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El 23 de octubre de 1793
pasó a ser en Francia el 4 frimario
año II. En efecto, la Convención nacional
aprobó ese día el calendario
republicano,
diseñado por varios científicos.
Constaba de doce meses de treinta días cada uno, divididos en
tres décadas de diez
días cada una. A final del año se añadían
cinco días (o seis, en los años bisiestos) llamados Sans-Culottides. El año
empezaba en el equinoccio de otoño. Los nombres de los meses
fueron elegidos por el poeta jacobino Fabre
d'Eglantine. Eran: Vendimiario,
Brumario, Frimario (Otoño), Nivoso, Pluvioso, Ventoso
(Invierno), Germinal, Floreal,
Pradeal (Primavera), Mesidor,
Termidor, Fructidor
(Verano). Los días de cada década se llamaban simplemente
primidi, duodi, tridi, etc.
Los décadi eran
festivos. Mientras que cada día del calendario gregoriano
tenía asociado uno o más santos, el calendario
republicano dedicaba cada día a una planta, un animal o una
herramienta. Así, el primer día del año estaba
dedicado a la uva, el segundo al azafrán, etc. Los años
se numeraban a partir de la fundación de la República.
La corrección gregoriana de suprimir un año bisiesto
cada cuatrocientos años no fue aceptada, sino que se
intentó arreglar de otro modo para garantizar que cada
año empezara siempre en el equinoccio. Laplace fue consultado al
respecto y se dio cuenta de que la propuesta "revolucionaria" no se
ajustaba a la duración real del año astronómico,
pero era consciente de que decir algo sensato en la Francia del Terror
era el camino
más corto hacia la guillotina, así que dio su
beneplácito.
El 25 de octubre los Chouans se
reunieron con los vendeanos en Laval. La noche anterior había
llegado a Laval un ejército republicano de 4.000 hombres
dirigido por Westermann, en persecución de los vendeanos. Su
presencia no había sido advertida, pero una misión de
reconocimiento fue descubierta por los vendeanos, que salieron de Laval
en número de 25.000 con La Rochejaquelein al frente, mientras un
destacamento dirigido por Picquet de Boisguy atacaba por la
retaguardia. Los republicanos tuvieron que huir a Château-Gontier, dejando 1.600
muertos.
El 27 de octubre los
republicanos lograron reunir un ejército de 20.000 hombres que
se enfrentó a los vendeanos en Entrammes.
La Rochejaquelein, siguiendo los consejos de Lescure, que seguía
herido, desarrolló una hábil estrategia que se opuso a la
más absoluta incompetencia del general republicano, Jean Léchelle. Los "azules"
pronto fueron puestos en fuga de nuevo hasta Château-Gontier,
pero los vendeanos no les dejaron retirarse, sino que penetraron en la
ciudad y la tomaron. Entre los republicanos hubo unos 4.000 muertos y
unos 9.000 heridos o desaparecidos. Léchelle, que había
sido uno de los primeros en huir, fue vituperado por sus soldados,
arrestado y enviado a Nantes.
El 31 de octubre fue guillotinado
Jacques Pierre Brissot. Tras su muerte, los brissotinos empezaron a ser
más conocidos como girondinos.
El 2 de noviembre unos 1.000
soldados republicanos se atrevieron a atacar a la vanguardia del
ejército vendeano, que en un primer momento huyeron, pero en Ernée fueron rodeados por
unos 30.000 vendeanos, que los pusieron en fuga dejando unos 700
muertos. Los vendeanos se dirigían hacia Saint-Malo, donde podrían
ponerse en contacto con los británicos. Al llegar la noche del 3 de noviembre asediaron el castillo de Fougères, y no tardaron en
tomarlo tras abatir sus puertas a cañonazos. Unos 300
prisioneros realistas condenados a muerte que estaban encerrados en el
castillo se unieron a ellos y aprovecharon para vengarse de sus
enemigos en unas cuantas ejecuciones sumarísimas realizadas en
las calles de la ciudad.
Ese mismo día fue guillotinada Olympe de Gouges. Su carta en
defensa de los brissotinos
constituía de por sí un delito (era delictivo cualquier
escrito que pusiera en cuestión los principios republicanos), y
además había publicado un cartel de propaganda
federalista.
El marqués de Sade, ahora conocido como "ciudadano Sade",
había logrado adaptarse bien a la revolución, y
había ocupado varios cargos públicos hasta ser elegido
como representante de la extrema izquierda en la Convención
Nacional. Sin embargo, acabó siendo acusado de "moderado" y fue
encarcelado. Escapó de milagro de la guillotina, al parecer por
un error burocrático.
El 4 de noviembre murió el
marqués de Lescure.
El 6 de noviembre fue
guillotinado Felipe Igualdad, acusado de tener tratos con austriacos y
brissotinos. (El hecho de que sus hijos hubieran huido del país
hizo recaer sobre él muchas sospechas.) Sus últimas
palabras fueron: "No perdamos el
tiempo. Lo haréis más fácilmente cuando
esté muerto. Terminemos cuanto antes." (dirigidas al
verdugo cuando intentaba quitarle las botas). Dejó un hijo de
veinte años, Luis Felipe,
exiliado en Austria, que heredó el título de duque de
Orleans.
El 8 de noviembre, tras haberse
tomado unos días de descanso, el ejército católico y real
dejó Fougères con la intención de llegar al mar en
Granville, en lugar de en
Saint-Malo. Dejó en Fougères a sus enfermos y heridos
graves. El 10 de noviembre
tomó Dol y el 11 de noviembre
Pontorson. Ese día
murió Jean Léchelle en prisión, por causas poco
claras.
