SAMARA


SAN PETERSBURGO EN LA OBRA DE DOSTOIEVSKI:
MAS QUE ESCENARIO, PROTAGONISTA

por Natalia Novosilzov
Universidad Autónoma de Barcelona ( España )


 




Este artículo se presentó en las II Jornadas de Rusística en la Comunidad Valenciana, celebradas en la Universitat de València del 2 al 6 de Octubre de 1997.



En la novela "El Adolescente" de Dostoievski, Arkady reflexiona sobre una típica mañana en San Petersburgo "que podría parecer la más prosaica de todo el globo terráqueo" y que, sin embargo, para el protagonista es "tal vez la mas fantástica del mundo". Piensa: "En una de esas mañanas petersburguesas, pútridas, húmedas y brumosas, me parece que debe cobrar todavía más vigor el salvaje ensueño de algún Hermann de la "Dame de Pique" de Pushkin (personaje colosal, extraordinario, tipo enteramente petersburgués). Cien veces a través de esa bruma, me asaltaba una extraña, pero apremiante fantasía. Si de igual modo que se remonta esa niebla y se va arriba, ¿no se irá con ella también toda esa podrida, enfangada ciudad, no se elevará con la bruma y desaparecerá como niebla, y quedará en lugar suyo el antiguo pantano finés, y en su centro, para ornato, el jinete de bronce sobre su resollante corcel?".

Dostoievski decía de San Petersburgo que es la ciudad mas premeditada del mundo, ciudad inventada, la mas fantástica del mundo - "fantástica" en el sentido de imaginaria, increíble, quimérica. "Premeditada" en el sentido de preconcebida, tramada, planeada. Para él, esta creación de Pedro I, imbuida de artificialidad, abre un abismo que separa al pueblo y la
"inteligentsia" rusa. Las reformas impuestas por el zar a una nación que tenía sus propias tradiciones muy arraigadas, la dividen entre los que viven a la antigua usanza y los que adoptan nuevos modos de vida y comportamiento. Si bien, según el autor, las reformas se llevaron a cabo de manera desorganizada y tuvieron, a menudo, un carácter carnavalesco
porque su resultado no se manifestó mas que en la superficie, es también cierto que el objetivo del zar no era únicamente utilitario y no se reducía exclusivamente a la asimilación de "las formas de vestir, las costumbres, los inventos y la ciencia europea". Sin lugar a dudas, "Pedro obedeció a una intuición oculta que le arrastraba en la realización de su obra a un
objetivo futuro, grandioso en su concepción y no simplemente utilitario de forma inmediata", dice en su discurso sobre Pushldn, con el afán de demostrar que las posturas de los eslavófilos y los occidentalistas pueden reconciliarse. Otras veces, se muestra mucho mas categórico al referirse a las consecuencias de las reformas: en la novela "El Idiota" el liberal
ruso, es decir, el occidentalista, es calificado de "no ruso", ya que odia todo lo ruso. Con el nacimiento de la capital del norte, son muchos los que empiezan a desdeñar todo lo ruso.Baja el sentido de la moralidad tradicional y heredada en la sociedad rusa, se desplazan los antiguos valores. Consecuentemente, San Petersburgo se convierte en símbolo y sinónimo
de la obra de Pedro y, en las referencias a esta ciudad, se esconden a menudo las críticas a la europeización forzada que pretendió llevar a cabo el zar reformador. El traslado de la corte y las instituciones de estado a la nueva capital marca un hito, un antes y un después en la historia de Rusia: a la Rusia de Moscú le sigue la Rusia Imperial de San Petersburgo.

En los apuntes "Visión Utópica de la Historia" de 1876 dice Dostoievski que en la época pre-pretina Rusia es consciente de que es portadora de una riqueza única, la Ortodoxia, lo cual la convierte en depositaria de la verdad de Cristo y la libera de hacer un esfuerzo en el camino de la ilustración, en la opinión de los mejores representantes de la sociedad de
aquella época. La Rusia antigua se cierra en sí misma, se aísla de Europa, lo que es equivalente a aislarse de la humanidad.

¿Que es lo que aporta la reforma de Pedro? La reforma aporta, según Dostoyevski, una visión mas abierta, mas amplia y en ello, precisamente, estriba la gran hazaña del zar.Corresponde a la clase culta brindarle esta riqueza a] pueblo, rindiéndose, a su vez, ante su verdad, siendo este el único camino para unir las dos partes.

