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Un año más, y van tres, las Jornadas CONTD – Contenidos para la Televisión Digital, celebradas los pasados días 3 y 4 de junio, han servido como punto de encuentro de los diversos agentes del sector audiovisual español. Las jornadas, organizadas por el Máster en Contenidos y Formatos Audiovisuales de la Universitat de València, han reunido en esta ocasión a expertos, profesionales y académicos que han reflexionado y debatido sobre los llamados contenidos de calidad, en un momento de profundas transformaciones con la llegada de la televisión digital terrestre (TDT), la entrada en vigor de la Ley General de la Comunicación Audiovisual, la nueva financiación de RTVE y la irrupción definitiva de nuevas tecnologías de distribución, consumo y creación de contenidos audiovisuales, como Internet y el móvil. Y todo ello se ha producido en medio de una grave crisis económica que ha alterado enormemente las reglas de juego de todos los agentes implicados.

En este escenario complejo y cambiante, el foro ha cumplido y reforzado ampliamente las expectativas que se habían creado desde la organización. En ese sentido, estamos plenamente satisfechos del nivel de las conferencias, mesas redondas y debates que se produjeron durante el encuentro, así como de las comunicaciones presentadas, cuyas conclusiones suponen un estímulo muy importante para continuar en esta línea en el futuro. Precisamente de la consolidación de las jornadas y de su sentido innovador habló Esteban Morcillo, Rector de la Universitat de València, en la inauguración de las mismas. Como muestra, las jornadas pudieron seguirse en directo a través de Internet y tuvieron más de 1.000 visitantes, una cifra a tener en cuenta. Morcillo, asimismo, destacó cómo este tipo de actos proyectan la universidad a la sociedad, uno de los objetivos de la institución, y animó a la organización a la realización de más ediciones.

El valor de los contenidos audiovisuales.

Una de las principales conclusiones a las que llegamos entre todos fue que no existe un consenso a la hora de decir cuáles son los contenidos de calidad, aunque sí podemos establecer una serie de parámetros estéticos, narrativos y técnicos que aportan calidad a los contenidos. De ello hablaron los catedráticos de Comunicación Audiovisual Emili Prado, de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), y Enrique Bustamante, de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Para abordar la cuestión, Bustamante reclamó que prestáramos atención a las estructuras y contenidos en su articulación en el mercado, ya que el sistema televisivo que tenemos determina los modelos de gestión y de negocio. Y puso el ejemplo de la TDT, que nació como una gran promesa y cuya evolución, a día de hoy, es bastante decepcionante. Por ejemplo, en la oferta que recibimos, tema sobre el que también insistieron algunas comunicaciones presentadas.

En esa línea, tanto Elisenda Malaret, miembro del Consell Audiovisual de Catalunya, como el mismo Prado, advirtieron que tener acceso a una diversidad de canales elevada no es sinónimo de pluralidad de contenidos y mucho menos de calidad. Una circunstancia que, según Prado, no es exclusiva del sistema español sino de toda Europa. Así, la mayoría de primeros canales europeos se nutren de grandes macrogéneros, como la información, la ficción y el info-show, con lo que la oferta se homogeneiza. Por el contrario, los canales temáticos y especializados, salvo algunas excepciones, esconden muchos contenidos generalistas, sobradamente amortizados, con escasa innovación y poco valor añadido.

Una de las razones que explican la poca diversidad y pluralidad de contenidos se encuentra, tanto para Bustamante como para Prado, en el papel secundario que ha ocupado la televisión pública en España en esta transición digital. En concreto, Bustamante se mostró especialmente crítico con el gobierno socialista actual que, según su punto de vista, cambió la política audiovisual en el último año para favorecer a las televisiones privadas en detrimento de la televisión pública, imitando las decisiones de Sarkozy en Francia y de Berlusconi en Italia. Por ejemplo, explicó que la eliminación de la publicidad en la televisión pública podría suponer una gran limitación en su modelo de financiación y, en consecuencia, podría alterar a la baja su programación y sus contenidos. Una circunstancia sobre la que alertó también Prado, que apuntó la necesidad de una mirada pública sobre todos los géneros, no sólo los informativos, sino también sobre la ficción y el entretenimiento.  Estas limitaciones explicarían que algunos expertos hablasen de una posible regresión en el servicio público televisivo.