El geneal Carteaux fue relevado del mando en el asedio de Toulon, y
sustituido por un antiguo médico llamado François Doppet.
Jean Sylvain Bailly, el que fuera alcalde de París cuando
tuvo lugar la matanza del campo de
Marte, vivía retirado de la política, pero fue
llamado a declarar en el juicio a María Antonieta y se
negó a hacerlo, por lo que terminó siendo juzgado,
condenado y guillotinado el 12 de noviembre.
Para su ejecución, la guillotina fue trasladada al campo de
Marte.
El 13 de noviembre los vendeanos
tomaron Avranches, donde
dejaron a sus mujeres, niños, ancianos y sacerdotes. El 14 de noviembre, 25.000 vendeanos llegaban
a las puertas de Granville. Tras intentar sin éxito penetrar en
la ciudad, se dispusieron a pasar la noche en las casas de los
suburbios, pero un destacamento republicano salió de la ciudad y
provocó un incencio. El 15 de
noviembre los vendeanos atacaron de nuevo, esperando la llegada
de barcos británicos llegados de Jersey. Sin embargo, los
británicos no estaban informados de los planes vendeanos y, en
su lugar, aparecieron dos barcos republicanos procedentes de
Saint-Malo. Desconcertados, los vendeanos acabaron dándose a la
fuga dejando unos 2.000 muertos.
El 16 de noviembre, un intento
republicano de tomar Fort Mulgrave fracasó principalmente por la
indecisión de Doppet. Consciente de su incompetencia,
dimitió de su cargo. Fue sustituido por el general Jacques François Dugommier,
gran admirador de Buonaparte, del que afirmó: No tengo palabras para describir el
mérito de Buonaparte: mucho nivel técnico, un grado igual
de inteligencia, y demasiada galantería. Durante los
días siguientes, empezó a desplegar su artillería
según el plan original del joven capitán corso, con el
propósito de tomar "el pequeño Gibraltar".
El 17 de noviembre fue
guillotinado el general Jean Nicolas
Houchard, acusado de haber derrotado (!) a los británicos
en Hondschoote... pero no haberlos perseguido luego. En su lugar,
había atacado a los holandeses y luego, viendo que sus hombres
estaban agotados, los dejó descansar. Otros diez generales
más fueron guillotinados ese año por motivos similares,
acusados de traición.
Los vendeanos habían regresado a Avranches, La Rochejaquelein
salió con un pequeño grupo a tomar Villedieu-les-Poêles,
pero, mientras tanto, el grueso del ejército vendeano
había decidido dar media
vuelta para volver a la Vendée. La Rochejaquelein se vio
obligado a
correr para alcanzar a sus hombres. Los encontró en Pontorson el
18 de noviembre, donde un
ejército de 4.000 republicanos trataba de impedirles el paso,
pero fue fácilmente derrotado.
Mientras tanto, los republicanos retomaron Fougères, donde se
encontraron con numerosos heridos vendeanos, que fueron torturados y
luego asesinados.
El 20 de noviembre 20.000
soldados republicanos atacaron a los vendeanos en Dol, pero fueron
derrotados. A la una de la mañana del 21
de noviembre, el ejército republicano se dividió
en dos columnas, con la intención de rodear a los vendeanos,
pero éstos detectaron la maniobra y se dividieron también
en dos grupos. El combate se inició a las cuatro de la
mañana y, al cabo de tres horas, los vendeanos acabaron huyendo
para refugiarse en Dol. Sin embargo, los sacerdotes exacerbaron los
ánimos de los soldados. La Rochejaquelein escribiría en
sus memorias:
Los curas ejercieron una gran influencia. Es la única vez que los he visto fanatizar a los soldados, como dicen los republicanos, empleando todos los medios de la religión para animarlos. Y yo no podría reprochárselo, porque la muerte era segura, y la humanidad exigía su celo. Durante un instante en que se hizo el silencio para escuchar el cañón, el cura de Santa María de Rhé se subió a un cerro cerca de mí, elevó un gran crucifijo y, con una voz estentórea, empezó a predicar a los vendeanos. Estaba fuera de sí, y hablaba a la vez como sacerdote y como militar. Preguntó a los soldados si aceptarían la infamia de entregar a sus mujeres y a sus hijos al cuchillo de los azules. Les dijo que la única forma de salvarlos era volver al combate. "Hijos míos —decía— yo marcharé delante de vosotros con el crucifijo en la mano; quienes quieran seguirme, que se arrodillen y les daré la absolución: si mueren irán al paraíso; pero los cobardes que traicionen a Dios y abandonen a sus familias, serán degollados por los azules e irán al infierno."
De modo que el 22 de noviembre
los vendeanos salieron al grito de ¡Viva
el rey, vamos al paraíso!, pero se ve que Dios no los
quería tan cerca, porque lograron poner en fuga a los
republicanos. Al llegar la noche, los vendeanos lanzaron un ataque
silencioso contra Antrain y se
apoderaron de ella, y allí tomaron represalias por la masacre
que los republicanos habían realizado en Fougères.
Entre el 28 y el 30 de noviembre tuvo lugar la batalla de Kaiserslautern, en la que 20.000
prusianos derrotaron a 30.000 franceses.
Ese mismo día, los aliados asediados en Toulon, presionados
por la artillería republicana, decidieron hacer una salida, pero
resultó un fracaso y el general británico Charles O'Hara fue capturado, y
Augustin Robespierre empezó a negociar con él una
rendición honorable de los británicos. El éxito de
la operación le valió a Buonaparte el ascenso a coronel.
