Entre los
sueltos caballos de los vencidos cenetes, que por el campo buscaban entre la sangre lo verde, |
4 |
Con razones
le pregunta comedidas y corteses de sus suspiros la causa, si la causa lo consiente. |
28 |
Junto a mi
casa vivía por que más cerca muriese, una dama del linaje de los nobles melioneses, |
52 |
||
aquel
español de Orán un suelto caballo prende, por sus relinchos lozano y por sus cernejas fuerte, |
8 |
El captivo,
como
tal, sin excusarlo obedece, y a su piadosa demanda satisface desta suerte: |
32 |
extremo de
las hermosas, cuando no de las crueles, hija al fin de estas arenas engendradoras de sierpes. |
56 |
||
para que lo
lleve a él y a un moro captivo lleve, un moro que ha captivado, capitán de cien jinetes. |
12 |
"Valiente
eres, capitán, y cortés como valiente; por tu espada y por tu trato me has captivado dos veces. |
36 |
Cada vez
que la miraba salía un sol por su frente, de tantos rayos ceñido cuantos cabellos contiene. |
60 |
||
En el
ligero caballo suben ambos, y él parece, de cuatro espuelas herido, que cuatro alas lo mueven. |
16 |
Preguntado
me has la causa de mis suspiros ardientes, y débote la respuesta por quien soy y por quien eres. |
40 |
Juntos
así nos criamos, y Amor en nuestras niñeces hirió nuestros corazones con arpones diferentes. |
64 |
||
Triste
camina el alarbe, y lo más bajo que puede ardientes suspiros lanza y amargas lágrimas vierte. |
20 |
En los Gelves
nací, el año que os perdistes en los Gelves, de una berberisca noble y de un turco matasiete. |
44 |
Labró
el oro en mis
entrañas dulces lazos, tiernas redes, mientras el plomo en las suyas libertades y desdenes. |
68 |
||
Admirado el
español de ver cada vez que vuelve que tan tiernamente llore quien tan crudamente hiere, |
24 |
En Tremecén
me crié con mi madre y mis parientes, después que perdí a mi padre, cosario de tres bajeles. |
48 |
Apenas vide
trocada la dureza de mi suerte cuando tú me captivaste: ¡Mira si es bien que lamente! |
72 |