LA CARA OCULTA DE LA GUERRA.
por
Pedro Marset Campos, Eurodiputado de IU
Responsable de Política Internacional de IU

I. EXTRAÑO INICIO POR PARTE DE LA OTAN

El fin de la guerra de la OTAN y de la UE contra Yugoslavia, tras casi 80 días de bombardeo continuo, permite analizar con algo más de serenidad el conjunto de circunstancias que la han desencadenado, que han rodeado su trayectoria, y que han condicionado su fin, paradójicamente en términos muy similares a los que existían encima de la mesa, al inicio, antes del 23 de marzo. Todas estas circunstancias apuntan a lo innombrable, a una cara oculta que ha movido todos los hilos de esta tragedia. La conclusión es que la guerra, desde el punto de vista formal, de los acuerdos suscritos por la ONU el día 10 de junio, ha sido totalmente gratuita, inútil, puesto que esas eran las condiciones propuestas por la "comunidad internacional" y aceptadas por Belgrado. Más aún, ha sido contraproducente esta guerra tanto para la solución del problema a tratar, la convivencia dentro de Kósovo, como por la profunda destrucción provocada en toda Yugoslavia, Kósovo incluida.

 Su desencadenamiento el 24 de marzo, el mismo día de la Cumbre de Berlín de la UE para la Agenda 2000, se justifica, según la OTAN, tanto por la negativa de Belgrado a aceptar su plan expuesto en Rambouillet en los meses de febrero y marzo como por haber "reprimido demasiado" a los terroristas del ELK. La OTAN no da como razones oficiales ni la comisión de crímenes de guerra ni la limpieza étnica, ello sólo se dice en Televisión, de cara a la galería, no en los documentos oficiales. De hecho hasta el 24 de marzo no hay ninguna denuncia contra Belgrado por estas razones ante el Tribunal Penal Internacional de la exYugoslavia (TPIY). Esta se hace el 22 de mayo, dos meses más tarde, sobre todo por acciones ocurridas en la propia guerra, y con datos secretos manejados y no suministrados por la propia OTAN. Al ser los dos motivos "oficiales" la negativa a Rambouillet y la excesiva represión del ELK vale la pena tomar en consideración ambos extremos.

