ANTERIOR
LA REPÚBLICA FRANCESA
SIGUIENTE

El 1 de octubre de 1791 se reunió por primera vez la Asamblea Legislativa. Se había acordado que ningún miembro de la Asamblea Constituyente pudiera formar parte de la Asamblea Legislativa, así que muchas personalidades de la política quedaron excluidas. Más grave fue que muchos de los diputados de la nueva asamblea no se sentían vinculados en absoluto con la Constitución, y eran partidarios de un sistema más radical, en particular de la abolición de la monarquía. Concretamente, la Asamblea contaba con 260 partidarios de la monarquía constitucional, inscritos en el Club des Feuillants, cuyos jefes (excluidos de la asamblea) eran La Fayette y Antoine Barnave; frente a ellos había 136 diputados que desconfiaban de la monarquía, y pertenecían al Club de los Jacobinos o al de los Cordeliers. Los últimos eran abiertamente republicanos. Estaban dirigidos por Jacques Pierre Brissot, por lo que eran conocidos como brissotinos. Los monárquicos se sentaban a la derecha de la presidencia, mientras que los brissotinos lo hacían a la izquierda. Fue entonces cuando las palabras "derecha" e "izquierda" empezaron a usarse en política en el sentido de "conservador" y "progresista". Entre los diputados de la izquierda y los de la derecha había 345 diputados "de centro" que por regla general se unían a los de la izquierda en las votaciones. De entre los diputados de izquierda, los más radicales se sentaban en la parte alta de la cámara, y por ello eran conocidos como montañeses.

El 5 de octubre murió el mariscal Potemkín, mientras se dirigía a Iasi para negociar la paz con los turcos.

El 28 de octubre, una escritora francesa llamada Marie Gouze, más conocida como Olympe de Gouges, presentó ante la Asamblea Legislativa francesa una Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana. No fue aprobada. Olympe era autora de numerosos panfletos en defensa de los derechos de la mujer (decía: si la mujer tiene el derecho de subir al patíbulo, también tiene el derecho de subir a la tribuna), así como varios ensayos e incluso una obra de teatro que denunciaba la esclavitud de los negros.

Arthur Saint Clair, el gobernador del Territorio del Noroeste, se puso al frente de un ejército de dos mil hombres dispuesto a hacer que los indios miami pagaran por el ataque del año anterior. El 4 de noviembre, cuando se acercaba al lugar donde había tenido lugar, fue atacado por sorpresa y tuvo que retroceder con la mitad de sus hombres muertos o heridos.

El 8 de noviembre, la Asamblea Legislativa declaró a los emigrados franceses culpables de conspiración, y les impuso la pena de muerte si no regresaban antes de fin de año.

El 12 de noviembre, Bailly, consciente de que su carrera estaba acabada desde que ordenara la matanza del Campo de Marte, dimitió de su cargo de alcalde de París y se retiró de la política.

En diciembre, de acuerdo con lo establecido en la Constitución, las antiguas provincias de Francia fueron sustituidas por 83 departamentos, cuyas dimensiones permitían a cualquiera de sus habitantes llegar en un día a la capital.

El año anterior, un empresario alemán llamado Johan Peter Salomon se había reunido con Haydn y Mozart para proponerles una gira por Gran Bretaña. Se acordó que Haydn iría primero y que Mozart le seguiría al año siguiente. Haydn había partido recientemente y su gira fue un gran éxito. Ese año compuso y estrenó su sinfonía nº 93, la primera de las conocidas como sinfonías londinenses. Mozart no pudo seguir sus pasos, pues murió el 5 de diciembre a los treinta y cinco años. Murió sin acabar el Requiem que le había encargado el personaje misterioso, que resultó ser un enviado del conde Franz von Walsegg, cuya esposa había fallecido recientemente y quería ofrecerle el Requiem haciendo creer que lo había compuesto él. Sin embargo, la partitura incompleta fue encontrada entre las pertenencias del compositor y parte de la obra fue interpretada el 10 de diciembre, en sus funerales. Un alumno de Mozart completó la orquestación de algunos pasajes siguiendo las directrices de su maestro y usó temas de pasajes previos para los números finales que estaban sin empezar.

También murió ese año el poeta español Tomás de Iriarte. Floridablanca, asustado por la Revolución Francesa, destituyó de todos sus cargos al conde de Campomanes, cuya admiración por Francia era ostensible, aunque oficialmente la causa de la destitución fueron sus problemas de visión.

Un pastor protestante y geólogo aficionado llamado William Gregor encontró una arena negra y observó que era atraída por los imanes. La analizó y encontró en ella un compuesto de hierro, pero también otro óxido metálico que no pudo identificar, y envió sus resultados a una revista científica británica y a otra alemana. Cuando el químico alemán Klaproth leyó sus informes, se hizo con una muestra de la arena analizada por Gregor, la analizó, y descubrió que el elemento no identificado por el británico era un nuevo elemento que él mismo acababa de descubrir y que había bautizado como titanio.

