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Uno de los temas estelares que se abordaron en las jornadas fue el proceso de implantación de la TDT en España y las posibilidades y ventajas que ésta puede aportar en un futuro que ya es presente. En ese sentido, tanto Eladio Gutiérrez, presidente de IMPULSA TDT, como Antonio Fernández-Paniagua, subdirector general de Planificación y Gestión del Espacio Radioeléctrico del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, se felicitaron de que la penetración de la TDT alcanza ya el 30% de los hogares españoles, consiguiendo ya una cuota de pantalla del 13% de share durante el pasado mes de abril. De ese modo, la TDT se convierte en la opción que más crece entre la audiencia. Unas cifras que irán en aumento y que sitúan España en el tercer puesto de Europa. El representante del Ministerio quiso, además, tranquilizar a quienes piensan que el ritmo de acceso a la TDT no sea suficiente para alcanzar a toda la población antes de que llegue el apagón analógico previsto para el 3 de abril de 2010. Por eso, aseguró que el Gobierno hará un plan de universalización para que ningún ciudadano se quede sin poder ver la televisión. Más críticos se mostraron tanto Enrique Bustamante, catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad Complutense de Madrid, como Jean Noel Dibie, profesor de la Sorbona de París y representante francés en la asociación de las televisiones públicas europeas EBU-UER. Durante su intervención, Bustamante reclamó un papel del Estado mucho más protagonista en este proceso de digitalización de lo que lo está haciendo. Para el experto, el Estado estaba convirtiéndose en un Estado publicitario y poco más. Por el contrario, es justamente el Estado quien debe garantizar que la televisión digital sea de verdad un servicio público; una televisión más diversa y plural, con contenidos de más calidad y accesible para todos; y que sea clave en el acceso a la Sociedad de la Información (SI). Este último aspecto también fue destacado por Andrés Armas, secretario general de IMPULSA TDT, quien reclamó que la TDT se convierta en una herramienta definitiva para incorporar a la SI a todos aquellos que todavía están excluidos. Precisamente, Bustamante adujo que faltaba liderazgo y lamentó la falta de organismos independientes que pudieran ordenar el sector y evitaran caer en el clientelismo y las prebendas políticas a la hora de repartir las frecuencias, sobretodo en las administraciones autonómicas que son las que tienen las competencias. Igualmente cuestionó que la Unión Europea esté presionando a los Estados para que agilicen el apagón analógico sin tener garantías de que el proceso se vaya a hacer atendiendo a la diversidad y al carácter público del servicio. Para Bustamante, un país que sea capaz de orientar esa tecnología hacia un verdadero servicio público construirá una democracia de mayor calidad y una economía más fuerte. En líneas muy parecidas se expresó Dibie, quien pidió que las televisiones públicas fueran las que asumieran ese liderazgo del que hablaba Bustamante, profundizando en los valores sociales y culturales de sus contenidos y olvidándose de hacer negocio con ellos. Dibie insistió de nuevo en que la TDT debe convertirse en una apuesta profundamente democrática de las sociedades occidentales y para ello debía garantizar unos contenidos diversos y de calidad y accesibles para todos. Mientras se acaba de regular la TDT, lo cierto es que una de las consecuencias más visibles de su implantación en España es la puesta en marcha de un gran número de canales en abierto, lo que hace necesario dotarlos de contenidos. La clave está en comprobar qué tipo de contenidos son los que las televisiones apuestan por desarrollar para ocupar tantas horas de emisión. Los teleoperadores tanto públicos como privados ya han dado algunos pasos en la producción de nuevos contenidos y más especializados pero, en general, los cambios se están llevando a cabo con ciertas dudas y cautelas. En parte, se debe a lo que comentó Bustamante acerca de un 'círculo vicioso'. Cuesta ver ahora mismo contenidos atractivos en la TDT porque ésta todavía no tiene una audiencia suficiente para que les sea rentable a las cadenas producir contenidos específicos para los nuevos canales. Y como no se ofrecen estos nuevos espacios, la audiencia no encuentra las motivaciones para dar el salto a la TDT cuando puede ver unos contenidos muy similares en la televisión tradicional. Lo mismo sucede con las empresas productoras de reproductores TDT con capacidad interactiva. Aún son bastante caros porque no hay una gran demanda que les permita poder fabricarlos en serie y abaratar los precios. Y no hay demanda, justamente, porque no hay contenidos donde se potencie la interactividad de los espectadores.

