Los Cuatro Viajes de Gulliver
- Primer viaje: Liliput. Una perspectiva telescópica.

Este primer viaje capta nuestra atención lectora en el procedimiento utilizado por Swift al aplicar al mundo real una nueva escala, de dimensiones muy inferiores. Esta escala que guarda una relación 1:12 con respecto a Europa, nos obliga a considerar con interés este mundo de ficción en el que todo (seres humanos, animales, plantas y cosas) visto telescópicamente. Nos llega la visión de un miope, y ese miope es Swift, que utiliza esta nueva escala para materializar cualidades éticas para convertir la pequeñez física en pequeñez moral. Y es esta simbólica pequeñez moral y todas y cada una de las alusiones a la vida política de los tiempos de Swift, la que no es captada por los niños y jóvenes, que ven en esa pequeñez algo fascinante y una posible identificación con los diminutos seres, frente al adulto, Gulliver. Esta podría ser una de las razones del mundo liliputiense entre los niños.

Desde su primera publicación se han encontrado detalles sobre la vida liliputiense, que son referencias a la vida política y religiosa de la época de Swift. Se ven claros paralelismo entre ambos mundos: ese mundo diminuto y el propio mundo de Swift,ajustado a una escala más real para nosotros, lectores europeos.

No es difícil observar que los "dos partidos en lucha bajo las denominaciones de Tramecksan y Slamecksan, así llamados por los tacones, altos o bajos, de sus zapatos", aluden a los tories y a los whigs. Miniaturizando los temas, Swift hace que parezcan absurdos e insignificantes, aunque en su momento fueran de vital importancia.

Es todo esto, y las continuas alusiones a Walpole, por ejemplo, a través del personaje de Flimnap, lo que los jóvenes lectores dejan a un lado, bien sea por decisión propia, bien por decisión de los editores infantiles de esta obra.
 
 

- Segundo viaje: Brobdingnag, una perspectiva microscópica.

El país ahora descubierto por Gulliver, está construido sobre el mismo recurso de la relatividad del tamaño que aparecía en Liliput, sólo que está invertido respecto a ese país de pigmeos; de manera que todo en Brobdingnag es dos veces mayor que en nuestro conocido mundo.

Todas y cada una de las reflexiones de Gulliver vuelven inevitablemente sobre Liliput, e introducen el tema fundamental de la obra, el orgullo humano. Gulliver descubre con verdadero terror que quizás el hombre no sea la verdadera medida de todas las cosas, y pone de manifiesto que puede haber una infinidad de mundos dentro de mundos, que colocan al ser humano en una posición marginal, y no central, como se había creído. Sin duda, el orgullo es lo que más sufre en el juego de perspectivas en el que Swift coloca a Gulliver, convirtiéndole en un gigante en el país de los pigmeos, y en un pigmeo en el país de los gigantes.

Directamente relacionada con el tamaño relativo de Gulliver, como ya ocurría en el microcosmos liliputiense, está su visión. El mundo gigantesco nos llega observado desde abajo, y en lugar de las visiones generalizadas y literalmente miopes de entonces, las de ahora son microscópicas.

En este contexto, el detalla más mínimo se convierte en significativo y la acción más pequeña es necesariamente inmensa.

Como en Liliput, las cualidades morales e intelectuales se proyectan en dimensiones físicas, y si los mejores liliputienses eran seres mezquinos y de estrechas miras, los mejores gigantes (el rey, le reina, la "niñera") despliegan cualidades admirables: son generosos, compasivos, cálidos y humanos. El tamaño de Gulliver, que funcionaba en Liliput como símbolo de elevación moral (al denunciar la corrupción de Liliput y su degeneración con respecto a un estado anterior de pureza constitucional), pasa a ser símbolo de encogimiento moral en Brobdingnag.

El tamaño ampliado le sirve a Swift lo poco que el hombre debe enorgullecerse de su componente físico, siempre presente en Brobdingnag. Brobdingnag muestra lo que Inglaterra podría ser si se emprendieran ciertas reformas a las que el rey apunta de una manera general. Se ha llegado a afirmar que lo esencial de la sátira política de esta obra se encuentra en la conversación del Rey de Brobdingnag con Gulliver. Los puntos de vista expresados por el monarca son lo que profesaba la oposición parlamentaria inglesa, de modo que el ingenuo Gulliver ejercita su débil elocuencia "en defensa" del sistema de Walpole, en tanto que el rey de Brobdingnag, monarca paternalista que respeta la libertad y la propiedad y casi adorado por sus súbditos, ofrecía, seguramente, un marcado carácter satírico con Jorge I.

