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Emiliano chamorro Vargas fue elegido presidente de
Nicaragua, y el 1 de enero de 1917 tomó
posesión del cargo.
Ese día se encontró el abrigo de Rasputín y, por la tarde, apareció su cadáver en el río. Posteriormente corrió el rumor de que la autopsia había revelado que Rasputín murió ahogado, de modo que ni el veneno, ni los disparos, ni otros golpes habían logrado acabar con él, pero no hay nada de cierto en eso.
El 4 de enero, un día después del
entierro de Rasputín, sin que mediara juicio alguno, el zar
Nicolás II envió al exilio a su primo Demetrio y a Félix Yusúpov.
El 5 de enero la policía recibió
órdenes de detener toda investigación sobre la muerte de Rasputín.
Si éstas hubieran proseguido, tal vez se hubiera puesto de
manifiesto la participación en el asesinato del servicio secreto
británico. Un agente secreto llamado Oswald Rayner afirmó
posteriormente haber presenciado el asesinato. Rayner y Yusúpov se
habían conocido en la universidad de Oxford, se hallaba en
Petrogrado cuando ocurrieron los hechos, y hay constancia de que
se vieron varias veces en las semanas previas al asesinato, la
última justo la víspera. A los británicos no les faltaban motivos,
pues Rasputín estaba presionando al primer ministro Shtiúrmer para
que llegara a un acuerdo unilateral con Alemania para terminar la
guerra.
Mientras tanto un ejército ruso de unos 40.000 hombres atacaba el
frente de Riga, (la capital de la provincia rusa de Letonia)
defendido por unos 25.000 alemanes en la primera de las que fueron
conocidas como "batallas de Navidad", (porque, según el
calendario juliano vigente en Rusia, la fecha era 23 de
diciembre). De hecho, los alemanes fueron tomados por sorpresa
porque pensaron que los rusos estarían celebrando la Navidad. Los
rusos cortaron inadvertidamente las alambradas alemanas por varios
puntos y tomaron la primera línea defensiva alemana.
El 7 de enero los rusos rompieron la
segunda línea defensiva alemana en Riga y crearon una brecha de
unos 7 km.
El 9 de enero se reunió la Duma (el
parlamento ruso) por primera vez tras las vacaciones navideñas, y
el primer ministro Trepov fue sucedido por el príncipe Nikolái
Golitsyn, que en vano había solicitado al zar no recibir tal
"honor". Sin embargo, Nicolás II estaba lejos de Petrogrado,
dirigiendo la guerra, y era la zarina Alejandra quien tomaba las
decisiones políticas. Durante el poco más de un año que ostentaba
la regencia, Rusia había tenido cuatro primeros ministros, cinco
ministros del interior, tres ministros de asuntos exteriores, tres
de guerra, tres de transporte y cuatro de agricultura, y ninguno
había permanecido en el cargo el tiempo suficiente como para
hacerse responsable de nada.
Un ejército británico atacó la ciudad de Rafa, en la
península del Sinaí, donde había una guarnición de unos 2.000
otomanos. Tras varias horas de asalto, lograron penetrar en la
ciudad con relativamente pocas bajas.
El 10 de enero murió Buffallo Bill. El
rey Jorge V de Gran Bretaña, el Kaiser Guillermo II y el
presidente Woodrow Wilson enviaron presentes al conocer su muerte.
Los rusos no aprovecharon la ventaja obtenida en Riga, en parte
porque faltaron refuerzos y porque un regimiento siberiano se
amotinó y se negó a entrar en combate. Los alemanes sí que
desplegaron una potente contraofensiva, pero el 11 de enero la batalla tuvo que ser
suspendida porque las temperaturas habían bajado hasta los 38
grados bajo cero. Para entonces los alemanes habían logrado
recuperar las cuatro quintas partes del territorio que habían
tenido que ceder inicialmente a los rusos. Éstos habían perdido
unos 13.000 hombres. En cuanto a los amotinados, 92 de los
instigadores fueron condenados a muerte, y otros enviados a
Siberia.
Ese día se declaró un incendio en una fábrica de municiones de
Nueva Jersey. Durante las cuatro horas siguientes estalló cerca de
medio millón de bombas que destruyeron la fábrica por completo. No
hubo ningún muerto gracias a la intervención de la telefonista Theresa
Louise McNamara, que en lugar de huir tuvo la sangre fría de
contactar una por una con cada una de las plantas de cada edificio
de la fábrica y gritar un aviso de alerta para que los
trabajadores escaparan. En un manicomio cercano, más de 900
enfermos mentales llegaron a la conclusión de que estaba llegando
el fin del mundo, y los médicos responsables lograron controlar la
situación distribuyendo grandes cantidades de helado, frutas y
golosinas. Luego se reunió a todos los enfermos y se les explicó
que la guerra en Europa había terminado y que lo que habían oído
eran grandes cañones que disparaban para celebrarlo. Las
investigaciones apuntaron a un acto de sabotaje alemán.
