ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA, CONVERGENCIA DE IZQUIERDAS
(intervención en el Comité Federal del PCE del 24 de enero de 2004)

También estoy de acuerdo con la mayor parte de las consideraciones expuestas por Paco Frutos en el Informe al Comité Federal. Pero también considero necesario señalar una serie de cuestiones.

Las deficiencias indicadas de la Asamblea Federal de IU tienen que ver con su diseño, más propio de una convención electoral de un Partido tradicional que de una Asamblea de debate de un movimiento político y social. El resultado ha sido que buena parte de los temas han quedado abiertos y pendientes de un debate posterior. Y hubiera sido peor si se hubiera consumado el propósito inicial de una involución en los Estatutos, especialmente en lo referido a la paridad de género, a un cambio de denominación que sesgaba hacia uno de los colores de la izquierda y a un sistema electoral para las candidaturas que laminaba la pluralidad encubriéndose en una falacia matemática.

Pero esas distorsiones organizativas iban en consonancia con una distorsión política: aunque se caracterizaba correctamente al gobierno belicista, antisocial y antidemocrático del PP, no se hacía lo mismo con la oposición al mismo. A partir del empeño en calificar como de izquierdas a una fuerza como el PSOE, que insiste en situarse en posiciones de "centro", se derivaba a distorsionar la ubicación política de IU, que renunciaría así a ser un ámbito plural de convergencia de todos los colores de la izquierda real, pretendiendo identificarse con una ideología específica, el llamado "ecosocialismo" con una referencia "Verde" y diluyendo las referencias "Roja" y "Violeta". De este modo se reproducía, con un discurso de izquierdas, la dinámica de conversión de IU en un partido político que vivimos hace algo más de una década. Podemos preguntarnos, naturalmente, qué papel quedaría para el PCE dentro de ese proyecto, pero lo importante es que dicho proyecto no responde a la realidad política.

Porque hay que subrayar que no es el "todos contra el PP" lo que favorece el bipartidismo y subordina a IU. Claro que hay que propugnar la máxima confluencia democrática contra el PP, pero ésta no debe confundirse con una alternativa de izquierdas: es esa confusión la que difumina el papel de IU. Se trata, por el contrario, de articular una alternativa democrática frente a la involución antidemocrática del PP con el reforzamiento de una convergencia de izquierdas alrededor de IU, siguiendo, por cierto, la consigna de Mao: "en táctica, 10 contra 1; en estrategia, 1 contra 10".

Naturalmente que debe quedar claro que ni por acción ni por omisión IU avalará la continuación del gobierno del PP, y frente a él debemos propugnar la confluencia de todas las fuerzas democráticas que nos opusimos a la guerra, en defensa de la paz, las libertades democráticas y los derechos sociales. Pero debemos plantear unas exigencias programáticas mínimas para participar en acuerdos de gobierno o de legislatura, que deben incluir la salida inmediata de las tropas españolas de Iraq, la derogación de las leyes involucionistas del PP (la LOU y la LOCE, claro, que aprobaron en solitario, pero también la Ley de Partidos y la de Extranjería, que contaron con la aquiescencia del PSOE) y la defensa de los servicios públicos (en particular en pensiones, enseñanza y sanidad), así como la apertura de un debate sobre la estructura del Estado (y digamos entre paréntesis que no deberíamos llamar "embestida" a una propuesta democrática a debate como el Plan Ibarretxe, por mucho que tengamos discrepancias con sus contenidos). Sin medidas como éstas, no tendría sentido que apareciéramos avalando a gobierno alguno.

Pero al mismo tiempo es necesario presentar propuestas programáticas de izquierdas, cuya realización dependerá de la fuerza que nos den los votos y la movilización social, y que deberían incluir cuestiones como la salida de España de la OTAN, una Ley de 35 horas, por la causalidad en contratos y despidos (contra la precariedad y el despido libre), el progresivo pero rápido cierre de las Centrales Nucleares y un Estado Federal republicano y que reconozca el derecho de autodeterminación de sus componentes, además, naturalmente, de las medidas que enumera Paco Frutos en el Informe.

Al tiempo que unimos la lucha electoral con la movilización en la calle, por la paz y contra las ocupaciones militares en el marco de la convocatoria del 20 de marzo y por una Europa democrática con una Carta de derechos sociales que incluya una regulación común de derechos laborales en el marco de la convocatoria del 9 de mayo. Éste será el camino para que IU aparezca, no como un engranaje más del sistema, y no de los más eficientes, sino como un referente de los movimientos alternativos al mismo.

Rafael Pla López
miembro del Comité Federal del PCE