Tal vez debamos esperar, como se señaló, a que se complete el reparto del dividendo digital y se produzca el ajuste definitivo de los múltiplex entre las teledifusoras, previsto para 2011, cosa que debería provocar un cambio sustantivo en los contenidos y las rejillas de programación. Por otra parte, las cadenas deberán también empezar a adaptar sus contenidos al nuevo marco regulador, a fin de que el recién creado Consejo Estatal de Medios Audiovisuales (CEMA) actúe como verdadero organismo de control del flujo mediático y sus contenidos. Ése debería ser un momento clave para que las cadenas públicas, como dijo Prado, se posicionaran como tractoras de la industria audiovisual y como referentes para toda la sociedad.

En cambio, para las representantes de las cadenas españolas, públicas y privadas, la situación se observaba con otros ojos. Eva Cebrián, Directora de Programas de TVE, defendió el modelo de financiación de la cadena pública, sin publicidad, y recalcó la posición de liderazgo que ha conseguido la primera cadena en los últimos meses, con productos como la serie Águila Roja o info-shows como Comando Actualidad y Españoles en el mundo. También destacó la buena aceptación que están consiguiendo géneros como las TV movies, sobre todo las de sucesos que han impactado la opinión pública y las basadas en personajes relevantes de la sociedad española, como el Rey Juan Carlos. Por su parte, Mar Martínez-Raposo, Directora de los canales Neox y Nova del grupo Antena 3, aseguró que la fragmentación de canales no tiene que llevar consigo, necesariamente, una degradación de los contenidos. Y puso como ejemplo los dos canales que dirige, que han conseguido posicionarse con cifras de audiencia interesantes dentro de la oferta de TDT como propuestas de contenidos específicos: Neox para un público juvenil y Nova como canal de lifestyle y para un público femenino. De hecho, explicó que tanto en Neox como en Nova se están estrenando contenidos de producción propia exclusivos para esas pantallas, circunstancia que no están haciendo el resto de canales.

Sin embargo, para otros participantes, no deberíamos mesurar la rentabilidad de los contenidos emitidos exclusivamente en términos de audiencia, en saber si un contenido funciona o no funciona respecto el número de personas que lo ven, sino que habría que prestar más atención a su valor en términos sociales. Sobre todo en las televisiones públicas, aunque no está de más recordar que las emisiones de las televisiones comerciales también son un servicio público. Un primer paso ineludible debería ser, como explicaba una comunicación, conocer qué opinan los usuarios, el público, más en su papel de ciudadanos que de meros consumidores.

Por ejemplo, ante la dificultad para medir las audiencias en las televisiones locales, Miquel Bonastre, del Consorci de Televisió Local de Catalunya, apostó por otros parámetros para medir la influencia social y los ingresos publicitarios, como es la notoriedad, teniendo en cuenta que las televisiones locales, a diferencia del resto, conocen muy bien a su audiencia, casi personalmente. En líneas similares, Francesc Escribano, de Minoria Absoluta, reivindicó en la clausura de las jornadas una valoración cualitativa y no sólo cuantitativa de los contenidos que emiten las televisiones. Fundamentalmente porque los espectadores nos acercamos a la televisión de una forma cualitativa, diciendo si nos gusta o no nos gusta los que vemos y porqué. En la actualidad, las cadenas y productoras saben, por los datos que ofrecen los audímetros, cuánta gente ha visto un programa pero no lo que piensan de él. Ante esta circunstancia, Escribano asumió que tanto las cadenas como las productoras acaban teniendo una actitud conservadora, ya que lo que prima es conseguir buenas cifras de audiencia que garanticen los ingresos publicitarios.

La respuesta, de algún modo, vino de Yolanda Marugán, Directora del Instituto de RTVE y de Jordi Hidalgo, Subdirector de Programación y Programas de Canal 9, para quienes el nivel de riesgo y de creación de nuevos contenidos depende de la estabilidad financiera de las cadenas, una circunstancia muy difícil en períodos de crisis como el actual. En concreto, Marugán aseguraba que necesitamos llegar a un model económico estable que nos permita crecer. En estas condiciones, Hidalgo explicó que la apuesta de la televisión autonómica valenciana son los contenidos de proximidad y de testimonios, entendidos como una forma de aproximarse a los ciudadanos y a la realidad valenciana. Una idea que se podía observar en los formatos de entretenimiento y la ficción que había estrenado la cadena en los últimos tiempos, como La Alqueria Blanca, Gormandia o Valencians pel món, y en los que vendrán en las próximas temporadas. Un modelo que, sin embargo, también se configuraba a partir de apuestas más seguras pero más caras y menos locales, como la Champions League o la Fórmula 1