En relación con las "conversaciones de Rambouillet" se ha pasado por alto cuatro "detalles" cruciales. En primer lugar que antes de diciembre de 1998 la exposición de las propuestas por las dos partes era progresivamente coincidente, aceptando la solución negociada, pacífica, y con fuerzas de verificación de la aplicación de los mismos en Kósovo. Más aún, el 23 de junio de 1998 Solana decía que "Rusia debe estar involucrada" si se quiere que Occidente resuelva la crisis de Kósovo. Sin embargo poco después vino el cambio de gobierno en Moscú a causa de la crisis financiera internacional, y con la entrada de comunistas en el nuevo gobierno liderado por Primakov, Estados Unidos de Norteamérica vetó la participación de Rusia, encomendando en exclusiva a la OTAN la solución militar del mismo. Hay que recordar que en fechas tan tardía como el 16 de diciembre de 1998 aún se exponía por parte de Aznar ante el Congreso de los Diputados que la solución radicaba en la negociación política entre las dos partes (Libro de Sesiones, del 16 de diciembre de 1998). En segundo lugar, que las reuniones mantenidas en los primeros meses de este año en Rambouillet no fueron tales "conversaciones", puesto que en ningún lugar ni momento pudieron verse todos los interesados alrededor de una mesa y "negociar", los representantes de Yugoslavia y los de Kosovo. Todo lo gestionó la delegación de los Estados Unidos de Norteamérica, que era la que se entrevistaba con el ELK y a continuación con la representación de Belgrado, dando ultimátums sobre lo acordado con el ELK. En tercer lugar que en Rambouillet II hubo dos propuestas de paz, la que presentaba la OTAN y la que ofrecía Belgrado, la Asamblea Nacional Serbia. En la propuesta de Belgrado estaban presentes todos los componentes que el 10 de junio se aprobaron en la ONU, salvo, lógicamente, la especificación de la cuantía y procedencia de las fuerzas internacionales de control y supervisión del cumplimiento de los acuerdos, obviamente bajo mandato de la ONU, aunque sí su presencia así como la autonomía para Kósovo y la retirada de las tropas serbias. En cuarto lugar que la propuesta de la OTAN poseía un Apéndice B, secreto, que se hizo público posteriormente, y que ni siquiera conocían los ministros de exteriores de los países europeos de la OTAN, en donde se señalaba, en su párrafo 8º "El personal de la OTAN, así como sus vehículos, enseres, aviones y equipo, podrán transitar libremente y sin restricción de ninguna clase por la República Federal de Yugoslavia (RFY) y su espacio aéreo y aguas territoriales. Esto incluirá, aunque no se limite a ello, el derecho de vivac, las maniobras, el alojamiento y la utilización de cualquier zona o instalación que se necesite para tareas de apoyo, entrenamiento y operaciones".....así como se garantizará la libertad de actuación a las fuerzas de la OTAN y a sus empleados en todo el territorio de la RFY, sin necesidad de cumplir las leyes del país, ni depender de la jurisdicción de sus autoridades, que sin embargo deben obedecer las órdenes de la OTAN "de forma prioritaria y con todos los medios apropiados"... (y por último se indica que)... "todo el personal de la OTAN respetará las leyes vigentes en la RFY,...sin perjuicio de su inmunidad y privilegios, establecidos en el apéndice para todo el personal de la OTAN". Estas cláusulas secretas, que se conocieron gracias a la eurodiputada Luciana Castellina (Il Manifesto, 18 de abril de 1999) y en España las expuso en un artículo Francisco Fernández Buey (El País de 28 de abril de 1999), son las que motivaron la no aceptación por Belgrado, al suponer una capitulación y sometimiento a una potencia colonizadora, sin consentimiento de la ONU, son las que se han eliminado del acuerdo del 10 de junio en la ONU. Se puede afirmar que su presencia en este Apéndice secreto B fue para que al considerarlas Belgrado inaceptables poder justificar y desencadenar la guerra, por la "intransigencia" de Milosevic. Eran tan secretas estas cláusulas que ni siquiera eran conocidas por los ministros de exteriores de países de la OTAN como el de Italia, Francia, Grecia o el de Alemania.

En cuanto a la segunda razón de la OTAN, la represión excesiva al ELK, precisa una caracterización del mismo. De ser un grupo armado "marxista-leninista" en los años setenta, ayudado por Albania, pasa a ser el ELK, desde 1991, un grupo organizado y financiado por la CIA y el BND (Bundes Nachrichten Dienst) alemán como opositor armado al régimen de Yugoslavia. Durante años se ha preparado al ELK (UÇK) con la finalidad de provocar al ejercito yugoslavo y presentar una imagen de caos y violencia que motivase la urgencia de la "injerencia humanitaria". No es casual que cuando el escenario ha cambiado a partir del nuevo gobierno ruso de Primakov y aparece la opción norteamericana de solución militar a través de la OTAN, el agente norteamericano William Graham Walker sea nombrado, en octubre de 1998, por la OSCE como Jefe de Observadores en Kósovo. En la práctica éste se dedica al fortalecimiento del ELK, con los mismos métodos (dinero del narcotráfico) que usó en la creación de la Contra en Nicaragua frente a los sandinistas. Hay que señalar que en la organización y financiación de este ELK han participado los servicios secretos de varios países de la OTAN, entre ellos el nuestro. En la retirada precipitada de los observadores de la OSCE antes de finalizar las conversaciones de Rambouillet amenazó William G. Walker a Belgrado con volver, pero esta vez con la OTAN. Da también que pensar el que en el mes de febrero sea comandante supremo del ELK Agim Cekú, brigadier general retirado del ejercito croata (Jane’Defense Weekly del 10 de mayo), que en agosto de 1995 presidió la "Operación Tormenta" con masivo bombardeo y desplazamiento de 300.000 serbios de la Krajina croata en una semana. Es decir entre julio de 1998 y marzo de 1999 se intensifica la actividad del ELK, llegando a ocupar en algunos meses el 40% del territorio kosovar, y así obligando al despliegue del ejercito yugoslavo con el fin de neutralizarlo. Es en ese contexto de guerra interna en el que se sitúa la represión de Racak, en donde las fuerzas serbias matan a 45 personas el 15 de enero, parte de ellos miembros del ELK.

