APORTACIONES AL COMITÉ FEDERAL del 4 de octubre de 2003:

1. Puede afirmarse que la globalización neoliberal, forma actualmente dominante del capitalismo, se ha "coronado" por un neoimperialismo. Tal formulación, u otra equivalente, sería más rigurosa que establecer la ecuación globalización neoliberal=neoimperialismo, identificación que no es correcta: el neoimperialismo no complace a parte de los adalides de tal globalización.

1.b. Puede afirmarse que la acción del neoliberalismo reduce o "jibariza" la democracia, pero no "la política". De hecho, el neoimperialismo es una manifestación política del neoliberalismo. No hay que confundir "política" con política democrática. Por otro lado, precisamente el neoimperialismo (con ribetes neofascistizantes) lleva a la restricción no sólo de la "capacidad de decisión democrática" sino también de las libertades democráticas. Sería importante señalarlo.

1.c. No debería afirmarse sin matizar que la "guerra preventiva" bushiana es aceptada por Europa, aunque sea "vergonzantemente". En primer lugar, habría que referirse a los gobiernos europeos. En segundo lugar, algunos de ellos (encabezados por el de Francia) rechazaron abiertamente la guerra "preventiva" contra Iraq. Y aunque hayan tenido la tentación de postrernarse ante los "vencedores" en la post-resolución de la ONU, actualmente continúan expresando reticencias, quizá incitados por la persistencia de la resistencia contra la ocupación, que relativiza la aparente "victoria" de los ocupantes.

3. Ciertamente, los avances políticos en América Latina (y sería oportuna referirse al de Venezuela acosada por las fuerzas neoliberales) no representan, aún, "un vuelco de la realidad dominante" a escala mundial, pero no deberíamos afirmar sin matizaciones que tal vuelco es "hoy imposible": en primer lugar, el término "hoy" es difuso (la frase es correcta, claro, si se refiere estrictamente al día 6 de septiembre de 2003); en segundo lugar, hay diversos grados de imposibilidad (técnica, económica, política, militar...); y en este marco, debemos evitar formulaciones derrotistas y reafirmar que "otro mundo es posible".

4. Ojo con la "política de defensa soberana" y con la "autonomía militar" de Europa. Sería preferible hablar simplemente de política de seguridad soberana y claramente de desvinculación del militarismo norteamericano expresado en la OTAN, sin dar la impresión de que propugnamos un Ejército Europeo o la utópica conversión de la Unión Europea en una superpotencia militar que rivalizara en ese terreno con los EE.UU.

5. Me parece esencialmente correcto lo que se plantea sobre Cuba, pero habría que evitar mezclar los "fusilamientos" con las "largas condenas". Nuestra condena de los fusilamientos (que además no tenían ninguna vinculación con la disidencia política) deriva de nuestra oposición general a la pena de muerte. Pero tenemos datos para estimar que las condenas de prisión (cuya duración venía motivada en la correspondiente sentencia judicial) no lo fueron por el ejercicio de la libertad de expresión, sino por actuar a sueldo y al servicio de una potencia extranjera hostil como es EE.UU. Otra cosa es que el déficit real de libertad de expresión en Cuba contribuya a dar una apariencia de credibilidad a las acusaciones imperialistas sobre ese caso y dificulte su desenmascaramiento.

7. Procedería, al hablar de las manifestaciones del deterioro de la democracia con el PP, mencionar también la Ley de Partidos y los ataques a la libertad de expresión. Por otra parte, en vez de utilizar la confusa expresión de sociedad "moderadamente social" (??), sería preferible contraponer nuestra propuesta de una sociedad profundamente democrática a la sociedad fuertemente clasista y autoritaria que propugna el PP. Y entre los "aspectos esenciales" de las "discrepancias de fondo" debería mencionarse, como ya acordamos en un Comité Federal anterior, la defensa de las libertades democrática. Por otro lado, en vez de la "izquierda plural" (concepto confuso que a continuación se indica que incluye a fuerzas que no son estrictamente de izquierda, sino de "centro-izquierda", y que más bien pueden considerarse e incluso se autodeclaran de "centro") debería hablarse del conjunto de las fuerzas democráticas y, si se quiere, progresistas.

8. Para conseguir (7) "una mayor participación" e impulsar "la construcción paciente de un movimiento político y social" es necesario, además de lo que se dice, desarrollar formas de democracia participativa dentro de IU, evitando la tentación de reproducir en su seno las formas clásicas de un partido político tradicional.

No hago referencia, naturalmente, a la gran mayoría de cuestiones con las que estoy esencialmente de acuerdo, sino sólo a aquéllas que considero que podrían mejorarse en el sentido indicado.

Rafael Pla López
miembro del Comité Federal del PCE