En la búsqueda de un proyecto de futuro, "la ventana a Europa", como la llamó su fundador, sigue siendo objeto de discusión y polémica en tanto que se identifica con la opción de intentar un fiel calco de todo lo occidental, para un sector de intelectuales rusos, en contraposición a la opción de intentar un camino propio que esté de acuerdo con la tradición e
idiosincrasia rusa, para otros. Incluso en nuestros días, los planteamientos que se proponen para el futuro de Rusia no pueden prescindir de esta referencia al pasado. En su repaso de la historia de Rusia para esbozar una posible vía a seguir después de la perestroika, Solzhenitsin dice lo siguiente en su ensayo "La Cuestión Rusa en el Final del siglo XX":
"...Pedro creó una clase dirigente que iba a dominar durante 200 años, una clase con una mentalidad ajena al pueblo y en ocasiones extraña a él hasta por su mismo origen. A todo esto se sumó la demencia de fundar una segunda capital, de trasladarla (como si una capital se pudiese elegir y transportar) a un fantasmagórico lodazal para erigir en él un "paraiso"
que asombrara a toda Europa, aunque hubiera que construirlo a bastonazos, aunque esa fantástica edificación de palacios, canales y muelles significara la muerte de unas masas populares tan necesitadas a esas alturas de un respiro".

La génesis de esta ciudad es fruto de un acto de voluntad que pretende vencer todos los obstáculos: el agua, las marismas, el clima del delta del rio Neva, para erigir en ese lugar pantanoso una ciudad con edificación monumental de aire europeo, donde apenas se conservan elementos de la arquitectura tradicional rusa en las iglesias. Planificada de manera consciente y racional, colaboran en su construcción arquitectos extranjeros: Leblond, Rastrelli, Quarenghi y Rossi, modelando su destino que seria convertirse en la metrópolis por excelencia, escenario para la literatura de tema urbano del siglo XIX en Rusia.

El tema de la metrópolis en la literatura europea introduce una nueva percepción del hombre, la del hombre como átomo. Al percibirlo así, se produce una pérdida de la unidad orgánica, desaparece el sentido de pertenecer al Cosmos, ya que la vida urbana se cierra en sí misma. Desde la urbe se ignora y se desprecia todo lo que no constituye su mundo, es
decir, queda fuera la vida rural. La visión orgánica del mundo se va sustituyendo por la visión mecánica del mismo mundo que desplaza la intuición. En otras palabras, la lógica de la razón reemplaza a la lógica intuitiva del corazón. El lugar del
sistema de valores lo ocupan los modelos racionales. Así, los valores tradicionales son reemplazados por el relativismo moral. La búsqueda de placeres se convierte en motivación central del hombre de la civilización urbana, donde el dinero es instrumento de la felicidad. El dinero no sólo permite acceder al poder, marca también la división del mundo entre ricos y pobres.

La atomización de la sociedad está directamente relacionada con la alienación del hombre y la muerte del individuo como tal. La verdadera comunicación entre los individuos se hace imposible. Por tanto, para resolver los problemas de la vida, de la sociedad, se hace imprescindible recurrir a modelos racionales. Se atribuye también la problemática de la civilización urbana al surgimiento del capitalismo.No obstante los fenómenos descritos que se reflejan en el género de literatura urbana no son objeto exclusivo de esta etapa de la historia humana. Los rasgos de este género también aparecen en el "Satiricón" de Petronio: la soledad del hombre, el poder del dinero y el hedonismo. La civilización urbana suele ser la última etapa de las grandes culturas conocidas y en ella se concentran una serie de elementos característicos que se detectan más fácilmente en el mundo cerrado de la metrópolis:desaparición del individuo, desaparición de la moral tradicional, polarización de la sociedad, aparición del hombre amotinado (hombre que se rebela) y el intento de una reorganización racional de la vida.

La civilización europea es dinámica, por tanto, la reorganización o transformación de la vida supone, de hecho, transformar la sociedad, mientras que en otras culturas supondría tal vez la transformación de la conciencia o la moral. En la cultura rusa el tema urbano tiene sus propias particularidades, porque, al menos en la dimensión temporal, no comparte la experiencia de Europa Occidental. Fundamentalmente, se asocia con la ciudad de San Petersburgo que nace de un plan racional, a diferencia de Moscú, tradicionalmente patriarcal, eslavófila y conservadora, que crece de forma natural y casi anárquica.

