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LA PRIMERA GUERRA CARLISTA | SIGUIENTE |
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En el Estado mexicano de Coahuila-Texas se estaban produciendo
unos
sucesos que hacían patentes las diferencias culturales
entre los
estadounidenses y los mexicanos, o los latinoamericanos en
general: en
Latinoamérica cualquier
descontento daba lugar a una revuelta armada dirigida por unos
líderes autoproclamados y cuyos intereses dudosamente
respondían al interés general, y cualquier intento
de
formar una asamblea representativa era desvirtuado por toda clase
de
arbitrariedades. Los colonos estadounidenses en Texas, en cambio,
habían
prodecido según sus costumbres democráticas: se
habían rebelado contra los abusos de autoridad, se
habían
calmado en cuanto fueron subsanados, y luego, con más
tranquilidad,
habían formado una convención limpia y
modélica
para discutir los problemas civilizada y moderadamente, y ahora
trataban de canalizar sus quejas respetando escrupulosamente las
leyes.
De hecho, poco después de que se hubiera clausurado la
convención de Texas, el gobernador del departamento de
Béxar, Ramón
Músquiz, declaró que ésta
había sido
ilegal, pues la Constitución
mexicana establecía que los ciudadanos debían
presentar
sus
peticiones a través de los ayuntamientos, y no directamente
al
congreso. Consecuentemente, Stephen F. Austin rectificó el
protocolo y en 1833 se
reunió
con los políticos mexicanos de San
Antonio de Béxar para llegar a un acuerdo. Los mexicanos
convinieron en que las resoluciones de los colonos eran justas y
convenientes para todos, pero insistieron en que el procedimiento
no
era el correcto. Por ello, Austin pidió al ayuntamiento de
San
Antonio que redactara una petición en términos
similares
a las resoluciones de la convención de Texas —que
contó
con el apoyo de Músquiz— y que la hiciera llegar al
congreso de
acuerdo con la ley. No obstante, Austin manifestó a los
políticos mexicanos de San Antonio que si el congreso no
discutía las resoluciones en un plazo de varios meses, los
texanos constituirían su propio gobierno estatal, y que
declararían a Texas independiente de Coahuila, si no de
México. En suma, los estadounidenses trataban de agotar
todos
los recursos legales para canalizar unas reivindicaciones
razonables, y
sin duda se conformarían si el gobierno mexicano, tras
haberlas
estudiado, les aceptara algunas y les denegara razonadamente
otras, y
sólo amenazaban con la secesión en el caso de que el
gobierno mexicano no estuviera a la altura de las circunstancias.
Es
cierto que entre los colonos mexicanos había radicales que
propugnaban la independencia de Texas sin más
preámbulos,
pero, como era habitual en la sociedad estadounidense, las
posturas
radicales eran rechazadas mayoritariamente mientras las posturas
moderadas parecían viables.
En los Estados Unidos se estaba produciendo un conflicto
análogo al de Texas. El Estado de Carolina del Sur estaba
dispuesto a abandonar la unión si no se anulaban las leyes
de
aranceles impuestas por el gobierno federal. El 16 de enero el presidente Jackson
presentó ante el Congreso su proyecto de Ley de uso de la fuerza, que
lo
facultaba para recaudar los aranceles a punta de bayoneta si era
necesario.
El 6 de febrero el
príncipe Otón de Baviera, que aún no
había
cumplido los dieciocho años, fue reconocido como rey Otón I de Grecia. Se
formó un consejo de regencia integrado por políticos
bávaros, bajo la presidencia del conde Josef Ludwig von Armansperg,
el
ministro de finanzas del reino de Baviera. La capital del reino se
estableció en Atenas, principalmente por razones
históricas, ya que la ciudad era entonces muy
pequeña y
su población no llegaba a los 5.000 habitantes. El consejo
de
regencia trató de reorganizar el país, y sus medidas
fueron muy impopulares, especialmente la subida de impuestos. El
nuevo
rey no se preocupó en absoluto por adaptarse a las
costumbres
locales. Aunque los tratados establecían que sus hijos
deberían ser educados en la religión ortodoxa, el
mantuvo
su catolicismo. Los griegos lo veían como un hereje. Por
otra
parte, el consejo de regencia declaró unilateralmente la
independencia de la Iglesia
Ortodoxa
Griega respecto del patriarcado de Constantinopla,
acusado de
estar bajo control turco.
El problema que el rey Luis Felipe I de Francia tenía con
respecto a la duquesa de Berry se resolvió solo cuando
corrió el rumor de que estaba embarazada. El 29 de febrero un periódico
francés publicó una declaración de la duquesa
en
la
que afirmaba haberse casado en secreto durante su breve estancia
en
Italia con el conde Hector
Lucchesi-Palli. La teoría de tal matrimonio
secreto no
convenció mucho, y se empezó a cuestionar incluso
que el
"rey" Enrique V fuera realmente hijo de su padre.
El Congreso de los Estados Unidos aprobó la Ley de uso de la fuerza y
Jackson
la firmó el 2 de marzo,
ahora
bien, ese mismo día firmó una nueva ley de aranceles
mucho más suave pactada con representantes de Carolina del
Sur,
de modo que dicho Estado podía retirar su ordenanza de
anulación sobre la base de que sus peticiones habían
sido
atendidas. El 4 de marzo
Jackson
inauguró su segundo mandato, y el 15
de marzo Carolina del Sur retiró su ordenanza de
anulación, con lo que el conflicto se había resuelto
dialogadamente: el gobierno federal no había admitido los
planteamientos radicales de Carolina del Sur, pero había
atendido lo esencial de su reclamación.
El ex gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas,
tenía
dispuesta su expedición contra los indios. Estaba dividida
en
tres columnas que paulatinamente se fueron adentrando en lo que
los
rioplatenses llamaban "el
desierto",
es decir la región deshabitada (= habitada por indios). El
16 de marzo la
columna central derrotó al cacique Yanquetruz, que tuvo que
retirarse dejando 160 muertos, entre ellos dos de sus hijos. Las
familias de los indios quedaron a merced de los rioplatenses.
El 18 de marzo Carolina del
Sur
decidió pronunciar la última palabra sobre el asunto
de
la anulación y "anuló" la Ley de uso de la fuerza. Dado que
Jackson ya no tenía ninguna necesidad de apelar a dicha
ley, no
contestó la acción de Carolina del Sur y así
terminó el conflicto.
El año anterior el gobierno de los Estados Unidos
había empezado a negociar el traslado al oeste de los
indios
semínolas, que vivían en el territorio de Florida.
Los
jefes de la siete tribus más importantes habían
visitado
el Territorio Indio y se habían entrevistado con los creeks, que iban a ser sus
vecinos,
y ahora, el 28 de marzo,
firmaban un
documento en el
que declaraban que las nuevas tierras les parecían
aceptables.
