Un último informe de la OIT refleja un paso atrás en el leve progreso que se había registrado en las cifras de desempleo juvenil a nivel mundial en los últimos años. Este estudio destaca el aumento de la precariedad laboral y el incremento de la tendencia migratoria entre los jóvenes.
16 de septiembre de 2016
El desempleo entre jóvenes continúa siendo uno de los principales problemas y preocupaciones a nivel mundial. La cifra de desocupación juvenil había descendido desde 2013 hasta que este año ha vuelto a registrar un aumento de medio millón de personas para llegar a los 71 millones de parados. En los últimos tres años ya se habían recuperado hasta tres millones de puestos de trabajo.
El informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre tendencias del empleo juvenil destaca que las cifras de desempleo pueden enmascarar la situación real. Las cifras positivas de empleabilidad se traducen en la existencia de empleo para los jóvenes, pero no tienen en cuenta la calidad del trabajo. “Muchos jóvenes están trabajando pero, no ganan lo suficiente para salir de la pobreza”, describen los autores del documento de la OIT.
"Muchos jóvenes están trabajando pero, no ganan lo suficiente para salir de la pobreza”
Más precariedad
Un total de 156 millones de jóvenes en países emergentes y en desarrollo viven en situación de extrema pobreza pese a tener empleo. La misma tendencia se observa en países desarrollados donde el riesgo de pobreza es más elevado entre los ciudadanos menores de 25 años que aquellos con edades comprendidas entre 25 y 54. Esta precariedad entre los jóvenes se debe a que los trabajos son peor pagados, habitualmente trabajan de forma informal –en ocasiones sin remuneración– y abundan los contratos de media jornada y temporales, aunque un 64% de los jóvenes en activo no desean estas condiciones.
"Mejorar los resultados para los jóvenes “es fundamental para la construcción de sociedades inclusivas y sostenibles”
Dispuestos a emigrar
Ante esta situación se ha producido un incremento de jóvenes que están dispuestos a emigrar tanto para mejorar su formación como su situación laboral. El informe indica que en 2015 alrededor de 51 millones de inmigrantes con edades entre 15 y 29 años dejaron sus países de origen en busca de nuevas y mejores oportunidades, de este total, más de la mitad son ciudadanos de países desarrollados. Además, el 20% de la población juvenil de todo el mundo no tendría problemas en trasladarse de forma permanente a otro país. La población del África subsahariana, Latinoamérica, del norte de África y de los Estados Árabes es la que más porcentaje de emigrantes registra. Por el contrario, Norteamérica y el sudeste asiático son los lugares donde menos jóvenes tienen la intención de abandonar su lugar de origen.
Asimismo, un hecho que mantiene la misma tendencia en los últimos estudios es la disposición a dejar sus países natales aquellos jóvenes procedentes de zonas rurales, especialmente de sitios en vías de desarrollo.
El informe de la OIT remarca que mejorar los resultados para los jóvenes “es fundamental para la construcción de sociedades inclusivas y sostenibles”. Los objetivos de la Agenda para un Desarrollo Sostenible establecidos para 2030 empujan a las instituciones a lanzar políticas económicas encaminadas al cumplimiento de estos retos.