Liliput y Brobdingnag son el instrumento para la sátira del hombre político y físico. Swift se vale de los principales instrumentos de su época, telescopio y microscopio, para crear la perspectiva de esta sátira. Estas dos islas funcionan como microscopio y telescopio para detenerse a observar la insignificancia moral y material del hombre. En Liliput es sobre todo el "cuerpo político" lo que Swift nos hace ver con asco. En Brobdingnag, el "cuerpo físico"
 
 

- Tercer viaje: Laputa, Balnibarbi, Laputa, Balnibarbi, Glubbdubdrib, Luggnagg y Japón.

Esta tercera parte fue la última en escribirse (las partes científicas del tercer viaje probablemente se acabaron de completar el mismo año de su publicación), y desde la primera publicación de la obra se ha considerado inferior a las demás, por su carácter más episódico, temática miscelánea, experiencia más variada y difusa de Gulliver, cambios fortuitos en sus puntos de vista, etc. Se la ha visto excesivamente atada a las condiciones materiales y culturales que la produjeron, y no se han encontrado en ella ni una reflexión filosófica sobre la humanidad.

El método de construcción de los lugares imaginarios que Gulliver presenta aquí supone un cambio radical con respecto a las dos primeras partes, ya que en éstas se trastocan de manera desconcertante las leyes naturales (Balnibarbi, un país sobre el que gravita la isla voladora Laputa, y dos islas, Glubbdubdrib y Luggnagg, una habitada por magos capaces de convocar a los muertos, y la otra por una raza de hombres inmortales.
 

- Laputa y Balnibarbi
Lo que parece impresionar más a nuestro viajero, una vez suben a la isla voladora (o flotante), es la lejanía de la realidad que muestran sus gobernantes, " una raza de mortales tan insólita en tipo atuendo y semblante" como jamás había visto: "tenían todos la cabeza inclinada hacia la derecha o la izquierda, y un ojo vuelto hacia dentro y el otro de arriba clavado en el cenit". Sus mentes están tan absortas en "intensas especulaciones, que no pueden ni hablar ni prestar atención a lo que los otros hablan, a menos que se los despabile con algún toque externo sobre los órganos del habla ... del oído" y de la vista (tercera parte, capítulo segundo).

Los seres que viven en Laputa son figuras alegóricas cuyas características físicas son emblemáticas por su naturaleza, es decir, de su absorción en las propias especulaciones y en el estudio de las estrellas.

Este abandono voluntario de lo físico y lo vital por lo abstracto y lo mecánico que encontramos en Laputa y en el reino sometido de Balnibarbi ilustra la manera en que puede pervertirse la razón.

El interés laputano por las matemáticas se corresponde con el creciente interés de la época por la obra de Kepler, Descartes, Leibniz y Newton, entre otros.

Es esta nueva visión cuantificada del mundo lo que Swift ataca en el viaje a Laputa y Balnibarbi: el énfasis en contar, pesar, medir y la cosmología resultante del equilibrio mecánico de los cuerpos y de sus movimientos en el espacio.

Hay en la "Academia de Lagado" una actividad obsesiva sin objeto, y, en sus proyectos ("extraer rayos de sol de los pepinos", convertir el hielo en pólvora o "el excremento humano en alimento que originalmente es"), una perversión del sentido de las cosas, hasta el punto de invertir el curso de la naturaleza en ellas. Tales actividades son completas inversiones y, sobre todo, una burla del precepto baconiano que advierte que: la naturaleza sólo ha de ser mandada "obedeciéndola" y de su visión de las invenciones técnicas como "nuevas creaciones que imitan obras divinas" que habrían de volver al hombre al paraíso perdido.

Se satiriza, además, en Balnibarbi, en general, y, en "la Academia de Proyectistas de Lagado", en particular, una manifestación del capitalismo de principios del siglo XVIII, conocida como el "espíritu proyectista", la fiebre inventiva y especulativa de la época. La pretensión de los "proyectistas del saber especulativo" es la del perfeccionamiento del conocimiento especulativo por medio de procedimientos prácticos y mecánicos", cuyo sistema para lograrlo es una maquina de hacer palabras que permitirá que "el más ignorante pueda a un precio razonable y con un pequeño esfuerzo físico escribir libros de filosofía, poesía, política, leyes, matemáticas y teología con la mínima necesidad de ingenio y estudio".

Recoge también algunas sugerencias para "perfeccionar" la lengua a base de simplificarla, tales como el proyecto de "suprimir completa y absolutamente todas las palabras", sustituyéndolas por cosas.

En el primer caso, el objetivo inmediato de la sátira es la proliferación de libros que vio la época de Switt (de palabrería vacía y lucubraciones sin sentido). En el segundo caso, estamos ante un reductio ad absurdum de la revolución estilística que propugnaba la Royal Society para lograr un lenguaje conciso, claro, exacto, tan transparente que su propia materialidad no pudiera inferir con el significado.