Es decir, entre julio de 1998 y marzo de 1999 se prepara la justificación de una guerra por razones humanitarias. Pero la esgrimida "limpieza étnica" perpetrada por Milosevic contra los albano-kosovares ha sido difícil de atestiguar fuera del contexto de la acción del ELK o ya en la propia guerra de la OTAN, en medio de la intensificación de las actividades tanto de la OTAN como del ELK. Cuando la OTAN, bajo la presión de los Estados Unidos, que precisaba una justificación urgente ante su opinión pública, crecientemente contraria a la guerra, lleva la denuncia contra Milosevic ante el TPIY el 22 de mayo de 1999, se hace sobre la base de datos secretos y confidenciales de la OTAN, sin especificar la base para las acusaciones. Estas son de dos tipos: a) ordenar asesinar a 295 personas, 45 el 15 de enero de 1999 en Racak y 250 entre el 25 de marzo y el 13 de abril, es decir después de iniciado el bombardeo de la OTAN a Yugoslavia; y b) expulsar a 740.000 personas, también después del 25 de marzo. La celeridad con que se acepta la denuncia, a los dos días, contrasta con la parsimonia que la Fiscal General, Louise Arbour, tramita la denuncia contra los líderes de la OTAN (Clinton, Solana, etc.) promovida por una gran cantidad de personalidades del derecho y de la justicia, asociaciones de defensa de los derechos humanos, etc., por crímenes de guerra, contra la humanidad, por bombardear deliberadamente a la población civil, con miles de víctimas, destruir plantas químicas sabiendo que se liberan a la atmósfera millones de moléculas de dioxina, cancerígena, y usar uranio empobrecido, cuya radioactividad, igualmente cancerígena, permanece miles de años. De hecho en la entrevista mantenida el 9 de junio por los promotores de esta denuncia, el profesor Michael Mandel (Universidad de York, Toronto), el Dr. Alejandro Teitelbaum (Asociación Americana de Juristas), el Dr. Alexander Lykourezos (6.000 ciudadanos de Grecia), el Dr. Glen Rangwala (Reino Unido) y el Sr. André Savik (Noruega) con la Fiscal General del TPIY ésta tuvo que soportar la crítica a esta distinta respuesta con una y otra denuncia, asegurando que ese tipo de crímenes no prescribe.

Como dice Noam Chomsky, el 23 de marzo de 1999 existían condiciones para llegar a un acuerdo en Rambouillet, puesto que a la hora de la verdad, lo acordado en la ONU el 10 de junio es una transacción entre los dos planes de paz, el de la OTAN y el de Belgrado. No hacía falta esta guerra para llegar a una solución que estaba aceptada por las dos partes. ¿Por qué, entonces, esta guerra?. Se ha producido un cambio entre el último trimestre de 1998 y marzo de 1999 por parte de Occidente en relación con Belgrado. Hasta tal punto que en el mes de enero de este año, antes de la segunda fase de estas negociaciones de Rambouillet, en conversación telefónica, Clinton y Blair acuerdan el bombardeo de Yugoslavia, delegando el 30 de ese mes el Consejo Atlántico en Solana la orden de comenzar los bombardeos a la vez que se iniciaban las "conversaciones" de Rambouillet II "como último recurso diplomático". La pregunta es pues, ¿Cuál es la razón para desencadenar esta guerra?. Es difícil acertar en la respuesta sin la suficiente información. Pero de todas formas cinco factores han influido de forma decisiva.