Sin embargo, cuando regresaron a Florida varios de ellos afirmaron
que no habían firmado el documento o que habían sido
forzados a firmarlo, y que, en cualquier caso, que no
tenían
autoridad para decidir un traslado en nombre de todas las tribus
semínolas.
El 30 de marzo otra de las
columnas rioplatenses enviadas contra los indios encontró a
Yanquetruz en un campamento donde, a pesar de que los indios
rehuyeron
el combate, tomó 250 prisioneros y les confiscó
10.000
ovejas y varios cientos de vacas y caballos.
Francisco de Paula Santander fue reelegido como presidente de Nueva Granada por un periodo de cuatro años.
La capital del Estado de Coahuila y Texas se trasladó de Saltillo a Monclova, más lejos de
Texas.
El 1 de abril los colonos
estadounidenses en Texas inauguraron una nueva convención
en San
Felipe de Austin para discutir las medidas a adoptar, ya que las
resoluciones que habían adoptado en la convención
del
año pasado no habían sido atendidas aún por
el
gobierno mexicano. Entre las voces que más se oyeron estuvo
la
de Samuel Huston, un
estadounidense recién llegado a Texas. Había sido
gobernador del Estado de Tennessee y protegido del presidente
Jackson.
Tres años atrás, tras ser abandonado por su esposa,
había decidido abandonar la política y se
había
trasladado al territorio de Arkansas,
al oeste del Mississippi, al norte del Estado de Luisiana.
Allí
los cherokees lo habían aceptado en su comunidad. El
año
anterior, mientras estaba en Washington para protestar por ciertos
abusos del gobierno hacia los cherokees, se enzarzó en una
reyerta en la calle con el congresista William
Stambery, al que golpeó con su bastón.
Éste, como respuesta, sacó una pistola y le
disparó, aunque erró el tiro, pero después lo
denunció por haber iniciado la agresión. En el
juicio fue
declarado culpable, pero sus amistades lograron que fuera
condenado
únicamente a una amonestación. Stambery apeló
la
sentencia y finalmente fue condenado a pagar una multa de 500$. No
obstante, Houston decidió abandonar el país y no
pagó.
En la convención texana, Houston abogó firmemente
por
declarar la independencia de Texas. Hay quien sospecha que Houston
fue
enviado por Jackson con esa misión, pero no hay pruebas de
ello.
Entre los radicales se encontraban también James Bowie, que
no
había sido elegido como representante para la
elección
anterior, y William Harris
Wharton,
que fue nombrado presidente de la convención. Éstos
resucitaron un viejo eslógan de la revolución
estadounidense: ningún
impuesto sin representación, en alusión a
que el
gobierno mexicano había establecido impuestos a los texanos
sin
que éstos hubieran tenido ninguna representación en
el
congreso que los aprobó (lo cual era falso: había
dos
representantes elegidos en el Estado de Coahuila y Texas). No
obstante,
aunque los radicales fueron los que más se hicieron
oír
al principio, lo cierto es que eran una minoría en la
convención, y lo que se acordó fue exigir que Texas
que
convirtiera en un Estado separado de Coahuila en el seno de la
federación mexicana. Con este fin, redactaron una
Constitución basada en la del Estado de Massachusetts, que
había servido también como modelo para los Estados
de
Luisiana, Misuri y Tennessee, entre otros. La normativa
incluía
también algunos aspectos de la legislación mexicana
y
otros que eran revolucionarios incluso para la legislación
estadounidense, como la prohibición de la prisión
por
deudas.
Los radicales propusieron adoptar unilateralmente las decisiones,
pero se impuso la opinión mayoritaria de que debían
ser
presentadas al congreso mexicano para su aprobación. La
convención se clausuró el 13
de abril, y Austin se dirigió a San Antonio para
iniciar
el procedimiento que hiciera llegar al congreso las resoluciones
de la
convención.
El presidente Jackson ordenó que Halcón Negro y los
otros jefes indios capturados el año anterior fueran
transportados a Washington, y causaron una gran expectación
en
todas las ciudades por las que pasaron. Después fueron
destinados a una prisión en Virginia, donde sólo
estuvieron unas semanas, durante las que posaron para numerosos
artistas. Luego fueron devueltos al oeste en un barco de vapor que
hizo
escala en las ciudades más importantes del país:
Nueva
York, Baltimore, Filadelfia, donde los indios fueron exhibidos
ante las
multitudes que se acercaban para contemplarlos. Las reacciones en
el
oeste fueron muy distintas. En ciudades como Detroit se quemaron
efigies de los prisioneros.
El 24 de abril se
celebró
el matrimonio entre el príncipe Federico
Augusto, hijo del rey Maximiliano II de Sajonia, y María Ana de Baviera,
hermana
del rey Luis I de Baviera.
El 6 de mayo Jackson fue
atacado
en Virginia por Robert B.
Randolf,
que había sido expulsado de la marina por orden de Jackson
acusado de desfalco. Randolf golpeó a Jackson y
salió
huyendo perseguido por varios amigos del presidente, entre ellos
Washington Irving. Jackson renunció a presentar cargos.
El 10 de mayo la duquesa de
Berry, todavía en prisión, dio a luz una niña
que
no sobrevivió al parto. El descrédito de la duquesa
ya
era completo y el presunto padre de la criatura, el conde
Lucchesi-Palli, era conocido en toda Francia como "san José".
Las elecciones presidenciales en México dieron la victoria
a
Antonio López de Santa Anna, que tomó
posesión de
su cargo el 16 de mayo.
El 21 de mayo los
Países
Bajos aceptaron un armisticio indefinido con Bélgica.
El 25 de mayo se aprobó
una
nueva constitución en Chile, de carácter
conservador, que
dotaba de mucha autoridad al presidente, a la sazón
José
Joaquín Prieto.
Mientras las otras dos columnas rioplatenses enviadas contra los
indios regresaron tan pronto como consiguieron una victoria
sonada, la
dirigida por Rosas seguía adelante. El 26 de mayo una de sus divisiones
atacó al cacique Payllerén,
que resultó muerto junto con 24 indios.
Las tribus sauk y fox que no habían seguido a
Halcón
Negro en su guerra sufrieron igualmente represalias. El 1 de junio fueron obligadas a vender
territorios como indemnización por la guerra y desplazarse
hacia
el oeste, dejando abierto a la colonización estadounidense
el
territorio de Iowa, al
norte
de Misuri y al oeste de Illinois.
El 3 de junio Santa Anna
cayó enfermo y dejó la presidencia de México
de
forma interina en manos de su vicepresidente, Valentín Gómez
Farías,
que inició una serie de reformas liberales. La primera
consistió en la nacionalización de los bienes de los
descendientes de Hernán Cortés, que fueron
destinados a
la educación.
