Notes
on English into Spanish translation
from
Valentín García Yebra's
Teoría
y práctica de la traducción
Indice
Introducción(notes
by Marta Madrid and Jorge Peiró)
VI. El
verbo(notes
by Anabel González)
VIII. Clases
de traducción (notes
by Marta Madrid and Jorge Peiró)
-
Traducción directa
-
Traducción oblicua
-
Traducción libre
-
Traducción lineal y
yuxtalineal
IX. Préstamo
y calco (notes
by
Marta Madrid and Jorge Peiró)
X. La interferencia
lingüística
(notes
by Marta Madrid and Jorge Peiró)
El uso
de anglicismos
XI. Traducción
palabra por palabra (notes
by Marta Madrid and Jorge Peiró)
XII. Discrepancias
interlingüísticas(notes by Eva Cielo
and
José Manuel Fernández)
Introducción.
Dentro del campo de la
filología,
concretamente de la literatura, nos hemos encontrado con diversos
manuales
y textos traducidos. Lo que parece algo fácil como la
traducción
de un libro, es el resultado de un gran proceso selectivo que en la
mayoría
de los casos no ha sido tarea sencilla para el traductor.
A continuación
vamos
a acercarnos al arte de la traducción, partiendo del
manual
Teoría
y práctica de la traducción de Valentín
García
Yebra. Dámaso Alonso expone en el prólogo sus
preocupaciones
por el tema que estamos abordando. Y de estas preocupaciones destacamos
el hecho de que un texto pueda perder su fuerza y calidad original al
ser
traducido. Para un buen resultado, el traductor debe tener en cuenta a
la hora de traducir dos conceptos: el plano léxico y el plano
gramatical.
Para Dámaso Alonso, García Yebra va más
allá,
ya que este también se preocupa por el pleno fónico; el
texto
de la lengua terminal (TLT) debe asemejarse lo mejor posible al texto
de
la lengua original (TLO) en cuanto a los efectos estilísticos, y
no quedarse a medio camino con el plano léxico y gramatical.
Partiendo de estas
ideas,
nos centraremos en los procedimientos de traducción que propone
el autor del manual; procedimientos que nosotros empleamos y que no
siempre
nos dan un buen resultado porque en ocasiones no sabemos utilizarlos
correctamente.
Veremos las diferentes clases de traducción, la interferencia
lingüística,
y algo en lo que la mayoría de nosotros caemos siempre, la
traducción
palabra por palabra y sus inconvenientes.
VIII.
Clases de traducción.
Podemos hablar de los
siguientes
modelos de traducción:
VIII.1.
Traducción
directa (o literal).
Es aquella en la que un
TLO
se puede reconstruir en la lengua resultante o terminal (LT) guardando
un paralelismo total. Incluyen en esta clase de traducción el
"préstamo"
(emprunt), el "calco" (calque) y la "traducción
literal"
(traduction littérale).
Esta
terminología
presenta para su aceptación en español varios
inconvenientes.
La traducción directa es la que se hace de una lengua
extranjera
a la lengua propia, y se opone a la traducción inversa,
que
es la que se produce de una lengua propia a una extranjera. En cuanto
al
concepto de traducción literal, que también
conocemos
como traducción al pie de la letra debemos apuntar que
es
impreciso e inexacto porque nunca se traduce letra por letra. En
lenguas
afines podría lograrse un buen resultado, pero esto no ocurre
siempre.
VIII.2.
Traducción
oblicua.
Seguimos este modelo a
la
hora de traducir cuando el TLT no guarda paralelismo con el original.
García
Yebra propone el siguiente ejemplo:
j'ai mal à la
tête
por "me duele le cabeza".
Como vemos en este
ejemplo,
los términos no corresponden paralelamente con los del original.
