La fotografía valenciana

En fotografía cabe destacar el pictorialismo valenciano (Pep Benlloch, València: pictoralisme i avantguardes en els anys trenta), corriente fotográfica que se desarrolla a nivel mundial (aunque principalmente en Europa, Estados Unidos y Japón) entre finales de los años 1880 y el final de la primera guerra mundial, que persigue mediante el uso de diferentes técnicas aproximar la fotografía, fundamentalmente paisajística, a los grabados y dibujos, su objetivo es la búsqueda de la fotografía artística, un factor para su desarrollo en Valencia es la existencia del Foto-Club, fundado en 1929, desde su sede, situada en la calle de la Paz nº 26, se impulsa una gran actividad expositiva.

 

Las vanguardias fotográficas se expresan en Valencia a través, fundamentalmente, del fotomontaje y el fotoperiodismo.

Fotomontaje destacamos dos figuras fundamentales:

   

JOSEP RENAU. Pintor, cartelista, fotomontador, revolucionario… (Valencia 1907 –Berlín Este 1982), texto de Ferran Mañez (fotógrafo):

Sus inicios y primera época.

Sus primeros pasos artísticos los dio de la mano de su padre, Joseph Renau Montoro, profesor de dibujo en la Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. Terminados sus estudios en 1925, y cargado de ánimos renovadores en el campo artístico, mientras trabajaba como pintor exploraba las posibilidades del diseño gráfico, con vistas a su aplicación en las técnicas del cartel. El cartelismo pasaba por un gran momento, sobre todo en Valencia, donde se daban figuras tan destacadas en ese campo como Artur Ballester o Ruano Llopis, por lo que no era tarea sencilla la innovación. Con todo, Renau encontró las vías para expresarse en esa especialidad de manera creadora, obteniendo diversos premios por sus trabajos desde el primer momento y convirtiéndose en una de los especialistas más prestigiosos. Además, como intelectual riguroso y crítico, nos dejó diversos e interesantes escritos sobre el cartelismo. (1)

En 1929 vuelve a Madrid, donde un año antes había obtenido gran éxito con una exposición en el Círculo de Bellas Artes, exposición que sorprendió a público y crítica por su “modernidad”. Siente la necesidad de relacionarse con los círculos intelectuales y artísticos de la capital del Estado, pero no tarda en regresar defraudado a Valencia, donde toma contacto con el movimiento anarquista y frecuenta los clandestinos Ateneos Libertarios, convenciéndose de que la única forma posible de modificar las corrientes artísticas, que en nada le motivan, es mediante el compromiso con la clase obrera y campesina, la revolución, que se empieza a vislumbrar como posible al final del periodo dictatorial primorriverista.

La República.

Proclamada la República, con sus primeros aires de libertad llegan publicaciones de otos países que refrescan y enriquecen el ambiente artístico e intelectual. Renau, imbuido del compromiso con el pueblo en su quehacer artístico, descubre a través de la revista AIZ los fotomontajes de los artistas antifascistas, Jonh Heartfield, George Grosz, etc., de la República de Weimar.

Ese descubrimiento, la conjunción de arte y compromiso político en la obra creativa, le abre un inmenso campo de posibilidades. Al fin el arte va a estar al servicio de los trabajadores y no de la burguesía más o menos liberal. Por entonces sus ideas políticas han ido cristalizando y, abandonando las filas anarquistas, se ha inscrito en el Partido Comunista.

Pero Renau sabe que no sólo los artistas han de estar al servicio del pueblo; también tienen que estarlo los intelectuales. En Valencia, tras la proclamación de la República, se multiplican los medios de expresión, entre ellos seis diarios, diversas revistas culturales, ateneos, salas de arte. El de los medios de comunicación es un campo en el que Renau incide significativamente con ilustraciones y otros recursos gráficos. Eso en algunos casos, ya que en otros es él mismo quien promueve dichas publicaciones, como sucedió con la revista más prestigiosa de la época: Nueva Cultura, en la que no sólo colabora gráficamente, sino que hasta la subvenciona, aparte de ocuparse de la maqueta y ejercer como redactor jefe. En ella colaboraban escritores de la talla de Juan Gil Albert, Max Aub, Carles Salvador… En 1932 Renau es profesor de la Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, y colabora gráficamente en la revista Orto de la misma ciudad, donde publica sus primeros fotomontajes y difunde la obra de Heartfield. Ese mismo año participa en La Huelga Revolucionaria, siendo detenido. Ciertamente no fue esta la única vez, ya que en 1934 volvió a ser detenido, junto a sus compañeros de PC, en la huelga por los sucesos de Asturias.