El 7 de junio el gran duque de
Toscana Leopoldo II se casó con María Antonieta,
hermana
del rey Fernando II de las Dos Sicilias.
El 8 de junio la duquesa de
Berry
salió de Francia con dirección a Palermo. La
oposición pidió cuentas al rey sobre por qué
no
había sido sometida a juicio, pero Luis Felipe I pudo
responder
sin excesivo embarazo que hay circunstancias
raras,
extremadamente raras sin duda, en las que un gobierno debe, bajo
su responsabilidad, [...] poner
el interés del país por encima del cumplimiento de
las
leyes.
El 30 de junio la
expedición de Rosas llegó a la isla de Choele Choel, en el río
Negro, expulsó a
los indios
que había en ella tomando 200 prisioneros e instaló
allí un campamento. Unos días después una
expedición que salió del campamento mató a
los
caciques Millao y Pichiloncoy junto con 57
indios, e
hizo prisionero al cacique Payné
con 6 guerreros y más de 70 mujeres.
El emperador Pedro I de Brasil dejando Oporto bajo asedio,
salió
al frente
de una expedición marítima que desembarcó al
sur
del país. En julio
tomaba
Lisboa.
El 3 de julio los rioplatenses
exterminaron la tribu del cacique Chocorí,
aunque éste logró escapar.
El 5 de julio murió
Joseph
Nicéphore Niépce. Su socio, Daguerre, continuaba
investigando para mejorar la técnica fotográfica que
aquél había desarrollado.
Ante la amenaza de Mehmet Alí, el 8
de julio el sultán otomano Mahmut II no tuvo
más
remedio que firmar con los rusos el tratado de Unkiar-Skelessi, por el que en
la
práctica, el Imperio Otomano se convertía en un
protectorado ruso. Oficialmente, el tratado establecía que
ambos
países se ofrecerían ayuda mutua en caso de ser
atacados
por una potencia extranjera, pero una cláusula secreta
eximía a los otomanos de envíar soldados en defensa
de
los rusos a cambio de cerrar el estrecho de los Dardanelos a
cualquier
barco no ruso en caso de que Rusia fuera atacada. Cuando Mehmet
Alí se enteró de este pacto negoció con el
sultán. Su ejército se retiró de Anatolia y a
cambio Mehmet fue reconocido como gobernador de Siria y de Arabia,
así como de la isla de Creta.
Esta vez, Austin no contó con ningún apoyo de los
mexicanos residentes en Texas
y tuvo que marchar sólo a la Ciudad de México para
presentar las reclamaciones de los colonos estadounidenses. Por
esas
fechas la epidemia de
cólera que se había extendido por Europa
había
llegado a Texas y ahora empezaba a manifestarse en la capital
mexicana.
Así, cuando Austin llegó a la Ciudad de
México el 18 de julio,
se encontró con
que el congreso había suspendido sus sesiones a causa de la
epidemia, y decidió permanecer en la ciudad hasta que la
vida
política volviera a la normalidad.
Los absolutistas portugueses abandonaron el asedio de Oporto,
para
pasar poco después a asediar Lisboa el 25 de agosto.
El 28 de agosto Gran
Bretaña prohibió la esclavitud en sus colonias. Ya
hacía tiempo que en Gran Bretaña se oían
voces a
favor de esta medida, pero la reciente rebelión de esclavos
en
Jamaica contribuyó al paso final. No obstante, la mayor
parte de
los esclavos británicos pasaron al status de aprendices, que
venía a ser lo mismo que esclavo, sólo que por un
periodo
de tiempo limitado entre cuatro y seis años.
El asunto de la anulación había dejado en segundo plano el del Banco de los Estados Unidos. Una vez resuelto el primero, el presidente Jackson, de acuerdo con lo prometido en su campaña electoral, se dispuso a destruir el Banco, antes incluso de los dos años que faltaban para que expirase su carta constitucional. Para ello decidió retirar los depósitos gubernamentales y repartirlos entre los bancos de los distintos Estados, donde supuestamente serían usados siguiendo políticas económicas distintas, acordes a las necesidades de cada uno de ellos. Su secretario del Tesoro, Louis McLane, se opuso tajantemente a dicha medida, y Jackson lo sustituyó por William John Duane, pero, para la exasperación de Jackson, éste también se opuso, y el presidente no tuvo incoveniente en cambiar inmediatamente de secretario. El 23 de septiembre nombró a Robert Brooke Taney, hasta entonces su secretario de Justicia, que estaba claramente a favor de la medida, e incluso le había urgido a llevarla adelante. Una semana más tarde Taney retiró los fondos del Banco, con lo cual éste se redujo a una entidad moribunda sin capacidad alguna.
El 29 de septiembre el rey
Fernando VII de España y sus súbditos pasaron a
mejor
vida (éstos en sentido literal). La reina María
Cristina
se convirtió en regente de su hija, la nueva reina Isabel I, que tenía
apenas
tres años de edad. El 1 de
octubre,
en Abrantes (Portugal) el
hermano de Fernando VII publicó un mainifiesto en el que
exigía ser reconocido como rey de España y amenazaba
con
procesar a cuantos se negaran a ello tan pronto como tuviera el
control
efectivo del Estado. El 4 de octubre
el primer ministro Cea Bermúdez publicó un
manifiesto
suscrito por la regente en el que anunciaba su intención de
continuar la política anterior, sin alinearse ni con los
carlistas ni con los liberales.
El 5 de octubre los
rioplatenses
de Rosas atacaron el campamento del cacique Cayupán, matando 20
guerreros
y 5 mujeres, y haciendo 76 prisioneros.
El 6 de octubre el general
retirado Santos Ladrón de
Cegama fue el primero en proclamar rey de España a
Carlos
V y el 7 de octubre se puso al
frente de un grupo de soldados carlistas sublevados en
Logroño,
que condujo a Navarra (su provincia natal), donde obtuvo algunos
refuerzos. No obstante, fue derrotado y apresado en Los Arcos por un
ejército
salido de Pamplona. Este incidente se considera el inicio de la primera guerra carlista.
Pocos
días después se produjeron levantamientos similares
en
distintos puntos del país.
El 10 de octubre los liberales
portugueses libraron a Lisboa del asedio y forzaron a los
absolutistas
a retirarse hacia Santarem.