El 12 de diciembre entró en funcionamiento el Banco de los Estados Unidos. No tardó en crear un nuevo sistema de acuñación que abolió el complejo sistema británico (en el que una libra se dividía en 20 chelines y cada chelín en 12 peniques). Varias monedas alemanas se llamaban thaler (o talero), palabra que en Estados Unidos se había deformado a dollar, y se llamaba dólar español a una moneda española (el peso duro) que circulaba usualmente por Norteamérica. De ahí proviene el nombre que se le dio a la nueva moneda estadounidense. Se decidió además que cada dólar se dividiera en cien centavos. La actuación del Banco contribuyó a que el papel moneda no se devaluara y venciera la desconfianza de ciertos sectores sociales hacia su uso y aceptación.

Después de que todos los Estados las hubieran aprobado, el 15 de diciembre entraron en vigor las diez Enmiendas a la Constitución de los Estados Unidos.

Marat huyó nuevamente a Londres, donde escribió su libro École du citoyen.

La expedición de George Vancouver había visitado Australia y Nueva Zelanda y, descubriendo varias islas en el curso de su travesía, llegó a Tahití y a las islas Hawai, donde logró impresionar al rey Kamehameha I con el poderío británico.

Gran Bretaña concedió a Canadá su primera constitución. El país quedaba dividido en dos provincias: la primera centrada en Montreal y Quebec era principalmente francófona, tenía unos 160.000 habitantes y aportaba 50 diputados al parlamento canadiense; la segunda comprendía la zona de los Grandes Lagos, mayoritariamente anglófona, contaba con unos 40.000 habitantes y aportaba 16 diputados.

Ante la invasión nepalí, los tibetanos habían pedido ayuda a China. El emperador Qianlong había enviado un ejército bajo el mando de su ministro Fu Kangan, que finalmente pudo expulsar a los nepalíes del Tíbet, aunque a costa de grandes bajas por ambos bandos y sin haber logrado derrotar definitivamente al ejército nepalí. Finalmente se firmó un tratado de paz por el que los nepalíes se comprometían a pagar un tributo al emperador cada cinco años.

Tras un mes de negociaciones, en enero de 1792, Rusia y el Imperio Otomano firmaron la paz de Iasi, por la que Rusia se anexionaba definitivamente Crimea y la costa del mar Negro hasta el Dniéster, que se convertía en la frontera entre la Ucrania rusa y la Moldavia otomana. Además, los otomanos concedían a los barcos mercantes rusos la libertad de tránsito por los estrechos que comunican el mar Negro con el Mediterráneo. Por otra parte, barcos rusos llegaron hasta las costas de la isla japonesa de Yeso, la más remota y menos sometida a la autoridad imperial. Trajeron cierta prosperidad en un periodo que los lugareños llamaron ukiyo (mundo flotante).

El gobierno danés, presidido por el príncipe Federico, prohibió la trata de negros.

La Asamblea Legislativa francesa conminó al emperador Leopoldo II a que tomara medidas contra los emigrados franceses, pero éste rechazó el ultimátum y, unos días después, el 7 de febrero, firmó una alianza militar con el rey Federico Guillermo II de Prusia para actuar contra Francia en defensa de la familia real.

A mediados del año anterior, un noble bretón llamado Armand-Charles Tuffin, marqués de La Rouërie, se había entrevistado en Ulm con el conde Carlos de Artois, hermano del rey Luis XVI de Francia, a quien le había expuesto un proyecto para formar una Asociación bretona en defensa de la monarquía francesa, o más bien en contra de los desmanes de los republicanos franceses. La Rouërie había luchado en la guerra de independencia de los Estados Unidos, donde se había ganado la amistad de George Washington. Poco después de que estallara la revolución francesa, le había escrito una carta en la que se lee:

Nuestros asuntos en esta parte del mundo lo van como lo querrían las gentes honestas e imparciales. [...] Temo dos grandes males para este país: la anarquía y el despotismo. [...] Aquí, cada espíritu pretende ser un genio y se cree un legislador. Tenemos hombres de ingenio, tenemos sabios, tenemos virtuosos de las artes y las ciencias, pero hombres notables por la profundidad de su visión y su devoción al bien público, de ésos no tenemos ninguno. La nobleza se aferra a sus derechos de nacimiento, en cuanto al clero, lucharía si tuviera más coraje y menos hijos naturales. [...] Mi apreciado general, no es así como vos y vuestro país habéis conquistado la libertad.

Entre los privilegios anulados por el gobierno revolucionario, se encontraban los fueros tradicionales de Bretaña, lo que provocó el descontento de una buena parte de la sociedad bretona. La Asociación bretona se había presentado como una "Asociación meramente defensiva de gentes honestas contra la proliferación de sediciosos, tunantes y malhechores", pero el progreso de los radicales en París convirtió a sus socios en partidarios de la lucha armada. Contaban con la aprobación de ambos hermanos del rey, los condes de Artois y de Provenza. La Rouërie había transmitido personalmente a la Asociación las declaraciones del primero:

