Los insumisos presos en la Prisión militar de Alcalá de Henares están sufriendo agresiones de neonazis


[Como puede que ya supiérais por la prensa, entre el lunes y el miércoles de la primera semana de junio de 1998, cuatro insumisos que se encontraban entonces presos en la Prisión militar de Alcalá de Henares sufrieron varias agresiones por parte de otros presos vinculados a grupos neo-nazis con la connivencia e incluso el apoyo de funcionarios del centro así como de la dirección del mismo A continuación os transcribirmos la nota de prensa y otros documentos informativos difundidos por el MOC Madrid en los días siguientes, entre los cuales encontrarás un texto-modelo que se envió como fax a la Dirección así como al Juez de Vigilancia Penitenciaria de la Prisión Militar de Alcalá de Henares.]

Relato de la situación de los insumisos presos en la Prisión militar de Alcalá de Henares

MOC Madrid.

Junio, 1998

Desde el ingreso en la prisión de los primeros insumisos que declaramos nuestra condición de tales una vez ingresados en los los cuarteles adonde fuímos llamados para cumplir el Servicio Miltar (dentro de la nueva campaña de desobediencia civil antimilitarista) en febrero de 1997, hemos puesto en conocimiento a través de diversos escritos, en diversas ocasiones, tanto de los medios de comunicación como de las autoridades militares y civiles (Coronel-Director del Establecimiento Penitenciario Militar, Juzgado Militar de Vigilancia Penitenciaria, Tribunal Militar Territorial 1º y Defensor del Pueblo) una serie de, sospechas al principio, y ahora ya hechos constatados en los que afirmamos que existen, como mínimo, dos celadores vinculados a la extrema derecha (concretamente a la organización de Bases Autónomas) que desde un principio han mantenido una animadversión manifiesta hacia gitanos, árabes, homosexuales e insumisos, aunque solamente los insumisos hemos podido denunciar lo que estaba ocurriendo. Las denuncias se concretan en varios escritos al Coronel, quejas al juzgado de vigilancia y una denuncia ante el tribunal militar territorial 1º por malos tratos, abusos de poder, y amenazas, además de un escrito al defensor del Pueblo.

Durante este periodo hemos recibido, tanto los insumisos presos como algunas de las personas que los visitan, amenazas de muerte, tanto por carta como por teléfono (hechos denunciados en los juzgados civiles de Alcalá), sin que hasta la fecha y en algunos casos después de trascurridos más de seis meses se hayan tomado medidas de ningún tipo. Pero esta situación creíamos, inocentemente, que tendríamos que soportarla, con el miedo constante que eso genera, pero que sería raro que fuera a más. Pero de un tiempo para aquí, observamos como progresivamente iba entrando material neonazi y de Bases Autónomas, sin que por parte de la administración se hiciera nada al respecto, todo lo contrario, esta entrada contaba con el beneplácito de la misma y era alentada por los dos celadores antes referidos.

Poco a poco a medida que ese material entraba en la prisión se iba creando un nutrido grupo de presos de cabezas rapadas (unos 6 ó 7 en un pabellón con menos de 30 internos). Este grupo progresivamente se iba consolidando, fortaleciendo y amedrentando al resto del colectivo de presos, que evidentemente no podían plantarles cara. En varias de las visitas hemos podido observar que algunos ostentaban simbología fascista, y en la prisión, poco a poco se hacía más y más cotidiano los símbolos nazis, como el canto del cara al sol, levantar el brazo...

Durante todo ese tiempo, pese a que todos los celadores observaban un enrarecimiento del ambiente, la dirección de la prisión no hizo nada al respecto. Incluso uno de los presos está procesado por asesinato y pertenencia a un grupo de "cabezas rapadas", encontrandose en situación de preso preventivo, y sin condición de militar, por lo tanto de un modo irregular.

La situación de beligerancia, violencia y amenaza diaria se tornó directa y palpable cuando el pasado día 8 de Junio se acercaron a la celda en la que estaban los 4 insumisos presos y, cerrándola desde fuera, y con un espray a través de la mirilla prendieron fuego saliendo una llama por la ventana de la celda (el uso de este tipo de espray como pequeños lanzallamas es algo que por desgracia se empieza a convertir en algo habitual en las agresiones de los cabezas rapadas). Otra vez les abrieron la celda, y cinco minutos más tarde la volvieron a cerrar. Cuando de nuevo la volvieron a abrir, salieron a intentar entablar una conversación y tratar de arreglar la cosas pero, sin mediar palabra, a uno de ellos lo agredieron y les hubieran a agredido al resto si no fuera porque de casualidad un celador apareció por el pasillo de la sección.