En Buenos Aires, los federalistas se habían dividido en
dos
facciones: los apostólicos,
que secundaban a Rosas y criticaban al gobernador González
Balcarce, y los cismáticos,
que pretendían dotar a las Provincias Unidas de una
constitución federalista. A la sazón, no
existía
ningún marco legal que relacionara a las distintas
provincias,
sino que las relaciones entre ellas eran el reflejo de las
relaciones
entre los distintos caudillos que las controlaban. Cuando
terminó la guerra civil, Rosas se opuso a todo intento de
organizar un estado federal. Los
apostólicos fundaron una Sociedad
Popular
Restauradora, que organizó toda clase de ataques
en la prensa, motines y disturbios variados contra el gobierno y
los
cismáticos. La crisis llegó a su punto candente
cuando se
llevó a juicio a un periódico titulado El reformador de las leyes.
Éste era también el sobrenombre que daban a Rosas
sus
partidarios, por lo que los apostólicos se las arreglaron
para
confundir a los bonaerenses y darles a entender que el juicio era
contra Rosas. El resultado fue un motín que estalló
el 11 de octubre en el que se
exigía
la renuncia del gobernador y que Rosas no fuera juzgado.
El 13 de octubre fue fusilado
en
Pamplona el general carlista Ladrón de Cegama.
El presidente de Ecuador, Juan José Flores, pidió
al
Congreso que le otorgara "facultades extraordinarias", es decir,
que lo
nombrara dictador, ante lo cual se encontró con una
enérgica oposición encabezada por Vicente Rocafuerte. Flores
ordenó su captura y su destierro, pero un grupo de
militares lo
liberó y el 20 de octubre
se
puso al frente de un alzamiento militar que dio inicio a una
guerra
civil.
El 27 de octubre Santa Anna se
puso nuevamente al frente del gobierno de México.
González Balcarce confiaba en que Rosas, que seguía
al
frente de la campaña contra los indios, apoyaría la
legalidad, pero finalmente llegó una carta suya en la que
daba
la razón a los sediciosos. Comprendiendo que en cuanto
Rosas
regresara asumiría el poder sin contemplaciones,
González
Balcarce dimitió el 4 de
noviembre.
Esperando el regreso de Rosas, se nombró gobernador
interino a
Juan José Viamonte, que no se había pronunciado por
ninguna de las facciones, pero esto hacía que careciera de
todo
apoyo. A partir de ese momento la Sociedad
Popular Restauradora se dedicó a intimidar a sus
enemigos
políticos con toda clase de agresiones. Pronto se
organizó un brazo armado conocido como La Mazorca, cuyos miembros
entraban
en las casas de los cismáticos y les explicaban que no eran
bien
vistos en la ciudad.
El 13 de noviembre se
presentó con un ejército ante Burgos el cura
Jerónimo Merino, el ex guerrillero de la guerra de la
Independencia, dispuesto a sublevar a la ciudad en favor del rey
Carlos
V. En Navarra se habían sofocado la mayor parte de
alzamientos
carlistas, pero el 14 de noviembre
un reducido grupo de rebeldes eligió como jefe al general
retirado Tomás de
Zumalacárregui, que se encontró con unos
2.500
hombres mal equipados, pero empezó a organizar un
ejército con gran eficiencia.
A instancias de Austin, el 21 de
noviembre el congreso mexicano permitió de nuevo
la
inmigración
de estadounidenses a Texas.
El 30 de noviembre el gobierno
español puso en vigor una división del Estado en 49
provincias, que coincide salvo pequeños cambios con la
división actual. El criterio era el mismo que había
llevado en su día a delimitar los departamentos franceses:
que
desde cualquier punto de una provincia se pudiera llegar en un
día a su capital y que albergaran entre 100.000 y 400.000
habitantes.
Charles Fourier convenció a un tal Baudet Dulary para que
ofreciera un
terreno de su propidad para poner en marcha uno de los falansterios de su
invención. La organización de la comunidad de
obreros
quedó a cargo de Victor
Considerant, uno de los más fervientes
discípulos
de Fourier. El falansterio
empezó a funcionar en otoño, con unas 1.100
personas,
pero al llegar el invierno se redujeron a 200, en parte por la
insalubridad de las construcciones y en parte por el frío.
Un
mes más tarde el proyecto fue abandonado.
El 15 de diciembre Santa Anna
decidió que estaba más cómodo como presidente
en
excedencia que como presidente en ejercicio, así que
volvió a poner al vicepresidente Gómez Farías
al
frente
del gobierno y se retiró a sus posesiones en Veracruz.
Gómez Farías continuó con sus reformas
liberales:
nacionalizó
algunas propiedades eclesiásticas y declaró
voluntario el
diezmo que
cada mexicano estaba obligado a pagar a la Iglesia. También
suprimió la
censura religiosa y abolió la pena de muerte por delitos
políticos. Reorganizó el sistema educativo mexicano,
creó la Biblioteca Nacional y estableció una ley por
la
que el patronato, es
decir,
el derecho a nombrar curas, obispos y arzobispos que había
detentado la Corona española, pasaba ahora a ser un derecho
de
la nación.
Austin fue arrestado y encarcelado, teóricamente bajo
sospecha de traición, pero nunca se formularon cargos
contra
él. Que un representante político de un Estado fuera
a la
capital a negociar ciertas reivindicaciones y, como respuesta,
fuera
encarcelado sin ninguna garantía legal, era algo
inconcebible
para la mentalidad de un estadounidense, de modo que el malestar
en
Texas aumentó considerablemente.
El presidente peruano Agustín Gamarra era blanco de las
acusaciones de los liberales, que denunciaban su gobierno
dictatorial
al margen de la Constitución. Finalmente, cuando se
acercaba el
fin de su legislatura, decidió convocar una Convención Nacional
para que
le hicira una Constitución a medida. También
convocó a los colegios electorales para la elección
de un
nuevo presidente, pero muchos de los colegios se negaron a
colaborar y
no eligieron representantes. Por ello, se encomendó a la Convención Nacional
que
eligiera un presidente provisional. La Convención estaba
dominada por los liberales, al frente de los cuales estaba el
clérigo Francisco Javier
de
Luna Pizarro, y 20 de
diciembre
fue elegido Luis José de
Orbegoso, un militar débil y manejable, que no era
el
candidato que Gamarra había previsto: Pedro Pablo Bermúdez.
Respetuoso con el concepto latinoamericano de la democracia,
Gamarra
procedió a cumplir con su obligación moral de
alzarse en
armas
contra Orbegoso.