El tifus, la disentería y el cólera estaban haciendo
estragos entre los vendeanos. Decididos a regresar a la Vendée
por el camino más corto, el 3 de
diciembre se dispusieron a atacar Angers. Durante todo el día,
su artillería trató de abrir las puertas de la ciudad,
pero sin éxito. El 4 de diciembre
estuvieron a punto de lograrlo, pero la llegada de refuerzos
republicanos puso en fuga a los realistas.
Desde el inicio de la revolución francesa, se celebraban
frecuentemente en Francia diversas fiestas oficiales, que en gran
medida servian para sustituir las festividades religiosas. En ellas se
ensalzaban las "virtudes cívicas" y a los "mártires de la
revolución". Desde mediados de año empezaron a
organizarse unas "procesiones cívicas" que ridiculizaban
abiertamente el ritual católico. Se puso de moda la
destrucción de objetos de culto y la profanación de
iglesias. Hébert reescribía los evangelios en su
periódico, Le Pére
Duchesne:
Cuando apareció el valiente sans-culotte Jesús, predicó la beneficencia, la fraternidad, la libertad, la igualdad, el menosprecio de las riquezas. Pronto cortó las uñas a todos los sacerdotes mentirosos, que fueron menospreciados. En verdad que los canallas se vengaron de las buenas gentes. De acuerdo con los jueces y con el Capeto de la época, hicieron arrestar al pobre sans-culotte Jesús.
Mientras muchos sans-culottes hacían gala de ateísmo,
los diputados de la Convención nacional no veían con
buenos ojos el progreso de tal doctrina, y el 6 de diciembre Robespierre
pronunció un discurso condenando el ateísmo y en favor de
la
libertad de culto. Según Robespierre, el ateísmo era
aristocrático, mientras que la creencia en Dios era popular. Sin
embargo, en esto no fue secundado por Hébert, que se estaba
alineando con la rama más radical de los jacobinos, conocidos
como exagerados, por
oposición a los moderados.
El hecho de que Robespierre deba ser considerado entre éstos
últimos, da idea del radicalismo de aquéllos.
Madame du Barry cometió la imprudencia de regresar a Francia
tras haber huido a Gran Bretaña (al parcer, ella no lo
consideró una fuga, sino uno más de los muchos viajes que
había realizado a Londres a lo largo de su vida). Fue
guillotinada el 8 de diciembre.
Ese mismo día, los vendeanos, perseguidos por Westermann,
tomaron La Flèche, y el
10 de diciembre partieron en
dirección a Le Mans.
Llegaron el 12 de diciembre, pero la
llegada de refuerzos republicanos hizo cundir el pánico
nuevamente entre los vendeanos, que trataron de refugiarse en la
ciudad. Al anochecer los republicanos recibieron nuevos refuerzos y
penetraron en Le Mans. Los vendeanos ofrecieron una dura resistencia,
pero estaban totalmente desorganizados y terminaron sucumbiendo. Se
calcula que murieron unos 15.000. Unos 6.000 soldados que lograron
escapar, junto con otros tantos no combatientes (mujeres, niños,
heridos, etc.) se refugiaron en Laval. Allí construyeron barcas
para cruzar el Loira, y lograron pasar a unas 4.000 personas antes de
que llegaran barcos republicanos.
La noche del 16 de diciembre, los
republicanos lanzaron un ataque contra Fort Mulgrave. El combate cuerpo
a cuerpo duró toda la noche, y Buonaparte fue herido en una
pierna. Al día siguiente los británicos evacuaron Toulon
quemando el arsenal y los barcos que no pudieron llevarse. El 19 de diciembre las tropas republicanas
entraron en la indefensa Toulon, donde se calcula que en los
días siguientes fusilaron a unas ochocientas personas tras
juicios sumarísimos. Buonaparte no presenció la
matanza, pues Robespierre lo había ascendido a general de
brigada y lo había enviado a hacerse cargo de la
artillería del ejército de Italia.
Los vendeanos que no habían podido atravesar el Loira se
habían dirigido a Savenay.
El 22 de diciembre tomaron la
ciudad, que
había sido evacuada por los republicanos, pero el 23 de diciembre los republicanos reunieron
unos 18.000 hombres con los que hicieron estragos entre las fuerzas
vendeanas, a las que persiguieron en todas direcciones en cuanto se
dieron a la fuga. Se capturaron unos 4.000 prisioneros, que empezaron a
ser juzgados esa misma noche, y miles de ellos fueron ejecutados.
El general Westermann, que recibió el sobrenombre de El carnicero de los vendeanos,
escribió un famoso informe al Comité de Salvación
Pública:
La Vendée ya no existe, ciudadanos republicanos. Ha muerto bajo nuestro sable libre, con sus mujeres y sus niños. Acabo de enterrarla en los pantanos y en los bosques de Savenay. Siguiendo las órdenes que me habéis dado, he aplastado a los niños bajo las herraduras de los caballos, he destrozado a las mujeres que, al menos aquéllas, ya no parirán más bribones. No tengo un solo prisionero que pueda acusarme. Los he exterminado a todos. Un jefe de los bribones, llamado Désigny, ha sido ejecutado por uno de mis oficiales. Mis húsares tienen todos en la cola de sus caballos pedazos de sus estandartes. Los caminos están sembrados de cadáveres. Hay tantos que, en muchos sitios, forman pirámides. En Savenay hay fusilamientos constantemente, pues en todo momento llegan bribones que pretenden rendirse como prisioneros. Kléber y Marceau no están allí. No hacemos prisioneros. Haría falta alimentarlos con el pan de la libertad, y la piedad no es revolucionaria.