La pujanza del ejército británico en la ofensiva del Somme
llevada a cabo el año anterior había sorprendido a los alemanes,
que hasta entonces habían subestimado la importancia de los
británicos en la guerra terrestre. Debilitar a Gran Bretaña se
convirtió en objetivo prioritario, y por ello el alto mando alemán
se mostraba partidario de reanudar la guerra submarina sin
restricciones. Era casi seguro que eso arrastraría a la guerra a
los Estados Unidos, pero confiaban en que un bloqueo a Gran
Bretaña la dejaría fuera de combate antes de que los Estados
Unidos pudieran movilizar sus efectivos. No obstante, los alemanes
trataron de jugar una baza más. El 16 de enero
Arthur Zimmermann, el ministro alemán de asuntos
exteriores, envió un telegrama al embajador alemán en México, Heinrich
von Eckardt, para que propusiera al presidente Venustiano
Carranza declarar la guerra a los Estados Unidos (en caso de que
éstos se la declararan a Alemania, cosa que el telegrama daba por
probable) y que a cambio Alemania aportaría abundante ayuda
financiera y el apoyo para que, en una futura conferencia de paz,
México recuperara los territorios de Arizona, Nuevo México y
Texas.
Pero los servicios de inteligencia británicos interceptaron el
mensaje y lograron descifrarlo parcialmente. La información era
valiosísima, pero había dos problemas: uno era que si la hacían
pública los alemanes descubrirían que sus códigos habían sido
rotos y los cambiarían, pero lo más grave era que los Estados
Unidos permitían a los alemanes el uso de sus líneas telegráficas,
por lo que técnicamente los británicos habían obtenido el mensaje
espiando a los Estados Unidos. El telegrama iba dirigido en
primera instancia a la embajada alemana en Washington, desde donde
tenía que ser transmitido a México. Así, los británicos
infiltraron un agente en la Ciudad de México, que logró una copia
del mensaje cuando fue recibido.
A sus 25 años, el aviador Manfred von Richthofen fue condecorado
por haber derribado 16 aviones enemigos, y fue puesto al frente de
un escuadrón, muchos de cuyos pilotos habían sido entrenados por
él mismo. Von Richthofen adquirió entonces la costumbre de pintar
de rojo los aviones que pilotaba, para intimidar al enemigo con su
fama. Por ello empezó a ser conocido como el Barón Rojo.
El 18 de enero los británicos tomaron
Yanbu, en Arabia.
La situación en Rusia era precaria. La inflación ponía a los
alimentos y la leña fuera del alcance de gran parte de la
población. Hacía tiempo que los obreros no podían comprar huevos,
leche, carne o fruta. Las huelgas se sucedían una tras otra, y
eran reprimidas por la policía. El 22 de
enero, el aniversario de los acontecimientos del domingo
sangriento que habían tenido lugar hacía ya doce años, unos
150.000 trabajadores de Petrogrado (aproximadamente el 40% del
total) se declararon en huelga. Lo más preocupante para las
autoridades fue que muchos soldados animaban a los huelguistas.
El presidente Wilson pronunció un discurso en el Senado en el
que, en referencia a la guerra europea, pidió una "paz sin
Victoria", es decir, un regreso a la situación política que
se daba antes de que estallara la guerra. Ésa fue la directriz de
sus intentos de negociación con los beligerantes, pero ningún
bando quería eso. Para empezar, Francia consideraba irrenunciable
la recuperación de Alsacia y Lorena, entre Gran Bretaña y Francia
se habían apoderado de casi todas las colonias alemanas y daban
por hecho que se las repartirían, y otros países habían entrado en
la guerra del lado aliado a cambio de recompensas territoriales a
expensas de las potencias centrales, así que los aliados tenían
muchas deudas territoriales que pagar y cobrarse. Por su parte,
las potencias centrales también aspiraban a anexionarse sus
conquistas en el frente oriental, y el Imperio Otomano aspiraba a
recuperar parte del territorio que había ido perdiendo
paulatinamente por la rapiña de las potencias occidentales.
Ese día se estrenó Charlot en la calle de la paz,
un cortometraje de Charlie Chaplin. El actor cuidaba cada vez más
la realización de sus películas y exigía más tiempo a la
productora para cada una de ellas. Ese año estrenó además Charlot
en el balneario, El inmigrante y El
aventurero. Según una estadística, nueve de cada diez
personas que acudían a una fiesta de disfraces lo hacían
disfrazadas de Charlot.
El 27 de enero un golpe de Estado
derrocó al presidente costarricense Alfredo González Flores, que
fue sustituido por su Secretario de Guerra y Marina, Federico
Alberto Tinoco Granados, que a continuación se organizó su
propio partido político y sus propias elecciones (sin más
candidatos), y se hizo elegir presidente por una abrumadora
mayoría de votos.
El 31 de enero Alemania anunció
que atacaría con su flota submarina a todo barco de cualquier
nacionalidad que intentara introducir mercancías en Gran Bretaña.
El 3 de febrero los Estados Unidos
rompieron las relaciones diplomáticas con Alemania.
Los senussi tuvieron que enfrentarse con coches blindados
británicos y finalmente fueron expulsados de Egipto, hacia Libia.
El 5 de febrero John J. Pershing
estaba de regreso en los Estados Unidos sin haber logrado su
propósito de capturar a Pancho Villa en México.
Ese día dimitió el primer ministro griego Spyrídon Lámpros, a
causa del bloqueo que los aliados estaban imponiendo a Grecia. Fue
sucedido por Aléxandros Zaimis.
En Kuwait murió el jeque Jaber II Al-Sabah, que fue sucedido por
su hermano Salim Al-Mubarak Al-Sabah.
