A (galeato)
La realidad como fantasía
B (pasaje)
De la posible imposibilidad de la crítica teatral y reivindicación del texto literario
C (cuerpo)
El público en el teatro (del espectador y del lector)
CH (principios)
El nacimiento de la puesta en escena cinematográfica y del lenguaje fílmico
D (memorándum)
La primera crisis del espectáculo cinematográfico y su influencia en el espectáculo teatral
E (doctrina)
Y, al final, la incomprensión
F (ultílogo)
G (nihil obstat)
Papeleta para un diccionario

A (galeato)

DURANTE aquellos años de los sesenta tal vez no fueran exactamente maravillosos sino sólo menos años para cuerpos que a veces nos descubren cansados hombres-que-hemos-vivido-mucho que queremos aparentar como el violento suave mítico Gary Cooper que llenó nuestras horas de falsos disparos o ilusiones ¿cuántos tendrías tú entonces preciosa chica morena colgada de tus trenzas o del aro azul y las lilas del parque y el olor a naranjos? acaso no tenias sino juego y canción pupitre y banco no como maldad sino como horizonte abierto y un cuento de Celia que caía de tus manos prestado por esas manos de mamá que sabían plegar tu sábana de ilusiones junto al cuello de nácar que ahora ofreces a mi ansia cautiva al otro lado de la mesa por encima de los platos y los vasos por debajo de los besos ya antiguos aunque sólo pasaran dos segundos tú y tu agresiva juventud de veinte años los mismos que teníamos cuando se abrió la puerta del decano y entró la comisión ¿quiénes seríamos? sé que estaba Diego Lara pintor de mágicas figuras de vegetales luces de angustias sonrientes ¿y quién más? soy demasiado viejo para recordar los años o aún no tengo neuronas hechas piedra con el cincel marcadas las infancias sobre la mesa destacan los papeles el índice de actividades el deseo de oír hablar de otro mundo que en las aulas no estaba y todo con cierto tono de lucha y de protesta de obligación moral de no muy grande a lo vivido cada día hacíamos antes de mayo nuestra revolución de mayo porque en aquellos bares parques aulas autobuses o tranvías quisimos mayo antes de mayo hicimos mayo en octubre y en noviembre en enero o en marzo vivíamos por un mayo permanente sin conocer mayo pero habíamos mal leído a Trosky bella mal maridada mía preciosa que me miras y sonríes por encima del plato como la noche aquella en que una guapa chica morena que se atreve a llevar gafas de mujer madura en la agresiva juventud de sus veinte años como tú agresivamente joven Lisbella era tarde por la noche y quedaba una isla de silencio en la tardía reunión un humo envuelve el rostro cual una gasa delante de la cámara para que Greta Garbo parezca más hermosa se cuentan cosas vidas proyectos frustrados ensoñaciones adolescentes deja caer entonces ella preciosa morena joven agresivamente joven la frase sin malicia Yo tenía un amigo de tu edad que también estuvo en la universidad en aquellos años lo malo es que se quedó en ellos y sonrío yo como un bobo y no sé qué decir si bailar o beber de un golpe todo el trago del mundo es tarde era tarde por la noche se quebró el silencio y la chica salta hacia un grupo riente también tuve Lisbella veinte años y entré con ellos en el despacho del decano y le vi repasar los papeles que le dejamos un par de días antes en el sofá solo repasaba esa noche lluviosa de mayo aquel otro mayo hecho antes de mayo perdido y no olvidado al que llegamos tras todas las carreras las protestas las manifestaciones las asambleas los seus desbancados las expulsiones y luego vino un mayo que no nos enseñó nada porque todo creíamos saberlo que no pensé pensamos en la chica morena de la dulce pregunta ni pensé perdóname en ti Lisbella linda malmaridada que me miras en silencio por encima de los platos junto a la ventana y la calle supongo que está fuera la calle y que otras mesas hay junto a ésta que sólo estoy contigo en este mundo recién descubierto y rehago el camino los nombres de aquellas reuniones madrileñas Diego Alfonso Ungria Vicente Molina Fernando Lara soñando con esos festivales de cine quién se lo hubiera dicho cuando trepaba al F tímido de