Declaraciones de Monseñor el conde de Artois:
1) Que él está completamente alejado de todo proyecto tendente al despotismo, que sus principios son totalmente opuestos al gobierno arbitrario, y que no pretende sino poner al rey en situación de reforzar las bases de la monarquía y retomar para la felicidad de sus pueblos el ejercicio de una autoridad templada por las leyes y de restablecer la verdadera Constitución francesa, que puede conciliarse fácilmente con una libertad razonable.
2) Que las ayudas que se le prometen [por parte de las potencias europeas] son gratuitas, y que no debe temerse en absoluto que el restablecimiento del orden se compre al precio del desmembramiento de ninguna parte del reino.
3) Que se puede contar con que uno de los primeros efectos de la contrarrevolución será devolver a las provincias sus derechos y devolverles sus estados, cuya convocatoria tendrá lugar en el mismo instante en que el retorno al buen orden lo permita.
4) Que se evitará la represión en la medida de lo posible, que no se empleará la fuerza más que para sofocar la rebelión obstinada, que todos los que, en el momento de publicación de estos manifiestos, vuelvan a sus deberes de súbditos fieles estarán a salvo de investigaciones sobre su conducta anterior, a excepción de los jefes de los sediciosos y de los culpables de grandes crímenes, que no podrán sustraerse a la persecución de la justicia y serán juzgados según las leyes y las formas judiciales.

La asociación se dedicó a proveerse de armas y soldados.

En Marruecos murió el sultán Al-Yazid, a consecuencia de una rebelión en el sur debida a sus impuestos abusivos. Fue sucedido por Sulayman, que tuvo que hacer frente a nuevas revueltas, esta vez de los bereberes.

El 23 de febrero murió el pintor británico sir Joshua Reynolds.

Schiller publicó Del arte trágico.

Goya dio un discurso en la Academia de San Fernando en el que defiende la libertad del pintor frente a las reglas neoclásicas: La opresión, la obligación servil de hacer estudiar y saguir a todos el mismo camino es un obstáculo para los jóvenes que profesarán un arte tan difícil.

El 28 de febrero el conde de Aranda logró que el rey Carlos IV de España destituyera a Floridablanca como primer ministro, y ocupó su lugar interinamente. Floridablanca había tratado de evitar por todos los medios que las ideas de la revolución francesa se extendieran por España. Trató de controlar los viajes al extranjero, prohibió numerosos periódicos y logró que la Santa Inquisición incluyera en su lista de libros prohibidos todos aquellos que se consideraban peligrosos, no ya por razones teológicas, sino políticas. Poco después Floridablanca fue encarcelado bajo las acusaciones de abuso de poder y sustracción de fondos públicos.

También fue víctima de un proceso inquisitorial el poeta Félix María Samaniego, a causa de unos poemas satíricos y licenciosos. Se dictó una orden de detención contra él, pero se refugió en un convento.

El 1 de marzo murió repentinamente el emperador Leopoldo II. Fue sucedido por su hijo Francisco II.

En la India, el sultán de Mysore Tipu Sahib fue cercado en Seringapatam por un ejército coaligado de británicos y otros gobernantes indios, bajo la dirección de Cornwallis. Como consecuencia tuvo que ceder a los británicos la mitad de sus estados.

El 16 de marzo, durante un baile de disfraces en la Ópera de Estocolmo, el rey Gustavo III fue rodeado por cinco hombres vestidos de negro y uno de ellos, Jacob Johan Anckarström, le disparó por la espalda. El monarca murió tras unos días de agonía. La causa del asesinato fue el descontento de ciertos sectores por la política de Gustavo III, especialmente por la guerra que había librado contra Rusia y que había tenido consecuencias económicas desastrosas. Fue sucedido por su hijo Gustavo IV Adolfo, de catorce años.

El año anterior Haydn había compuesto su sinfonía nº 94, la segunda de sus sinfonías londinenses, que fue estrenada el 23 de marzo. Es conocida con el sobrenombre de "La sorpresa", porque su segundo movimiento, un lento y suave tema con variaciones, es interrumpido de súbito por una ruidosa intervención orquestal, para proseguir después como si nada hubiera pasado. Durante mucho tiempo se dijo que Haydn había introducido la "sorpresa" para sobresaltar a los espectadores que tendían a dormirse en sus conciertos, pero años más tarde un biógrafo le preguntó si eso era cierto y su respuesta fue:

No, yo estaba interesado en sorprender al público con algo nuevo, y en hacer un debut brillante, puesto que mi alumno Pleyel, que por esa época dirigía una orquesta en Londres y cuyos conciertos se habían estrenado una semana antes de que llegara yo, no debía aventajarme. El primer allegro de mi sinfonía ya había recibido innumerables bravos, pero el entusiasmo llegó a su más alta cima en el Andante, con su golpe de timbal. Encore!, Encore!, sonó en todas las gargantas, y el propio Pleyel me felicitó por mi idea.

El 16 de abril, Vancouver llegó con sus barcos a la costa norteamericana y se dispuso a explorarla.

El 20 de abril, la Asamblea legislativa francesa declaró la guerra a Austria. Teóricamente, tal decisión debía tomarla el rey, pero Luis XVI actuaba secretamente en favor de Austria y casi siempre se negaba a firmar las decisiones de la Asamblea.

La reina María I de Portugal, tras el fallecimiento de su esposo y de su primogénito, acabó presa de la locura, por lo que su hijo Juan se hizo cargo del gobierno. María I había conmutado por el destierro las penas de todos condenados a muerte por la revuelta acaecida en Brasil unos años atrás, excepto la del cabecilla, Tiradentes, que fue ejecutado y descuartizado en Río de Janeiro el 21 de abril. Con su sangre se firmó el acta de ejecución de la pena de muerte y sus miembros fueron repartidos por los distintos lugares donde había pronunciado discursos revolucionarios.