El 8 de febrero algunos sindicalistas
fueron detenidos en Petrogrado porque estaban organizando una
manifestación ante la Duma para exigirle que tomase el poder.
El 13 de febrero los británicos
iniciaron una campaña en el centro de la península del Sinaí con
el objetivo de expulsar hasta Palestina al resto de tropas
otomanas que permanecían en el desierto.
El 19 de febrero el secretario de la
embajada estadounidense en Londres tuvo la primera noticia del telegrama
Zimmermann. Al día siguiente fue informado el embajador, que
a su vez informó al gobierno estadounidense.
El 21 de febrero estalló una revuelta en Servia contra la ocupación búlgara. Varios cientos de rebeldes dirigidos por Kosta Pećanac se concentraron junto al río Toplica y se apoderaron de las ciudades de Prokuplje y Kuršumlija.
Para entonces apenas quedaban ya soldados otomanos en el Sinaí.
Dos años atrás los ingenieros estadounidenses Herbert Kalmus
y Daniel Frost Comstock habían fundado en Boston la Technicolor
Boston Picture Corporation, con la finalidad de explotar un
sistema para grabar películas en color. Ese día hicieron la
primera demostración de su sistema en el Instituto Americano
de Ingenieros de Minas.
El 23 de febrero los británicos dieron un nuevo paso en su avance hacia Bagdad y, bajo el mando del general Frederik Stanley Maude, derrotaron a los otomanos en Kut. Éstos presentaron batalla con 17.000 hombres, de los cuales 9.000 fueron hechos prisioneros, y la mayor parte de los restantes resultaron muertos o heridos.
Para reforzar el frente occidental, debilitado como consecuencia
de la campaña del Somme, los generales Paul Hindenburg y Erich
Ludendorff habían puesto en marcha la construcción de la que
sería conocida como línea Hindenburg, un frente altamente
fortificado de 160 km de longitud y que había sido construido por
medio millón de civiles alemanes y prisioneros de guerra rusos.
Contaba con una red de fortalezas, alambradas, túneles para el
movimiento de tropas, trincheras profundas y puestos de mando. El
24 de febrero se produjo la retirada a
la nueva línea defensiva y el territorio intermedio fue arrasado,
siguiendo una política de tierra quemada.
Ese día los británicos recuperaron Kut.
El 27 de febrero se celebraba la
primera sesión anual de la Duma (respecto del calendario juliano)
y unos 84.000 trabajadores se declararon en huelga, secundados por
los estudiantes.
El 1 de marzo el gobierno estadounidense publicó en la prensa el telegrama Zimmermann.
El 2 de marzo estalló una huelga en la
fábrica Putílov, la mayor planta industrial de Petrogrado,
que empleaba a más de 30.000 obreros.
El presidente Wilson firmó la ley de Jones-Shafroth,
que había sido aprobada por el Congreso a finales del año
anterior, en virtud de la cual Puerto Rico se convertía en un
territorio "organizado, pero no incorporado". Los puertorriqueños
conseguían así una ciudadanía estadounidense restringida, que no
los autorizaba, por ejemplo, a votar en las elecciones
presidenciales. La ley establecía un gobierno autónomo para Puerto
Rico, con su Senado y su Cámara de Representantes, si bien el
gobernador y el presidente de los Estados Unidos podían vetar
cualquier ley aprobada por la legislatura local.
En Haití los estadounidenses disolvieron la Asamblea Nacional y
designaron una comisión para redactar una nueva constitución. Por
otra parte, los estadounidenses habían descubierto que las leyes
haitianas estipulaban que los campesinos podían trabajar en la
construcción de carreteras en sustitución del pago de un impuesto
por usarlas, así que iniciaron un programa de construcción de
carreteras en el que el régimen de trabajo de los haitianos se
diferenciaba en poco de la esclavitud.
Aunque, tras la publicación del telegrama Zimmermann, los
diplomáticos alemanes y mexicanos habían denunciado que se trataba
de una falsificación británica encaminada a meter a los Estados
Unidos en la guerra, y buena parte de la opinión pública estaba
dispuesta a creerlo, el 3 de marzo
el propio Arthur Zimmerman confirmó desde Berlín la autenticidad
del telegrama, y trató de justificarse en un intento de
restablecer las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos.
Sin embargo, el efecto fue nefasto para Alemania, pues la opinión
pública estadounidense, que hasta entonces sólo podía decirse que
era levemente hostil hacia Alemania, se inflamó en su contra.
Un ejército francés logró liberar Agadez del asedio de los tuareg
de Kaocen.
El 4 de marzo Woodrow Wilson inició su
segundo mandato como presidente de los Estados Unidos. En la nueva
legislatura que se inauguraba ese día se sentó por primera vez una
mujer en la Cámara de Representantes, Jeanette Rankin, de
Montana.
El 5 de marzo Maude reanudó su marcha
hacia Bagdad.