A/ Por una parte la continuación del desmantelamiento controlado de la antigua Yugoslavia, iniciado en 1985 por el FMI al imponer condiciones tan drásticas en la renegociación de la deuda que lleva al empobrecimiento de las diferentes repúblicas y al comienzo de las tensiones entre las mismas, alentadas por la apuesta de Alemania al promover la independencia de Croacia, vendiéndole armas y desencadenando el primer conflicto. Poco importa que la célebre matanza del mercado de Sarajevo que "justificó" la entrada de la OTAN en Bosnia fuese lanzada por milicianos iraníes enrolados en el ejercito bosnio y que los servicios de información norteamericanos conociesen este hecho y lo silenciasen.
B/ También puede considerarse como causa la negativa por parte de Yugoslavia para ingresar en la OTAN, cuando el resto de los países del este europeo habían dado entusiásticamente su consentimiento a los Estados Unidos de Norteamérica. Efectivamente con esta guerra se aísla a Rusia y sus aliados y se lleva la OTAN a las puertas mismas de dicho país. Se trataría de recomponer la filosofía de los bloques pero bajo nuevas condiciones de hegemonía de Occidente.
C/ Ha sido un factor importante, por el mismo método del desencadenamiento de la guerra, la anulación de la ONU como instancia de legalidad internacional, y con ello dejar de lado a dos grandes potencias, Rusia y China, y al resto del mundo, el 85% de su población. El inicio del bombardeo se decide por la OTAN sin el preceptivo consentimiento de la ONU. Hasta tal punto que el Presidente de la Asamblea General de la ONU, el canciller uruguayo Didier Opertti lo denunció como "golpe de Estado mundial" para no pasar a la historia como "el presidente de la Asamblea General de la ONU precisamente el año en que este organismo firme su acta de defunción". Esta anulación de la ONU es lo que se ha confirmado en la reunión de la OTAN en Washington el 24 de abril.
D/ Igualmente hay que tomar en consideración para comprender las posibles causas de este conflicto el deseo de consolidar la hegemonía política y militar de Estados Unidos de Norteamérica frente a la UE. Se elige precisamente el 24 de marzo, el mismo día de la Cumbre de Berlín, obligando a que sus dirigentes den el visto bueno a la guerra. Ya no hay posibilidad de proyecto autónomo para la UE.
E/ Por último, last but not least, tiene importancia el condicionar todo el funcionamiento militar de Occidente a la industria de armamentos norteamericana, de ahí el despliegue de los misiles usados, a pesar de la caducidad de muchos de ellos, afectos de "mal del año 2000" sus ordenadores (Le Monde de 5 de mayo de 1999). Es elocuente el auge de las acciones de las principales firmas de la industria de la guerra desde el 24 de marzo.

Es posible que en el modo de producirse el transcurso de la guerra encontremos explicación a su desencadenamiento.
 

II. RAZONES PARA ELEGIR EL ATAQUE AÉREO.

La trayectoria de la guerra también está rodeada de circunstancias que revelan la naturaleza de la misma. En primer lugar iniciarla sin el consentimiento ni debate de la ONU, como claro desafío a la misma por parte de la OTAN. El desprecio a la ONU por parte de la OTAN, recogido en su nueva carta aprobada por sus Estados miembros el pasado 24 de abril en Washington, es una prueba de la condición de gendarme mundial de los países más ricos y potentes del mundo (un 15% de la población mundial), frente al resto del mismo (85% de la población), con tensiones crecientes a causa del modelo de desarrollo occidental. También es significativo la elección del día, el 24 de abril, el mismo en el que tiene lugar la Cumbre de Berlín, de jefes de Estado y gobierno de la UE, para aprobar la Agenda 2000.

