En el programa electoral con que el actual Consejo de Dirección concurrió a las pasadas elecciones quedó patente la visión de universidad a partir de la cual se trabajará durante los próximos cuatro años.

Una visión que se tiene que integrar en el conjunto de cambios sociales, económicos y normativos que se están produciendo en los últimos años, incluso meses, y que plantea una serie de retos para el periodo 2023-2026. Entre estos retos, hay que destacar:

Mantener una formación universitaria de excelencia, función fundamental de las universidades, tal como se establece en la normativa básica del Sistema Universitario Español (Ley Orgánica 2/2023, de 22 de marzo, del sistema universitario -LOSU-, art. 6). Para conseguirlo, se requiere transmitir los conocimientos, junto con las competencias y habilidades inherentes a estos, que el estudiantado tiene que adquirir para obtener los títulos universitarios, y hacerlo cumpliendo ampliamente los estándares de calidad que establece el marco del Espacio Europeo de Enseñanza Superior (EEES).

Mantener la UV en una posición de excelencia en la investigación científica y en la transferencia al sistema productivo y a la sociedad, apostando claramente por la captación y la retención de talento, la investigación de excelencia. Investigación y transferencia que tienen que estar, también, al servicio de la mejor docencia universitaria.

Continuar desplegando la transformación digital, tanto en la gestión como en el conjunto de actividades universitarias, sin perder el elemento diferencial de la presencialidad, que es clave en la formación de destrezas y valores a través de la vida universitaria.

Mantener e incrementar la capacitación permanente del personal docente e investigador (PDI) y de administración y servicios (PTGAS1), para el mejor cumplimiento de sus funciones. Y hacerla coexistir con la renovación planificada de nuestras plantillas, corrigiendo las disfunciones generadas por las restricciones a que se han visto sometidas durante años las administraciones públicas, especialmente por las tasas de reposición, que han provocado un incremento de la edad mediana de las plantillas y una ralentización de los procesos de estabilización y promoción de PDI y PTGAS.

Impulsar los principios de gestión responsable, eficaz y eficiente para optimizar el buen uso de los recursos públicos.

Mantener e incrementar nuestras políticas de compromiso con la sostenibilidad y con una universidad inclusiva basada en los principios de igualdad y diversidad.

Mantener la Universitat de València como un agente cultural de primer orden que transfiera conocimiento y cultura más allá de sus campus universitarios.

Adaptar nuestras políticas y marcos normativos a las exigencias que plantea la implementación de la LOSU.

Incorporar aquellos aspectos que prevé el Plan plurianual de financiación (PPF) del Sistema Público Universitario Valenciano (SPUV), especialmente los que están relacionados con la financiación por objetivos a través del llamado Fondo de Mejora de la Calidad.

E incorporar también las exigencias de los cambios legislativos de otras normas que afectan directamente los ámbitos competenciales de las universidades públicas, como es el caso de la Ley 17/2022, por la cual se modifica la Ley 14/2011 de la ciencia, la tecnología y la innovación, el Real decreto ley 32/2021 de medidas urgentes para la reforma laboral, la garantía de la estabilidad en la ocupación y la transformación del mercado de trabajo, o la Ley 3/2022, de 24 de febrero, de convivencia universitaria, entre otras.

Una universidad moderna, líder del SPUV y capaz de afrontar los nuevos retos y exigencias, convirtiéndolos en oportunidades para mejorar sus niveles de excelencia y de servicio a la sociedad. Esta visión es la meta con que se diseña este Pla estratégico de la UV para el periodo 2023-2026 (PEUV 2023-2026).

1Nueva terminología planteada por la LOSU, que se corresponde con la anterior categoría de PAS.