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ACTO TERCERO
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Entran Galeazo y Emilio


GALEAZO


Demos en esta cumbre un solo instante
paz a la vista y treguas al trabajo.


EMILIO


Esa montaña que, precipitante,
ha tantos siglos que se viene abajo,
ese monte murado, ese turbante
de labor africana, a quien el Tajo
su blanca toca es, listada de oro,
ciñó las sienes de uno y otro moro.
2153
Emilio describe el monte sobre el que se alza Toledo. Lo llama precipitante en alusión a la expresión "la caída de un monte" para referirse a sus laderas. El monte lleva siglos ahí, con su caída, luego lleva siglos cayendo, y por eso es precipitante (= que cae). Luego lo llama monte murado porque sobre él se alzan los muros de Toledo. La toca de un turbante es su parte inferior, en contacto con la cabeza. La toca, pues, de ese "turbante" es el río Tajo, y está listada de oro, es decir, adornada con bandas de oro, pues las arenas del Tajo eran auríferas. El moro Tariq conquistó Toledo, y más tarde, Musa se reunió allí con él.
Esa con majestad y señorío
corona imperial que, al cielo grata,
en las perlas comienza de este río,
y en la cruz de aquel templo se remata;
ese cerro gentil, al voto mío,
segundo Potosí fuera de plata,
si la plata no fuera fugitiva,
o alguna vena desatara arriba.
2161
Visto de abajo hacia arriba, es una corona con una base de perlas (el Tajo) y rematada por la cruz de su catedral. Ese cerro sería un segundo Potosí (el cerro del virreinato del Perú famoso por sus minas de plata) si no fuera porque su plata no es metálica, sino la plata fugitiva que es el agua del río y porque, además, el agua corre sólo por su base, lo que genera problemas de abastecimiento a la ciudad.
Ese obelisco de edificios claro,
que con tanto esplendor, con gloria tanta,
menospreciando mármoles de Paro,
sobre aquellos cristales se levanta,
urna es sagrada de artificio raro,
de una y otra ya ceniza santa
prendas de aquéllos, si no son abonos,
que fueron hijos, y ya son patronos.
2169
Se levanta sobre los cristales (las aguas) del Tajo. Toledo es la urna de las cenizas de sus dos "hijos" y ahora patronos, san Eugenio y santa Leocadia. Sus cenizas son prendas (reliquias) de los santos, si no son abonos, es decir, garantías (de protección para la ciudad). Las palabras "prenda" y "abono" pertenecen al lenguaje de los juegos de cartas.
Esa, pues, o turbante sea, o montaña,
segundo Potosí, imperial corona,
sacro obelisco de grandeza extraña,
Toledo es, claro honor de nuestra zona.


GALEAZO


Salve, oh ciudad, metrópoli de España,
émula de los años, y perdona
a mi pie enfermo y a mi edad cobarde,
que tarde te pisó y te admira tarde.
2177
Galeazo pide disculpas por no haber visitado antes la ciudad.
Salve, oh gran capitolio un tiempo, ahora
sombra de aquella luz, pero no vana,
que en carros recibiste, triunfadora,
goda virtud y gloria castellana,
cuando rayos de tanta luna mora,
y plumas de tanta águila romana,
con escobas barrieron de oro y seda
cuanto te falta ya, cuanto te queda.
2185
En la Roma antigua, los generales victoriosos desfilaban en sus carros hasta el capitolio. Por ello, Toledo fue el capitolio (la capital) del reino de los visigodos (recibió en carros la goda virtud triunfadora cuando las plumas de las águilas romanas, labradas en estandartes de oro, convertidos en escobas, fueron derribadas y barrieron el suelo ya desaparecido) y del reino de Castilla (recibió la gloria castellana triunfadora cuando los rayos de las (medias) lunas moras, bordadas en pendones de seda, fueron derribados y barrieron el suelo actual de la ciudad).
EMILIO