Como consecuencia de la huelga, las autoridades rusas decidieron
cerrar la fábrica Putílov, con lo que todos sus trabajadores se
quedaron de repente sin empleo. El 8 de marzo
se celebraba el Día Internacional de la Mujer, y la
ocasión sirvió para reunir a grupos diversos que protestaban por
motivos variados. A primeras horas de la mañana unas siete mil
hilanderas de una fábrica textil se declararon en huelga y fueron
visitando otras fábricas, de modo que unas horas después el número
de huelguistas era ya de 20.000. Los trabajadores despedidos de la
fábrica Putílov se les unieron, y al mediodía eran ya 50.000. Por
la tarde se les unieron obreros metalúrgicos y de las fábricas de
municiones. Al anochecer había ya unos 90.000 huelguistas y
empezaron a oírse las primeras consignas políticas, principalmente
demandando el fin de la guerra y el derrocamiento del zar. Se
produjeron algunos saqueos en tiendas de comestibles, pero la
policía pudo restaurar el orden.
Mientras tanto los británicos llegaban a las afueras de Bagdad.
En Berlín murió el conde Ferdinand von Zeppelin. La compañía
Luftschiffbau Zeppelin, dedicada a la construcción y
explotación comercial de dirigibles, pasó a ser dirigida por uno
de los capitanes que pilotaban sus aeronaves, Hugo Eckener.
El 9 de marzo Petrogrado se despertó
en paz, pero poco después más de cuarenta mil obreros se habían
concentrado para avanzar en manifestación hacia el centro de la
ciudad, que la policía y el ejército había mantenido hasta
entonces libre de incidentes. Para ello tenían que cruzar el río Nevá,
pero los puentes estaban custodiados por la policía y el ejército.
Sin embargo, el río estaba helado y la muchedumbre cruzó sobre el
hielo evitando los puentes. Los manifestantes sumaban ya unas
200.000 personas, y los cosacos enviados para contenerlos no
hacían gran cosa.
Hasta entonces las protestas habían surgido y crecido de forma
espontánea, dirigidas por agitadores independientes y, sobre todo,
por las mujeres, que encabezaban todas las manifestaciones y se
ganaban la simpatía de los soldados asegurando que sólo reclamaban
comida. Los socialistas se habían opuesto a las manifestaciones,
pero finalmente el 10 de marzo los
bolcheviques se unieron a las protestas y empezaron a
organizarlas. Finalmente se produjeron disturbios serios con la
policía. Un jefe de escuadrón fue bajado de su caballo por la
muchedumbre y asesinado con su propio revólver. Se empezaron a
producir asaltos a comisarías de policía. A mediodía se produjo un
cambio decisivo: los cosacos se pusieron de parte de los
manifestantes y empezaron a enfrentarse a la policía. El zar
Nicolás II se encontraba lejos, en Bielorrusia, desde donde envió
la orden de que al día siguiente los disturbios fueran sofocados
por cualquier medio, descartando toda forma de negociación.
Los otromanos habían resistido un primer ataque británico al sur
de Bagdad el día anterior, pero un asalto repentino los obligaba
ahora a retirarse, evacuar la ciudad y formar un nuevo frente al
norte de la misma.
El 11 de marzo el geneal Maude entró
en Bagdad sin encontrar resistencia y allí capturó a unos 9.000
soldados otomanos cuyo grado de desorganización les había impedido
presentar batalla. Ahora media Mesopotamia estaba ya bajo control
británico.
Ese día era domingo, y Petrogrado amaneció empapelada con
proclamas del gobernador de San Petesrburgo, en las que se
amenazaba con enviar al frente a todos los huelguistas y con
dispersar con las armas cualquier futura manifestación. Se habían
instalado ametralladoras en los cruces de las calles principales
de la ciudad y los soldados custodiaban los edificios más
importantes. Sin embargo, los trabajadores volvieron a marchar
hacia el centro de la ciudad, y esta vez fueron dispersados por
las ametralladoras. Sin embargo, algunas compañías se amotinaron
al recibir la orden de disparar contra los manifestantes.
Durante la madrugada, algunos soldados lograron organizarse y
ponerse de acuerdo para desobedecer futuras órdenes de abrir fuego
contra los trabajadores. El 12 de marzo
algunos oficiales que trataban de huir al ver que no controlaban a
sus tropas fueron asesinados, mientras algunos soldados se unían a
los obreros. Al mediodía el centro de Petrogrado estaba tomado de
nuevo por los manifestantes, y la resistencia de los soldados era
cada vez menor. Finalmente los rebeldes tomaron un arsenal en el
que se hicieron con 40.000 fusiles, 30.000 pistolas y 400
ametralladoras. Más tarde los rebeldes tomaron otro arsenal y una
fábrica de municiones. El gobierno había ordenado la disolución de
la Duma, pero los diputados se negaron a acatar la orden y
formaron un comité provisional que se declaró a sí mismo
como el nuevo gobierno del Imperio Ruso. Sin embargo, al mismo
tiempo los sindicalistas habían organizado una asamblea que esa
noche constituyó el Soviet de Petrogrado, que se arrogó la
misma función. Unos 60.000 soldados apoyaban ya a los
revolucionarios. Su primer presidente fue el menchevique Nikolái
Chjeidze, y el vicepresidente fue Aleksandr Kérenski,
que había sido diputado en la Duma hacía algunos años.
Mientras tanto los búlgaros, apoyados por los austro-húngaros,
iniciaron una operación contra Pećanac.
Por su parte los franceses atacaron las fortificaciones
búlgaro-alemanas cercanas a Monastir.
