Teatro

Después de la proclamación de la II República, iban a abrirse unas nuevas posibilidades para el teatro y drama de ambición artística. Creadas por el Estado, las Misiones Pedagógicas popularizaron el arte teatral llevándolo a numerosos pueblos y ciudades, igual que las compañías ambulantes de la Unión de Escultores y Artistas Revolucionarios. También los teatros universitarios, como fue la Barraca, dirigida por García Lorca, o El Búho, con Max Aub, y el Teatro Universitario Catalán en Barcelona. Estos nuevos movimientos crearon un ambiente teatral muy interesante.

Teatro de los Obreros en la calle Metalurgia (hoy calle Caballeros)
(Fotografía: FINEZAS)

En la prensa de la época, encontramos bastantes referencias a las actuaciones del Buho:

…“El teatro universitario“El Buho”, que dirige Max Aub, con la colaboración de la Alianza de Intelectuales para la Defensa de la Cultura, dio anoche una espléndida función para las Milicias del Cuartel de las MAOC, en el antiguo eificio de los Salesianos de la calle Sagunto.

Se representaron las piezas en un acto “los dos habladores”, de Cervantes; “ligazón de Valle Inclán; “Bazar de la Providencia” de Alberti; “historia y muerte de Lopez Garcia” de Aub, y el entremés del “Duende” de Villarroel” (Verdad 9 de septiembre de 1936).

…“Organizado por la Federación Universitaria Escolar y la Alianza de Intelectuales para la defensa de la cultura, con la cooperación del Partido Socialista Obrereo Español, Orquesta Valenciana de Cambra y Teatro Universitario “El Buho”, se celebró el sábado en la exiglesia de los Dominicos un gran espectáculo revolucionario al que asistió numeroso público…

El resultado artítico fue un éxito indiscutible. El púlpito que en otro tiempo sirvió para embaucar a las gentes, fue el sábado una tribuna ideal, para desde ella oir la voz de Max Aub, Marclo Jover, Juan Gil-Albert, Isidro Escandell…”

(La Correspondencia Valenciana 11 de septiembre de 1936).

 

 

 Max Aub (Paris 1903 - Ciudad de México 1972)

El 23 de noviembre de 1929 ingresa como militante en el P.S.O.E. de Valencia con el nº 65.

En 1933, publica en la Imprenta Moderna de Valencia Fábula Verde. Escribe artículos para el periódico Luz de Madrid y en Valencia dirigirá el periódico socialista Verdad.

Desde 1934 hasta 1936 dirige El Búho, grupo de teatro universitario de Valencia organizado por la FUE, que representó obras de Cervantes, de Valle Inclán ,Rafael Alberti, así como alguna pieza de Max Aub.

Publica Luis Álvarez Petreña y Yo Vivo. En 1935 escribe en Valencia Jácara del Avaro para las Misiones Pedagógicas.

En febrero de 1936 participa en la campaña electoral con El agua no es del cielo y estrenando en el Teatro Principal Las dos hermanas, en referencia a la UGT y la CNT. Desde diciembre del 36 hasta julio del 37 es Agregado Cultural de la Embajada de España en París.

En 1938 adapta La madre, de M. Gorki. Y hasta finales de enero de 1939 dirige con André Malraux -por encargo del gobierno español- la película Sierra de Teruel basada en la novela de aquél L'Espoir.

Con el fin de la guerra comenzó también su tiempo de persecución, cárcel y exilio. De 1939 a 1942, estaría en distintas cárceles y campos de concentración. "En marzo de 1940, por una denuncia, posiblemente anónima, fui detenido, a lo que supe después por comunista". Encarcelado en abril de 1940, en el campo de Roland Garrós. Desde 1941a julio de 1942, aproximadamente durante nueve meses, sufriría humillaciones y vejaciones en el campo de concentración de Djelfa, en Argelia. En Septiembre de 1942 viajará por fin a méxico.

De su obra destacar El laberinto mágico un recorrido por la guerra civil española, compuesta por Campo cerrado, Campo de sangre, Campo abierto, Campo del Moro, Campo francés y Campo de los almendros .

En Campo abierto encontramos algunas descripciones de la Valencia de la Segunda República :

“Jorge iba con las manos en los bolsillos, Pascual y Genís abajo. Cuando se dio cuenta, caminaba por las orillas del río entre los enormes eucaliptos. El Hospital Militar allá enfrente, ya tinto de atardecer. El ancho cauce del Turia, todo arena, con una veta de agua y sus festones de hierba. El puente del Real atrás con sus casilicios triangulares. Se sentó a ver morir la tarde. Una tarde blanda de calor, cansada, sin ángulos de una pieza. Se sentía desollado, sin nervios, sin epidermis. Le sacudió un escalofrío. Unas hojas secas, en forma de yatagán, yacían en el suelo, pardas y verdes, sucias. El rosa se atornasolaba hacia los azules. Tras él pasaba, de cuando en cuando, haciéndole daño, algún tranvía con ruido de hierros y frenos. Y el timbre para parar y arrancar. El Gobierno Civil a su espalda, todavía con sacos terreros en las ventanas”. (Aub:1978:115)

Fundación Max Aub:http://www.maxaub.org/