Swift se ríe de lo absurdo de muchos de los experimentos que se llevaban a cabo entonces y denuncia los excesos de los científicos y pseudocientíficos de su tiempo.

Así pues, la embestida satírica de Swift contra la sociedad y sus virtuosos no es tanto un ataque a la ciencia per se, como a las corrupciones de ésta.

Además de ser el Viaje a Laputa y Balnibarbi una forma temprana de ciencia ficción creada para rebajar el valor de la investigación científica, es una denuncia de la mente que impone y somete todo a los modelos limitados que ella concibe, sin tener en cuenta ni el rechazo existente a los mismos, ni a la falta de resultados positivos para el ser humano; es un ataque a la mente que "traza utopías".

Esta parte de la obra es precursora de la avalancha de anti-utopías que inundarán el s. XX tanto en su vertiente científica (A. Huxley - Brave New World), como en la política (G. Orwell -1984-).
 

- Glubbdubdrib y Luggnagg
Antes de regresar a Inglaterra, Gulliver hace un corto viaje a la pequeña isla de Glubbdubdrib, y de camino a Europa pasa tres meses en el reino de Luggnagg. En la primera isla, isla de los hechiceros, Gulliver está en contacto con "aquellos hombres de la antigüedad que más celebrados fueron por su inteligencia y sabiduría" y, al hablar con ellos, se ponen en evidencia los errores creados por los eruditos en torno a sus personas y obras. También se desmienten las leyendas populares y se satiriza la manera en que se ha transmitido el conocimiento del pasado. El saber moderno se muestra como una obra pasajera y la política moderna como decadente comparada con la de los antiguos.

Al convocar a su pasado más cercano, Gulliver descubre que el mundo ha sido confundido por "escritores prohibidos", que las "grandes empresas y revoluciones del mundo" tienen sus orígenes en las actuaciones de individuos depravados y que a los historiadores se les emplea para vestir el pasado con los ropajes de la virtud y el heroísmo.

El acceso privilegiado de Gulliver al pasado, se usa para confirmar la teoría de Swift de la degeneración progresiva de la especie humana, al declinar de la plenitud de los tiempos antiguos a la decadencia del presente.

Con la llegada de Gulliver a la isla de Luggnagg, la sátira da un giro decisivo. Puede que sea porque Gulliver ha sido en este viaje un observador neutral cuyos juicios podrían proceder directamente del autor de la obra. El lector está algo desprevenido cuando comienza a entusiasmarse con las mágicas ventajas de los strulldbruggs, una raza de hombres inmortales en los que espera encontrar hecho realidad su sueño más íntimo.

Pero no repara Gulliver, convencido de que justo con la inmortalidad se podría llevar al poder la felicidad y la sabiduría ilimitada, en que "inmortalidad" no es equivalente a "eterna juventud", y habría de enfrentarse como terrible golpe final a sus íntimos deseos con el patetismo y el horror de unos seres inmortales condenados a la decadencia perpetua.

La descripción es una parodia grotesca del último sueño fantástico, una burla de la última forma de orgullo.

Podemos ver en este tercer viaje una anticipación gradual a temas que se desarrollarán en el cuarto y último viaje.
 
 

En Laputa y Balnibarbi se ha desprestigiado el conocimiento científico y filosófico del hombre; en Glubbdubbdrub se ha desacreditado la historia como saber, y con la memoria colectiva falsificada, el conocimiento del hombre ha perdido toda una base segura sobre la que establecerse.

Finalmente en Luggnagg, encontramos la mas triste denuncia de todos los vanos intentos del hombre de trascender sus limitaciones mortales. El tercer viaje extiende, por tanto, la sátira del hombre político y físico de Liliput y Brobdingnag, al intelecto del hombre. Y es así como anticipa temas que serán desarrollados en su último viaje, preparando al lector (y a sí mismo) para la experiencia final.
 
 

- Cuarto viaje: El país de los Houyhnhnms.

El cuarto y último viaje proporciona una experiencia lectora de nuevo muy diferente a los anteriores. El cambio de dirección y el desenlace de la sátira se anuncia en el remordimiento que Gulliver muestra al comienzo de su relación con su mujer e hijos.

El estilo narrativo de Swift retiene el tono imperturbable y prosaico del libro de viaje, pero en la descripción casi zoológica de los primeros con los que se encuentra en el nuevo país podemos detectar un cierto grado de horror, que le lleva a concluir: "... jamás vi en ninguno de mis viajes un animal tan desagradable ni que me produjera, de manera natural una aversión tan intensa" (refiriéndose a los yahoos). Por los otros animales con los que se encuentra a continuación, los caballos, siente una instintiva afinidad: sus movimientos suaves, el sonido variado y casi articulado de sus relinchos..., concluyendo que "si los habitantes de este país están dotados de una cantidad proporcional de raciocinio debían ser forzosamente la gente más sabia de la tierra.