Yebra apunta que la traducción oblicua es complementaria a la
traducción
palabra por palabra en el sentido de que se aplica cuando esta resulta
imposible. Así pues, mientras que en la traducción
directa
encontrábamos el préstamo y el calco, en la oblicua es
característico
que se nos presente la "modulación" (modulation),
"equivalencia"
(equivalence) y "adaptación" (adaptation).
VIII.3.
Traducción
libre.
Por el concepto de
traducción
libre el autor se refiere: o bien al hecho de apartarse más o
menos
del texto original en la manera de expresarlo, o bien se concentra en
lo
que el traductor entiende por fundamental olvidándose de los
detalles
de menor importancia. Esta manera de traducción también
es
imprecisa. En el caso de apartarse del texto original, el motivo es
porque
estamos obligados por el uso de nuestra propia lengua. En el caso de
centrarse
sólo en lo que consideramos fundamenta nos aproximaríamos
más a lo que es una adaptación o una imitación
del texto original.
VIII.4.
Traducción
interlineal y traducción yuxtalineal.
Estas designaciones se
refieren
sólo a la disposición externa de la traducción: Se
llama traducción interlineal la que se escribe debajo de cada
línea
del TLO, quedando así todas las líneas de la
traducción,
excepto la última, entre dos líneas del original. Este
procedimiento
es muy utilizado en los manuales destinados a enseñar la lengua
original, y generalmente se trata de traducciones palabra por palabra,
La traducción yuxtalineal suele tener igual carácter y la
misma finalidad que la interlineal, pero su disposición
tipográfica
es distinta: el TLO y el TLT se disponen en columnas yuxtapuestas.
Ambos
métodos se destinan a ediciones bilingües de las obras que
se traduce.
IX.
Préstamo y calco.
IX.1. El
préstamo.
Como vimos en el
apartado
anterior, ambos conceptos son propios de la traducción directa.
Vamos a estudiar por puntos este concepto:
-
Vinay y Darbelnet
consideran
"préstamo" la palabra que una lengua toma de otra sin
traducirla.
Por ejemplo, en inglés son términos del francés fuselage
y
chef.
-
Este término y
sus equivalentes
están muy presentes en las principales lenguas europeas. En el
alemán
lo encontramos como Lehnwort, Lehngut…, en
inglés
como loanword, borrowing…
-
El "préstamo"
trata de
llenar una laguna en la lengua receptora, laguna que representa un
concepto
desconocido entre los hablantes de esa lengua.
-
Al traducir un texto,
al traductor
del TLO se le puede presentar un problema: El texto sobre el que va a
trabajar
puede contener un término -referido a la cultura de la lengua
original
o a otra ajena- para el que no hay equivalente en su lengua. Como
solución,
el traductor podría sustituir dicho término por una
perífrasis,
pero esto modificaría y entorpecería la
traducción;
entonces, se opta por poner ese término tal y como aparece en el
TLO.
-
No debemos olvidar la
diferencia
entre "préstamo" y "extranjerismo". Se considera "extranjerismo"
la palabra aceptada tal como es en la lengua de donde procede, sin
adaptación
de ninguna clase a la lengua que la recibe. El "préstamo",
sería
el extranjerismo naturalizado, adaptado al sistema
lingüístico
que lo acepta. Los "préstamos", generalmente, fueron primero
"extranjerismos"
que acabaron amoldándose a la estructura fónica, a la
acentuación
y demás características de la lengua receptora. El
español
tiene centenares de extranjerismos antiguos, sobre todo de procedencia
árabe, como por ejemplo: aceite, adarga, adobe,
adoquín
etc…
Sobre el tema de
"extranjerismos"
y "préstamos" hay numerosas y opuestas ideas en cuanto a lo que
ambos términos se refieren. A menudo, unos consideran
"préstamo"
lo que otros entienden por "extranjerismo" y viceversa. El traductor
recurrirá
a extranjerismos o por necesidad, o por razones estilísticas.
Yebra
comenta que lo más correcto sería utilizar el
extranjerismo
cuando no existe ni es posible forma en la lengua en la que se traduce,
un término equivalente.