El 24 de diciembre la
Convención nacional votó un decreto por el cual "El nombre infame de Toulon queda
suprimido. Esta comuna llevará desde ahora el nombre de
Port-la-Montagne".
El terrorismo de estado de Robespierre estaba llevando a la
guillotina a cientos de personas cuyo único delito era a veces
el de ser parientes de emigrados, o antiguos nobles, o simplemente no
poder demostrar que no eran culpables de nada. Tal y como se afirmaba
en un decreto de la comuna de París para especificar
quiénes podían ser considerados sospechosos: Quienes no hayan hecho nada contra la
libertad, tampoco han hecho nada por ella. En estas
circunstancias, incluso algunos jacobinos no acababan de ver la
justicia en los procesos judiciales, pero Robespierre se
reafirmó a sí mismo en un famoso discurso pronunciado el 25 de diciembre ante la
Convención nacional:
La misión del gobierno constitucional es la de conservar la República, la del gobierno revolucionario es la de fundarla. [...] El gobierno revolucionario debe al buen ciudadano toda la protección nacional; a los enemigos del pueblo no les debe sino la muerte. Estas ideas bastan para explicar el origen y la naturaleza de las leyes que llamamos revolucionarias [...] Si el gobierno revolucionario debe ser más activo en su marcha y más libre en sus movimientos que el gobierno ordinario, ¿es por ello menos justo y menos legítimo? ¡No! Se apoya sobre la más santa de todas las leyes: la salvación del pueblo.
Unos días antes había sido encarcelado Malesherbes, el
que había actuado como defensor en el juicio contra Luis XVI.
El decantamiento de Washington hacia las tesis federalistas en la
cuestión de la hostilidad hacia Francia había acrecentado
las tensiones con los republicanos demócratas, hasta el punto de
que el 31 de diciembre Thomas
Jefferson decidió presentar su dimisión como secretario
de Estado y Washington se la aceptó. Fue sucedido por Edmund
Randolph.
Ese año se había producido un suceso que iba a alterar
en breve un sector importante de la economía estadounidense.
Principalmente en los estados del sur se había intentado
implantar la esclavitud a gran escala, pero no resultaba muy rentable.
Uno de los cultivos más extendidos era el del algodón,
cada vez más solicitado por las máquinas de vapor de Gran
Bretaña, que empezaban a producir ropa de algodón en
grandes cantidades. Sin embargo, el proceso de separar la fibra de
algodón de las semillas era muy laborioso y requería una
gran cantidad de recursos humanos. Un día, en Savannah
(Georgia), varios plantadores hablaban sobre este problema, y fueron
escuchados por un invitado norteño, Eli Whitney, de Massachussetts, de
veintisiete años, que no tardó en inventar un ingenioso y
simple mecanismo para realizar el proceso automáticamente. La desmotadora permitió
concentrar la mayor parte de la mano de obra esclava en el cultivo y
recolección del algodón, y aumentó
considerablemente la capacidad productiva de la economía
esclavista. Curiosamente, los argumentos en contra de la esclavitud,
que estaban imponiéndose paulatinamente, no tardaron en ser
acallados, y cuestionar la honorabilidad de tal institución
empezó a ser considerado de mal tono entre las gentes de buena
familia.
En Vietnam, una flota capitaneada por el francés Jean-Marie Dayot, al servicio de
Nguyen Anh, capturó sesenta galeras de los Tay Son. Bombas
francesas se usaron también en el asedio de Qui Nhon, dirigido por Olivier de Puymanel, que
había adiestrado a unos 50.000 vietnamitas en las
técnicas militares occidentales.
El año anterior, Charles Cornwallis había recibido el
título de marqués de
Cornwallis y ahora dejaba su cargo de gobernador de la India
Británica para regresar a su patria. Fue sucedido en el cargo
por sir John Shore.
Los vendeanos seguían dominando la isla de Noirmoutier, en la
que se había refugiado el general d'Elbée. El 2 de enero de 1794, los republicanos se
apoderaron de Machecoul y se dispusieron a atacar la isla. En la
mañana del 3 de enero se
produjo el desembarco y los republicanos no tardaron en ocupar el sur
de la isla. Al anochecer, los realistas se rindieron. Aunque el general
republicano, Nicolas Haxo,
había prometido a los vendeanos que sus vidas serían
respetadas, el 4 de enero se
instauró un tribunal revolucionario y empezaron los
fusilamientos en grupos de sesenta. El 6 de
enero fue fusilado d'Elbée, junto con el oficial
republicano que en su día había rendido la isla a los
realistas.
El 11 de enero España y
Gran Bretaña firmaron un tratado por el que ambas potencias se
comprometían a no fundar ningún establecimiento
permanente en la bahía de Nutka, y a evitar que otras naciones
lo hicieran.
El 17 de enero el general Louis Marie Turreau presentó
ante el Comité de
salvación pública un plan de acción para la
Vendée:
Mi propósito es esencialmente incendiar, y salvar únicamente lo esencial para establecer las posiciones necesarias para la destrucción de los rebeldes. Pero esta gran medida debe ser prescrita por ustedes. Yo no soy más que el agente pasivo de las voluntades del cuerpo legislativo. Igualmente, debéis pronunciaros sobre la suerte que han de correr las mujeres y los niños que encuentre en esta región rebelde. Si fuera necesario pasarlos a todos por el filo de la espada, no podría ejecutar semejante medida sin una legislación que cubra mi responsabilidad. En ocho horas, la Vendée debe ser derrotada y todos los rebeldes apresados entre Haxo, Duty y yo...