El zar Nicolás I había visitado ese año
Austria
y Prusia. En las ceremonias, el rey de Prusia era saludado con una
traducción al alemán del himno británico God save the king (Heil dir im Siegerkranz, que
a su
vez era una adaptación de una letra escrita para el rey
Cristián VII de Dinamarca), y el zar con la correspondiente
traducción al ruso, Боже, Царя храни!,
(Bózhe, Tsariá jraní, Dios salve al zar),
realizada hacía ya dieciocho años por el poeta Vasili Zhukovski, que
además
había convertido su traducción del himno en la
segunda
estrofa de un poema titulado Oración
de
los rusos. Por el contrario, el emperador
austríaco
Francisco I contaba con su propio himno, con una magnífica
música de Haydn: Gott
erhalte
Franz den Kaiser. El zar debió de juzgar
deplorable que
su himno
fuera de segunda mano, así que encargó al
compositor Alekséi Lvov,
que formaba parte de su comitiva, que compusiera uno nuevo
genuinamente
ruso. Lvov puso música a la primera estrofa de la Oración de los rusos y
el 25 de diciembre
presentó el que se
convirtió desde ese momento en el nuevo himno de Rusia:
Боже, Царя храни! |
Bózhe, Tsariá jraní! |
¡Dios salve al Zar! |
El 1 de enero de 1834
entró en vigor la Union
Aduanera de la Confederación Alemana, es decir, la
supresión de aranceles en el comercio alemán. Fue
una
iniciativa prusiana a la que no quisieron sumarse ni Austria ni
los
estados del noroeste dependientes de Hannover. Además de
Prusia,
comprendía a Baviera, Sajonia, Württenberg y los
estados de
Turingia.
En los Estados Unidos, los antijacksonianos unieron sus fuerzas y
crearon un nuevo partido que agrupó a los republicanos
nacionales y a los antimasones. Puesto que pretendían
combatir
la excesiva autoridad de Andrew Jackson, al que caricaturizaban
como el
"rey Andrés", decidieron que el nuevo partido se
llamaría
partido whig, puesto que
en
Gran Bretaña era el partido opuesto al partido
monárquico
de los tories. Esta
denominación sugería que los demócratas
jacksonianos eran tories,
nombre despectivo que durante la guerra de la Independencia se
había dado a
los realistas.
Mientras Luis José de Orbegoso se refugiaba en el Callao,
el 4
de enero Pedro Pablo Bermúdez se autoproclamaba legislador supremo provisional del
Perú. Estalló así una guerra civil,
pero
Gamarra terminó siendo derrotado y desterrado a Chile.
El 15 de enero Cea
Bermúdez fue sustituido como primer ministro español
por
el liberal moderado Francisco
Martínez de la Rosa, tras lo cual emigró a
Francia. Francisco Espoz y Mina fue nombrado virrey de Navarra, y
encargado de dirigir la lucha contra los carlistas en el norte.
El 28 de enero Juan Manuel de
Rosas dio por terminada su campaña contra los indios e
inició el regreso a Buenos Aires. Su misión
había
sido todo un éxito: los límites de la provincia de
Buenos
Aires se habían extendido sobre territorio indio y los
indígenas habían recibido tal varapalo que se
abstuvieron
de molestar a los bonaerenses durante muchos años. Un mes
antes
un periódico bonaerense había publicado el balance
de
3.200 indios muertos, 1.200 prisioneros y unos 1.000 cristianos
rescatados del cautiverio indio. Gran parte del territorio
conquistado
a los indios fue repartido entre los soldados que habían
participado en la expedición.
En el Estado de Maryland se había formado la Maryland State Colonization Society,
con el fin de embarcar hacia Liberia los negros libres que
vivían en el Estado y que así lo desearan. La nueva
compañía actuó con independencia de la American Colonization Society,
que
gestionaba la colonia de Liberia, y el 12
de
febrereo fundó su propio asentamiento un poco
más al sur, que fue conocido como Maryland en África o Maryland en Liberia.
El 28 de febrero el canadiense
Louis-Joseph Papineau
presentó en la asamblea legislativa del Canadá
Inferior
una reelaboración de la lista de agravios que seis
años
atrás había enviado a Londres, conocida ahora como
las noventa y dos resoluciones.
Éstas fueron aprobadas y enviadas nuevamente a Londres. En
ellas
se insistía en la lealtad a la Corona Británica,
pero se
exigía que el gobierno de la provincia fuera elegido
democráticamente en lugar de ser nombrado por el
gobernador. A
la espera de una respuesta, la asamblea legislativa hacía
lo que
podía para oponerse al gobierno colonial a la vez que
trataba de
evitar una rebelión abierta.
El presidente centroamericano, José Francisco
Morazán,
trasladó la capital de la federación de Guatemala a
Sonsonate y, poco
después, a
San Salvador. Ese año hubo elecciones presidenciales, que
dieron
como vencedor por escaso margen a José Cecilio del Valle,
lo que
reflejaba una cierta oposición a las reformas liberales de
Morazán. Sin embargo, del Valle murió el 2 de marzo antes de poder tomar
posesión. El vicepresidente José
Gregorio Salazar y Castro gobernó como presidente
interino hasta la celebración de nuevas elecciones.
Tomás de Zumalacárregui había asaltado un
convoy de armas con el que mejoró el equipamiento de su
ejército. Tras haber salido de Navarra al frente de unos
3.000
hombres, el 16 de marzo se
dispuso a
atacar Vitoria. Sin embargo, le falló el apoyo que esperaba
desde el interior de la ciudad y tuvo que retirarse. Sus hombres
habían capturado a unos doscientos milicianos de un grupo
que se
hacía llamar los Celadores
de
Álava, que habían sido transportados a
Heredia.
Éstos se habían rendido en Gamarra después de
haber sido
abandonados por sus oficiales y de haber sufrido unas treinta
bajas. Se
les había prometido respetar sus vidas, pero cuando
Zumalacárregui tuvo noticia de su captura ordenó que
fueran fusilados al día siguiente, el 17
de marzo, siguiendo una estrategia de infundir terror
entre sus
enemigos.
La estancia en prisión había aumentado los delirios
del saintsimoniano Enfantin. El 22 de
marzo
se embarcó rumbo a Egipto para encontrar la sacerdotisa con
la
que tenía que casarse para unir el Oriente al Occidente.
Mehmet
Alí acogió con interés sus proyectos
espectaculares, el mayor de los cuales era construir un canal que
uniera el mar Mediterráneo al mar Rojo. No obstante Mehmet
Alí estaba más interesado en construir una presa, y
Enfantín hizo llamar a amigos suyos ingenieros para que
dirigieran los trabajos. Sin embargo, en las canteras se
desató
una epidemia de peste y Enfantín marchó
inmediatamente al
Alto Egipto, donde adquirió mala reputación por sus
relaciones con las mujeres.
En abril el senado de los
Estados
Unidos ratificó el tratado firmado por los semínolas
el
año anterior y se dispuso a exigir su cumplimiento, de modo
que
los indios tenían que trasladarse de Florida a Alabama en
un
plazo de tres años desde el momento en que fue firmado el
tratado, es decir, antes de dos años.
