Capítulo
59

Recuerdo

Sentiría el principio como si fuera el final. Estaba avisada. Pero esta vez el final fue una sorpresa más grande de lo que había sido antes. Mayor que saltar por el hueco de un ascensor. Había esperado que no hubiera más recuerdos ni más pensamiento. ¿Qué final era éste?

    Presa de una incontenible inquietud, había despertado y había visto que no estaba a mi lado. Me levanté de un salto y fui corriendo al hospital. Allí vi a Doc al lado de un cuerpo boca abajo y con un ser plateado en las manos. ¿Dónde está el criotanque?
    - ¡Rápido, Doc! Prepara un criotanque para introducirla mientras encontramos un cuerpo para ella.
    - Ella no lo desea; dijo que no quería seguir siendo un parásito y deseaba descansar junto a Walter y Wes. Se lo prometí. Fue la condición que me impuso para enseñarme a extraer las almas con seguridad.
    Me quedé anonadado. De pronto, una luz se encendió en mi mente.
    - No puedo perderla, Doc; ábreme la cabeza e introdúcemela.
    - ¿Estás loco? ¿Quieres estar controlado por un gusano?
    - No es un gusano, Doc. Es Wanda. La quiero, y quiero estar con ella.
    - De todas formas no puedo hacerlo. Debo respetar sus deseos y mi compromiso con ella.
    - ¡Hazlo, Doc! - oí detrás de mi.
    Me giré: Jeb tenía el rifle en las manos y apuntaba a Doc.
    - ¡No, Jeb! - grité - ¡Puedes matarla!
    - Morirá de todas formas si no actuamos pronto. No tienes elección, Doc: o salvas su vida o pierdes la tuya.
    Me dirigí a una camilla que estaba libre y me tendí boca abajo. Noté un fuerte olor a cloroformo y mi conciencia se desvaneció.


    Sentía mis miembros. Intenté mover mis manos y me parecieron enormes. Abrí los ojos y vi varias caras a mi alrededor: Doc, Jeb, Jamie, Kyle, Jared, ¿yo misma? ¿Melanie? ¿Dónde está Ian?
    - ¿Dónde está Ian? - dije.
    "Hola, Wanda ¿Cómo te encuentras?"
    "¿Ian? ¿estoy en tu cuerpo?"
    "Era la mejor solución; seguirás con nosotros, y estaremos siempre juntos".
    Jamie se echó en mis brazos.
    -¿Eres tú, Wanda?
    Acaricié su pelo con mis enormes manos. Me incorporé lentamente y me quedé junto a Melanie. Nos abrazamos.
    -¡Cuidado, I... perdona, Wanda! - saltó Jared.
    - Con ese cuerpo el nombre de Wanda no te pega. - dijo Jeb - Mejor te llamaremos Wanderer ¿Era tu nombre original, no?
    - O mejor Jinete de la Bestia - adujo Kyle.
    Amagué un puñetazo contra su estómago ¿O fue Ian?
    - Wanderer -añadió Kyle -, ¿está Ian contigo?.
    "Wanda, déjame que intente hablarles para tranquilizarlos"
    "Claro, Ian".
    Su voz salió de mis labios, que eran los suyos:
    - Soy Ian; estoy aquí; Wand...erer es tan amable que me deja utilizar nuestros labios.
    Nos giramos hacia Melanie:
    - Es curioso, Mel: a parte de mi tu cuerpo le sigue atrayendo como mujer, pero otra parte te quiere como hermana. Pero no te preocupes, Jared: todo mi amor es para el pequeño ser que hay dentro de mi cabeza. Aunque quizá sí deberías preocuparte: nunca pensé que me ibas a resultar atractivo.
    Rieron.
    "Vaya, Ian. Parece que voy a ser la primera alma hermafrodita". Recuperé mi voz.
    - ¿Kyle? Soy Wanderer ahora ¿Cómo está Jodi?
    - No ha despertado. Estoy pensando... quizá podríamos reintroducirle a Sol. Quería quedarse con nosotros, y si es como tú puede ser una buena compañía.
    Le sonreímos. Lentamente salimos todos del hospital y nos dirigimos al comedor.
    "¿Qué nos deparará el futuro, Ian?"
    "No lo sé, Wanderer. Pero podemos tener esperanza"



COMENTARIO:

La lectura de "The host (la huésped)", de Stephanie Meyer, me ha resultado fascinante. Pero su final me pareció decepcionante. ¿Es posible que la autora, que se había atrevido a narrar un amor inter-especies, haya retrocedido ante las implicaciones de hermafroditismo y homosexualidad que se derivarían de la "fusión" de Wanderer y Ian? En todo caso, esta solución me ha parecido más congruente con el argumento y con los sentimientos de Ian que poner a Wanderer en el cuerpo de una adolescente sin mente. Y he querido ponerla por escrito.

Rafael Pla López