Las empresas productoras independientes también están sufriendo las dificultades económicas. En ese sentido, Pancho Casal, de Continental Producciones, hizo una apuesta clara por la creatividad y los nuevos talentos como manera de superar la crisis. Como el mismo Escribano, quien animó a productoras y cadenas a arriesgarse en el futuro como única vía para conseguir el éxito social y económico. Por su parte, Fernando Carrión, de la Asociación Valenciana de Empresas Productoras de Animación (AVEPA), aseguró que el audiovisual debía adaptarse a estas nuevas circunstancias. Así, tener poco presupuesto podría ayudar a cambiar ciertas rutinas y acercarnos a una producción más inteligente. Es lo que ha sucedido en el sector de la animación, que, según explicó durante su intervención, no está notando demasiado la crisis, sino más bien al contrario. Y eso ha sido posible porque las empresas de animación han buscado nuevos mercados y han explorado otras posibilidades de negocio más allá de las tradicionales. La apuesta por la creación en un sector que suele moverse en la escasez, como es el de las locales, también fue una reivindicación de Bonastre, teniendo en cuenta que la penalización de las televisiones locales respecto el fracaso de los contenidos que emiten es menor que la de las cadenas generalistas y temáticas de mayor presupuesto. Por eso, para Bonastre, dentro de los contenidos hay muchas oportunidades para las locales, aunque deben saber lo que pueden hacer y lo que no. Su posición es que las locales deberían centrarse en los contenidos de proximidad, a nivel de la información y del deporte sobre todo, y dejar de hacer contenidos generalistas de baja calidad.

Lo cierto es que la apuesta por la creatividad y la innovación en los contenidos no debería provenir exclusivamente de las cadenas y la producción independiente. También las universidades, en su capacidad formativa, deben hacer propuestas sobre cómo podría ser la televisión del futuro. En ese sentido, como viene siendo habitual, los estudiantes del Máster en Contenidos y Formatos Audiovisuales de la Universitat de València, pudieron presentar en una sesión de pitching los proyectos de programas desarrollados a lo largo del curso a una selección de representantes de las cadenas y productoras españolas. Los formatos seleccionados fueron: El Efecto Doppler, un magazine divulgativo sobre ciencia, contado de manera informal y humorística; De un momento a otro, una producción de ficción histórica a partir de la colaboración entre distintas televisiones autonómicas; El listillo, un concurso de preguntas-respuestas sobre la lengua española aderezado con mucho humor; Made in, un microespacio divulgativo en el que se explica la historia y las curiosidades de los objetos cotidianos; y Adoptamos, un docu-reality sobre el mundo de la adopción internacional contado a partir de la experiencia de diferentes familias. La mayoría de proyectos obtuvieron una buena acogida y fueron valorados positivamente por parte de los profesionales que formaban el tribunal, lo que demuestra el nivel alcanzado en esta edición del Máster. Los profesionales invitados este año fueron Ximo Pérez, presidente de Productors Audiovisuals Valencians (PAV), Francesc Picó, Jefe de Ficción de TVV, Alberto González, del departamento de I+D de Cuatro y José Manuel Pinillos, Director de Contenidos del Canal Cultura de RTVE.

La irrupción de los nuevos medios.

 Durante las jornadas, además, se constató la consolidación de medios como Internet y el móvil como plataformas de distribución, consumo y creación de contenidos audiovisuales. Unas pantallas a las que cada vez se suman más personas, fundamentalmente los más jóvenes pero no sólo, atraídas por la capacidad de consumir los contenidos a la carta que ofrecen, por el nivel de participación que incorporan y, probablemente, porque en la televisión tradicional no encuentran aquellos contenidos que les interesan. En ese sentido, se habló de los nuevos medios como de una nueva esperanza tanto para la pluralidad de contenidos y la dinamización social de la que hablaba Bustamante, como para articular nuevos modelos de negocio, como insistió Antonio Mansilla, de la Associació Valenciana de Productors Independents (AVAPI), y algunas comunicaciones presentadas en la parte congresual.

Estas cuestiones fueron tratadas en la intervención de la catedrática de Comunicación Audiovisual de la UAB, Rosa Franquet, quien señaló que el sector audiovisual debe estar abierto a la innovación y no puede dar la espalda a los contenidos cross-media, es decir, contenidos diseñados para la convergencia tecnológica que aprovechan todas la ventanas de exhibición y, también explotación, disponibles. Eso, sin duda, explicó Franquet, obliga a las empresas productoras y a los creativos a re-pensar los contenidos audiovisuales y ajustarlos a esta nueva coyuntura, muy ligada a los cambios permanentes que están produciéndose, sobre todo en el consumo. Una de los ejemplos de nuevos contenidos que pudimos contemplar durante el foro fue el caso de Balzac TV, la webTV de Héctor Milla, quién lanzó una visión optimista del nuevo panorama. Para Milla, la clave está en la hibridación de los formatos, la interactividad y la emoción, así como en cambiar la tradicional comunicación de masas por una comunicación de multitudes, es decir, de nichos suficientemente amplios que garanticen las inversiones publicitarias suficientes para mantener este tipo de propuestas.

