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Fruta en mimbres halló, leche exprimida en juncos, miel en corcho, mas sin dueño; si bien al dueño debe, agradecida, su deidad culta, venerado el sueño. A la ausencia mil veces ofrecida, este de cortesía no pequeño indicio la dejó, aunque estatua helada, más discursiva y menos alterada. |
Ahora Galatea ve la ofrenda que le ha dejado Acis: almendras, mantequilla, miel, todo abandonado sin dueño:
Fruta en mimbres halló, leche exprimidaTodo esto está bien claro, alguien le ha dejado ahí una ofrenda. Lo que ya no está claro es quién y por qué. La confusión que invade a Galatea se refleja en los dos confusos versos siguientes, con cultismos y oraciones de infinitivo con el infinitivo elidido:
en juncos, miel en corcho, mas sin dueño;
si bien al dueño debe, agradecida,Los versos que siguen ya no son confusos en este sentido. Son más bien desordenados, como desordenados son los pensamientos de Galatea en este momento:
su deidad culta, venerado el sueño.
A la ausencia mil veces ofrecida,Mientras en mil ocasiones similares se había alejado rápidamente, ahora seguía paralizada, pero ya no estaba tan asustada como intrigada.
este de cortesía no pequeño
indicio la dejó, aunque estatua helada,
más discursiva y menos alterada.