Ante la inminente amenaza fascista en Europa, y sobre todo en España, Renau impulsa la creación de la UEAP (Unión de Escritores y Artistas Proletarios) (2), con el fin de alertar sobre tales peligros y armarse ideológicamente. La revista Nueva Cultura era el órgano de expresión de tal unión. Pero no sólo se valían de la revista, también organizaban mítines, debates, exposiciones, sesiones de cine. Se trataba de un amplio frente que tenía el objetivo de llevar la cultura y las ideas progresistas a todos los ámbitos populares, proletariado, campesinado, etc. Era una manera, en palabras del propio Renau, de aventar las primeras semillas. Su actividad artística y revolucionaria no cesa. En 1933 pinta un gran mural para los trabajadores del Sindicato de Estibadores en el Grau de Valencia, mural que fue destruido tras la guerra civil. Colabora en algunas revistas de cine, como Nuestro Cinema, y participa en Madrid en la Primera Exposición de Arte Revolucionario. En 1936 es nombrado Director General de Bellas Artes por el Ministerio de Instrucción Pública de la República, participando en las tareas de salvación del Tesoro Artístico Nacional. Un año después, como delegado del Gobierno de la República en la Exposición Internacional de Artes y Técnicas en París, encarga a Picasso un mural para el pabellón español. El pintor acepta y pinta el gran mural que sería conocido en todo el mundo como Guernica. En 1938 es nombrado Director de Propaganda Gráfica del Comisariado General de Estado Mayor, y realiza por encargo del Gobierno de la República la famosa serie de fotomontajes: Los trece puntos de Negrín, para la Feria Internacional de Nueva York de 1939.

El exilio.

Con la victoria del fascismo, Renau se traslada a Francia, posteriormente a México y después a la República Democrática Alemana. En México permanece en contacto con los exiliados españoles, que mantienen gran actividad, tanto política como cultural. Es redactor de la revista española Nuestro Tiempo, editada en aquel país, así como del Boletín de la Unión de Intelectuales Españoles en México. Realiza un mural en la ciudad de Cuernavaca. En 1958 está en Berlín Este, donde fija su residencia y presenta diversas exposiciones. Allí, en la República Democrática Alemana realizará espectaculares murales. En 1976 participa en la exposición España, Vanguardia artística y realidad social, en la Bienal de Venecia.

Su primera muestra tras el regreso a España la realiza en Gerona, en 1977. Posteriormente se suceden las exposiciones en nuestro país, y Reanu, que para las nuevas generaciones era casi un desconocido, se revela en toda su grandeza, como una de las figuras claves de la cultura, el arte y la lucha por un futuro luminoso, y no sólo de este país. Quizá, de todas maneras, la faceta más popular de Renau siga siendo la de fotomontador, y una de sus series de fotomontajes más conocidas sea la titulada The American Way of Live, realizada entre los años 1952 y 1966, pero, por supuesto hay mucho más. Murió en Berlín Este, en 1982.

(1) Estos escritos fueron recopilados y editados en 1976 por Fernando Torres con el título: Función social del cartel.

(2) En realidad se trata de la sección española de AEAR (Association des Ecrivains et Artistas Révolutionnaries), creada en París dos años antes.

