual que efectúa la unidad familiar (independientemente de que esté subsidiado o no) incluyendo la alimentación, la vivienda, la educación y la sanidad. Es importante incluir también la esperanza de vida al nacer para representar la mortandad infantil en el índice. El costo social familiar es, por otra parte, una indicación de la disponibilidad y cercanía de recursos con los que afrontar las necesidades, mucho más certera que la que proporciona la renta per cápita.

 

 

Indicador 3: Deuda filial diacrónica.

 

Se suman: a) la conciencia ecológica, que se obtiene como dato disfuncional (negativo) con la media de consumo de energía de depredación per cápita anual (nos referimos a las energías no renovables), más la media de desecho de acumulación dañina per cápita anual (los materiales no naturalmente reciclables o absorbibles a mínimo plazo), y b) el ahorro e inversión social familiar, en la medida en que existe privación o se difiere el gasto e incluyendo las previsiones creación de patrimonio, de dote y seguros transmisibles donde los haya. Naturalmente este indicador resultará en un ordinal negativo para muchos de los así llamados países desarrollados en el contraste con los menos pudientes. Se trata, no obstante, de un indicador clave para la

salud social pues nos da idea de la razón social y del espíritu de comunidad que conforma al colectivo humano que se estudia.

 

Indicador 4: Conciencia cívica.

 

Se miden la criminalidad y la participación. Para la criminalidad (se obtendrá naturalmente un dato negativo), solo se usará aquellos delitos legalmente considerados como tales en todos y cada uno de los entornos examinados en la comparación. Para medir la participación, se tratará de baremar paritariamente: la participación económica con el dato disfuncional de la concentración de propiedad, y la participación sociopolítica con el número de horas de dedicación directa per cápita semanal no remunerada a actividades solidarias (ONGs, partidos, caridades, asociaciones, etc.). Este indicador también nos mostrará una cara nueva de sociedades que en el restrictivo examen hoy al uso aparecen como modélicas.

 

 

Indicador 5: Pluralidad.

 

Sumar la movilidad social examinando la variación en los niveles de estatus en tres generaciones sucesivas de la misma familia, y la diversidad. Para medir la diversidad  se consideran tres variables: la diversidad genérica con el porcentaje de tiempo dedicado a tareas domésticas  por los varones del total de tiempo que requieren ésas tareas, la diversidad espacial con el porcentaje de población rural, y la diversidad de origen con el porcentaje de población foránea en sentido extenso (incluyendo la movilidad espacial interegional); naturalmente se consideran estas tres variables como funcionales, incluso la que señala el porcentaje de población rural que es un elemento indispensable en la conformación de una sociedad equilibrada. Por lo que se refiere al estatus, aparece como un concepto de suma cero en el supuesto del mantenimiento del mismo número de niveles sociales, de forma que se intenta ver la ausencia de barreras estructurales que impiden que un abuelo de nivel 5 tenga un nieto de nivel 2 o de nivel 10: a más cambio de nivel más movilidad.

 

La suma de los cinco indicadores que conforma el IRSS en el contexto de la comparación entre países nos daría unos modelos de excelencia relativa en los que la salud social, la felicidad colectiva, o el desarrollo, estarían mucho más claramente representados que con los índices hoy al uso. Con los instrumentos metodológicos que tenemos actualmente a nuestro alcance, ninguno de los 15 datos estadísticos que conforman las distintas variables para las situaciones seleccionadas es particularmente difícil de obtener.

Memoria científico-técnica

 

1.     Objetivos y justificación  del proyecto. Origen del proyecto e importancia económica y social del mismo, así como problemas concretos que se pretende resolver. Valor añadido y contribuciones científico-técnicas que se esperan del proyecto y resultados  que se prevé obtener.

 

Describir con concreción:

 

q      Estado actual del problema. Investigaciones previas y su relación con la bibliografía consultada. Relacionar dicha bibliografía.

q      Objetivos del proyecto.

q      Resultados esperables.

q      Experiencia e idoneidad del grupo de investigación.

 

2.     Metodología de la investigación. Especificar claramente cómo se pretenden alcanzar los objetivos y resultados planificados en el proyecto.

 

3.     Plan de trabajo y calendario. El plan de trabajo debe desglosarse en actividades o tareas, fijando los hitos que se prevé alcanzar en cada una de ellas y especificando la participación de cada investigador. Establecer cronología y duración de las actividades.