El 24 de abril, el alcalde de Estrasburgo invitó a cenar a su casa a un grupo de oficiales franceses, entre los que se encontraba el capitán de ingenieros Claude-Joseph Rouget de Lisle. El alcalde le pidió que creara un himno patriótico para la ocasión de la guerra contra Austria. Así lo hizo, y lo tituló Canto de guerra para el ejército del Rin. Su primera estrofa y el estribillo dicen así:

Allons enfants de la Patrie
Le jour de gloire est arrivé!
Contre nous de la tyranie,
l'étendard sanglant est levé. (bis)
Entendez-vous dans les campagnes,
mugir ces féroces soldats?
Ils viennent jusque dans vos bras,
égorger nos fils, nos compagnes!
Vamos, hijos de la Patria,
ha llegado el día de la gloria.
Contra nosotros, de la tiranía
el estandarte sangriento se ha alzado.
¿Oís en las campiñas
rugir a esos feroces soldados?
Vienen hacia vosotros para
degollar a nuestros hijos y esposas.
Aux armes, citoyens,
formez vos bataillons,
marchons, marchons!
Qu'un sang impur
abreuve nos sillons! (bis)
¡A las armas, ciudadanos!
¡Formad vuestros batallones!
¡Marchemos, marchemos!
¡Que una sangre impura
empape nuestros surcos!

Ese mismo día, la zarina Catalina II de Rusia había recibido en San Petersburgo a varios nobles polacos que firmaron la Confederación de Targowica, para luchar contra los reformistas polacos que amenazaban con seguir los pasos de la revolución francesa.

El navegante estadounidense Robert Gray descubrió la desembocadura de un gran río en la costa occidental de Norteamérica. Estaba protegida por una barrera de arena que hacía muy difícil el acceso, pero el 11 de mayo encontró una ruta adecuada y se internó en él. Lo bautizó con el nombre de su barco, y desde entonces el río es conocido como Columbia.

El 14 de mayo la Confederación de Targowica pidió "en nombre de la nación" la ayuda militar rusa para poner fin a la revolución "que amenaza la seguridad del Estado". Con esta justificación, Catalina II envió un ejército a Polonia.

El 27 de mayo fue ejecutado en París un bandido llamado Nicolás-Jacques Pelletier. La novedad fue que, en lugar de ser ahorcado o decapitado con el hacha, fue decapitado por una máquina consistente en una cuchilla que caía rápida y limpiamente sobre el cuello del reo. Su uso había sido propuesto en la Asamblea constituyente por el doctor Joseph Ignace Guillotin, que, aunque era contrario a la pena de muerte, consideró que, dado que no podía erradicarla, podía conseguir al menos que se ejecutara de la forma menos dolorosa posible para los condenados. En contra de lo que muchos creen, la máquina no era invento suyo. Se venía utilizando en Bohemia desde el siglo XIII y en Escocia, Alemania y los Estados Pontificios desde el siglo XV. La propuesta de Guillotin fue desestimada en su día, pero unos meses atrás logró finalmente que fuera aceptada. El secretario de la Academia de Cirugía, el doctor Antoine Louis, tras hacer diversas pruebas con animales, sustituyó la cuchilla recta por otra oblicua, para que cortara más eficazmente. La máquina pronto fue conocida como Louisette.

Ese mismo día se reunieron en el castillo de La Rouërie numerosos jefes de la Asociación bretona, que finalmente hicieron saltar las sospechas sobre la conjuración monárquica que planeaban. Por aquel entonces, la Asociación disponía de un ejército de unos 10.000 hombres equipado en parte con dinero, armas y municiones británicas. El 31 de mayo el castillo del marqués fue registrado, pero estaba vacío. Los asociados se habían dispersado y La Rouërie se había ocultado en Mayenne bajo el nombre de Monsieur Milet, de Burdeos, comerciante en vinos. Durante algunas semanas, los asociados esperaron órdenes de los hermanos del rey.

El 1 de junio Kentucky se incorporó a los Estados Unidos como decimoquinto estado, con una constitución que permitía la esclavitud.

En la Asamblea francesa empezó a cobrar fuerza un sector independiente cuyos miembros empezaron a ser conocidos como sans-culottes, por alusión a las calzas cortas y ajustadas (culottes) que solían vestir las clases acomodadas, en contraposición a los pantalones largos que llevaban las clases más humildes. En un principio, había sido un término despectivo, pero ahora ellos mismos se llamaban así con orgullo. Este grupo incluía a pequeños comerciantes y artesanos, pero no a los más pobres ni a la burguesía acomodada. Exigían que se fijaran los precios para evitar la inflación y el arresto de los contrarrevolucionarios y de los curas refractarios.

El 20 de junio el pueblo asaltó el palacio de las Tullerías, la residencia del rey, y obligaron a Luis XVI a ponerse el gorro rojo con que se distinguían los sans-culottes y a beber a la salud de la revolución.

El 22 de junio, Luis XVI dio la señal de partida a dos pesadas berlinas cargadas de instrumentos de precisión, una con destino a Dunkerque y la otra a Barcelona. Con la primera viajaba a Jean-Baptiste Joseph Delambre, y con la segunda Pierre Méchain, cuya misión era medir la longitud del meridiano terrestre.

