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Si no tan corpulento, más adusto serrano le sucede, que iguala, y aun excede al ayuno leopardo,	1015
al corcillo travieso, al muflón sardo que de las rocas trepa a la marina, sin dejar ni aun pequeña del pie ligero bipartida seña. Con más facilidad que el precedente,	1020
pisó las huellas casi del primero el adusto vaquero.

Prosificación: Le sucede [un] serrano más adusto, si no tan corpulento, que iguala y aun excede al ayuno leopardo, al corcillo travieso, al muflón sardo que trepa de las rocas a la marina sin dejar ni aun pequeña seña bipartida del pie ligero. Con más facilidad que el precedente, el adusto vaquero casi pisó las huellas del primero.
Observaciones: El siguiente saltador no es tan corpulento, por lo que no es tan fuerte, pero es más enjuto, por lo que su menor peso puede compensar su menor fuerza. Es más rápido incluso que el leopardo ayuno (es decir, dispuesto correr cuanto sus fuerzas le permitan para cazar una presa), que el corcillo travieso o que el muflón sardo, un animal de Cerdeña que tenía fama de que, cuando lo perseguían los cazadores, se tiraba de un salto de cabeza desde las rocas hasta la playa amortiguando la caída con su elástica cornamenta, para no dejar así ninguna huella de su huida. El verbo "trepar" tenía también el significado de "dar volteretas", y alude al salto de cabeza que se suponía daba el muflón.

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