 

 

1.     Objetivos y justificación del proyecto.

 

ESTADO ACTUAL DEL PROBLEMA.

 

El Índice de Desarrollo Humano (IDH) de las Naciones Unidas ha ido agregando indicadores en años sucesivos. Los de 1990 y 91 se basaban casi exclusivamente en los parámetros económicos como reflejo del desarrollo humano. En 1992 ya se introdujo la desigualdad global como un síntoma de insalubridad social. A partir del informe de 1993, el IDH ha ido incorporando ciertos intentos de medir el desarrollo con criterios holistas mostrando preocupación por la participación ciudadana, la seguridad y la equidad entre los géneros. Hoy el IDH agrupa a los países en tres escalas (alta, media y baja) según la renta, la esperanza de vida al nacer, y el índice de alfabetización, así como la equidad de género y otros indicadores que se van analizando en un intento de avanzar sucesivamente hacia criterios objetivos de calidad de vida.

 

A pesar de la positiva evolución reciente que supone la incorporación de criterios sociales consideramos que este indicador seguirá estando condicionado negativamente mientras no distinga claramente entre capital productivo e improductivo. En el mercado global circulan diariamente más de 2 billones de dólares sin finalidad productiva (inversiones y compras destinadas a la obtención de ganancias y a la desaparición de competidores a través de la especulación financiera), capital que se registra como renta en según qué sitios o no se registra ("se guarda") dependiendo de la conveniencia del interés particular que pueda generar. Habría que distinguir también entre capital concentrado y disperso. Es una falacia a nuestro juicio que la división "per cápita" se haga sobre un papel borrador sin ninguna repercusión en los registros bancarios de activos o pasivos.

 

A nuestro juicio la visión socioeconómica que procura presentarse como modelo alternativo a la visión neoclásica que domina los estudios de desarrollo e impregna la asignación de recursos a políticas concretas es acertada. Por eso, pensamos que el Índice de Desarrollo Humano (IDH) que utiliza la Organización de Naciones Unidas (ONU) en los informes anuales del  Programa de Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD o UNDP) es un instrumento que establece que el desarrollo de las sociedades está trazado de antemano. Se supone que sigue un camino fijo por el cual los distintos grupos humanos han de circular, antes o después, más rápido o más lento, para desarrollarse, y ese desarrollo ha sido el moldeado por los países ricos o situados en la escala alta del IDH.

 

A pesar de las sucesivas modificaciones el IDH es un indicador que se basa sobre todo en variables económicas sin tener en cuenta variables sociales de considerable importancia. El desarrollo humano no es sólo económico, sino social-económico y cuando hablamos de social debemos tener en cuenta las variables sociales que comprenden nuestro entorno, variables que están incorporadas en el Índice Relativo de Salud Social y que aquí presentamos como alternativa metodológica para superar los inconvenientes arrastrados por el IDH.

Vemos que es necesario  diseñar un indicador que mida aquello que el IDH no aporta hoy en día. Nosotros hemos optado por trabajar con establecer el Índice Relativo de Salud Social (IRSS) como el indicador que se adecua o se aproxima más a la realidad social y queremos mostrar con el proyecto las ventajas que el IRSS puede aportar para el diseño de metas y políticas de desarrollo.

 

El estudio, desarrollo, análisis y presentación del Índice Relativo de Salud Social (IRSS) para los países de América es un indicador novedoso para la comunidad científica y un aporte necesario para la comprensión y justa valoración de la apuesta por el desarrollo en los países de América Latina.

 

 

OBJETIVOS PRINCIPALES.

 

Los objetivos principales de la investigación consisten en:

 

-         La medición y presentación del Índice Relativo de Salud Social (IRSS) para el conjunto de los países de América y el consiguiente ranking de países de mayor a menor salud social.

 

-         Demostrar que el Índice Relativo de Saludo Social (IRSS) es un indicador mas adecuado para medir el desarrollo socioeconómico que el Índice de Desarrollo Humano (IDH) que utiliza la Organización de Naciones Unidas (ONU) en los informes anuales del  Programa de Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD o UNDP) y ofrecer esta herramienta como un instrumento de análisis válido par los estudios de desarrollo y la evaluación de políticas públicas y de cooperación internacional.

 

OBJETIVOS ESPERABLES.