Los contenidos y los teleoperadores.

A estas dificultades, debemos añadir la notable reducción de audiencia que han padecido las cadenas en los últimos tiempos. Ahora, como explicó Eduardo García Matilla, presidente de Corporación Multimedia, las principales cadenas generalistas apenas llegan al 15% de la audiencia, cuando antes no bajaban del 25%. La audiencia se fragmenta, también la publicidad, y las cadenas deben responder ante estos nuevos desafíos. Una de las posibles soluciones pasa por entender la necesidad de ofrecer contenidos diferentes que consigan atraer a nuevos públicos y que se puedan intercambiar con otras plataformas de distribución de la televisión digital, como la televisión a través de móvil y de Internet, de muy buena acogida entre el público más joven. En esos términos se manifestó Carmen Bodega, de TVE, quien defendió la importancia del cruce y la convergencia entre sistemas. Por su parte, Ricard Mateu, jefe de programación de los Canales Digitales de TV3, admitió que los contenidos que están emitiendo las cadenas a través de la TDT son prácticamente los mismos. De hecho, Mateu consideró que las nuevas tecnologías no sustituyen a la televisión, solamente la complementan. Por ejemplo, comentó cómo TV3 aprovecha al máximo sus contenidos más rentables en términos económicos y de audiencia, que son emitidos y reemitidos a través de sus diferentes canales y soportes. Según su opinión, debe ser la audiencia la que reclame esos contenidos de calidad. En cambio, Jorge del Corral, de UTECA, centró su intervención en criticar un mercado televisivo con una oferta tan vasta. Para Del Corral, no hay publicidad suficiente para rentabilizar ese número de canales, públicos y privados. Aprovechó, entonces, para cuestionar el modelo de la televisión pública española, que se financia con dinero público y con parte del pastel publicitario, circunstancia que supone, para él, una competencia desleal. El modelo a seguir, según su criterio, es el británico de la BBC, que se financia a través de un canon que pagan todos los ciudadanos. De todas formas, insistió en la importancia de que las cadenas de televisión desarrollen nuevos contenidos, más personalizados y que profundicen en la relación con Internet. Especialmente seguidas por los estudiantes y los jóvenes creadores fueron las palabras de Pere Gibert, de la Xarxa de Televisions Locals de Catalunya. Para Gibert, los operadores de televisión local deben ser una fuente muy importante para desarrollar los contenidos de proximidad en este entorno digital. Además, su apuesta fue muy contundente a favor de la calidad frente a la cantidad de los contenidos y a favor de la potenciación de los usos interactivos y el talento de los jóvenes. En ese sentido, expuso la serie de ayudas y subvenciones de que dispone la Xarxa como el programa Incentiva o el proyecto Denominació d'Origen, en el que se ofrecen ayudas integrales a productoras y jóvenes para desarrollar contenidos para la plataforma de televisiones locales. No obstante, se lamentó de que ese esfuerzo no tiene la continuidad esperada por parte de las grandes televisiones que piden nuevos contenidos pero no invierten en ellos. La llegada de la TDT y sus nuevos canales abre, asimismo, nuevas oportunidades para el cine en un momento difícil como el actual. Lo dijo Gustavo Ferrada, responsable del Área de Cine de TVE, en una de las sesiones más esperadas. Asimismo, aseguró que el cine debe buscar nuevas formas de explotación porque las televisiones, en estos momentos, no pueden recuperar las inversiones que realizan, lo que sitúa la producción de cine español en una situación precaria y con más de una incógnita de cara al futuro. En un contexto en el que las descargas de películas y series de ficción a través de la red está suponiendo un recorte en los ingresos de las productoras y televisiones, Ferrada consideró que los patrocinios y las aplicaciones interactivas, entre otros elementos, pueden ser claves. Otra posibilidad menos popular podría ser conseguir que las personas pagáramos una cantidad, por mínima que sea, por cada descarga.