El 28 de junio La Fayette protestó ante la Asamblea por la humillación infligida al rey la semana anterior.

El 11 de julio, la Asamblea francesa declaró a "la Patria en peligro" y concedió a todos los ciudadanos el derecho a llevar armas.

Haydn pasó por Bonn y allí le presentaron al joven Beethoven y, tras examinar sus cantatas, Haydn afirmó categóricamente que debía trasladarse a estudiar a Viena. El príncipe-arzobispo de Colonia le organizó un segundo viaje.

El 24 de julio, el consejo de Estado polaco declaró que el rey estaba obligado a firmar el acuerdo de la confederación de Targowica, es decir, a reconocer que la intervención rusa en Polonia se había producido por petición de los polacos. Numerosos miembros del gobierno presentaron entonces su dimisión y emigraron.

El general en jefe del ejército prusiano era a la sazón el duque Carlos Guillermo Fernando de Brunswick, quien el 25 de julio firmó el llamado manifiesto de Brunswick, en el que amenazaba al pueblo de París con asaltar la ciudad y llevar a cabo "una ejecución militar" si la familia real sufría el menor daño. El manifiesto tuvo un efecto opuesto al esperado, pues los patriotas parisinos montaron en cólera contra el rey.

El 30 de julio entró en París un ejército que había sido reclutado y entrenado en Marsella. Entró cantando el himno de Rouget de Lisle, que los parisinos rebautizaron rápidamente como La Marsellesa, y con ese nombre es conocido desde entonces. Pronto se difundió por todo el país.

En agosto, el emperador Francisco II destituyó a su primer ministro, el conde Kaunitz, por sus discrepancias respecto a la política a seguir con Polonia.

El 10 de agosto los sans-culottes asaltaron de nuevo las Tullerías y la familia real tuvo que refugiarse en el seno de la Asamblea, hasta que el 13 de agosto fue encarcelada. El rey fue suspendido de sus funciones y los sans-culottes exigían una nueva constitución republicana. La Fayette seguía defendiendo al rey y denunciando los abusos de autoridad de la asamblea, hasta que, finalmente, el 19 de agosto fue declarado traidor y se vio obligado a huir a los Países Bajos esa misma noche. La condesa Du Barry huyó a Gran Bretaña.

El ejército prusiano penetró en Francia y el 20 de agosto obtuvo una victoria en Verdun, que abrió al duque de Brunswick el camino hacia París. El 24 de agosto un ejército compuesto por veinte mil austríacos y dieciséis mil emigrados franceses iniciaron el asedio de Thionville.

El 28 de agosto, Vancouver llegó a la bahía de Nutka tras haber demostrado que se encuentra sobre una isla rodeándola por completo. Allí se encontró con Juan Francisco Bodega y Quadra, con quien intercambió información y convino en bautizar a la isla como isla de Quadra y Vancouver, si bien no tardó mucho en ser conocida simplemente como isla de Vancouver. El trato entre ambos fue amistoso, si bien no lograron ponerse de acuerdo sobre la frontera que dividiría el territorio británico del español. Ambos acordaron remitir el problema a sus gobiernos respectivos.

El 2 de septiembre, el duque de Brunswick se apodera de Verdún. En París cunde el pánico y la multitud empieza a invadir las cárceles para ejecutar presos, principalmente curas refractarios y aristócratas acusados de complicidad con el enemigo, pero también presos comunes. Los linchamientos se prolongaron durante cinco días, en los que se calcula que murieron más de mil prisioneros en París, aproximadamente la mitad de la población penitenciaria.

Esa misma madrugada, un amigo del marqués de La Rouërie, Valentin Chevetel, había revelado a Danton todos los detalles de la conspiración tramada por la Asociación bretona. No obstante, Danton, temiendo que la revolución fuera aplastada por las potencias europeas, entregó a Chevetel esta carta:

Si todo lo que me ha dicho el portador de la presente sobre los planes de M. de La Rouërie y de la Bretaña tiene algún fundamento, estimo que, para salvar a Francia del mal paso en que ha caído, los hombres que no desean la ruina del país deben unirse en un esfuerzo común. No se trata aquí de entrar en discusiones de principios más o menos cuestionables; es necesario salvar el trono constitucional y la integridad del territorio. En el caso probable en que la Bretaña pueda ofrecer cierta realidad a un movimiento combinado sobre estas bases, yo autorizo al portador de la presente a tratar en mi nombre y en el de mis amigos que, como yo, no quieren hundirse hasta el fondo en la anarquía.

Mientras tanto, los austríacos capturaron a La Fayette, del que esperaban obtener información de primera mano sobre la situación en Francia. En París, su esposa fue retenida en arresto domiciliario.

Pocos días después, La Rouërie hacía repartir estos carteles por los pueblos y ciudades de la Bretaña:

Ciudadanos: a pesar de todas las investigaciones y todos los esfuerzos de los sediciosos, yo aparezco entre vosotros a la cabeza de una fuerza importante, en nombre y bajo las órdenes de los príncipes, hermanos del rey. Tened por seguro que no estoy armado sino para defender vuestras personas y vuestras propiedades. Y a vosotros, bretones, mis queridos amigos, os voy a ayudar a que recuperéis por vosostros mismos las viejas franquicias y los antiguos derechos que eran a la vez la defensa más sólida de vuestra libertad política y religiosa y la garantía más segura de la paz interior y la prosperidad que ella produce.