 

1-     La separación de las calidades sociales propias de los países de América Latina y su propuesta como óptimos de vida para el resto del mundo en lo que supone valorar el espíritu comunitario y la realidad familiar sobre el logro monetario y la realización individual.

 

2-     Establecer criterios de excelencia alternativas a los que asume la teoría económica neoclásica para las colectividades nacionales.

 

3-     Regalar a los organismos internacionales instrumentos metodológicos de análisis social que incorporen también la visión desde el Sur.

 

4-     Incrementar la confianza de las sociedades latinas en sus propias peculiaridades y en la valía de sus capital social.

 

5-     Sentar las bases para ofertar un informe anual alternativo al que presenta la ONU con el IDH

 

 

EXPERIENCIA E IDONEIDAD DEL GRUPO.

 

El equipo investigador esta formado por personal de reconocida experiencia en el ámbito de la investigación y el mundo académico tanto a nivel nacional como internacional. Coordinado por el profesor de sociología José Pérez Adán, colaboran y participan expertos de diferentes universidades tanto españolas como sur-americanas de reconocido prestigio. Se trata también de un equipo genuinamente internacional y pluridisciplinar. En él están incluidos investigadores de cuatro países diferentes entre los que hay 4 sociólogos, 2 economistas, 2 geógrafos, 1 filosofo, 1 trabajador social, 1 antropólogo, 1 médico, 1 ciencias de la educación y 1 biólogo.

 

PERSONAL INVESTIGADOR:

 

Investigador principal:

 

-          Pérez Adán, José. Universidad de Valencia.

 

2. Metodología de la investigación

 

Diseño del estudio:

 

Se trata de un estudio exploratorio-descriptivo. Exploratorio porque es un tema novedoso donde no existe información o investigación relativa anterior al trabajo propuesto, y descriptivo porque tiene como objetivo central la medición precisa de unas variables dependientes (variables del Índice Relativo de Salud Social) en una población definida (cada uno de los países de América).

 

De carácter cualitativo y cuantitativo. Sobre todo de carácter cuantitativo ya que los datos obtenidos para cada país pretenden ser representativos del país. Teniendo en cuenta que  habrá países donde no se disponga de estadísticas y sobre todo oficiales será necesario el empleo de técnicas cualitativas, esta técnicas serán útiles para complementar la información obtenida a través de los cuestionarios e información recabada de fuentes primarias.

 

Ámbito de estudio:

 

La investigación comprende el estudio de todos y cada uno de los países del continente americano. La elección de América para el desarrollo de este índice se debe a que podemos encontrar países con diferentes niveles de desarrollo, diferentes escenarios, lo que lo hace ser un continente representativo de la gradación que podemos obtener con el IRSS para el resto del mundo.

 

Por otro lado la elección de América se debe también a la facilidad de operar con una lengua común y de asamblaje del equipo investigador, muchos de cuyos componentes han trabajado o estudiado con anterioridad con el investigador principal del proyecto.

 

Ámbito de estudio:

 

La investigación comprende el estudio de todos y cada uno de los países del continente americano. La elección de América para el desarrollo de este índice se debe a que podemos encontrar países con diferentes niveles de desarrollo, diferentes escenarios, lo que lo hace ser un continente representativo de la gradación que podemos obtener con el IRSS para el resto del mundo.

 

Por otro lado la elección de América se debe también a la facilidad de operar con una lengua común y de asamblaje del equipo investigador, muchos de cuyos componentes han trabajado o estudiado con anterioridad con el investigador principal del proyecto.

 

Metodología:

 

En este estudio la metodología empleada va consistir en la recogida y análisis de aquellos datos que comprenden las variables del Índice Relativo de Salud Social. Las técnicas empleadas serán cualitativas (entrevistas), técnicas cuantitativas (encuestas) y búsqueda de datos secundarios (estadísticas) para los indicadores que habrá que elaborar específicamente para el proyecto, y la selección y comprobación de datos oficiales para los indicadores suministrados por las administraciones nacionales.

 

Recogida de información:

 

El investigador principal será el encargado de coordinar la investigación y de otorgar a cada investigador aquellos países objeto de estudio del continente americano. Los investigadores trabajaran con datos públicos o elaborarán aquellas técnicas (cualitativas o cuantitativas) que consideren necesario para recabar información mediante consultas a las autoridades competentes, organismos internacionales o expertos.