El gobierno francés estaba preparando una ley contra las
asociaciones no autorizadas, cuyo principal objetivo era la Sociedad de los Derechos del Hombre,
la principal asociación republicana del país. Sin
embargo, los republicanos lograron convencer a los artesanos de la
seda
de Lyon de que dicha ley era una amenaza para sus asociaciones
gremiales. Nadie se esperaba una segunda rebelión en Lyon,
pues
el ramo de la producción de seda estaba en plena
expansión, pero los patrones consideraban que dicha
expansión había aumentado excesivamente el sueldo de
sus
asalariados, por lo que pretendían ponerse de acuerdo para
reducir los salarios, y esto permitió a los republicanos
canalizar en su favor las reclamaciones de los artesanos. El 9 de abril, el mismo día que
se
votaba la ley sobre asociaciones, estalló la revuelta
lyonesa.
Los rebeldes dictaban "órdene del día" fechadas
según el calendario republicano. El ejército
disparaba
contra la multitud desarmada, las calles se llenaban de
barricadas.
Finalmente el ejército optó por la estrategia de
salir de
la ciudad para rodearla y volverla a tomar unos días
más
tarde.
El 10 de abril el primer
ministro
español, Francisco Martínez de la Rosa,
promulgó
el Estatuto Real, una
especie
de constitución, aunque formalmente era más bien una
"carta otorgada" por la
reina, que
pretendía contentar tanto a los absolutistas como a los
liberales. Establecía un parlamento bicameral, con unos Estamentos de próceres,
integrados por los grandes de España y los elegidos por el
rey,
con carácter vitalicio, y una cámara de Procuradores, elegidos por un
censo
de votantes que incluía únicamente al 0.15 por cien
de la
población. De todos modos, las cámaras no
podían
debatir ningún asunto que no fuera propuesto por el rey y
éste tenía derecho de veto.
Los republicanos franceses trataron de extender a otros
departamentos la insurrección de Lyon, pero su éxito
fue
escaso. El pulso decisivo con el gobierno se libró en
París. Como medida de prevención, 150 de los
principales
miembros de la Sociedad de los
Derechos del Hombre fueron encarcelados, y La tribuna de los departamentos,
su
virulento diario, fue prohibido. Sin embargo, el 13 de abril empezaron a formarse
barricadas en las calles de la capital. El ejército
reaccionó inmediatamente. Una casa desde la que se
produjeron
disparos fue tomada a punta de bayoneta y todos sus habitantes,
hombres, mujeres, niños y ancianos, fueron asesinados.
El 15 de abril el
ejército
francés controlaba la ciudad de Lyon. Se calcula que hubo
unos
600 insurgentes muertos además de unos 10.000 prisioneros.
El 22 de abril el emperador
Pedro
I de Brasil formó una Cuádruple
Alianza entre Portugal, España, Gran
Bretaña y
Francia para derrocar a su hermano Miguel I del trono
portugués
e impedir que Carlos V accediera al trono español.
Las reformas liberales del presidente Gómez Farías
habían escandalizado a los convervadores mexicanos, que no
dudaron en apelar a Santa Anna. El 24
de
abril dio un golpe de estado y, tras haber gobernado el
país con el apoyo de los liberales, ahora pasaba a hacerlo
a la
cabeza de los conservadores. Gómez Farías tuvo que
marchar al
exilio. Al principio Santa Anna atendió algunas de las
reivindicaciones de los texanos: les concedió un
escaño
adicional en el congreso, un colono estadounidense fue nombrado
fiscal
general, se instauró en Texas el sistema de juicios con
jurado y
se autorizó el inglés como segundo idioma. Sin
embargo,
luego empezó a recelar y a oír las voces más
conservadoras, lo que lo llevó a disolver algunas
legislaturas
estatales y desarmar milicias estatales.
El embajador mexicano en Francia era a la sazón Lorenzo de
Zavala. Había participado en el gobierno de Vicente
Guerrero,
pero tras el golpe de estado de Bustamante había tenido que
huir
a los Estdos Unidos. Bajo la presidencia de Gómez
Farías
se
había reincorporado en la política mexicana. Ahora
pubicaba un libro titulado Viaje
a
los Estados Unidos, en el que narra sus experiencias en
Norteamérica y analiza las distintas facetas de la sociedad
estadounidense: política, religión, economía,
el
ejército, las penitenciarías, etc. En el
prólogo
explica el propósito de su libro:
[...] porque he creído que nada puede dar lecciones más útiles de política a mis conciudadanos que el conocimiento de las costumbres, usos, hábitos y gobierno de los Estados Unidos, cuyas instituciones han copiado servilmente.
Y su tesis principal es que la razón de fondo por la que
los
Estados Unidos eran un país próspero —y
México no—
hay que buscarla en las diferencias de carácter entre los
habitantes de una y otra nación:
En él encontrarán una descripción verdadera del pueblo que sus legisladores han querido imitar, un pueblo laborioso, activo, reflexivo, circunspecto, religioso en medio de la multiplicidad de sectas, tolerante, avaro, libre, orgulloso y perseverante. El mexicano es ligero, perezoso, intolerante, generoso y casi pródigo, vano, guerrero, supersticioso, ignorante y enemigo de todo yugo. El norteamericano trabaja, el mexicano se divierte; el primero gasta lo menos que puede, el segundo hasta lo que no tiene; aquél lleva a efecto las empresas más arduas hasta su conclusión, éste las abandona a los primeros pasos; el uno vive en su casa, la adorna, la amuebla, la preserva de las inclemencias; el otro pasa su tiempo en la calle, huye de la habitación, y en un suelo en donde no hay estaciones poco cuida del lugar de su descanso. En los Estados del norte todos son propietarios y tienden a aumentar su fortuna; en México los pocos que hay la descuidan y algunos la dilapidan. Al hablar así debe entenderse que hay honorables excepciones, y que especialmente entre la gente de educación se encuentran virtudes sociales y domésticas muy recomendables. También hay en los Estados Unidos personas pródigas, perezosas y despreciables, pero no es ésta la regla general.
Obviamente, Zavala era consciente de que su libro no iba a gustar a sus paisanos:
Parece que oigo a algunos de mis paisanos gritar: ¡Qué horror! ved cómo nos desacredita este indigno mexicano, y nos presenta a la vista de los pueblos civilizados. [...] ¿Queréis que no se diga? Enmendaos. Quitad esos ochenta y siete días de fiesta del año que dedicáis al juego, a la embriaguez y a los placeres. Acumulad capitales para vuestra decente manutención y la de vuestras familias, para dar garantías de vuestro interés en la conservación del orden social: tolerad las opiniones de los demás, sed indulgentes con los que no creen lo que vosotros creéis, dejad a los huéspedes de vuestro país ejercer libremente su industria, cualquiera que sea, y adorar al supremo Autor del Universo conforme a su conciencia, dedicaos al trabajo útil: componed vuestros caminos, levantad casas para vivir como racionales, vestid a vuestros hijos y a vuestras esposas con decencia, no excitéis tumultos para apoderaros de lo ajeno, por último, vivid del fruto de vuestro trabajo y entonces seréis dignos de la libertad y de los elogios de los hombres sensatos e imparciales.