El 16 de septiembre murió en Vietnam el rey Quang Trung, y Nguyen Anh decidió aprovechar la situación y atacar desde sus posiciones en el sur. Los soldados franceses se habían marchado, pero le habían dejado un ejército bien entrenado y, sobre todo, una poderosa flota, con los que empezó a obtener sucesivas victorias sobre los Tay Son.

El 19 de septiembre el general francés François Christophe Kellermann logró reunir su ejército de 27.000 hombres con los 28.000 de Charles François Dumouriez y otros 10.000 de Pierre Riel de Beurnonville y todos ellos se dispusieron a hacer frente al ejército del duque de Brunswick, que contaba con unos 60.000 hombres. El encuentro se produjo en Valmy al día siguiente, el 20 de septiembre. Tras cuatro horas de fuego de artillería, los prusianos se dispusieron a avanzar, pero Kellermann gritó a sus hombres: "Camaradas, ha llegado el momento de la victoria, dejemos que el enemigo avance sin disparar y carguemos con las bayonetas". Los franceses respondieron con un "Vive la nation!" y se lanzaron a un avance furioso en medio de un griterío. Por causas que siguen sin estar del todo claras, el duque de Brunswick ordenó de repente la retirada. Se especula sobre si el fervor de los patriotas franceses amedrentó a los soldados profesionales prusianos, o si Brunswick decidió que el ejército francés estaba mejor posicionado, etc., pero el caso es que la batalla terminó sin ningún enfrentamiento cuerpo a cuerpo y ese día se produjo un giro en los acontecimientos que permitió a los franceses emprender la contraofensiva. Entre los participantes en la batalla se encontraba el escritor Goethe.

Las consecuencias políticas no se hicieron esperar. En París renació la esperanza. Ese mismo día se había descubierto en las Tullerías correspondencia del rey Luis XVI con monarcas extranjeros. El 21 de septiembre la Asamblea legislativa se disolvió para ser sustituida por la Convención nacional, elegida por primera vez por sufragio universal, con la misión de redactar una nueva constitución. El 22 de septiembre, a propuesta de Danton, se proclamó la República Francesa. Los diputados de la Convención natural pertenecían todos a lo que en la Asamblea legislativa había sido la izquierda, pero ahora se dividían a su vez entre los más moderados, situados a la derecha de la presidencia, y que eran los brissotinos, también conocidos como girondinos, pues muchos de ellos provenían de la Gironda, los de centro, conocidos como la llanura o el pantano por oposición a los montañeses o jacobinos, que se situaban a la izquierda y eran los más radicales. Los jacobinos estaban dirigidos por Danton, Marat y Maximilien Robespierre, que había destacado como orador entusiasta y radical en la Asamblea constituyente. Entre los diputados por París en la Convención estaba el duque Luis Felipe José de Orleans, que renunció a su título nobiliario y se hizo llamar Felipe Igualdad.

Ese mismo día, Marat dejó de publicar L'ami du peuple para sustituirlo el 25 se septiembre por el Journal de la République Française.

Los franceses arrebataron Saboya y Niza al rey Víctor Amadeo II de Cerdeña, que trataba de contener las ideas revolucionarias en sus estados, y ahora se vio obligado a aproximarse a Austria. Al mismo tiempo, el ejército francés penetraba en Alemania. El 29 de septiembre, las tropas francesas, dirigidas por el general Adam Philippe de Custine, atacaron Spira y la tomaron al día siguiente, el 30 de septiembre. Incapaces de retenerla, se retiran unos días más tarde, pero ocupan Worms. En Maguncia cunde el pánico y el príncipe elector (arzobispo) de Maguncia abandona la ciudad.

Unos días antes, los dirigentes de la Asociación bretona se habían reunido para analizar la situación tras la derrota de Valmy. En un principio habían fijado la fecha del 10 de octubre para alzarse en armas, contando con el éxito del duque de Brunswick, pero su derrota los llevó a retrasar la acción hasta el 10 de marzo del año siguiente. Se enviaron emisarios a Gran Bretaña para conseguir más armas, pero entre ellos estaba Chevetel, que logró que el gobernador de Jersey embargara el cargamento, ya embarcado. Así se lo reveló a Danton el propio Chevetel, que el 5 de octubre, considerando que ya no necesitaba mantener buenas relaciones con los bretones, encargó a Chevetel que arrestara a La Rouërie y a los demás jefes de la Asociación bretona.

El 19 de octubre, los franceses inician el asedio de Maguncia, que consiguen tomar el 21 de octubre.

El 6 de noviembre, el general Dumouriez obtuvo una arrolladora victoria en Jemappes, en los Países Bajos austríacos.

Tal vez la retirada prusiana de Francia se debió a que el rey Federico Guillermo II consideró más urgente evitar que Rusia se hiciera con el control absoluto de Polonia, pues al llegar el invierno Federico Guillermo II envió también un ejército a Polonia.

Tras descubrirse unos memoriales que Mirabeau había dirigido al rey Luis XVI, se le acusó de traición y su cadáver fue retirado del Panteón.