- El préstamo
tiene inconvenientes
que debemos señalar. J. Marouzeau señala que si este es
utilizado
sin necesidad resulta ser "un elemento de pedantería", y en un
traductor
tendría el mismo efecto. El traductor que decide emplear tanto
un
préstamo como un extranjerismo, debe estar seguro de que el
contexto
proporciona a los lectores los datos necesarios para su
interpretación
correcta. Por ello, algunos escritores consideran necesario que junto
al
extranjerismo aparezca una pequeña explicación que
oriente
a los lectores.
En todo caso, apunta
Yebra,
que la recomendación más general que puede hacerse a los
traductores con relación al préstamo que no haya obtenido
la completa aceptación en la lengua terminal, es evitarlo
siempre
que sea posible. Y uno de los recursos para evitarlo puede ser el calco.
IX.2. El calco.
-
El "calco" (fr. calque)
es el segundo de los procedimientos de traducción propuestos por
Vinay y Darbelnet. Yebra apunta que el calco sí es
traducción,
y puede contribuir tanto como el léxico naturalizado a
enriquecer
la lengua que lo realiza.
-
Se ha confundido a veces "calco"
con "préstamo naturalizado". El "calco" sería la
naturalización
del ing. igloo en el fr. iglou, esp. iglú (choza
de hielo de los esquimales). El "préstamo naturalizado" es una
asimilación
fónica y morfológica que conserva en lo fundamental el
significante
de la lengua original. Y el "calco" es una construcción
imitativa
que reproduce el significado de la palabra o expresión
extranjera
con significantes de la lengua en la que traducimos. Veámoslo
con
estos ejemplos:
-
Fútbol es un "préstamo
naturalizado" que trata de adaptar a la fonología
española
los elementos fónicos del significante ing. football. Balompié
sería un calco, que reproduciría con significantes
preexistentes
en esp. (balón y pie) el significado de la misma palabra inglesa.
-
El fr. restaurant se
ha usado en esp. con tres formas: restaurant, que es un puro
extranjerismo;
restorán,
que es un préstamo naturalizado; y restaurante, que es
un
calco.
-
El calco tiene la ventaja de
hacer que los lenguajes técnicos resulten fácilmente
comprensibles
para hablantes no especializados, evitándoles el esfuerzo que
los
hablantes de otras lenguas tienen que realizar para entender y
memorizar
el significado de muchos términos que les resultan completamente
opacos, mientras que los términos correspondientes del
alemán
son desde el primer momento transparentes para cualquier hablante de
esta
lengua:
-
Kopf (cabeza)+ Schlag
(latido)+
Ader (vena, arteria): Kopfschlagader=
"carótida".
-
Mensch (ser humano)+
Feind (enemigo): Menschfeind= "misántropo".
-
Hay calcos que, sin copiar exactamente
la estructura morfológica del término de la lengua
original,
imitan la función de sus elementos y reproducen así su
significado:
el esp. "telefonazo" es calco del fr. coup de
téléphone;
como el fr. coup, el sufijo esp. -azo significa "golpe", pero,
lo
mismo en coup de téléphone que en telefonazo,
no un golpe material, sino un golpe realizado con el instrumento
nombrado.
-
El calco puede reproducir el
significado de una sola palabra, simple o compuesta, o el de una
expresión
compleja. Como ejemplo de expresión compleja podemos
señalar
el siguiente: es calco del ing. the man in the street el fr.
"l´homme
de la rue" y el esp. "el hombre de la calle" en el sentido de "el
ciudadano
corriente".
-
Cuando se reproduce por calco
el sentido de una sola palabra, puede hacerse o bien por
ampliación
del significado de una palabra ya existente o bien por la
formación
de una palabra nueva: el fr. punaise "chinche" (insecto)
pasó
a significar por metáfora una especie de clavo; el esp. chinche,
por calco del fr. punaise, incluyó entre sus
significados
el de "clavo de punta corta y cabeza grande y plana" desarrollando
incluso
el diminutivo
chincheta.