Es obvia la antipatía de Gulliver hacia el animal humano cuando lo ve sin el adorno de la ropa o la civilización. El viajero sólo desea salvarse de la identificación con los yahoos, y dado que los caballos consideran que su ropa es una cobertura natural y una "diferencia" que dificulta su distinción, la ropa asume una importancia vital para Gulliver, el signo externo y visible de lo que quiere que sea diferencia intrínseca entre él y los yahoos. Cuando se descubre que Gulliver es un humano, éste expone las razones Por las que los de su especie se cubren en cuerpo y la sorpresa de los Houyhnhnms pone de manifiesto que el concepto de "naturaleza" de éste está quebrado. Pues cómo "iba [la naturaleza] a enseñarnos a mantener oculto lo que la naturaleza había dado", haciéndose evidente la confrontación entre el estilo de vida europeo "real", pero artificial, y el de los caballos, "ficcional" pero natural.

A su vez, el amo - houyhnhnm concluye, después de ver a Gulliver completamente desnudo que era "un perfecto yahoo.

Una vez establecida la identidad física de Gulliver con los Yahoos, éste debe mostrar su racionalidad y la de sus congéneres para poder escapar a la identificación completa con los repugnantes brutos, pero su pretensión se viene abajo enseguida, ya que la sola descripción de su tripulación (cap 4) constituye un catálogo completo de los vicios humanos.

Cuando termina su informe sobre la situación general de Europa y su propio destino se nos hace patente el desinterés de Gulliver por guardar las apariencias, pues ya había renunciado a la defensa de sus congéneres, y solamente deseaba poder unir su destino al de los Houyhnhnms.

También aquí, como en el segundo viaje, las cuestiones fundamentales se plantean entre gulliver y su amo, volviendo a los mismos temas tratados con el rey gigante. Esta vez, en lugar de defender las vanidades de la sociedad inglesa asume plenamente el papel de satírico y pone de manifiesto con frialdad implacable el horror de aquella civilización.

En el capítulo 5 Gulliver hace una descripción de la guerra, declarando que cuando una criatura pretendía estar rodeada de razón era capaz de cualquier cosa, hasta el punto de llegar a la brutalidad. Esto convierte, a juicio de su amo a los seres humanos en peores que los yahoos, que actúan de acuerdo con los dictados de su naturaleza. Llega a apuntar que los humanos no están dotados de razón, sino "únicamente poseídos" por alguna propiedad conducente a aumentar nuestros vicios naturales.

Si en un principio le inquietaba a Gulliver su parecido físico con los repugnantes Yahoos, a medida que cae bajo el influjo de los houyhnhnms va aceptando el parecido moral, y termina por abandonar el hombre de la que ha pórtico, para aceptar la de amo y situarse, por tanto, como variedad más civilizada del yahoo, animal caracterizado por una disposición fundamentalmente irracional.

La conversión de Gulliver al punto de vista de los caballos, es tan absoluta que afirma no volver jamás a la especie humana.

Sin embargo llega un momento en que la asamblea de representantes de los caballos le obliga a abandonar el país, algo que hace Gulliver con gran dolor y con la determinación de buscar una isla desierta, en la que pasar el resto de su desdichada vida.

Gulliver tras construirse una canoa con pieles de yahoo, a pesar de reconocerse de la misma especie, se despide de los houyhnhnms y se hace a la mar.

El encuentro con la tripulación del barco portugués que le rescata muestra el verdadero grado de alienación de Gulliver. Del mismo modo que Gulliver volvió de Brobdingnag con el sentido de la proporción física alterado, ahora es su sentido de la proporción intelectual el que se ha desequilibrado, y el odio que siente hacia toda la humanidad le impide ver otra cosa que yahoos; sin excepciones individuales para su misantropía, ni siquiera para consigo mismo ni para su paciente esposa e hijos.

Concluida la narración de sus viajes, el viejo misántropo se despide despotricando de la naturaleza envilecida del hombre y aseguran que sus experiencias responden a la más escrupulosa verdad.

Swift ataca la soberbia por boca de su víctima, Gulliver, que comenzó en sus viajes con un orgullo depositado en la especie humana que le impedía toda la visión crítica. En cambio ahora termina con un orgullo en la pura razón que convierte al hombre en insoportable para sí mismo.

El absurdo a que conduce se hace finalmente cómico para muchos lectores, pero es más bien una extraña combinación de lo ridículo y lo trágico lo que define la postura final de este hombre que trota como un caballo y proclama con relinchos su superioridad.


© Los Viajes de Gulliver, Jonathan Swift. Ediciones Cátedra, S.A., 1992, Madrid, edición de Pilar Elena, y Traducción de Pollux Hernúñez.


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