Una de las grandes revoluciones a las que se enfrenta la sociedad del siglo XXI es el acelerado proceso de envejecimiento. Esta sociedad longeva es fruto tanto de la baja mortalidad como de la baja natalidad. Este cambio de la estructura demográfica está teniendo consecuencias sociales, económicas y políticas, que exigen una redefinición de la prestación de servicios públicos adaptada a la nueva realidad en términos de demandas sociales y en términos de los recursos económicos disponibles, los cuales interactúan para configurar la oferta e impactar en la equidad de las prestaciones públicas y privadas. Los objetivos de esta unidad de investigación, organizados en nueve líneas de investigación, se centran en, por una parte, generar conocimiento de calidad sobre todos los aspectos que indicen en la cuestión, empleando para ello las técnicas y aproximaciones cuantitativas y estadísticas más apropiadas, y, por otro lado, en realizar los estudios económicos, sociales y de planificación social que permitan reducir nuestras incertidumbres aumentando nuestro conocimiento para implementar las políticas y acciones más adecuadas mejorando la eficiencia del sistema.