-
Pero la lengua que "calca" el
significado de una palabra extranjera puede hacerlo también
creando
con elementos propios una palabra nueva; entonces hablamos de neologismo.
Con el fr. miroir "espejo" se relaciona mirage en su
significado
de "fenómeno óptico que produce imágenes
invertidas",
"ilusión engañosa". El esp. formó sobre espejo
una palabra nueva, espejismo.
X. La interferencia
lingüística.
- El
uso de anglicismos.
El mayor riesgo del traductor
al practicar el calco es el de la "interferencia
lingüística".
Cuando entre dos lenguas hay un contacto prolongado, se produce casi
inevitablemente
la invasión del campo de una de ellas, el de la más
débil
o menos desarrollada, por la más vigorosa. Esto sucede siempre
en
las zonas de bilingüismo popular, y con demasiada frecuencia en el
bilingüismo culto de los traductores. Cuanto más
débil
sea el conocimiento o el dominio de la lengua propia, más
frecuentes
serán en la traducción las interferencias de la lengua
extraña.
Estas interferencias son calcos innecesarios o incorrectos, contrarios
a la norma o a la costumbre de la lengua a la que se va a traducir, y
se
designan con nombres que aluden a la lengua invasora: anglicismo,
galicismo,
italianismo, latinismo, etc.
En español son
frecuentes
en los anglicismos y galicismos. Veamos con algunos ejemplos de
anglicismos
donde queda reflejado un mal uso de estos (sustituimos lo que esta en
cursiva
en cada oración):
- Comentario
-
mal uso de las preposiciones:
-
Uso
indebido de en: un
ejemplo representativo seria la interferencia inglesa de in después
de interested, interest, etc: "su interés en". La
traducción
correcta seria "su interés por".
-
Uso
indebido de a: se
dice "introducción
a...", pero "introducir en...";"estimular
a...",
pero "estímulo
para...". "Desviarse, llamar la atención
y la evolución" rechazan la preposición
a y piden
hacia.
-
La
preposición de
es en español la que más usos tiene, pero hay algunos que
no le corresponden, por ejemplo precediendo al nombre que expresa un
tema
(uso que se remonta al latín clásico): De amiticia se
traduciría no por "De amistad", sino "Sobre la amistad".
-
La
conjunción completiva
que,
cuando
encabeza oraciones subordinadas que dependen de informar
o
estar
seguro debe llevar delante la preposición de,
aunque
that
no
vaya precedida de of en las construcciones inglesas
equivalentes
("nos informó de que se iba a casar").
-
colocaciones
impropias: entendemos
por colocación cualquier manera peculiar de construir
en
una lengua expresiones determinadas. Incluimos en este concepto los
llamados
"giros" o "locuciones", expresiones pluriverbales que se insertan en el
habla como piezas únicas.
-
impropiedades léxicas:
-
mal uso de la conjunción
"que":
-
uso inadecuado de quien:
-
abuso
de la voz pasiva: puede
decirse, en general, que el inglés tiende al uso de la pasiva
tanto
como el español al de la activa. Por consiguiente, muchas
construcciones
pasivas del inglés son en español inadmisibles.
-
mala
ordenación de
las palabras:
es una de las manifestaciones más frecuentes de
la presión del inglés sobre nuestra lengua.
-
redundancia:
se produce
cuando se calcan palabras del original, generalmente simples
apoyaturas,
que sobran en la traducción por no estar ya dicho lo que
significan
y no ser usuales como refuerzos.
-
concisión
excesiva:
-
Vinay y Darbelnet hablan de
étoffement,
"revestimiento"
o refuerzo de una palabra francesa que no se basta a si misma y
necesita
el respaldo de otras". Se trata:
-
Impropiedad
en el uso de
modo