largas blancas manos sonrientes no soñaba en cambio Nasarre asuntos eclesiásticos ni nunca había oído hablar del defensor del pueblo ¿de qué pueblo? hubiéramos pensado en Emilio Romero lagarto lagarto reptábamos por el pasillo del autobús ¿pero no se defiende sólo el pueblo? ¿y la revolución? ¿qué pasa entonces con la revolución? pícame un viaje me dejé la tarjeta del abono en casa Javier Tuselí para mí que nunca iba en autobús con esos trajes tan elegantes pero ya parecía seguro convencido discutido sereno no como Pacomarcos que hablaba del socialismo naserista y es que la pirámide siempre fue como un puño cerrado Fusi Núñez Encabo a quien ya Tejero le cortaba la voz en el Congreso y Charo López la bella mujer ya aún hermosa dos trencitas sobre un jersey negro como Francoise Sagan y los pinares próximos y tantos nombres perdidos tras la navegación por y entre las siglas fude ued sdeum pc flp todos caminando por aquel pasillo alicatado el resplandor dándonos la espalda llamando a la puerta esperando en la sala alargada mirando en silencio unos cuadros mediocres y un sorolla ¿Diego recuerdas que aquello era un sorolla? o ya lo he olvidado y sólo era un calendario para marcar el tiempo de espera hasta hoy que intento recordarlo porque el tiempo nos ha ido poniendo a todos cuerpo de sillón mullido incluso a ti Jenaro que tanto corrías y tomabas un tren para los campeonatos cuánto daríamos por correr de nuevo la calle de la princesa el agua azulada golpeándonos por hacer cola de nuevo en la puerta del sol por esconder el rostro sudoroso en un pupitre del ateneo en cuya barandilla se apoyaba Umbral joven llamando a su mujer entre risas sube algún guiño de ojo arriba España una sonrisa cómplice arriba España encanto es arriba la lectura y un sabor de acto subversivo y se abren y se cierran las puertas de los despachos que nunca supusimos y los papeles no pueden esperar como esperaba aquella chica rubia que nos sonrió en la clase o esperamos nosotros a que el decano repase los que le dejamos hace ya dos días y en nuestras manos queda la decisión final el juicio responsable la aventura del orden en casa algunas tardes hoy mismo antes de venir a encontrarte Lisbella buscamos por los armarios el diario del Che Después de Franco ¿qué? o aquel número arrugado de la revista Realidad y cerramos los ojos ya hemos hecho ¡ay! nuestra realidad y recordamos el pasillo la asamblea el cuadro el pinar el agua azulada el despacho del decano el sorolla ¿Diego recuerdas que aquello era un sorolla? el decano levantó la vista ¿quién más estaba allí? no lo recuerdo o no lo recuerdo aún y dijo lento está bien está bien pero hay una errata ¿quién sería el tercero el que sabía más cosas el descubridor de la palabra antes mucho antes que nosotros Diego? aquí dice semiótica el decano parece que mastica y escupe las palabras y después de escupidas se las traga hay una errata tiene que ser semióptica que no señor decano que no es eso es otra cosa mire la verdad muy bien quien lo sabe es quien viene y yo no lo conozco sí pero hay un amigo de todas formas es arte literatura lingüística nada de política que no señor decano me responden respondemos aunque claro ya se sabe si no se responde no hay permiso que si se suspendió semióptica bella palabra decanal que hora no vencido pero ya vencido y aún no del todo vencido traigo homenaje a los que vivieron también aquel aquellos pasillos asambleas marchas manifestaciones pupitres encierros en los wáteres no nosotros no nos quedamos en aquellos años te lo digo a ti Lisbella amor malmaridadilla entiéndolo tú que la chiquita guapa con gafas agresivamente joven no entenderá posiblemente nunca que estamos en el sillón el despacho el aula la pantalla para que ella tú vosotros ellos no tengáis recuerdos como éstos entiéndolo tú con tu amor por encima del plato junto al cristal y las entradas del teatro encima de la mesa que los recuerdos vuestros nunca serán como los nuestros aquellos que ¡ay! conforman un pequeño paraíso perdido media vida y medio vista ésta es nuestra revolución de mayo no te rías amor qué nueva vida.