Turreau planeaba batir la Vendée con doce columnas que
avanzarían paralelamente de este a oeste. En el Comité de
salvación pública se abrió un debate en el que
Robespierre (que consideraba que la guerra de la Vendée estaba
esencialmente acabada) fue atacado tanto por los seguidores de Danton,
que denunciaban los excesos del Terror, como por los hebertistas, que
preconizaban una represión sin indulgencia. Antes incluso de
recibir una respuesta del Comité, Turreau se dispone a llevar
adelante su plan. El 19 de enero dio
instrucciones muy claras:
Todos los bribones que sean capturados con armas en la mano, o que se sepa que las han tomado para rebelarse contra la patria, serán pasados por el filo de la bayoneta. Se actuará igualmente con las muchachas, mujeres y niños que se encuentren en este caso. Quienes sólo sean sospechosos no se librarán, pero ninguna ejecución podrá hacerse sin que el general la haya ordenado previamente. Todos los pueblos, granjas, bosques, arbustos y, en general, todo lo que pueda quemarse, se entregará a las llamas.
El 21 de enero Turreau
ordenó el avance de las que se conocieron como columnas infernales. Los vendeanos
respondieron formando pequeños grupos para organizar emboscadas.
El 4 de febrero la
Convención nacional discutió la cuestión de la
esclavitud. Se hallaban presentes tres hombres llegados de las
Antillas, un liberto negro, un mulato y un blanco, que abogaron por la
abolición y, en efecto, la Convención abolió la
esclavitud tanto en la propia Francia como en sus colonias.
El 6 de febrero Charette, al
frente de unos 3.000 vendeanos, tomó la ciudad de Legé, defendida por unos 800
soldados republicanos. El 8 de febrero,
unos 7.000 vendeanos dirigidos por Nicolas
Stofflet atacaron Cholet, que unos días antes
había sido tomada por la undécima "columna infernal", la
menor de todas, pues constaba de unos 650 hombres. Los republicanos
emprendieron la fuga rápidamente, pero unas horas después
llegó la novena columna con 8.000 hombres y los realistas
tuvieron que huir. Ese mismo día Turreau recibió la
primera respuesta de un miembro del
Comité de salvación pública:
Te lamentas de no haber recibido del Comité la aprobación formal de tus medidas. Éstas le parecen buenas y tus intenciones son puras, pero, alejado del escenario de las operaciones, espera grandes resultados para pronunciarse sobre un asunto en el que ya se han cometido tantos errores. Las intenciones del Comité se te han debido transmitir a través del ministerio de la Guerra, pero lamentamos que no nos des con suficiente frecuencia noticias de tus operaciones. Extermina hasta el último bribón. Ése es tu deber.
El 10 de febrero Charette
atacó con 3.000 hombres a la octava "columna infernal",
compuesta por 4.000, y una vez más los vendeanos se vieron
obligados a huir.
El 14 de marzo Eli Whithey
patentó su desmotadora, pero su mecanismo era tan simple que
cualquiera que viera una sabía construir otra, y Whithey
pasó los años siguientes envuelto en pleitos tratando en
vano de hacer valer sus derechos.
Ese mismo día, en una sesión del Consejo de Estado, el
primer ministro español Manuel Godoy tuvo un enfrentamento con
el conde de Aranda, que a sus setenta y cinco años
defendió enérgicamente la necesidad de terminar la guerra
contra Francia. Godoy logró que se lo desterrara a Jaén y
la Santa Inquisición aprovechó para tratar de procesarlo,
ya que hasta entonces había sido demasiado poderoso para
intentarlo.
El 15 de marzo Vancouver
dejó las islas Hawai, donde algunos de sus hombres realizaron la
primera escalada conocida del volcán Mauna Loa, cuya altura midieron con
gran precisión.
El 20 de marzo el general Haxo,
al frente de una pequeña avanzadilla de su ejército,
formada por 300 hombres, encontró en Les Clouzeaux al ejército de
Charette, formado por unos 1.500 hombres. Creyéndolo acorralado,
decició atacar, pese a su inferioridad numérica. Sin
embargo, la caballería vendeana pilló por sorpresa a la
republicana, que emprendió la huida causando el desorden en las
tropas de a pie. Haxo cayó de su caballo y se encontró
indefenso ante los jinetes vendeanos. Murió, aunque no
está claro si se suicidó, si se resistió o si fue
asesinado.
Desde Le Père Duchesne,
los ataques de Hébert apuntaban cada vez más alto, hasta
la Convención nacional y al mismísmo Robespierre, al que
tachaba de moderado. Contra él se lanzó Louis Antoine de Saint-Just, miembro
del Comité de salvación pública, que, a sus
veintiséis años, era conocido como el Arcángel del Terror. Tras un
proceso en el que se le sacaron a relucir numerosos trapos sucios, fue
condenado a la guillotina el 24 de marzo
junto con dieciocho de sus amigos "exagerados".
Ese mismo día estalló en Polonia una revuelta de
patriotas dirigida por Tadeusz
Kosciuszko, que había participado en la guerra de
Independencia de los Estados Unidos. Dos años antes había
estado en Francia, donde había recibido el título de ciudadano honorífico por sus
ideas sobre la libertad y la igualdad.