Los contenidos y la tecnología.

Las jornadas también tuvieron momentos en los que la tecnología aplicada a los contenidos fue el centro de atención. La convergencia de redes y soportes se convierte en un elemento fundamental para entender los cambios que está viviendo el sector audiovisual. En las jornadas, pudimos tener sobre una mesa a los principales actores en el diseño del entorno multiplataforma. La adaptación de la tecnología al nuevo perfil de usuario parece clave, convirtiéndose en el eje central del nuevo modelo de negocio. De eso hablaron Ignacio Fernández Vega, Director de Contenidos y Programación de Imagenio (Telefónica), y Pablo Oliete, de Abertis Telecom. Fernández Vega, además, presentó los servicios que ofrece su compañía a través de canales como Imagenio, Terra TV y Emoción, y reivindicó su papel como empaquetador de contenidos más que como productor. En ese sentido, Telefónica se convierte en el socio ideal para el proveedor de contenidos. Oliete, por su parte, destacó la responsabilidad del operador de infraestructuras en hacer llegar a todos los usuarios las ventajas de la televisión digital. También las televisiones públicas tienen mucho que decir en este proceso. El responsable del Área de Televisión Digital y Aplicaciones Interactivas de RTVV, Vicente Pla, insistió en las posibilidades que presenta la televisión a través de IP. Por ello, señaló la necesidad de normalizar su distribución con un formato estándar (DVB Home Network). La idea es que, con su implantación, se permita al usuario poder disfrutar de unos mismos contenidos independientemente de la plataforma con la que acceda a ellos. Finalmente, Jordi Mata, de TV3, estuvo un poco más crítico con el papel de las televisiones a la hora de explicar los servicios adicionals que ofrece la cadena pública catalana a través de la TDT. Lamentó, sobre todo, las debilidades de los servicios interactivos que ahora se están ofreciendo como consecuencia de un ancho de banda escaso tanto del canal por el que emite el teleoperador como del canal de retorno. Aún así, Mata consideró que el futuro debe pasar por un receptor híbrido que posibilite el acceso a Internet desde el televisor del salón, desde el que podamos descargarnos archivos y almacenar contenidos para un posterior visionado. Con todo, la interactividad parece ser uno de los elementos tecnológicos que más entusiasmo suscitan y algunas empresas y televisiones ya están avanzando en esa línea. Un ejemplo de ello lo tuvimos en la presentación de varios proyectos piloto en los que las aplicaciones interactivas y los contenidos audiovisuales se mezclan, ofreciendo una visión de cómo puede ser la televisión del futuro. Los proyectos presentados estuvieron a cargo de José Juan Gutiérrez, de iRTVE, que mostró la posibilidad que ofrece el canal digital de retorno para que los espectadores puedan contestar las preguntas de un concurso al mismo tiempo que los participantes en el plató. Joan Rosés, de Activa Multimèdia Digital, ofreció un proyecto para mejorar la administración electrónica de los ciudadanos, lo que vendría a ser la T-Govern (administración electrónica a través del televisor). Miguel Alborg, de IDI EIKON, presentó un proyecto de servicios socio-sanitarios llamado Seniority. Por su parte, José Luis Vázquez, de Mirada, prefirió centrar su tiempo en el análisis del consumidor, quien verdaderamente decidirá qué contenidos se acabarán consolidando. Más reticencias genera entre los productores y las televisiones españolas la Alta Definición (HD), según Jaume Rey, Director de Panasonic Provideo Broadcast en su división europea. Para Rey, la HD ya ha dejado de ser algo único y extraordinario, algo especial. En ese sentido, animó al