 

MANUEL MONLEÓN BURGOS. Valencia, 23 febrer 1904-Mislata, 1976

Per: Fundació Salvador Seguí

Dissenyador gràfic d'avantguarda en la dècada dels trenta. Interessat pel pensament anarquista, va centrar la seua activitat professional en l'àmbit editorial, amb incursions en el cartell mural durant la Guerra Civil. Les ferramentes que va utilitzar evolucionen de les clàssiques –grafit, pinzell i plomí- a l'aerògraf, el collage d'estampes amb inclusió de fotos, la il.luminació de positius fotogràfics i l'ús de l'acoblament de fotos per a compondre els denominats fotomuntatges. La seua arrel llibertària, adquirida inicialment en el taller de ventalls de Mariano Pérez, apareix reflectida en la recreació d'atmòsferes pròpies, preses del naturalisme, de les quals són exemple alguns números de publicacions com Helios i col.leccions d' Estudios . Amb un cert distanciament dels patrons realistes huitcentistes, es va sumar a les avantguardes a través del deco: síntesi, un cert geometrisme, pintures planes i matisos cubistes i futuristes queden plasmats en Cuadernos de Cultura , 1931-1933, i en la revista Estudios , del període 1932-1933.

Com a integrant de la Unió d'Artistes i Escriptors Proletaris (UAEP), fundada a Valencia, va participar en la convocatòria d'”Art Revolucionari” en l'Ateneo de Madrid l'any 1933, aportant un fotomuntatge. El bienni negre republicà i l'arribada al poder de Hitler van endurir el contingut dels seus missatges. En efecte, va adoptar dos postures reivindicatives: la surrealista, de caire sarcàstic, en plena consonància amb els fotomuntatge de Heartfield, tendència que va executar acoblant fotos dispars amb el suport de l'aerògraf o sense (revista Orto , 1932-1934; revista Estudios , 1933-1937; i cartells del Partido Sindicalista, 1936-1938, CNT, 1936-1938 i dibuixos a tinta per al periòdic Verdad ) Va mantindre certa coherència entre les postures que va defendre i la manera d'expressarles. Va col.laborar en el periòdic Umbral , 1936-1938. L'any 1937 va participar en el Pavelló Espanyol de l'Exposició Internacional de París amb altres cartellistes republicans.

A l'acabament de la Guerra Civil , el parèntesi de reclusió (1939-1942), no li va impedir exercir la seua labor creativa. Amb el pseudònim de Lenko –en clara al.lusió al seu fill- va firmar caricatures amb rostres que oscil.laven entre l'esperpent i la màxima síntesi del personatge. També es va recrear amb dibuixos narratius sobre activitats quotidianes de presos i carcellers. Va mantindre la continuitat amb el disseny gràfic donant prioritat al món infantil; va compondre baralles de cartes amb llenguatge de xiquets, portades de contes, alfabets, etc. Va completar la seua activitat carcerària amb algunes peces escultòriques d'influència neocubista realitzades en fusta.

L'any 1942 va reprendre l'activitat laboral amb els seus companys de la presó Model de València, Carrogio i Antonio Castaño, creant DIARCO (Diseño Artístico y Comercial) on després treballarien també Manuel Iranzo, Cuadrado, Pérez Contel, Edo, el seu fill Lenko, i altres. El grup compaginava la publicitat amb la maquetació de la revista Triunfo fundada a València l'any 1946.

L'esperit inquiet de Monleón, l'impulsà a fer un canvi a la seua vida i traslladar la seua residència a Colòmbia, on va entrar a treballar en l'empresa gràfica Retina.

L'any 1957 es va traslladar a Caracas (Veneçuela) on va treballar en l'empresa de disseny gràfic Young & Rubicam. Més tard va crear la seua pròpia empresa freelance amb el seu fill. En marcada contraposició amb la seua activitat laboral, va executar un nombrós conjunt d'olis, aquarel.les, dibuixos i escultures, en els quals va predominar la influència del to mestís i el traç muralista, clar reflex de la societat marginada llatinoamericana.

L'any 1962 torna a Espanya i, instal.lat a Mislata (València), va esgotar els anys previs a la jubilació en l'agència de publicitat Cid. Fins a l'últim moment mantingué viva la seua imaginació creadora, amb pinzells, espàtules o talla de la fusta. Qualsevol ferramenta li va ser útil, i quasevol temàtica el va continuar captivant.