Desde un punto de vista más escéptico, o realista, según se mire, el catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad Rey Juan Carlos, José María Álvarez Monzoncillo, afirmó que existen posibilidades de negocio en Internet aunque reconoció a renglón seguido que todavía hay muchas incertidumbres. Por ejemplo, Álvarez Monzoncillo aseguró que, de momento, Internet aún no ha producido un incremento notable de ingresos para la industria audiovisual equiparable al aumento del consumo. Es verdad, sin embargo, que Internet ha permitido que pequeños productos que sólo se podrían difundir por esa ventana, hayan conseguido llegar al mercado global, pero son casos muy aislados. En consecuencia, para el experto, la televisión continúa siendo a día de hoy el elemento central del negocio audiovisual. Eso no significa que en el futuro pueda haber una estrategia mixta de ingresos, mediante la publicidad y las cuotas de los ciudadanos que pagarán por ver los contenidos por Internet, que permita a las empresas financiar sus productos y hacer rentable la producción de nuevos contenidos.

Habrá que estar atentos a cómo se desarrolla el mercado audiovisual en los próximos años. En cualquier caso, conviene recordar que no por el mero hecho de ser contenidos para Internet o el móvil, éstos ya tienen un valor en términos de calidad en sí mismos. Nuevamente, como sucede con la televisión tradicional, deberemos establecer entre todos cuáles son los criterios que señalen la calidad de los contenidos diseñados expresamente para los nuevos medios o para ser consumidos mediante distintas pantallas. De todas formas, Marugán animaba a quedar-se con la esperanza y no con la incertidumbre.

La apuesta por la calidad técnica.

Por último, otro de los parámetros para mesurar la calidad de los contenidos audiovisuales debe estar relacionado con los avances tecnológicos aplicados a la emisión y recepción de los mismos. Conseguir una mayor calidad de imagen y sonido o tener una experiencia audiovisual se han convertido, de un tiempo a esta parte, en cuestiones centrales para muchas cadenas y empresas de producción. Como muestra, el catedrático de Comunicación Audiovisual de la UCM, Hipólito Vivar, puso en valor los servicios interactivos de los contenidos audiovisuales, aunque aún no se hayan desarrollado todo lo esperable y deseable. Según su criterio, la televisión interactiva debería ir ligada a una funcionalidad avanzada, a una conectividad de banda ancha asequible para la mayor parte de las personas, a la movilidad y a los dispositivos que individualizan a los individuos.

Por otra parte, Pere Vila, Director de Tecnología de RTVE, animó a re-pensar la TDT a partir de la incorporación de los canales en Alta Definición, sobre todo desde la cadena pública. También Ángel García Castillejo, de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), profundizó en las ventajas que supone el Alta Definición y en la posibilidad que estas mejoras acaben ofreciéndose de manera exclusiva en la TDT de pago, todavía por explorar. Por su parte, Sergi Alsina, de Abertis Telecom, planteó la situación de la televisión en movilidad en España con la consolidación de los dispositivos 3G, las pantallas táctiles y el estímulo del iPhone. Para Alsina, la televisión en movilidad, aún en ciernes, puede mejorar la experiencia audiovisual del usuario y abrir nuevas vías de negocio para muchas empresas. Por último, Lluís Grau, del departamento de Ingeniería de Televisió de Catalunya, presentó las ventajas y también las limitaciones del 3D aplicado a la televisión. Grau comentó que no visualiza canales 3D en exclusiva para la TDT, aunque la experiencia tridimensional cada vez se extienda más en soportes como el cine y los videojuegos como una nueva estrategia comercial. Según Grau, el 3D en televisión se introducirá poco a poco en algunas películas y en grandes eventos, fundamentalmente deportivos. En el resto de contenidos, este tipo de tecnología es inviable económicamente en la actualidad. 

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Y esto ha sido todo. Desde la organización de las III Jornadas CONTD estamos más que satisfechos con el resultado de las mismas y ya estamos empezando a trabajar en las del año próximo, que dedicaremos a los contenidos de ficción en sus diferentes formatos y pantallas. Os esperamos.