El 25 de marzo Stofflet tuvo que
huir ante la llegada de la décima "columna incenciaria", que
tomó la ciudad de Vezins.
Allí encontró únicamente unos 1.200 heridos,
mujeres y niños, que fueron todos asesinados. Stofflet se
enteró dos días después, y sus hombres clamaron
venganza. El 28 de marzo atacaron
Vezins donde pusieron en fuga a los republicanos y ejecutaron a varios
centenares de ellos, que se habían rendido o habían sido
capturados.
Si Hébert había sido decapitado por estar a la
izquierda de Robespierre, poco después le tocó el turno a
los que estaban a su derecha, es decir, a los que denunciaban el
terrorismo de Estado. El 30 de marzo,
Saint-Just hizo arrestar entre otros a Danton y a Desmoulins, acusados
de ser enemigos de la república. Ambos habían atacado
enérgicamente a los exagerados (a finales del año
anterior, Desmoulins había fundado un nuevo periódico a
tal efecto, Le vieux cordelier),
así que ahora los exagerados apoyaron a sus acusadores. El
juicio contra Danton se celebró a puerta cerrada, pues se
temía que con su oratoria pudiera convencer al auditorio. El 5 de abril fue guillotinado junto a
Desmoulins y otros doce "moderados", que prácticamente no
tuvieron oportunidad de defenderse. Entre ellos se encontraba el poeta
Fabré d'Églantine, que había colaborado en la
confección del calendario revolucionario. Se dice que, en el
carro que los llevaba a la guillotina, d'Églantine iba llorando,
y en un momento en que se lamentó de no haber tenido
ocasión de acabar un poema,
Danton, jugando con el doble sentido de la palabra vers (versos / gusanos), le dijo: Ne t’inquiète donc pas, dans une semaine,
des vers, tu en auras fait des milliers. (Pues no te
preocupes, que dentro de una semana, de versos / gusanos habrás
hecho miles).
El año anterior, el Comité de salvación
pública había encargado al contraalmirante Pierre Jean Van Stabel que condujera
un convoy de 117 navíos mercantes desde los Estados Unidos hasta
Francia para proveerla de alimentos. Cuando Van Stabel llegó a
la bahía de Chesapeake, se encontró con que, en contra de
lo previsto, el convoy no estaba dispuesto, y tuvo que invertir mucho
tiempo y grandes sumas de dinero para cumplir su misión.
Finalmente, zarpó rumbo a Francia el 11
de abril.
El 17 de abril el polaco Tadeusz
Kosciuszko expulsó a los rusos de Varsovia.
Ese mismo día un ejército
de 20.000 soldados franceses bajo el mando del general Jean-Baptiste Jourdan se
encontró en Arlon a un ejército de unos 16.000
austríacos. La vanguardia del ejército austríaco
estaba siendo perseguida por otro ejército francés, bajo
el mando de François Joseph
Lefebvre, que atacaba contraviniendo sus órdenes. Jourdan
le ordenó retroceder, porque se había puesto a tiro de
sus propios cañones, que quedaban así inutilizados. El
objetivo de los franceses era cortar las comunicaciones de Namur y
Lieja con Luxemburgo. El 18 de abril,
los franceses atacaron, pero los austríacos lograron emprender
la fuga hacia Luxemburgo. Los franceses se establecieron en Arlon.
Dos hermanas de Jean Chouan, Perrine
y Renée Cottereau
fueron detenidas, juzgadas y finalmente guillotinadas el 20 de abril.
El 23 de abril fue guillotinado
Malesherbes.
El 29 de abril los
austríacos expulsaron a los franceses de Arlon.
Portugal envió un ejército al sur de Francia que se
unió al ejército español, pero la coalición
fue derrotada en Boulou el 1 de mayo.
Los británicos tuvieron noticias del convoy de Van Stabel, y
encargaron al almirante Richard Howe que lo interceptara, el cual
zarpó el 2 de mayo. Sin
embargo, consideró que no merecía la pena internarse en
el océano, sino que era mejor esperar en el canal de la Mancha
hasta avistar el convoy. El 4 de mayo
empezó a desplegar sus barcos y el 5
de mayo fue informado de que la flota francesa que debía
proteger al convoy, bajo el mando del almirante Louis Thomas Villaret de Joyeuse, se
encontraba en el puerto de Brest.
Howe se situó en posición para interceptar al convoy.
Ese mismo día Tussaint Louverture cambió de bando y se
unió a los franceses en su lucha contra españoles y
británicos.
El 7 de mayo Robespierre hizo que
la Convención aprobara un decreto en virtud del cual El pueblo francés reconoce al Ser
Supremo y la inmortalidad del alma.
El 8 de mayo, tras un juicio que
duró menos de un día fue guillotinado
Antoine Lavoisier, sospechoso por ser amigo de sospechosos, como
Lagrange, que a su vez era sospechoso porque era extranjero. Se cuenta
que pidió un aplazamiento para
terminar un experimento, pero el presidente del tribunal le dijo: La República no necesita sabios ni
químicos, el curso de la justicia no puede detenerse.
Lagrange dijo: Ha llevado
sólo un momento hacer que caiga su cabeza y cien años no
bastarán para producir otra igual.
Por su parte, el químico británico Joseph Priestley,
entusiasta de la revolución francesa, que había sido
nombrado ciudadano francés y miembro de la Asamblea nacional,
fue perseguido por el gobierno de su país por sus opiniones
políticas, así que emigró a los Estados Unidos y
se estableció en Pennsylvania.