 

En el fotoperiodismo destacan:

La familia de los Vidal, Martín Vidal Romero (Valencia, 1872-1944) fue uno de los primeros reporteros gráficos valencianos, e inició una saga familiar en 1895, al inaugurar su estudio en la plaza de San Esteban, número 4. Compaginaba la realización de retratos con todo tipo de reportajes que publicó periódicamente en; Nuevo Mundo, Sol y Sombra, Blanco y Negro, Letras y Figuras y Palmas y Pitos, ingresando en 1911 en el recién estrenado periódico Diario de Valencia hasta 1920, cuando fue sustituido por sus propios hijos, Martín, Luis y Vicente Vidal Corella que ya colaboraban en el taller familiar.

 Comida en la entrada porticada de la plaza de toro
Calle de la Barchilla 

 

Luis Vidal Corella, corresponsal de la agencia EFR, fotografió el frente de Teruel.

De su hermano Martin, Tonico Ballester evoca el siguiente testimonio: “la policía nos fue deteniendo e internándonos en el Colegio del Sdo. Corazón de Jesús, aquél colegio de señoritas situado en la calle Muro de Sta. Ana, habilitado momentáneamente como cárcel preventiva, y desde el cual nos iban distribuyendo a distintos campos de concentración o cárceles. 

En dicho colegio nos encontramos amigos y camaradas anteriormente apresados: el fotógrafo y pintor Martín Vidal Corella, aislado en un celda individual y desdentado a causa de las brutales palizas recibidas” (El último día de la República en Valencia, Tonico Ballester http://www.nodo50.org/age/colabor1/tonicoballester.htm)

 

Joaquín Sanchis Serrano, “Finezas” (el mote por el que será famosa la familia de fotográfos que tiene que ver con su vestir elegante)

Los reportajes de la valencia republicana de Finezas constituyen el mejor documento gráfico del momento. Por encargo de la CNT fue fotógrafo de prensa. Recogió en miles de imágenes el impacto de la guerra sobre Valencia, sus calles, sus gentes, mítines, actos públicos también pequeños y anónimos gestos.

Al finalizar la guerra conservó parte de su archivo que posteriormente su hijo catalogó. En la actualidad el Fondo Finezas que reúne cerca de un millar de fotografías se encuentran en la Biblioteca Valenciana.

Puede consultarse su obra también en el libro recientemente publicado: Joaquín Sanchis, Finezas. Fotografía de guerra (Valencia 1937-1938), editado por Pentagraf y la Biblioteca Valenciana.

Gente de la FAI Escuela motorizada Huelgas del 34

 

Vicente Barberá Masip

Nacido en Valencia en 1871. Fue especialista en reportajes gráficos.

Agustí Centelles, posiblemente con Robert Capa el mejor fotógrafo de nuestra contienda. Nació en el Grao (Valencia) y con solo un año se traslada a Barcelona, en 1925 comienza a trabajar de aprendiz en la sección fotográfica de El Día Gráfico publicando sus primeras fotos y en 1927 entra a trabajar con Ramón Baldosa. Se independiza en 1932 haciendo reportajes de calle, espectáculos, deportes, etc para vender a los periódicos. En 1934 compra a plazos por 900 Ptas su cámara Leica y trabaja habitualmente para La Vanguardia, Diario de Barcelona, Última Hora, La Opinión y La Rambla. En 1936 fotografía el fallido levantamiento militar en Barcelona y la salida de las columnas hacia el frente de Aragón con las que marcha como reportero colaborando entre otras con la publicación La Revista, en 1937 es encargado de los servicios fotográficos del Comisariado de Propaganda. Al finalizar la guerra civil marcha a Francia poniendo a salvo unos 5.000 negativos en una maleta, tras su paso por los campos de concentración franceses trabaja en un laboratorio en Carcasona, descubierto por la Gestapo en 1944 decide volver a España dejando la maleta con los negativos a una familia campesina. Ya en España en el año 1946 es juzgado y condenado obtenido la libertad condicional y aunque inhabilitado para su profesión de reportero gráfico se dedica a la fotografía industrial. Con la llegada de la democracia recupera la maleta que había dejado en Carcasona y comienza a exponer su trabajo obteniendo el merecido reconocimiento. En 1984 se le concede el Premio Nacional de Artes Plásticas y en el 1 de Diciembre de 1985 fallece en Barcelona.