Pero lo verdaderamente peculiar del desarrollo de la guerra ha sido su carácter de ataque continuo aéreo, con misiles sofisticados, lanzados a más de 5.000 metros de altura, sin ninguna posibilidad de réplica por parte de las menguadas e ineficaces defensas aéreas yugoslavas. La posible ayuda rusa es eliminada dada la abrumadora superioridad de la OTAN, y por el riesgo de extensión del conflicto. Es sospechoso este volumen impresionante de misiles procedentes de las fábricas militares norteamericanas, lanzados día tras día, sobre todo tipo de blancos, hasta hospitales y prisiones, destrozando toda suerte de instalaciones, agua potable, luz, comunicaciones, etc. Da la impresión de que había que gastar cuando antes estos misiles, al estar afectos gran parte de ellos, sus ordenadores, del mal del año 2000, y por tanto con fecha de caducidad. No es casual la impresionante recuperación de las acciones de estas compañías, así como su cuantiosa contribución económica a la celebración del 50º aniversario de la OTAN en Washington el 24 de abril (El País, 26 de abril de 1999). La posible explicación para esta operación aérea sofisticada no solamente es la demostración tecnológica encaminada a la venta de armas, sino el temor a una protesta de la ciudadanía de los países miembros de la OTAN en caso de sufrir bajas con una invasión terrestre que sí hubiera cortado en seco la alegada limpieza étnica. Poca confianza debían tener los dirigentes de la OTAN en la "justificación" de su causa humanitaria ante sus electorados a la hora de asumir víctimas en sus filas. Todas las víctimas debían de pertenecer al bando de los "malos", los serbios. Pero el problema de la creciente opinión pública adversa se hizo insostenible, sobre todo en Grecia, Italia, Alemania, cuyos gobiernos empiezan a cuestionar ese tipo de guerra. Incluso en los propios Estados Unidos empiezan a surgir voces criticando la involucración en esa guerra alejada de sus intereses, cuando por una parte aumentaron los "daños colaterales", con más de mil muertos entre la población civil, totalmente inocentes (hospitales, prisiones, fabricas diversas, asilos, autobuses, embajadas, etc.), y por otra parte se constató que sólo con el ataque aéreo, a pesar de su eficacia no se lograba avanzar ni hacer rendir al gobierno de Belgrado, al contrario, se produjo una piña en torno al mismo, de todas las fuerzas, incluso de las opositoras.

Pero por otra parte, el ataque aéreo unido al enfrentamiento entre el ELK y las fuerzas serbias, dieron lugar a un éxodo masivo, impresionante, desgarrador, con lo que, por fin, se encontró un testimonio visual, directo, de las "atrocidades" de Milosevic y de la imputada limpieza étnica perpetrada. La búsqueda desesperada de una justificación para el desencadenamiento de la guerra que no lo cumplían las pobres argumentaciones dadas por la OTAN, no aceptar las condiciones de Rambouillet y el excesivo castigo al ELK, por fin se hallaba con el desplazamiento de miles y miles de refugiados diariamente a los territorios adyacentes. Curiosamente lo que aparentemente había sido razón para la guerra, parar la "limpieza étnica" se vio agravada por la propia guerra de la OTAN. Los bombardeos son presentados en Occidente (según la revista Foreign Affairs) como prueba del "nuevo humanismo" de los "Estados ilustrados" orientados a "un nuevo internacionalismo en el que no se volverá a tolerar la brutal represión de grupos étnicos enteros"(Tony Blair). Es obvio que la brutal represión de Turquía con los kurdos (3.200 aldeas destruidas, cientos de miles muertos, millones emigrados), la de Israel sobre millones de palestinos desde 1948, la de Hassan II sobre cientos de miles de saharauis desde 1975, la de Indonesia sobre cientos de miles de habitantes de Timor Oriental, etc., etc., no son asuntos merecedores del "nuevo humanismo" de Clinton y Blair y de la OTAN.

La explicación para que la guerra sea exclusivamente aérea está en las consecuencias que desencadenaría una invasión terrestre de Yugoslavia. Tal acción además de cobrarse una elevada factura de víctimas en las filas de la OTAN, supone el enfrentamiento directo con Rusia, al haber adoptado su Duma, el 29 de marzo, una resolución por unanimidad obligando a defender a su aliada Yugoslavia con su ejercito un eventual ataque terrestre. Pero la guerra aérea tiene a la larga un coste imposible de asumir ante la opinión pública por la multiplicación tanto de "efectos colaterales" sobre civiles (hospitales, autobuses, trenes, asilos, prisiones, Embajadas, etc.) como por la destrucción de instalaciones difícilmente consideradas "objetivos militares" como el suministro de agua o electricidad a la población, y el bombardeo deliberado de instalaciones químicas con el fin de provocar emisiones masivas de dioxina y otros contaminantes, como guerra química, expresamente condenado por la Convención de Ginebra. Llega un momento en que se unen las dos consecuencias, la convicción sobre la imposibilidad de ganar la guerra exclusivamente con ataques aéreos y no poder asumir los costes de una invasión terrestre y la creciente impopularidad de una destrucción deliberada, bárbara y salvaje de un país, haciendo sufrir a toda su población. En ese contexto se fuerza la presentación de la denuncia contra Milosevic en el TPIY con el fin de ofrecer una legitimación moral a tanto despropósito y barbarie. Pero no basta porque por una parte Yugoslavia presenta ante el Tribunal Penal Internacional de La Haya otra denuncia contra la OTAN por la ilegalidad de la guerra, y por otra parte Clinton y Solana y el conjunto de jefes de Estado de la OTAN tienen semejantes denuncias como criminales de guerra ante el TPIY.

