ANTERIOR |
90 - 93 | SIGUIENTE |
Llegó, pues, el mancebo, y saludado | 90 |
sin
ambición, sin pompa
de palabras, de los conducidores, fue, de cabras, que a Vulcano tenían coronado. |
Los hipérbatos expresan la confusión del
peregrino al encontrarse con los cabreros. Góngora subraya su
simplicidad,
que alabará en los versos siguientes. Al decir que los cabreros lo
saludaron sin ambición y sin pompa de palabras está marcando la
diferencia con las costumbres de la Corte, donde cuando alguien
saluda a otro lo hace por ambición, es decir, para ganarse sus
favores, y en términos falsos y aduladores.