De todos modos, publicado en Francia y en español, no tuvo
muchos lectores y sólo recientemente ha sido
"redescubierto"
como un agudo análisis, tal vez el primero, de la sociedad
estadounidense de la época. Recogemos aquí
sus conclusiones principales.
El 19 de mayo los nobles de
las
ciudades de Nablus, Hebrón y Jerusalén, organizados
por Qasim Al-Ahmad,
comunicaron a los
oficiales egipcios que ocupaban Siria que los clanes árabes
del
sur de Siria no estaban dispuestos a suministrar más
soldados al
ejército egipcio. Mehmet Alí había nombrado
gobernador de Siria a su hijo Ibrahim, el cual, al ser informado,
envió un ejército a las ciudades rebeldes, las
cuales
contaron con el apoyo de los otomanos.
El 20 de mayo murió en
París el marqués de La Fayette. En los Estados
Unidos las
dos cámaras del Congreso le dispensaron los mismos honores
fúnebres que a George Washington. Fue enterrado el 22 de mayo con tierra estadounidense
traída expresamente para tal efecto. El gobierno
francés
había cercenado de tal modo la dirección del partido
republicano que en su funeral no se produjo incidente alguno.
El 26 de mayo el rey Miguel I
de
Portugal capituló en la batalla de Évora Monte y
aceptó exiliarse en Austria. La reina María II
recuperó el trono y se anuló el
matrimonio con su tío. Mientras tanto la política
brasileña durante la minoría de edad del emperador
Pedro
II era prácticamente la de una república. El consejo
de
regencia tenía escaso poder, y el parlamento lo dominaba
una
mayoría liberal que, no obstante, se dividía en
varias
facciones. Los "republicanos" o "exaltados" eran una
minoría
radical, a la que se oponían los "moderados", que a su vez
eran
una coalición de dos partidos, los "nativistas", dirigidos
por
el cura Diogo Antonio
Feijó,
y el "bloque de Coímbra" (llamado así porque sus
principales miembros eran licenciados por la universidad de
Coímbra), dirigidos por Pedro
de
Araújo Lima. El único vínculo entre
estos dos partidos era su voluntad de convertir a Brasil en una
federación de Estados y su oposición a Pedro I. Al
margen
de éstos estaban los "restoracionistas", que propugnaban el
regreso de Pedro I como regente de su hijo.
El general griego Theodoros Kolokotronis fue acusado de
traición por oponerse a la regencia bávara y el 7 de junio fue condenado a muerte,
aunque
posteriormente le fue otorgado el perdón.
El rey Luis Felipe I de Francia aprovechó la reciente
purga
de republicanos para convocar elecciones y renovar el parlamento.
Las
votaciones se llevaron a cabo el 21 de
junio
y, ciertamente, los republicanos no obtuvieron ningún
representante. Aun así, la oposición moderada obtuvo
más de la tercera parte de los escaños.
El 13 de julio el general
ecuatoriano José
Félix
Valdivieso dejó de acatar el mando de Vicente
Rocafuerte
(que era civil) y se proclamó jefe supremo de Ecuador.
Aunque el primer ministro británico, Charles Grey,
había moderado últimamente su actividad
política,
no se llevaba bien con el rey Guillermo IV, principalmente por el
apoyo
que otorgaba a los católicos irlandeses. Finalmente, el 16 de julio acabó dimitiendo
de su
cargo. Fue sustituido por le más moderado de los whigs de su gabinete, William Lamb, vizconde de Melbourne.
Similarmente, el mariscal Soult, primer ministro de Francia, no
contaba con la
simpatía de los ministros de Luis Felipe I, que lo acusaban
de
obtuso y maleducado. A través de ciertas intrigas
éstos
lo forzaron a presentar su dimisión el 18 de julio, pero el rey lo
sustituyó por otro del mismo estilo: el mariscal Étienne Maurice Gérard,
el héroe de la reciente campaña belga.
El parlamento británico aprobó una enmienda a la Poor law que instauraba los
trabajos forzados para los niños indigentes.
El 4 de agosto el
ejército
de Ibrahim Bajá tomó y saqueó Hebrón,
acción que puso fin a la revuelta de los árabes del
sur
de Siria.
Finalmente, el 12 de agosto el
parlamento brasileño aprobó una reforma de la
constitución para descentralizar el gobierno y conceder
mayor
poder político a las provincias.
El presidente ecuatoriano Juan José Flores logró
acorralar a su rival Rocafuerte, pero, en lugar de ajusticiarlo,
se
unió a él contra Valdivieso. El 10 de septiembre Rocafuerte fue aclamado
como presidente de Ecuador y puso a Flores al frente del
ejército.
El 24 de septiembre
murió
de tuberculosis el emperador Pedro I de Brasil, a la edad de 35
años. Murió en el palacio que Queluz, cerca de
Lisboa,
donde había nacido. La noticia de su muerte hizo que en
Brasil
los restoracionistas se unieran a los liberales "de
Coímbra", lo
que a su vez hizo que éstos se distanciaran de los
nativistas,
más afines a los republicanos.
Con Rosas en Buenos Aires, el gobernador Viamonte se vio obligado
a
dimitir. Al principio su dimisión fue rechazada, porque
nadie
quería el
cargo. Rosas insistía en que no podía aceptarlo sin
poderes
extraordinarios. Finalmente, el 1 de
octubre
fue obligado a aceptarlo Manuel
Vicente Maza.
Los indios semínolas comunicaron a Wiley Thompson, el
representante del
gobierno, que no tenían intención de moverse de
Florida y
que no se sentían obligados por el tratado firmado por sus
jefes
el año anterior, ya que éste había sido
firmado
bajo presiones y engaños.
El 23 de octubre murió
el
Sha de Persia Fath Alí. Se dice que tuvo 158 esposas que le
dieron 260 hijos. Sin embargo, su primogénito había
muerto el año anterior, así que fue sucedido por su
nieto
Mohammad Sha.
El exiliado Juan Antonio Lavalleja invadió Uruguay con la
ayuda del bonaerense Juan Manuel de Rosas, pero fue derrotado y
expulsado de nuevo. Ese año terminaba el mandato del
presidente
Rivera. Para evitar que en las elecciones triunfaran los
partidarios de
Lavalleja propuso como candidato a la presidencia a Manuel Oribe, viejo amigo de
Lavalleja que, no obstante, no había participado en sus dos
intentos de golpe de estado. Oribe ganó las elecciones y
asumió el mando el 24 de
octubre,
pero previamente Rivera se había nombrado a sí mismo
Comandante General de
Campaña,
lo cual le confería una autoridad militar con gran
independencia
del presidente.