El 10 de mayo fue guillotinada
Isabel, la hermana del rey Luis XVI de Francia. En principio se
había decidido expulsarla del país, pero durante el
juicio contra María Antonieta se había decidido someterla
a su vez a juicio.
El 16 de mayo Villaret-Joyeuse
salió de Brest con su flota y el 17
de mayo pasó junto a la flota británica oculta por
una espesa niebla.
El 18 de mayo los franceses
derrotaron en Tourcoing (en el
norte de Francia) a un ejército conjunto británico y
austríaco.
El 19 de mayo Villaret-Joyeuse
se encontró con el convoy de Van Stabel, mientras Howe se
enteraba de que había salido de Brest. La flota francesa
capturó una fragata británica, un convoy procedente de
Terranova y parte de un convoy de 53 barcos holandeses procedente de
Lisboa. El 21 de mayo Howe pudo
recuperar parte del convoy holandés. Mientras tanto, el general
Jourdan ocupaba de nuevo Arlon.
El 22 de mayo un ejército
de 45.000 franceses fue derrotado en Tournai por 28.000 soldados
británicos y austríacos.
Finalmente, el 28 de mayo, la
flota del almirante Howe encontró a la de Villaret-Joyeuse y,
aunque el viento no era favorable, envió a sus barcos más
rápidos a atacar la retaguardia francesa. Se libró un
pequeño combate hasta que cayó la noche. El 29 de mayo Howe atacó de nuevo,
pero no logró dividir en dos la flota francesa. La niebla
obligó a suspender los combates durante dos días, durante
los cuales Villaret trató de alejarse de la flota
británica, pero el 1 de junio
Howe le dio alcance de nuevo y ambas flotas se encontraron alineadas en
posición de ataque. Pronto empezaron a disparar sus
cañones. Una original estrategia de Howe unida a cierta
incompetencia de los marineros franceses dio la victoria a los
británicos, en cuanto que capturaron o hundieron siete barcos de
guerra franceses sin sufrir graves daños, pero los franceses
también se consideraron vencedores, en cuanto que el convoy
logró escabullirse del lugar de la batalla y llegó casi
íntegro a Francia.
Robespierre hizo
aprobar nuevas leyes que instauraban lo que se conoció como el Gran Terror: una simple denuncia
bastaba para que un sospechoso pudiera pasar a disposición de un
tribunal, que, en caso de declararlo culpable, sólo
podría dictar la pena de muerte.
El 8 de junio se celebró en París la fiesta del Ser Supremo, con una procesión de disfraces, seguida de un discurso de Robespierre que terminó tomando una antorcha de la mano de David (que había organizado los festejos) con la que quemó una imagen en cartón que simbolizaba el Ateísmo, y que dejó ver otra que simbolizaba la Sabiduría.
En Córcega, Pasquale Paoli hizo una depuración entre
sus oponentes, entre los que destacaba la familia Buonaparte. No
tardó en controlar la mayor parte de la isla. Un Consejo General
reunido el 10 de junio lo
nombró "Padre de la Patria" y sus miembros juraron fidelidad al
rey de Gran Bretaña, que había ofrecido a los corsos una
constitución, un Parlamento y un virrey. Los británicos
enviaron de nuevo al almirante Hood al frente de una nueva flota al
Mediterraneo.
El 12 de junio Jourdan
sitió Charleroi, pero
el 16 de junio, unos 43.000 daneses
y austríacos hicieron retroceder al ejército
francés.
El 17 de junio fue guillotinada Cécile Renault, de veinte
años, hija de un fabricante de papel, acusada de intentar
asesinar a Robespierre.
El 18 de junio Jourdan
contraatacó y reanudó el asedio a Charleroi.
El 26 de junio Charleroi
aceptó la rendición ante los franceses, pero un
ejército austríaco llegó antes de que se llevara a
efecto, y entabló batalla junto a la ciudad de Fleurus. Los franceses lograron
rechazar a los austríacos, que se refugiaron en Waterloo. Fue una victoria decisiva,
pues el 27 de junio los aliados se
retiraron de los Países Bajos. Fue la primera batalla en la que
se usó un globo con fines militares, pues los franceses
emplearon uno, "l'Entreprenant",
para observar al enemigo.
Los prusianos habían arrebatado Cracovia a los rebeldes de
Koscuszko, y a continuación procedieron a asediar Varsovia.
El 18 de julio murió de
una herida de bala el guerrillero Jean Chouan. Se cuentan distintas
versiones sobre las circunstancias de su muerte. Pese a ello, la
rebelión bretona contra la República Francesa
siguió siendo conocida como Chouannerie.
El 24 de julio los franceses
derrotaron a los españoles en Baztán,
lo que les abrió la frontera española.
La batalla de Fleurus había debilitado el argumento
según el
cual el Terror era necesario para salvar al país de ser
aplastado por sus enemigos. Ese mismo día, Robespierre
anunció ante la Convención Nacional que se
disponía a denunciar a nuevos traidores contra la
República, pero cometió la torpeza de no decir sus
nombres. Como hacían falta muy pocos requisitos para ganarse el
título de traidor, sus adversarios se las arreglaron para hacer
cundir el pánico entre los diputados, de modo que
prácticamente todos temieron la posibilidad de verse acusados.
