libros de texto y material didáctico |
Los libros de texto son el soporte básico de la enseñanza:
presentan y seleccionan la información que se considera relevante
e imprescindible de ser asimilada. Son reflejo de la ideología dominante,
toda vez que sus contenidos están fijados por la ley y dado que
son redactados en un momento concreto de la historia de la comunidad. El
texto escolar, además de presentar una disciplina determinada (historia,
lengua, geografía), es un canal de transmisión de la cultura,
de una cosmovisión concreta de una imagen de lo masculino y de lo
femenino aceptada por toda la comunidad. En ellos se transfiere la información
tanto por medio de lo escrito como a través de las imágenes
que lo acompañan.
En lo que respecta a las relaciones mujer-varón, es evidente que
la discriminación explícita ha desaparecido de los libros
de texto; pero no lo es en absoluto que hayan sufrido la misma criba los
tópicos que subyacen en la elección de los contenidos, en
su redacción y en las fotografías que adornan con el fin
de hacer atractivas las páginas que tienen que leer y estudiar,
imágenes que muchas veces son lo que se queda mejor grabado en la
mente del alumnado. De estudios realizados sobre la imagen femenina en
los libros de texto se observa que los personajes que aparecen, sea cual
sea su status, son masculinos en su inmensa mayoría (74'4% frente
al 25'6%).
es frecuente
ver a la mujer paseando o
charlando con sus amigas mientras que el varón aparece haciendo deporte En cuanto a las profesiones que reflejan vemos que las de los varones son radicalmente más abundantes que las que aparecen ejecutando mujeres. Se representa a las mujeres ocupándose de las tareas domésticas o en profesiones centradas fundamentalmente en los servicios y en el comercio y con un status siempre subalterno. Cuando el varón aparece, en contadas ocasiones, representado en el hogar, nunca lo hace ejecutando las tareas domésticas, sino sentado, leyendo o charlando. Cuando la mujer no está trabajando dentro afuera del hogares muy frecuente verla paseando o charlando con sus amigas, mientras que el varón aparece haciendo deporte y desarrollando juegos de movimiento. . |
. Si
recurrimos al estudio léxico, es decir, a qué clase de adjetivación
se concede a los personajes masculinos y femeninos que aparecen en los
textos, en los ejercicios y en los ejemplos, se observa una prolongación
de los estereotipos sexuales que dominan nuestra sociedad. La mujer es
preciosa, blanca, comprensiva, casera, curiosa. Los varones corpulentos,
famosos, ilustres, sabios, peleadores: La mayoría de estas conclusiones
son aplicables a la
enseñanza
superior.
Aunque
en ella no es habitual el empleo de libros de texto en sentido estricto,
la bibliografía al uso para conocer una materia cualquiera está
plagada de mensajes sexistas. Si miramos el contenido de dichas obras observaremos
una ocultación sistemática de la mujer y, en ocasiones, una
imagen distorsionada. El los libros que analizan la historia de los pueblos
suelen estar ausentes las mujeres como si su papel en el devenir histórico
no hubiera sido y fuera decisivo. En literatura parece como si jamás
hubiera habido literatas o, cuando se habla de ellas , se las considera
un producto menor. En filosofía, igual. En Economía no se
atiende a la actividad doméstica como una contribución básica
a la riqueza de toda la sociedad.
Por otra parte, en el establecimiento de asignaturas en las diversas titulaciones
tampoco se advierte la necesidad de incluir unas específicas sobre
temas de género, de manera que se perpetra el desconocimiento de
cuál es y cuál ha sido la situación de las mujeres
en la sociedad y qué papel ha jugado en ella desde la noche de los
tiempos.
si nunca hubiera habido literatas, o se las considera un producto menor |
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Para acabar, las películas y filminas que se utilizan en las clases como soporte didáctico son acorde con lo que hasta ahora hemos visto. En cuanto a los diccionarios, cuya utilidad en la enseñanza está fuera de duda, ya que son instrumento pedagógico y didáctico necesario en la etapa escolar, están condicionados por las ideas androcéntricas que todavía existen en muchos sectores de la sociedad. El sexismo en los diccionarios se pone de manifiesto con toda claridad en la selección de entradas y definiciones. Entradas registradas en masculino y femenino cuya definición es diferente para uno y otro caso.
Ejemplo:
cantonero, que cantonea; cantonera, ramera: fácil aplicado a la
mujer ramera. Partero, persona con títulos legales que atiende a
la parturienta; partera, mujer sin estudios ni titulación que atiende
a la parturienta. Voces que en algunas de sus acepciones están aplicadas
exclusivamente a la mujer y tienen un matiz despectivo. y muchos más
ejemplos que podríamos analizar.
En cuanto a los diccionarios electrónicos, el de Microsoft Word 95 y98, uno de los más extendidos en el mundo de la informática, no es sólo "lamentablemente malo", sino que muchos de sus sinónimos han sido considerados "sexistas, racistas y fascistas" por la Asociación de Derechos Humanos de Andalucía. El responsable de Relaciones Públicas de la empresa pidió perdón ("El País" 24/6/96) y anunció que de inmediato serían corregidos, aunque la revisión no ha sido muy profunda y sigue conteniendo una fuerte carga peyorativa para las mujeres. |