sector audiovisual español a dar un paso decidido hacia la producción de contenidos en esta tecnología, sobretodo si se trata de contenidos de largo recorrido de explotación como la ficción, los documentales y las retransmisiones deportivas. Rey, en cambio, advirtió que España está llegando tarde a la incorporación de la HD en todo el proceso de creación audiovisual, fundamentalmente respecto Estados Unidos y Japón, donde ya existen canales en las plataformas de cable y satélite, que emiten 24 horas en HD. Pero también en Europa, donde países como el Reino Unido, Francia y los países nórdicos llevan ya un tiempo invirtiendo y produciendo contenidos en HD. Las razones hay que encontrarlas, según dijo, en el miedo escénico de algunos profesionales y en las reticencias de los broadcasters españoles, que harán que España sea uno de los pocos países europeos en los que se no se puedan ver en HD los Juegos Olímpicos de Beijing de este verano. Para Rey, una de las grandes ventajas de producir en HD es que se trata de un negocio en auge, en el que hay que dejar de centrarse exclusivamente en los mercados locales y nacionales y empezar a producir para los mercados globales. Un ejemplo de ello son las plataformas de contenidos de Internet como Youtube y otras. En ese sentido, los países europeos, gracias a su herencia cultural, tienen una gran ventaja. También España, con un mercado potencialmente global gracias a la lengua, hablada por más de 400 millones de personas en todo el mundo. En la misma sesión pudimos disfrutar de algunas imágenes de la serie de la BBC “Planeta Tierra”, grabada íntegramente en HD. Su director, productor y co-guionista Mark Linfield, después de pasar todo el día en los aeropuertos finalmente consiguió llegar desde Bristol, para contarnos las ventajas de utilizar esta tecnología. Para Linfield, todo el equipo de la serie se convirtió en un entusiasta de la HD porque se trata de una tecnología muy parecida al cine (tiene un poco menos de sensibilidad) pero con lo positivo del vídeo, como la versatilidad y la claridad de las imágenes, sobretodo en la grabación de espacios abiertos.

Los contenidos del futuro: propuestas de estudiantes y jóvenes creadores.

Para terminar, las I Jornadas CONTD sirvieron para que varios estudiantes de comunicación de la Universitat de València y otros jóvenes creadores pudieran presentar y defender sus proyectos ante una selección de profesionales del sector audiovisual valenciano y español. La cita fue una sesión de pitching, que estuvo moderada por Ximo Pérez, presidente de Trivisión y de la PAV (Productors Audiovisuals Valencians) y en la que participaron Joan Úbeda, de Mediapro; Jordi Hidalgo, de RTVV; César Martí, de Conta Conta producciones; Francisco José Gutiérrez, de RTVE; y Emilio Oviedo, de Índigo Media. En total se presentaron cinco proyectos: Frikibug, una serie de ficción para Internet ambientada en el área de reclamaciones de una empresa de electrodomésticos; Slap Village, una serie de animación con mucho humor situada en el oeste americano y presentada por la productora Monkey Toons; Sin reservas, un 'docu-game' en el que encontramos elementos de reality, de concurso y de programa de viajes; Vidas de película, un 'docu-show' en el que películas muy famosas sirven como contexto para explicar casos reales de personajes anónimos; y Enredados, una comedia de situación que tiene como protagonista las relaciones que se establecen entre varios personajes a través de las nuevas tecnologías. Entre los participantes había estudiantes de primer y segundo curso del Máster Oficial en Contenidos y Formatos Audiovisuales, y estudiantes de cuarto curso de Comunicación Audiovisual de la Universitat de València.