La cámara estalló en gritos y Robespierre no pudo seguir
hablando. Tuvo que abandonar la sesión acompañado de sus
partidarios más próximos, pero sólo
encontró asilo en la comuna de París. La
Convención votó el arresto de Robespierre y sus
seguidores. Por la noche, la comuna fue asaltada por el
ejército. Robespierre recibió un tiro en la cabeza (no se
sabe si se lo asestó él mismo en un intento de suicidio),
pero no murió. Fue apresado y guillotinado el 28 de julio junto con veintiún
partidarios, entre ellos Saint-Just y su hermano Augustin. El
día anterior
había sido disuelto el Comité de salvación
pública.
Hasta primeros de año, el joven rey Luis XVII de Francia
había recibido un trato medianamente razonable, pero a partir de
ese momento fue encerrado en una celda oscura, sin ninguna higiene,
recibió mala alimentación y no se le permitió
hablar o ser visitado por nadie. Su situación mejoró tras
la caída de Robespierre, pero para ese momento ya sufría
diversas enfermedades, entre ellas la tuberculosis.
Los diputados girondinos fueron admitidos de nuevo en la
Convención Nacional y el Terror terminó. Se calcula que
durante el último año, más de 16.000 personas
fueron guillotinadas en Francia. La Convención quedó en
manos de los llamados termidorianos,
porque el mes en curso según el calendario revolucionario era
termidor. Constituían el sector "de centro" y, con el apoyo de
los girondinos, rechazaron la llamada Constitución del
año I (que nunca había llegado a estar en vigor) y se
dispusieron a
redactar una nueva constitución.
En agosto fue encarcelado
Napoleone di Buonaparte, por su amistad con Augustin Robespierre, pero
al cabo de dos semanas
fue liberado por falta de pruebas.También el pintor David fue
encarcelado.
Ese año, Kant publicó La
religión dentro de los límites de la mera razón.
Fitche ocupó una cátedra de filosofía en la
universidad de Jena. Allí dio algunas lecciones polémicas
que publicó bajo el título de Algunas lecciones sobre el destino del
sabio. También es de ese año su trabajo Fundamento de la doctrina de la ciencia.
Un naturalista británico llamado John Dalton, autor de varios
estudios sobre meteorología, publicó un libro titulado Hechos extraordinarios relativos a la
visión de los colores, en el que describe la enfermedad
que él mismo padecía y que hoy se conoce como daltonismo.
Un químico alemán llamado Jeremias Benjamin Richter
publicó un tratado titulado Der Stochiometrie oder Messkunst
chemischer Elemente, en el que recogía los experimentos
realizados en los dos últimos años, principalmente sobre
reacciones ácido-base, en virtud de los cuales llegó a
conjeturar la llamada ley de las
proporciones definidas, según la cual los elementos
químicos se combinan siempre en la misma proporción al
formar compuestos. El estudio de tales proporciones es lo que se conoce
como estequiometría,
término acuñado por él.
La ley de las proporciones definidas fue conjeturada también
de forma independiente por un químico francés llamado Joseph Proust, que a la sazón
daba clases de química en la universidad de Salamanca, en
España. Actualmente se la llama también Ley de Proust. Sin embargo, por
esta época los químicos no la aceptaban. Entre los
principales escépticos estaba Claude
Louis Bertollet, que sostenía que los elementos
químicos podían combinarse en cualquier
proporción. Unos años atrás, Bertollet
había descubierto (o inventado) lo que hoy llamamos lejía, es decir, el hipoclorito de sodio, que
utilizó como blanqueante de telas. (Antiguamente la palabra
"lejía" se usaba para otras sustancias usadas como detergente.)
Un matemático francés llamado Adrien-Marie Legendre publicó
sus Eléments de
géométrie, que no tardaron en sustituir a los Elementos de Euclides como libro de
texto en la enseñanza de la geometría elemental. En ellos
incluye una demostración de que el número pi es
irracional, junto con la conjetura de que no es raíz de ninguna
ecuación algebraica con coeficientes racionales. Legendre
tenía entonces cuarenta y dos años, y era autor de
numerosas publicaciones, entre las que destacan sus trabajos sobre
teoría de números y sobre las llamadas funciones elípticas.
Un antiguo pastor protestante llamado William Godwin, de treinta y siete
años, que el año anterior había publicado unas Investigaciones sobre la justicia
política y su influencia en la virtud general y la felicidad,
publicaba ahora una novela que alcanzó gran celebridad: Las cosas como son, o las aventuras de
Caleb Williams, cuyo protagonista es un honrado salteador que es
empujado al mal por una sociedad injusta.
Schiller terminó de publicar sus 27 cartas De la educación estética del
hombre. Por esta época se instaló en Weimar, donde
fundó la revista Die Horen
e inició una fuerte amistad con Goethe.
Haydn realizó un nuevo viaje a Gran Bretaña, con lo
que dejó de dar clases al joven Beethoven. La relación
entre ambos no fue muy afortunada. En una ocasión le dijo:
A mi juicio, siempre hay en sus obras algo, no diré estrafalario, aunque sí inesperado y desacostumbrado. Desde luego, están llenas de cosas bellas e incluso admirables, pero aquí y allí surgen otras extrañas y confusas, porque usted mismo es un poco extraño y confuso, y el estilo del músico es siempre el reflejo del hombre...
Se conservan doscientos cuarenta y cinco trabajos que Beethoven
presentó a su maestro, de los cuales éste sólo le
corrigió cuarenta. Al parecer, lo daba por imposible. Por su
parte, Beethoven diría más tarde de "el gran mogol", que así lo
llamaba, que, efectivamente, había recibido algunas clases
suyas, pero que nada había aprendido de él. Ese
año, su hermano Carlos
se reunió con él en Viena.
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