Beethoven llegó a Viena, donde empezó a recibir clases de composición con Joseph Haydn y de lírica con Antonio Salieri, entre otros reputados maestros.

Tras cuatro años de estancia en San Petersburgo, Cimarosa marchó a Viena, invitado por el emperador Leopoldo II. Allí compuso su obra maestra: Il matrimonio segreto.

El 15 de noviembre, el rey Carlos IV de España destituyó al conde de Aranda y nombró primer ministro a Manuel Godoy, un joven de veinticinco años, perteneciente a la nobleza provinciana, que desde la llegada al trono del monarca no había dejado de recibir ascensos y honores. Corrieron rumores de que su rápida carrera política fue debida a ciertos favores que le ofrecía a la reina, María Luisa. Mientras Aranda se había mostrado partidario de mantener una posición neutral ante la Francia revolucionaria, Godoy se inclinaba a unirse a otras potencias europeas contra Francia.

El mandato de George Washington como presidente de los Estados Unidos terminaba el año próximo, así que a finales de año se celebraron elecciones. Washington había tratado de mantenerse por encima de las disputas partidistas entre los federalistas de Hamilton y los republicanos demócratas de Jefferson, aunque sus simpatías se decantaban hacia los primeros. La constitución no decía nada sobre si un presidente podía presentarse nuevamente para ser reelegido, y tal vez a Jefferson le hubiera convenido que se acordara que no, pero las diferencias entre federalistas y republicanos eran cada vez más acentuadas y el hecho era que Washington era el mejor candidato de consenso. Se le propuso presentarse de nuevo para el cargo y, con renuencia, aceptó. El 5 de diciembre, los electores se reunieron en Filadelfia y nuevamente eligieron a Washington por unanimidad. Recordemos que cada elector votaba a dos nombres, y el segundo más votado fue John Adams, que, por consiguiente, también fue reelegido como vicepresidente. Sin embargo, los republicanos demócratas habían votado a George Clinton, de Nueva York, un antifederalista declarado que había ayudado a organizar el partido republicano demócrata. En cuanto a las elecciones al Congreso, los federalistas mantuvieron la mayoría en el Senado, mientras que los republicanos demócratas se hicieron con el control de la Cámara de representantes.

Ese mismo día, la Convención nacional francesa se atribuyó la potestad de juzgar al rey Luis XVI por el delito de traición. Su defensa fue asignada a Malesherbes, que había emigrado al estallar la revolución, pero que recientemente había regresado a París. Olympe de Gouges se ofreció para ayudarle en la defensa, pero su oferta fue rechazada.

Un químico finlandés llamado Johan Gadolin analizó una muestra de un mineral (posteriormente bautizado como gadolinita) que había sido descubierto en una mina en la aldea sueca de Ytterby. De él extrajo un óxido al que llamó yttria y concluyó que debía contener un nuevo elemento al que llamó itrio.

Goya quedó sordo como consecuencia de una enfermedad, probablemente intoxicación por plomo, y dejó su trabajo en la Real Fábrica de Tapices. Ese año presentó un discurso en la Academia de San Fernando en la que defiende la libertad del pintor frente a las reglas neoclásicas: La opresión, la obligación servil de hacer estudiar y seguir a todos el mismo camino es un obstáculo para los jóvenes que profesarán un arte tan difícil.

Beaumarchais había viajado a los Países Bajos para adquirir fusiles, pero se le consideró emigrado y se le confiscaron sus bienes.

Ese año se publicó anónimamente un tratado filosófico titulado Ensayo de una crítica de toda revelación, y todo el mundo dio por hecho que el autor era Immanuel Kant. Sin embargo, la había escrito un teólogo de treinta años llamado Johann Gottlieb Fichte. Cuando Kant aclaró el malentendido y alabó públicamente la obra, la fama de Fichte creció como la espuma.

El ejército francés ocupó el obispado suizo de Basilea, que fue anexionado a Francia en 1793.

El 11 de enero la Convención nacional se planteó tres preguntas: ¿Era el rey culpable?, en caso afirmativo, ¿qué pena cabría aplicarle? y ¿debería el pueblo ratificar la sentencia? La culpabilidad del rey fue declarada por unanimidad, pero los brissotinos no apoyaban la pena de muerte y propusieron una consulta popular. Sin embargo, su propuesta fue rechazada por la mayoría de la Convención. Después de una larga votación en la que cada diputado fue llamado nominalmente, el 20 de enero el rey fue condenado a muerte, aunque ya no era el rey Luis XVI de Francia, sino el ciudadano Luis Capeto, ya que la Convención había anulado todos los títulos nobiliarios, de modo que todos los franceses compartían el título de ciudadano. La condena a muerte se aprobó por una diferencia de muy pocos votos, entre los que se encontraba el del primo del rey, Felipe Igualdad. También voto por la pena de muerte el pintor David, a raíz de lo cual su esposa se divorció de él. Más caro le costó el voto a un tal Louis Michel Le Peletier, que fue asesinado ese mismo día por un realista. Tres meses después David terminaría un cuadro titulado Le Peletier asesinado, que más tarde sería destruido por la hija del propio Le Peletier, que era realista.

