La insumisión entra en los cuarteles


Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC)

8 de marzo de 1997

El pasado 6 de marzo se hizo pública la primera presentación colectiva de insumisos en los cuarteles mediante una acción en el Gobierno Militar de Madrid. Los cinco jóvenes (dos valencianos, dos de Pamplona y uno de Bilbao) Plácido Ferrándiz Albert, Carlos Pérez Barranco, Alberto Isaba Lakabe, Ignacio Ardanaz Ruiz y Javier Gómez Sánchez, que habían abandonado el servicio militar se presentaron públicamente e como insumisos en los cuarteles y rompieron sus cartillas militares. Con la intención de declararse desertores y reafirmar su voluntad de no volver a los cuarteles, accedieron al despacho del Juez Militar y explicaron los motivos que les habían llevado a abandonar el servicio militar.

El Juez les ofreció a los cinco la posibilidad de reincorporarse a sus destinos militares, el delito en ese caso sería "de abandono de destino" pero si persistían en no volver al cuartel el delito sería de deserción, con una posible condena de entre dos y seis años de prisión militar. Ellos rechazaron esta oferta, reafirmando su voluntad de no responder ninguna citación militar. Sorprendentemente, el Juez se negó a ordenar la detención de los cinco insumisos y los dejó en libertad por "falta de diligencias en su contra".

 

1. ¿Qué es la insumisión en los cuarteles?

Es otra forma de desobediencia civil al militarismo, junto a la insumisión al servicio militar y su prestación sustitutoria, la objección fiscal y la denuncia de los gastos militares y el comercio de armas.

Consiste en el abandono del servicio militar en el marco de una campaña organizada. Este acto está calificado por la justicia militar como delito de deserción, y castigado con penas de prisión de dos años, cuatro meses y un día a seis años en una prisión del ejército.

2.¿Por qué decimos NO al militarismo?

Nuestra actitud antimilitarista está fundamentada en convicciones éticas y políticas. El ejército como institución resume los valores de dominación, jerarquización y autoritarismo presentes en esta sociedad.

Actualmente consideramos que el militarismo va ganando terreno y lo comprobamos en estos aspectos:

a) El plan de profesionalización del ejército supone un aumento importante del gasto militar en detrimento del social. El gasto militar para 1997 asciende a 1,9 billones de pesetas, incluyendo no solo el presupuesto del Ministerio de Defensa, si no también las partidas de sus organismos autónomos, las clases pasivas militares, la guardia civil, la contribución española a la OTAN y a la UEO, etc. Eso supone más dinero del que corresponde en total a los ministerios de Educación y Cultura, Medio Ambiente, Pesca y Alimentación, Industria y Energía. Estamos asistiendo a un proceso de militarización de la economía, como también queda de manifiesto con la financiación del proyecto EFA (avión de combate europeo) con cargo al presupuesto del Ministerio de Industria.

Por otra parte el estado español exporta cada vez más armamento, principalmente a países que violan sistemáticamente los derechos humanos. Algunos ejemplos son Turquía, que actualmente está masacrando al pueblo kurdo, Marruecos, Indonesia, Tailandia, Chile, Angola y Argentina.

b) En la actualidad se pretende legitimar a los ejércitos por medio de misiones presuntamente "pacificadoras y humanitarias" en el mundo. La hipocresía de estas acciones queda manifestada en numerosos ejemplos. Por lo que respecta a la guerra de los Balcanes, hay que recordar que el estado español vendió armas al ejército yugoslavo el año 1991, un año antes del estallido del conflicto bélico.

Lo mismo sucedió en la región africana de los Grandes Lagos; recientemente Francia y otros países occidentales han venido reclamando otra intervención militar de carácter humanitario para esta región, cuando años antes se habían dedicado a armar a las partes en conflicto, escogiendo a sus aliados en la zona. (El gobierno de Mobutu en Zaire y el régimen hutu ruandés responsable del genocidio de 1994).

c) La integración del estado español en la estructura militar de la OTAN supone un paso más en esta escalada del militarismo. Una organización que, en lugar de desaparecer después del fin de la guerra fría se reestructura y redefine sus objetivos para defender los intereses económicos y políticos del norte desarrollado a costa del sur. En definitiva, para defender el nuevo orden internacional basado en el neoliberalismo.

d) Por otro lado, el militarismo no se reduce sólo a la estructura militar; cada vez invade más aspectos de la sociedad : el aumento progresivo del control social a través de cámaras en las calles, proliferación de cuerpos de seguridad privada, crecimiento del número de presos y macrocárceles, etc.

3. Alternativas de defensa.

Todos los Movimientos de Objeción de Conciencia del estado español pedimos la apertura de un debate serio, riguroso y en profundidad sobre quiénes son los verdaderos enemigos de una sociedad y cuáles son los medios legítimos para ejercer su defensa. Mientras no se demuestre lo contrario, consideramos como principales enemigos: el militarismo, las desigualdades económicas, sociales y culturales y la falta de participación ciudadana en la toma de decisiones que afectan a toda la colectividad.

Proponemos como alternativa de defensa un modelo asumible por el conjunto de la sociedad, basado en la no colaboración con la injusticia y la práctica de la desobediencia civil, como queda ejemplificado con la insumisión, la objección fiscal, la educación por la paz, la denuncia del comercio de armas y los gastos militares y, ahora también, con la insumisión en los cuarteles.


Índex d'Insubmissió a les casernes - Índice de Insumisión en los cuarteles