Aquella milagrosa aguja, aquella
que de sus fundamentos se desvía
no bárbara pirámide, mas bella
lisonja de los aires y alegría,
de la espiritual milicia en ella
penden las trompas, pende la armonía;
que el canoro metal de una campana
clarín es dulce de la paz cristiana.
2193
El campanario de la catedral es una aguja, y no una bárbara pirámide que se desvía de sus fundamentos al hacerse cada vez más estrecha. Es lisonja y alegría de los aires (complace y alegra a los aires con el sonar de sus campanas), pues sus campanas son las trompetas y la armonía de los ángeles.
Notemos el anacoluto: "Aquella aguja... en ella penden las trompas". No obstante, esta construcción no es un error inadvertido, sino que Góngora parece considerarla correcta, ya que es idéntica a la que pondrá en boca del cabrero en la soledad primera.
¿Ves junto a ella aquel Argos sagrado,
de tantos ojos como son viriles
vestido, si no digo coronado,
que al Sol niegan los átomos sutiles?
El templo santo es que, venerado,
la ventaja les hace a los gentiles,
en la materia y en el artificio,
que hacen la deidad y el sacrificio.
2201
Argos era el nombre del barco en el que viajaron los argonautas, así como una criatura de cien ojos. La catedral es una nave como Argos, que también recuerda al monstruo por sus cientos de ventanales cubiertos de vidrieras (viriles) semejantes a ojos. La luz del sol que filtran sus vidrieras es tan pura que en ella no se ven átomos (partículas de polvo).
La catedral proporciona la misma ventaja (respecto a los que no viven en la ciudad) a los gentiles (no creyentes) por su valor artístico como a los creyentes por el hecho de albergar a Dios y conmemorar su sacrificio.
Oro el cayado, púrpura el vestido,
insignias son de su pastor, y en ellas,
digo en las señas rojas, su apellido
nos dice, cuando no en las cinco estrellas;
si al que hoy de mitra el Tajo ve ceñido
viera el Tíber de tres coronas bellas,
a Germania hiciera, y a Turquía,
sus cinco estrellas ver al mediodía.
2209
El arzobispo de Toledo era Bernardo de Sandoval y Rojas. El escudo de armas de los Rojas tenía cinco estrellas azules en campo de oro. A quien no vea las cinco estrellas de dicho escudo, el propio color rojo de su vestido le dirá su apellido: "Rojas". Si al que hoy el Tajo ve ceñido de la mitra arzobispal viera el Tíber [en Roma] ceñido de tres coronas [es decir, si fuera Papa] haría ver las cinco estrellas de su escudo [lograría que reconocieran su autoridad] tanto la Alemania protestante como la Turquía islámica. "Hacer ver las estrellas al mediodía" significaba encerrar a alguien en una mazmorra oscura.
GALEAZO


¿Qué edificio es aquél, que admira al cielo?


EMILIO


Alcázar es real el que señalas.


GALEAZO


¿Y aquél, quién es, que con osado vuelo
a la casa del rey le pone escalas?


EMILIO


El Tajo, que hecho Ícaro, a Juanelo,
Dédalo cremonés, le pidió alas,
y temiendo después al Sol el Tajo,
tiende sus alas, por allí debajo.
2217
El artificio de Juanelo ya se ha mencionado en los versos 1364 y ss. y en 1942. El río (Ícaro) le pidió alas al cremonés Juanelo (Dédalo), que se las dio en forma de cazos que suben su agua y, después, temiendo que el Sol le derrita las alas, bajan por donde Emilio señala.
GALEAZO


Entre estas cumbres ásperas, ¿qué es esto
que por antiguo con razón alabo?


EMILIO


Es San Cervantes, que su capa ha puesto
al tiempo fiero, como a toro bravo.
Queriendo, pues, de la ciudad el resto
salvar, sus muros sacrifica.

El castillo de San Cervantes, erigido por el rey Alfonso VI para proteger la ciudad. Sus muros son como la capa de un torero expuesta a las embestidas del tiempo. Ahora están medio derruidos en su empeño por proteger el resto de la ciudad.
GALEAZO


                                            Al cabo
guardará a su piedad poco decoro,
que no hay ciervo valiente para un toro.
2225
Al final, [el tiempo = toro], guardará a su piedad [que el castillo siente por Toledo] poco decoro [respeto], [ya] que no hay ciervo [Cervantes = ciervo] valiente para un toro. (El tiempo acabará derruyendo el castillo.)
EMILIO


Ya de las sombras hace el velo negro
a los objetos y a la vista agravio.

[El tiempo] cubre los objetos con el velo negro de las sombras y hace agravio a la vista [dificulta la visión], es decir, ya está anocheciendo.
GALEAZO


Bajemos a buscar a mi consuegro.

Octavio, el padre de Isabela, la prometida de su hijo Lelio.
EMILIO


Bajemos a buscar mi amigo Fabio.

Que hospeda a su hijo Marcelo.
GALEAZO


¿Dónde es?


EMILIO


                    A san Vicente.


GALEAZO


                                             Yo me alegro,
porque junto a esa iglesia posa Octavio.

Ciertamente, Octavio y Fabio son vecinos.
EMILIO


Mirad, pues, que si no bajáis de espacio,
veréis a Galiana en su palacio.

El palacio de Galiana estaba en la base del cerro sobre el que se alza Toledo. Si no baja despacio, caerá rodando hasta allí.
Vanse. Entran Camilo y Tadeo




v. 2207 Desde el año 1342, la tiara papal, llamada también "triregnum", está formada por tres coronas. Su interpretación ha variado significativamente a lo largo de la historia. Según el diccionario de la la Real Academia Española, la acepción de "tiara" como distintivo papal es:

Triple corona usada por los papas, símbolo de su autoridad como papa, obispo y rey.

La foto de la izquierda muestra una tiara de 1834. La figura de la derecha es el escudo del Vaticano, con las llaves de San Pedro y el triregnum.
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