Acto seguido, y viendo que su integridad física realmente peligraba, solicitaron hablar con el oficial de servicio interior. Expusieron la situación tan grave que existía, y les informó que pondría todos estos hechos en conocimiento del director de la prisión. Ellos, obviamente, solicitaron especiales medidas de seguridad, las cuales no fueron tomadas. Al día siguiente se entrevistaron con el Coronel-Director de la prisión informándole de lo ocurrido, y explicándole que estos hechos, aunque gravísimos, eran la punta del iceberg, y lo que realmente había de fondo era un problema de muchísima más entidad. La sorpresa vino cuando no se tomaron medidas de ningún tipo al respecto hasta el día de hoy (miércoles 10 de Junio), cuando en otras ocasiones y por hechos mucho más puntuales y de menor trascendencia sí se había tomado.

La constatación de que la inseguridad por la que están atravesando los insumisos es real se manifestó cuando ese mismo día, después de comer, a otro de ellos lo agredieron delante de la celda. Ese mismo día el comandante subdirector de la prisión tomó declaración a varios internos del grupo de neonazis, permitiendo luego que la situación de seguridad fuera la misma de siempre, con la negligencia que esto supone, por lo que estamos convencidos que se está utilizando a este grupo de neonazis como instrumento para agredir a los insumisos con el beneplácito e incitación de la dirección de la prisión.

Y de las posibles consecuencias que de todo esto puedan derivarse hacemos como único y último responsable al coronel director de la prisión, don Jesús Ranera Alós.

Las agresiones se repiten

Después de las agresiones ocurridas a partir del lunes día 8 de junio, se ha producido un nuevo ataque a los insumisos que cumplen condena en la citada cárcel, poniendo de manifiesto la falta de medidas adecuadas por parte del director de la prisión.

Los hechos se produjeron sobre las 17:00 h. del día de hoy (viernes, 12), cuando un celador dejó abierta la puerta de la sección en la que se encuentran los insumisos y varios presos neonazis penetraron en ella, introduciéndose en las celdas de dos de ellos, Ramiro Paz y Plácido Ferrándiz, a los que golpearon violentamente varias veces.

El Coronel Director de la Prisión Militar, D. Jesús Ranera Alós, ni siquiera estaba presente en las instalaciones en el momento de la agresión, y hasta el lunes no volverá al establecimiento penitenciario. El celador mayor que se hallaba hoy de guardia, y por tanto responsable de la sección donde se encuentra encarcelada la tropa sin graduación militar, era el mismo que estuvo de guardia durante las anteriores ocasiones en las que se produjeron percances, tanto con los internos como con las visitas. El jefe de servicio, responsable del buen funcionamiento de la institución mientras no esté presente el Coronel Director, se niega a explicar las medidas que tomará para evitar la repetición de incidentes.

Ni el Juzgado de Vigilancia ni el Ministerio de Defensa han efectuado alguna declaración o explicación de la forma con la que van a manejar este problema, sin duda alguna creado por la negligencia del Coronel Director, que ha ido permitiendo poco a poco la formación de un grupo neonazi entre los muros de la cárcel, mientras que, a su vez, ha tratado de crear un clima de hostilidad hacia los insumisos presos entre el resto de encarcelados. El hecho más relevante es que a pesar de que el Director de la prisión tuvo conocimiento de las primeras agresiones desde el martes por la mañana, desde entonces no ha tomado ninguna medida eficaz y, como lo demuestra su ausencia, no parece preocuparse lo más mínimo por la seguridad de los insumisos que se encuentran en la Prisión Militar.

Prisión Militar de Alcalá de Henares, Madrid
Tfno: 91.888.03.21 ó 91.889.31.72
Fax: 91.882.34.93


Modelo de carta al Coronel-director de la prisión militar

A LA ATENCIÓN DE DON JESÚS RANERA ALÓS, CORONEL DIRECTOR DEL E.P.M. DE ALCALÁ DE HENARES

Número de fax 91.882.34.93

El motivo del presente fax es expresar mi preocupación por los recientes sucesos acaecidos en el establecimiento del que Ud. es responsable, donde están siendo agredidos los presos Elías Rozas, Ramiro Paz, Plácido Ferrándiz y Miguel Ángel Burón.

Exigimos que tome las medidas necesarias para que esta situación no se vuelva a repetir, así como que abra la oportuna investigación y depure las responsabilidades entre el personal a su cargo, ya que los últimos acontecimientos no son fruto de la casualidad: según las noticias que van circulando, parece que estos sucesos están relacionados con la creciente presencia de elementos de ideología neo-nazi dentro de la Prisión a los que no parece poner ninguna limitación a la hora de exhibir su simbología e incluso hacer proselitismo.

Confiamos en su rápida intervención para cortar esta situación ya que consideramos que la seguridad de los presos es su responsabilidad. En contra de lo que algunos funcionarios de su Establecimiento Penitenciario puedan pensar, estos presos no están aislados: la sociedad civil observa y exige su seguridad.

Atentamente:

Lugar y Fecha:


Información del MOC - Informació del MOC.