El 13 de marzo el comité provisional
de la Duma, con la ayuda de tropas rebeldes, hizo detener a los
ministros zaristas y se hizo con el control de ministerio de
transportes. Inmediatamente envió comunicados al resto del país
para informar de que la Duma gobernaba ahora el Imperio. En
distintos puntos del país surgieron nuevos comités
revolucionarios, que ese mismo día tomaron el control de Moscú y
de la base naval de Kronstadt, que controlaba el acceso
por mar a Petrogrado.
Al norte de Bagdad seguía habiendo un importante contingente
otomano que amenazaba la ocupación británica, así que Maude inició
un despliegue de tropas para alejarlos.
El 14 de marzo el comité provisional
de la Duma invitó al comité ejecutivo del Soviet de
Petrogrado a una reunión de coordinación. En ella el Soviet
aceptó dejar en el comité provisional la dirección política del
país, pero se negó a entregar las armas y, más aún, publicó la Orden
número 1, según la cual las órdenes del gobierno provisional
sólo debían acatarse si no se oponían a las directrices del Soviet.
Fue publicada en el periódico Izvestia (noticias), que
había sido fundado la víspera por el Soviet.
Por estas fechas Georgi Plejánov estaba ya totalmente
desprestigiado entre los socialistas más radicales: el padre del
marxismo veía con horror las consecuencias de que sus teorías se
llevaran a la práctica. Se oponía a la nacionalización de las
tierras que reclamaban los campesinos, al menos sin compensar a
los expropiados, aconsejaba moderación a los obreros y acusaba a
los bolcheviques de anarquistas, bakuninistas y demagogos.
Los búlgaros recuperaron Prokuplje mientras los austro-húngaros
ocupaban Kuršumlija, pero el servio Pećanac siguió dirigiendo una
guerra de guerrillas.
El zar Nicolás II se había encaminado hacia Petrogrado para
reunirse con su familia, a pesar de los consejos del alto mando
militar. Pero a causa de varios sabotajes sólo logró llegar hasta
Pskov. Allí recibió telegramas del general Mijaíl Alexéyev,
que le comunicaban que había consultado a los principales mandos
del ejército y éstos se mostraban favorables a que abdicara en su
hijo, el zarévich Alejo, de trece años, bajo la regencia de su
hermano, el gran duque Miguel Románov. Nicolás II se
resignó a aceptar la sugerencia. El 15 de
marzo recibió a dos representantes del comité provisional
y les anunció su abdicación, si bien no en los términos que habían
sido previamente planteados, pues los médicos le habían informado
que, dado el mal estado de salud crónico del zarévich, no era
previsible que viviera más de seis años, así que Nicolás II abdicó
directamente en su hermano Miguel. Los delegados del comité no
sabían si eso era legal, pero ante la urgencia de la situación
aceptaron la decisión. Ese mismo día se formó un Gobierno
Provisional Ruso con Georgi Lvov como primer
ministro. Kérenski aceptó el puesto de ministro de justicia.
El 16 de marzo el gran duque Miguel
anunció que sólo aceptaría la sucesión en el caso de que una nueva
constitución monárquica fuera aprobada democráticamente. Al mismo
tiempo instaba al pueblo ruso a acatar las resoluciones del
Gobierno Provisional. La idea de que el gran duque se convirtiera
en el nuevo zar había suscitado la protesta popular, pero su
renuncia zanjó el asunto.
El Soviet de Petrogrado seguía ganando poder político. El
17 de marzo contaba ya con 3.000
delegados, 2.000 de los cuales eran soldados, pero estaba
controlado por los 29 miembros del comité ejecutivo, de mayoría
menchevique.
Mientras tanto en Kiev se constituía la Rada Central
Ucraniana, bajo la presidencia de Mijáilo Jruchevsky,
una asociación en la que participan políticos, militares,
trabajadores, clérigos, estudiantes y diversas organizaciones
culturales.
Aristide Briand fue sustituido como primer ministro francés por
Alexandre Ribot.
El 19 de marzo el general Maude
capturó Faluya a los otomanos, al oeste de Bagdad.
Durante el mes de marzo cinco barcos mercantes estadounidenses
habían sido hundidos por submarinos alemanes. La indignación en
los Estados Unidos no podía ser mayor, y a la cabeza de los que
clamaban por la guerra estaba Roosevelt, que, en referencia a
Wilson, dijo: Si no declara la guerra, yo mismo lo
despellejaré vivo. El 20 de marzo
Wilson reunió a su gabinete y el voto a favor de la guerra fue
unánime.
El 22 de marzo Nicolás II pudo
reunirse finalmente con su familia en el palacio de Tsárskoye
Seló. Ese día los Estados Unidos fueron el primer país en
reconocer la nueva república rusa, convencidos de que el país
había pasado de un régimen absolutista a convertirse en una
república democrática similar a los propios Estados Unidos.
El ejército británico en el Sinaí había penetrado ya en Palestina
y el 26 de marzo atacaba la fortaleza
de Gaza, como primer paso para capturar Jerusalén. Sin
embargo, tuvieron que retirarse ante la defensa otomana. Pese a
ello, los oficiales británicos presentaron la operación como un
éxito, pues en efecto el frente había avanzado considerablemente.
El 27 de marzo Puccini estrenó en
Montecarlo su ópera La golondrina, que no tuvo muy buenas
críticas. Hubo quien la llamó "La traviata de los pobres",
o "mal Lehàr".