El 27 de octubre
Zumalacárregui tendió una emboscada en Alegría de Álava
a un
ejército isabelino que trataba de capturar al rey Carlos V.
Así capturó varias piezas de artillería y
luego
hizo fusilar a los oficiales enemigos. Una parte del
ejército
derrotado había llegado hasta la población de Arrieta y se había
encerrado
en la iglesia. Joaquín de
Osma,
el comandante general de las tropas isabelinas en las provincias
vascas, se puso al frente de unos 3.000 hombres para acudir en su
auxilio. Sin embargo, Zumalacárregui eligió
cuidadosamente un campo de batalla para enfrentarse a Osma y el 28 de octubre lo derrotó en
la Acción de la venta de
Echavarri.
El primer ministro francés, el mariscal Gérard, se
opuso abiertamente al rey Luis Felipe I al insistir en su
petición de indulto para los procesados por la pasada
revuelta
de Lyon, y el 29 de octubre
terminó presentando su dimisión. Se evidenciaba
así una crisis ministerial que no iba a resolverse a corto
plazo. El 10 de noviembre el
rey
nombró primer ministro a Hugues-Bernard
Maret, el duque de Bassano,
un personaje muy impopular, de setenta y un años, cubierto
de
deudas, del que Talleyrand decía: Sólo hay alguien más bestia
que M. Maret, y es el duque de Bassano. El resultado fue
que sus
ministros dimitieron en bloque el 13
de
noviembre, sin advertir a Maret.
En Gran Bretaña también hubo una atípica
crisis
ministerial. Se originó cuando un miembro del gabinete de
Melbourne, John Charles Spencer,
el ministro de Hacienda, heredó un título
nobiliario, lo
que le permitió pasar de la Cámara
de los Comunes a la Cámara
de
los Lores y, como era tradición que el ministro de
Hacienda perteneciera a la Cámara
de
los Comunes, se esperaba que el rey nombrara un
sustituto,
pero Guillermo IV aprovechó la circunstancia para renovar
completamente el gobierno y ofreció el puesto de primer
ministro
al duque de Wellington. No obstante, éste rechazó la
oferta y sugirió el nombre de sir Robert Peel, que a la
sazón
estaba en Italia y no podía rechazar la papeleta de
encabezar un
gobierno tory con un
Parlamento en el que los whigs
tenían la mayoría. El 14
de
noviembre sir Robert Peel fue nombrado primer ministro y
Wellington ejerció el poder de forma interina hasta su
regreso
de Italia. Ésta fue la última vez en la historia en
que
un rey británico nombró un primer ministro en contra
de
la voluntad del Parlamento.
En Francia, el 18
de noviembre Luis Felipe I nombró primer ministro
a Édouard Adolphe
Mortier. La
elección tampoco fue del agrado de la oposición, que
acusó al rey de poner a un títere al frente del
gobierno
para ejercer personalmente el poder.
Paganini, durante su estancia en París, cayó
enfermo
de tuberculosis pulmonar. Se recuperó relativamente pronto,
pero
desde entonces empezó a cancelar conciertos con frecuencia
por
razones de salud, que iban desde resfriados hasta
depresión.
Berlioz cuenta que un día fue a verle para explicarle que
poseía una maravillosa viola Stradivarius y que le
gustaría usarla en un concierto, pero que no conocía
ninguna obra con un papel de solista para la viola. Berlioz le
objetó que él no sabía tocar la viola y le
sugirió que sería mejor que la compusiera él
mismo, pero Paganini le replicó que tras su enfermedad no
tenía ánimos para componer e insistió en su
propuesta. Berlioz aceptó, pero las ideas que se le
ocurrieron
no correspondían a un concierto para viola propiamente
dicho,
sino que la viola se integraba con la orquesta sin llegar a
imponerse a
ella. Cuando Paganini vio los primeros esbozos quedó
decepcionado, no quería pausas, quería que la viola
sonara en todo momento. Se marchó y no le volvió a
hablar
del asunto. El 23 de noviembre
Berlioz estrenó Harlold
en
Italia, sinfonía para viola y orquesta basada en Las peregrinaciones de Childe
Harold,
de Byron. Paganini no asistió al estreno porque
había
partido hacia Génova dos meses antes, dando por finalizada
su
carrera como concertista. Allí se dedicó a publicar
sus
composiciones y métodos de violín.
Liszt presentó la que puede considerarse sus primeras
obras
de
madurez: sus Años de
peregrinaje y sus Armonías
poéticas
y religiosas, basadas en el poema
homónimo de Lamartine.
Schumann se había enamorado de una violinista de
dieciséis años (él tenía veinticuatro)
llamada Ernestine von Fricken,
para la que compuso su colección de escenas para piano
titulada Carnaval. No
obstante,
rompería con ella a finales de año.
El 10 de diciembre sir Robert
Peel se puso al frente del gobierno británico. Incapaz de
gobernar con una mayoría whig
en el parlamento, convocó nuevas elecciones.
El 12 de diciembre
Zumalacárregui se había propuesto tender otra trampa
al
ejército isabelino dirigido por Luis
Fernández de Córdova. Pretendía
adoptar la
estrategia de Aníbal en Cannas, es decir, había
ordenado a
la parte central de su ejército que se retirara para formar
una
U que terminara rodeando al ejército enemigo.
Fernández
de Córdova estaba dispuesto a caer en la trampa, pero el
jefe de
su vanguardia, el general Marcelino
de
Oraá, mucho más experimentado,
decidió
desobedecer las órdenes y atacar en Mendaza el flanco izquierdo
carlista. Ante su acción inesperada, Zumalacárregui
trató de reaccionar, pero sus tropas acabaron
desorganizadas y
huyendo en desbandada. El 15 de
diciembre
se produjo un nuevo enfrentamiento en Las
Arguijas. No era el campo de batalla previsto por
Fernández de Córdova, pues Zumalacárregui se
las
arregló para desbaratar sus planes, y el resultado fue una
dispersión de los enfrentamientos que resultaron indecisos
y
terminaron cuando Zumalacárregui optó por la
retirada.
El rey Minh Mang de Vietnam logró derrotar a los siameses
mientras mantenía ponía bajo asedio la ciudad de
Saigón, último reducto de la rebelión que
había estallado en el sur del país. De este modo,
Camboya
siguió siendo vasalla de Vietnam.
El rey Ang Chan II de Camboya murió de disentería y
su
hija Ang Mey de veinte
años fue reconocida como reina, si bien permaneció
prácticamente secuestrada en su palacio por el embajador de
Vietnam, quien ejercía el poder de facto. Pronto empezó a
mostrar síntomas de locura.
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