 Ante ese panorama se convierte para la OTAN en urgente el buscar una solución al conflicto que haga aparecer que la OTAN ha ganado y que también permita presentar en Yugoslavia que Milosevic ha conseguido una victoria. Es cuando se vuelven los ojos hacia los posibles mediadores para acabar cuanto antes la guerra, sobre todo antes de las votaciones del 13 de junio para la elección del nuevo Parlamento Europeo. Había que encontrar desesperadamente una solución al conflicto. Es cuando entra en escena la mediación de Rusia.

 El hecho de ser Rusia un aliado tradicional de Yugoslavia le confiere un papel de primera importancia en la búsqueda de una solución política. Pero la propia solución exige desandar los pasos dados. Es imprescindible que la ONU sea quien aparentemente dé cobertura a tal solución. Con el problema añadido de que en el Consejo de Seguridad está China, cuya Embajada ha sido salvajemente destruida por una guerra que es ilegal desde el punto de vista de la ONU. Para que Rusia pueda desempeñar ese papel mediador que satisfaga a Occidente debe encontrarse una personalidad que eluda la orientación del gobierno de Primakov. Con el abrumador apoyo del FMI hacia Rusia Yeltsin destituye a Primakov garantizando una acción prooccidental del mediador Chernomirdin.

 La solución de la guerra precisa todo un trabajo de verdadero encaje de bolillos. Ha de dar la impresión de que la OTAN ha ganado. A la vez debe participar Rusia que fue eliminada de dicha solución, pero Rusia no puede ni quiere dialogar con la OTAN. Hay que buscar un interlocutor adecuado, el G-7, más Rusia, el G-8. Por otra parte hay que recuperar el papel legitimador de la ONU, pero la ONU no puede resolver nada si existen ataques contra un país, puesto que sería aceptar una ilegalidad de una acción, la guerra, tomada al margen de la ONU. Para detener la OTAN sus ataques y no quedar como la mala de la película ha de dar la impresión de que por fin ha impuesto a Belgrado sus condiciones. Hay que negociar con Yugoslavia, cuyo líder ha sido enviado por la OTAN al TPIY, con lo que se reconoce la autoridad de Milosevic. Por último hay que conseguir que China no vete la propuesta a la que se llegue, con el agravante de que la Embajada de China ha sido bombardeada por la OTAN en una guerra "ilegal" según la doctrina de la propia ONU. Al final China accede tras retirar su enmienda a la Resolución del Consejo de Seguridad, en la que especificaba que la ONU condenaba la guerra de la OTAN contra Yugoslavia como acción ilegal.

 En la negociación con Rusia se adopta la ONU como garante, patrocinio, de la paz, y por ello es bajo su dirección como entrarán en Kósovo las fuerzas internacionales. Habrá por tanto fuerzas de la OTAN, cediendo Belgrado en este extremo, pero bajo "patrocinio" de la ONU, con presencia rusa, y sólo limitada a Kósovo, y no a toda Yugoslavia como exigía la OTAN en Rambouillet II. El resto de condiciones son las que se habían aceptado por las partes en Rambouillet I y II, entre ellas la pertenencia de Kósovo a Yugoslavia y el desarme del ELK. La diferencia radica en que Kósovo ha sido destruida, Yugoslavia arrasada y empobrecida, y los desplazamientos provocados por la guerra, primero de albano-kosovares y después de serbios han abierto heridas y odios seculares, imposibles de restañar. A ello hay que añadir una factura a pagar, la de la reconstrucción, que Estados Unidos, la verdadera promotora de la guerra, se ha apresurado a indicar que la pagará la UE, ellos sólo pusieron los misiles, los aviones. El foco de incendio de inestabilidad, en la retaguardia de Europa va a continuar a lo largo del siglo próximo dejando a los Estados Unidos de Norteamérica como los únicos apagafuegos.

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