El 1 de abril se produjo el traspaso
de soberanía de las Indias Occidentales Danesas, que pasaron a
llamarse Islas Vírgenes Estadounidenses. El 2 de abril, una vez que Alemania ya no tenía
la posibilidad de usarlas como base naval contra los Estados
Unidos, Wilson se dirigió al Congreso para explicar que la actitud
alemana había vuelto insostenible su política de neutralidad
armada, y solicitó el permiso para declarar la guerra a Alemania.
El 4 de abril el Congreso
estadounidense aprobó la declaración de guerra y el 6 de abril, con la firma de Wilson, se hizo
oficial. Wilson nombró comandante en jefe del ejército
estadounidense al general Pershing.
Los británicos habían estado preparando cuidadosamente una nueva
ofensiva en Francia. El objetivo eran los alrededores de Arras,
y durante los meses anteriores se había procedido a excavar
túneles que comunicaban distintos puntos del frente y que
avanzaban hasta escasos metros de las líneas alemanas, listos para
ser abiertos mediante explosivos en el momento oportuno.
Finalmente, tras una semana de intenso bombardeo, el 9 de abril se inició el ataque.
El 10 de abril se produjo una nueva
explosión en una fábrica de municiones estadounidense en
Pennsylvania. Murieron 133 personas.
Mohandas Ghandi había logrado un gran ascendiente sobre sus
compatriotas indios. Cada vez eran más los que se referían a él
como Mahatma Gandhi, donde el título "Mahatma"
significa "venerable". Ese día llegó a Champaran, con un
equipo de abogados indios para ocuparse de una crisis que había
estallado el año anterior. Allí decenas de miles de campesinos
eran obligados a cultivar añil, la planta de la que se
extrae el tinte del mismo nombre, en las posesiones de los grandes
terratenientes británicos, cuando en la región se necesitaban
plantaciones de alimentos. En medio de una hambruna, los
gobernantes británicos elevaron los impuestos, y ello había
provocado una revuelta. Uno de los campesinos había pedido a
Ghandi que acudiera al lugar, y en cuanto tomó conocimiento de la
situación, Ghandi elaboró una estrategia insólita en ese tipo de
conflictos: fue conocida como Satyagraha, y consistía en
la desobediencia civil masiva, sin violencia. Ghandi insistió en
que ninguno de los rebeldes debía alentar a la independencia
política, pues no había que enfocar el conflicto como un problema
político, sino como una revuelta contra una tiranía abyecta en
medio de una grave crisis de supervivencia. Ghandi aceptó la ayuda
de otras partes de la India, pero insistió en que ninguna debía
rebelarse contra el gobierno británico ni realizar ningún acto más
allá de proclamar resoluciones de apoyo. Esto impediría que los
británicos pudieran acusar a los rebeldes de traición.
Al mismo tiempo que los campesinos se negaban a seguir trabajando
las tierras de los británicos, Ghandi organizó voluntarios que
recababan relatos sobre las atrocidades cometidas por las
autoridades y las deplorables condiciones de vida de los
campesinos. Sus seguidores limpiaban las calles, construían
escuelas y hospitales,
El ataque aliado en Arras fue especialmente exitoso en Vimy,
al norte, donde unos 170.000 británicos, mayoritariamente
canadienses, lucharon contra unos 40.000 alemanes y el 12 de abril se hacían con la victoria. Unos
4.000 alemanes fueron hechos prisioneros.
Las regiones de Estonia y el norte de Livonia (poblado
mayoritariamente por estonios) se unificaron en una Provincia
Autónoma de Estonia, con el consentimiento del gobierno
Ruso, que eligió como gobernador provisional a Jaan Poska.
El 13 de abril llegó a Petrogrado
Georgi Plejánov, donde fue aclamado por una multitud. Tenía ya 61
años y estaba enfermo, pero no quiso perderse lo que consideraba
que iba a ser el triunfo de la revolución socialista que siempre
había estado esperando.
El 14 de abril murió en Varsivoa el
doctor Zamenhof, padre del esperanto.
El 15 de abril los alemanes rompieron
el frente británico en Lagnicourt, que estaba defendido
por varias divisiones australianas, pero sucesivos contraataques
lograron restaurar las posiciones iniciales.
Mientras los británicos combatían en el frente de Arras, el 16 de abril los franceses iniciaron una gran
ofensiva paralela entre Soissons y Reims, conocida como la ofensiva
Nivelle, por el general Robert Nivelle, que desde
finales del año anterior era el comandante en jefe del ejército
francés. Los franceses contaban con unos 850.000 hombres, que se
enfrentaron a unos 682.000 alemanes.
La policía entregó a Ghandi una nota en la que se le ordenaba
abandonar Champaran en el próximo tren, acusado de "causar
disturbios". Ghandi contestó con un escrito en el que afirmaba que
no abandonaría Champaran y que en su lugar aceptaría las penas que
conllevara su desobediencia.
En Alemania se declaró una huelga masiva de los trabajadores de
Berlín y otras ciudades industriales. Participaron unos 200.000
obreros, influidos en gran parte por las noticias que llegaban
sobre Rusia. No obstante, eran protestas mal organizadas y el
gobierno no tuvo dificultad en sofocarlas.