En la literatura rusa, Pushkin es el que introduce el tema de San Petersburgo, al igual que el tema urbano en nuestra cultura. El ciclo de San Petersburgo lo componen las obras "El Jinete de Bronce" (poema), "La Dama de Picas" (relato) y "La Casita de Kolomna" (poema).En las dos primeras, las más importantes, Pushkin crea dos imágenes de San Petersburgo: San Petersburgo como realidad y San Petersburgo como aparición o engaño, que corresponden a una interpretación realista, por un lado, y a una interpretación romántico-simbólica, por otro. Estas dos imágenes a menudo se alternan y dan lugar a una gran riqueza de significado. La irrealidad de San Petersburgo es la alusión a su esencia antinatural, a su génesis artificial que, para el pueblo llano, raya en lo sobrenatural o lo diabólico. No en vano perdura la creencia entre el pueblo de que el zar, creador de este ente con personalidad propia, es el mismo "anticristo". Cuando el Arkady de Dostoievski contempla la mañana de San Petersburgo, surge en su mente el personaje de "La dama de
Picas" y también el corcel encabritado con su jinete de bronce, Pedro el Grande.

El artículo "Viaje de Moscú a San Petersburgo" que Pushkin escribió entre 1833 y 1835, es una peculiar polémica con la obra de Radischev "Viaje de San Petersburgo a Moscú". En su comparación de las dos ciudades queda en evidencia la artificialidad de San Petersburgo. Si Moscú es el centro del arte, San Petersburgo sólo puede entender el arte desde una perspectiva mercantilista. Encubre su inconsistencia y superficialidad con discursos vacíos. San Petersburgo es el racionalismo francés del siglo XIX, Moscú es el romanticismo. Entre el San Petersburgo de Pushkin y el de Gógol hay ciertas similitudes

Las reflexiones de este último recuerdan, en cierto modo, a las de Pushkin aunque para Gógol, esta ciudad ni siguiera puede ser considerada como ciudad rusa. Dice que parece una colonia europea, sin raíces en la tierra de Rusia y donde lo extranjero no se ha fundido con lo autóctono. Considera que es difícil captar la esencia global de San Petersburgo. Si París o Londres forman parte de la cultura del pais, San Petersburgo, en la obra de Gógol es una ciudad extraña. ajena a Rusia. Y no es porque habiten en ella gentes de distintas nacionalidades, es porque la habitan "almas muertas". La vulgaridad, la trivialidad son la muerte del alma. En su relato " La Avenida Nevski" circulan por ella funcionarios, institutrices, nodrizas, y no personas. En vez de personas aparecer bigotes, patillas, narices y mangas. Son marionetas. En San Petersburgo elhombre no es hombre, sino el rango, la categoría o el puesto que ocupa en el escalafón. Lo importante no es la persona, sino su puesto en la jerarquía establecida. En el relato "La Nariz" Kovaliov, que es consejero
del ministerio, se hace pasar por un mayor o comandante ya que la categoría militar tiene mayor peso y prestigio. En esta ciudad todos parecen lo que no son en realidad. Es un mundo falso, donde el hombre se crea para sí mismo la ilusión de que tiene honor comprándose una condecoración para ponerse en el pecho. En esta obra la dudad es totalmente fantasmagórica, irreal. La ha invadido el demonio.

Y lo mismo ocurre en "El Retrato": aunque un poco más reales, los personajes siguen siendo marionetas automatizadas que carecen de ojos. Pero el relato que ocupa un lugar espedal en la creación de Gógol es "El Capote". Dostoievski dijo "... todos somos descendientes de "El Capote" de Gógol, refiriéndose al realismo ruso. Lo sobrenatural en esta obra está motivado, el hombre es casi real, pero Gógol no lo describe. Lo que lo hace persona es su capote que ocupa el lugar de la idea eterna. El autor condena la civilización urbana que olvida al hombre y olvida a Dios. Es la sentenda que dicta a la dudad de San Petersburgo. No es un tema social, es un tema moral.

