PEDRO, SUSANA, ESPAÑA, EL SORPASSO... Y LA TROIKA
Rafael Pla López

Desde el PP y Ciudadanos emplazan reiteradamente a Pedro Sánchez para que ponga los intereses de "España" por encima de los suyos o los de su Partido facilitando la investidura de Mariano Rajoy. Ese discurso no puede extrañarnos, dado que sistemáticamente identifican los intereses de "España" con los de los privilegiados que ellos defienden.

Más singular resulta que dicho discurso sea asumido y repetido por personas con carnet del PSOE, desde el señor X de los GAL hasta Susana Díaz, pasando por otros llamados "barones" que curiosamente accedieron a la presidencia de sus comunidades con el apoyo de Podemos y ahora pretenden impedir que Pedro Sánchez acceda a la presidencia del Gobierno de España con un acuerdo con Unidos Podemos. Se diría que no desean que nadie del PSOE tenga más poder institucional que ellos. Especialmente sangrante es el caso del presidente de Extremadora Fernández Vara, que en su día criticó (justamente) que IU-Extremadura permitiera con su abstención el gobierno del PP en Extremadura, y ahora pretende que el PSOE haga lo mismo en el conjunto de España. Todos ellos, ciertamente, han tirado a la basura la "S" y la "O" de las siglas de su Partido, como lo han hecho los 17 de la infamia que acaban de dimitir de su Ejecutiva para intentar forzar la dimisión de Pedro Sánchez. Lo cual no es sorprendente, claro, por parte de quienes han sentado sus posaderas en el Consejo de Administración de una multinacional o aspiran a hacerlo.

Pues si por "España" nos referimos al conjunto de su ciudadanía, lo más nocivo para su gran mayoría de no privilegiados es que continúe el gobierno del PP después de haberse dedicado a fondo al latrocinio y a los recortes sociales y democráticos.

Cuando escribo ésto no sé todavía si conseguirán su propósito. Pero si lo hacen, el "sorpasso" por Unidos Podemos y las confluencias estará asegurado, y habrá que invitar a quienes tengan carnet del PSOE y sigan siendo socialistas a que se unan al proceso de reconstrucción de la izquierda.

Si, por el contrario, Pedro Sánchez consigue abortar su golpe de Estado con el apoyo de su militancia, y apuesta por ser el Jeremy Corbyn español, deberá recibir el apoyo de toda la izquierda para poner fin a la larga noche del felipismo, la versión hispana del "blairismo" británico, de quienes desde la Segunda Internacional han asumido los postulados del neoliberalismo. Y, naturalmente, para poner fin a "los años de legislatura del PP", como cantaba el Gran Wyoming con la música de "Resistiré".

Ciertamente, si Pedro Sánchez llegara a la presidencia del gobierno sólo empezarían los problemas, comenzando por las presiones de la Troika para nuevos recortes. Pero como él dice, cuando se llegue a ese puente será cuando habrá que cruzarlo. Resistiendo a la Troika, claro.

Y ciertamente, era mejor un presidente Bambi que un presidente de gobierno que fuera el jefe de una banda de asesinos o de una banda de ladrones. Pero Bambi era poco adecuado para enfrentarse a los lobos de Bruselas. Y el enfrentamiento de Pedro Sánchez con los lobos de su propio Partido (recordemos el adagio de Winston Churchill sobre dónde estaban los enemigos) puede ser un buen entrenamiento para ello.

El 27 de junio (ver http://www.uv.es/pla/sogahorc.htm ) me pronuncié por apoyar la investidura de Pedro Sánchez sin compromisos de gobierno. Ésta ha sido también la posición de IU y del sector de Podemos vinculado a la Izquierda Anticapitalista. Pero si las cosas evolucionan de la forma indicada, habrá que comprometerse sin ambagues.

Claro que ello no podrá hacerse si el Jefe del Estado no cumple con su deber constitucional presentando la candidatura de Pedro Sánchez. Por ello habrá que requerírselo firmando en https://www.change.org/p/sm-el-rey-don-felipe-vi-es-el-turno-de-pedro-s%C3%A1nchez