Ese día Lenin llegó a Petrogrado tras un largo viaje desde Suiza
facilitado por las autoridades alemanas, que sabían que era
partidario de sacar a Rusia de la guerra. El 17
de abril pronunció un discurso en una reunión de
bolcheviques en el que expuso sus llamadas tesis de abril,
que determinaban la dirección que debía seguir el partido
socialista a su juicio. Lenin explicaba que había tenido lugar la
primera etapa de la revolución, que había arrebatado el
poder a la aristocracia para dárselo a la burguesía, pero que era
necesario pasar a la segunda etapa, en la que el poder
pasara al proletariado y a los campesinos pobres. Instaba a no dar
apoyo alguno al gobierno provisional, al que tachaba de
capitalista. Afirmaba que caer en un gobierno democrático sería un
retroceso, y que en su lugar había que crear una República de
los Sóviets, es decir, no dirigida por un parlamento, sino
por una jerarquía de Soviets estructurados a distintos
niveles, cada cual con representantes elegidos por el nivel
inferior. Lenin urgía a realizar una reforma agraria, por la que
todas las tierras serían confiscadas, nacionalizadas y explotadas
bajo el control de los sóviets. Todos los bancos del país
debían ser fundidos en un único banco nacional bajo el control de
los sóviets. Por lo demás, había que poner fin a la guerra
inmediatamente, cuyos fines eran imperialistas.
El 18 de abril Ghandi fue arrestado, y
decenas de miles de indios se concentraron ante la cárcel en la
que estaba recluido a la espera de juicio para exigir
pacíficamente su liberación. En el juicio Ghandi explicó sus
motivos para desobedecer las leyes voluntariamente junto con su
disposición a acatar cualquier pena que se le impusiera. Esta
actitud desconcertó al tribunal, que vaciló ante la posibilidad de
encarcelarlo. Se le propuso liberarlo bajo fianza, pero Ghandi
afirmó que no tenía quien pagara su fianza. Por la noche fue
puesto en libertad y el gobernador retiró los cargos antes de que
se dictara sentencia. Esto enfureció a los terratenientes
británicos, que empezaron a difundir falsas acusaciones contra
Ghandi. Las réplicas que éste envió a la prensa nunca fueron
publicadas.
Franceses y británicos iniciaron un ataque conjunto contra Gaza,
con tanques y bombas de gas. Tras un exitoso avance, el 19 de abril se inició un bombardeo contra la
fortaleza. Sin embargo, después de haber tomado varias trincheras,
cuando llegaron a estar en situación de lanzar un ataque
definitivo, las fuerzas aliadas estaban demasiado agotadas para
ello a causa de la fiera defensa otomana. Los contraataques no
habían dejado ningún punto del frente susceptible de ser forzado
con facilidad, así que la batalla terminó en un segundo fracaso.
El frente palestino se estancó durante unos meses.
Aunque España era neutral, el presidente del consejo de
ministros, el conde de Romanones, adoptaba una política claramente
proaliada, y sufrió los ataques de la prensa conservadora, que era
proalemana. Finalmente presentó su dimisión y fue sustituido por
Manuel García Prieto.
El 20 de abril las tesis de abril
de Lenin fueron publicadas en el Pravda.
El 22 de abril los británicos atacaron
las posiciones búlgaras junto al lago Doiran, en
Macedonia. Durante los cuatro primeros días, su artillería disparó
unas 100.000 bombas sobre las posiciones enemigas.
El 23 de abril el general Maude tomó Samarra,
donde se encontraba una estación ferroviaria de gran importancia
estratégica para la defensa de Bagdad. La operación le costó
18.000 bajas, sin contar las causadas por enfermedades diversas.
Ese día se estrenó El carnicero, un cortometraje de Fatty
Arbuckle en el que intervino por primera vez un joven de 25 años
llamado Joseph Frank Keaton, aunque tenía desde pequeño el
sobrenombre de Buster Keaton. Desde los tres años había
participado en comedias de vaudeville con sus padres, y en
varias ocasiones algunos espectadores presentaron denuncias porque
el niño recibía golpes, sufría caídas, era arrojado por sus
padres, etc., pero Buster siempre mostraba a la policía que no
tenía ninguna clase de herida o lesión. Sabía cómo caer o recibir
impactos sin hacerse daño. Pronto se ganó la fama de ser "El
niño al que no se le puede hacer daño", y de adulto confirmó
que jamás había recibido daño alguno de sus padres, y que todas
sus caídas y golpes eran pura técnica. De hecho, afirmó que se
divertía tanto en el escenario que al principio se le escapaban
risas cuando su padre lo golpeaba o lo arrojaba al suelo, pero que
al ver que sus risas en esos contextos desvirtuaban la escena y el
público se reía menos, se acostumbró a poner cara seria bajo
cualquier circunstancia, y eso sí que resultaba gracioso.
Últimamente su padre había caído en el alcoholismo y el negocio
familiar como actores de teatro se había venido abajo, y por ello
Buster se decidió a entrar en el mundo del cine. Al poco de
iniciar su colaboración con Rosco Arbuckle se convirtió en su
segundo director. Ese año coprotagonizaría también "Fatty en
su casa", "Su noche de bodas" y "Coney Island".
La noche del 24 de abril la infantería
británica inició su avance en el frente del lago Doiran, pero los
búlgaros la rechazaron.
