ANTERIOR
ESTROFA XI SIGUIENTE

Erizo es el zurrón de la castaña
y — entre el membrillo, o verde o datilado —
de la manzana hipócrita, que engaña
a lo pálido no, a lo arrebolado,
y de la encina — honor de la montaña,
que pabellón al siglo fue dorado—
el tributo, alimento, aunque grosero,
del mejor mundo, del candor primero.

Comentarios:

La descripción, de forma indirecta, a través del zurrón de Polifemo, está relacionando el modo de vida pastoril del cíclope con la vida sencilla de la edad dorada. Pero hay que recalcar que la comparación se hace siempre de forma indirecta. No hay ningún nexo explícito que permita traspasar la placidez de las alusiones de esta estrofa o la anterior a la figura de Polifemo, pero la posibilidad se insinúa como invitando al lector a que haga las asociaciones por sí mismo. Por su parte, el narrador no tiene en ningún momento una palabra amable o benevolente hacia Polifemo. Esto contribuye a crear una cierta ambigüedad alrededor del personaje.

No está de más comentar que Góngora dice "El zurrón es erizo de la castaña y de la manzana y la bellota", que es prácticamente lo mismo que si hubiera dicho "El zurrón es erizo de la castaña y de la manzana y de la bellota", pero al sustituir la bellota por la perífrasis (con hipérbaton) "de la encina el tributo", parece que diga "El zurrón es erizo de la castaña y de la manzana y de la encina", lo cual es absurdo y ha dado lugar a muchas críticas incluso entre los admiradores del poeta.

ANTERIOR
ÍNDICE
SIGUIENTE