El condenado pasó la noche acompañado de un sacerdote refractario, y el 21 de enero fue decapitado en la plaza de la Revolución. El monarca quiso decir unas últimas palabras, pero se ordenó un redoble de tambor para acallarlas. Cuando su cabeza cayó, la multitud gritó: ¡Viva la nación! Los monárquicos pasaron a considerar a su hijo de siete años como el nuevo rey Luis XVII de Francia, pero el niño estaba en prisión junto a su madre. El conde Carlos de Artois, hermano de Luis XVI, se proclamó regente de Francia en el exilio, en nombre de su sobrino.

El 23 de enero, el rey Federico Guillermo II de Prusia y la zarina Catalina II de Rusia firmaron un tratado por el que acordaban anular las reformas introducidas recientemente en Polonia y, ya de paso, dado que sus ejércitos controlaban el país, se anexionaron sendas partes del territorio polaco en lo que se llamó la Segunda partición de Polonia. La extensión del país se redujo aproximadamente a la tercera parte.

El 30 de enero murió de neumonía el marqués de La Rouërie, poco después de enterarse de la muerte del rey. Murió en el castillo de La Guyomarais, donde se refugiaban varios miembros de la Asociación Bretona. Poco antes, Thérèse de Moëlien, prima de La Rouërie y miembro de la Asociación bretona, había escrito a Chevetel (que era médico y cuya traición ignoraba) pidiéndole que fuera al castillo a atender al marqués.

La ejecución del rey Luis XVI conmocionó a los gobernantes europeos. En Gran Bretaña habían surgido fervientes admiradores de los revolucionarios franceses, pero a partir de ese instante, cualquier muestra de simpatía hacia la revolución pasó a ser considerada traición. Gran Bretaña formó una coalición con Austria, Prusia, Las Provincias Unidas y Cerdeña contra Francia, a la vez que empezó a apoyar cualquier revuelta en las provincias francesas contra el gobierno revolucionario. El 1 de febrero, Francia declaró la guerra a Gran Bretaña y a las Provincias Unidas.

El 6 de febrero murió en París el escritor veneciano Carlo Goldoni.

Cimarosa regresó a su patria, Nápoles, donde Il matrimonio segreto y otros trabajos suyos fueron recibidos con entusiasmo.

El ejército francés dominaba la región de Alemania alrededor de Maguncia, y la Convención nacional decidió organizarla como una república independiente. El  24 de febrero se realizaron elecciones y 130 localidades enviaron diputados a Maguncia.

Gracias a los informes de Chevetel, el 25 de febrero los soldados republicanos entraron en el castillo de La Guyomarais y arrestaron a todos sus habitantes. Tras las investigaciones oportunas, 27 de ellos fueron arrestados por pertenecer a la Asociación bretona, entre ellos Thérèse de Moëlien, que logró quemar la mayor parte de los documentos de la Asociación, con lo que salvó a muchos de sus miembros.

El 4 de marzo se inició el segundo mandato de Washington como presidente de los Estados Unidos.

El rey Fernando I de las Dos Sicilias se unió a la coalición contra Francia inducido por su esposa, María Carolina de Austria. Godoy también se apresuró a incorporar a España a la coalición y el 7 de marzo un ejército francés cruzó los Pirineos, lo que suponía una declaración de guerra. Poco después se incorporaría Portugal. Por el contrario, el duque Fernando III de Toscana, el hermano del emperador Francisco II, estableció relaciones diplomáticas con la República Francesa.

A finales del año anterior, Goya había enfermado gravemente, probablemente de intoxicación por plomo, algo frecuente en los pintores. Ahora empezaba a recuperarse, pero la enfermedad lo dejó sordo y abandonó su trabajo en la Real Fábrica de Tapices.

Gran Bretaña envió una embajada a China al frente de la cual estaba George Macartney, que consiguió una audiencia ante el emperador Qianlong. No obstante, advirtió que no estaba dispuesto a realizar el protocolario kowtow, consistente en arrodillarse ante el emperador y bajar la cabeza hasta tocar el suelo con ella. En su lugar, anunció que sólo se arrodillaría sobre una rodilla. La conclusión fue que, cuando entró en la sala del trono, en lugar de hallar al emperador se encontró con un edicto imperial sobre la silla del trono. En dicho edicto, Qianlong usaba el término "bárbaros" para referirse a la delegación británica. El emperador consideraba que China no tenía ninguna necesidad de importar bienes británicos, y que cualquier intento de relación comercial entre ambos países debía pasar por el reconocimiento de la superioridad cultural china. Poco después, los representantes británicos fueran conminados a abandonar China inmediatamente.

Por su parte, Macartney escribió un diario de su embajada que se hizo bastante popular, en el que se encuentran pasajes como éste:

El imperio de China es un viejo, loco, barco de guerra de primera clase, al que una afortunada sucesión de funcionarios eficientes ha contribuido a mantener a flote los últimos ciento cincuenta años, y que ha aventajado a sus vecinos simplemente por su tamaño y su apariencia de grandeza. Pero en cuanto un inepto pasa a tener el mando en la cubierta, adios a la disciplina y la seguridad del barco. Quizá no se hunda sin más, sino que tal vez navegue a la deriva como tras un naufragio, y podrá llegar a la orilla hecho pedazos, pero nunca podrá ser reconstruido sobre su antigua base.
La revolución francesa
Índice La guerra de la Vendée