La dudad "más fantástica del mundo" da vida al personaje más fantástico, Raskolnikov, en la novela de Dostoievski "Crimen y Castigo".En el mundo de este autor, el ambiente y paisaje están intimamente ligados a los protagonistas, constituyendo un todo, un conjunto indivisible. Sólo en una ciudad como esta, lúgubre y misteriosa, podía haber nacido "el sueño horrendo de un estudiante mísero". San Petersburgo no es sólo el lugar donde ocurren los acontecimientos, es el partícipe del crimen de Raskolnikov. A lo largo de la novela no hay mas que unas breves descripciones de la ciudad que recuerdan los comentarios que suelen llevar las obras de teatro, pero son suficientes para que el lector pueda penetrar en el paisaje espiritual de la obra o pueda sentir el San Petersburgo de Dostoievski.

Raskolnikov tiene la misma dualidad que la ciudad: por un lado, la plaza Sennaia "un cuadro de colorido triste y horrendo", por otro lado, el río Neva "un panorama espléndido". La novela, según palabras de Belov, consiste en adivinar el misterio de esta duplicidad: Raskolnikov - San Petersburgo.

En un día de verano, Raskolnikov mira el panorama que se abre ante sus ojos desde el puente Nikolaevski: "Este espléndido panorama le hacía sentir un frío incomprensible; - la exuberante visión tenía un espíritu sordo y mudo para él... Siempre le sorprendía esta impresión lúgubre y misteriosa que le producía la vista, pero se decía que mas adelante
reflexionaría sobre ello...".

El mundo que rodea a los personajes de Dostoievski siempre forma parte de su alma. Mas aún, se convierte en el paisaje interior de su alma y en cierta medida determina su comportamiento. En el alma de Raskolnikov hay el mismo frio, oscuridad y humedad que hay en San Petersburgo. El espíritu "sordo y mudo" que percibe al contemplar el paisaje de
la ciudad repercute en su alma como la canción solitaria y triste de un organillo.

En esta novela Dostoievski no pinta la pobreza en su contraste y, tal vez, por eso es mas inhumana, mas desesperante. El dinero es una fuerza anónima, impersonal, es el poder. Y en esa ciudad su poder es absoluto y terrible. Los seres mas indefensos ante el poder del dinero son las mujeres: este tema aparece al principio y al final. Sonia y Dunia tienen que
venderse.

La ciudad tiene una influencia corruptora sobre la gente llegada de la provincia: los pintores y la gente de oficio caen en esta trampa moral de la civilización urbana. Uno de los
pintores dice que en San Petersburgo se puede comprar todo menos una madre y un padre.

San Petersburgo es el símbolo universal de la civilización urbana en la novela "Crimen y castigo". Sus hijos son Luzhin el capitalista, y Raskolnikov el amotinado. Este último ha elegido su profesión, quiere ser abogado o jurista porque él es un racionalista. La ley es abstracta, no representa los intereses del individuo. Concibe al ser humano como sujeto de ley
o sujeto jurídico. Raskolnikov no admite el camino del amor y del sacrificio. Quiere coger lo que considera que le corresponde por derecho, por ley. Se aparta de la religión y de la tradición espiritual rusa - se aparta de la tierra. Encuentra la sanción moral del crimen, pero no la sanción jurídica. Y para ello debe renunciar a la moral. Crea su teoría - la idea napoleónica le da derecho a matar de acuerdo con la conciencia. En el final, la salvación a Raskolnikov le viene no por la vía de la ley, sino por la vía del amor. Pero San Petersburgo es la ciudad de la ley en abstracto; es decir, la ciudad de los burócratas y de los abogados.

Dostoievski, que había vivido en 19 casas distintas de la ciudad de San Petersburgo a lo largo de su vida, conocía su topografía en todo detalle, lo cual le permitió describir con toda exactitud los recorridos de sus personajes por las calles de la dudad e indicar las casas donde residían. Su mujer, Anna Grigorievna, descodificó las abreviaturas que usaba a menudo para ubicar la acción en una calle, plaza o canal de la ciudad del norte, dando la posibilidad así, a los que lo desean, de comprobar por sí mismos, mental o físicamente, los desplazamientos de los personajes de las novelas por las intrincadas calles de la ciudad. La calidad del aire, la luz o falta de ella, los tonos de gris, los olores, las sensaciones que
evocan esas calles y plazas , todo ello forma parte del mundo interior del protagonista y de la trama de la novela. Se podría decir, que fuera de esa ciudad no existirían los personajes de muchas de las novelas de Dostoievski, ni ocurrirían los hechos que acaecen en ellas.



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