Tras un largo año al frente del gobierno portugués, el 25 de abril António José de Almeida fue
sucedido nuevamente por Alfonso Augusto da Costa.
El 27 de abril los británicos habían
vuelto a sus posiciones iniciales antes de iniciar el ataque en el
lago Doiran, y los búlgaros se apresuraban a reconstruir sus
defensas.
El 28 de abril los británicos
obtuvieron una victoria en Arleux que permitió consolidar
las posiciones tomadas por los canadienses en Vimy. No obstante,
esto se logró a costa de muchas bajas y no fue considerado un
éxito.
El 30 de abril Mascagni estrenó en
Roma su opereta Lodoletta.
El 1 de mayo Venustiano Carranza fue
reconocido como presidente de México según una nueva constitución
aprobada un mes antes, en la que se incorporaban tenuemente
algunos de los objetivos de la revolución que había derrocado a
Victoriano Huerta. Emiliano Zapata seguía resistiendo al gobierno,
y en una contraofensiva recuperó ese año Jonacatepec,
Yautepec, Cuautla, Miahuatlán, Tecala y Cuernavaca.
El número de barcos hundidos por los submarinos alemanes en su
bloqueo a Gran Bretaña había ido ascendiendo vertiginosamente
desde febrero hasta alcanzar el máximo en el mes de abril, pero a
partir de ahí los británicos empezaron a emplear la técnica de
organizar convoyes integrados por un gran número de barcos
mercantes escoltados. Así, aunque se acercaran los submarinos
alemanes, a lo sumo eran capaces de hundir unos pocos barcos del
convoy, y los daños globales eran mucho menores que si los barcos
navegaban independientemente. Esta técnica hizo el bloqueo alemán
mucho menos efectiva. La actividad de los submarinos
austro-húngaros en el Mediterráneo también estaba siendo intensa,
pero se vio limitada en parte con la llegada de 14 destructores
japoneses, que empezaron a patrullar el Mediterráneo desde su base
en Malta.
Tras haber reforzado el área alrededor de Arleux, el 3 de mayo los británicos iniciaron dos
ataques simultáneos, uno dirigido contra el Wotanstellung,
una de las principales fortificaciones alemanas, al mismo tiempo
que los australianos atacaban en Bullecourt. El primer
objetivo no pudo lograrse, y el ataque fue suspendido al día
siguiente con muchas bajas. En cambio, el ataque en Bullecourt se
prolongaría durante dos semanas.
Alekandr Kérenski cambió el puesto de ministro de justicia ruso
por el de ministro de guerra, y el 4 de mayo
sustituyó al general Alexéyev por Alekséi Brusílov como comandante
en jefe del ejército ruso, a la vez que lo instaba a desarrollar
una gran ofensiva que devolviera a los rusos la confianza en el
gobierno, a la vez que cumpliera los acuerdos establecidos con los
aliados. La mayor parte de las fuerzas políticas rusas respaldaban
el proyecto, incluidos los mencheviques. Sólo los bolcheviques se
oponían abiertamente a la guerra.
El 5 de mayo un ejército conjunto de
franceses italianos y rusos inició un nuevo intento de romper el
frente búlgaro en Macedonia, esta vez junto al rio Crna.
La batalla se abrió con un intenso bombardeo que duró cuatro días.
El 7 de mayo se inauguró un congreso
del partido socialista ruso en el que Lenin instó a que se
preparase una nueva revolución sin ninguna vinculación con
partidos no socialistas que permitiera aplicar las reformas
previstas en sus tesis de abril.
El 8 de mayo los británicos iniciaron
una nueva carga de artillería en el lago Doiran e inmediatamente
lanzaron a la infantería, pero cuatro ataques sucesivos fueron
repelidos por los búlgaros. Los británicos desistieron de intentar
nuevos ataques por el momento.
La ofensiva Nivelle no estaba dando los resultados previstos.
Nivelle esperaba una victoria decisiva, pero el 9 de mayo el frente francés apenas había
avanzado unos 7 kilómetros a costa de enormes bajas de magnitud
similar a las sufridas por los alemanes, nada que pudiera
considerarse decisivo.
Mientras tanto, tras un nuevo bombardeo, la infantería aliada
inició su avance en frente del río Crna. Sólo los rusos lograron
algún éxito momentáneo, pero al final del día los búlgaros habían
recuperado sus posiciones iniciales.
El 10 de mayo Luigi Cadorna intentó
por décima vez derrotar a los austro-húngaros en el río Isonzo.
El 13 de mayo unos niños pastores
analfabetos que vivían en el pueblo portugués de Fátima
anunciaron que habían visto en una encina a una mujer "más
brillante que el Sol" que, naturalmente, no podía ser sino la
Virgen María. Los niños eran Lucía dos Santos, de
diez años, y sus primos Jacinta y Francisco Marto,
de seis y nueve años. Todo apunta a que las visiones partían de
Lucía, porque su primo sólo admitía ver a la Virgen, pero que no
la oía (que era una buena forma de no tene que responder a
preguntas sobre lo que decía) y Jacinta sí que afirmaba verla y
oírla, pero era demasiado pequeña como para que toda contradicción
pudiera atribuirse a su corta edad. La Virgen les instó a la
oración y a acudir al mismo lugar cada més. Los padres de Lucía se
mostraron escépticos, pero los de sus primos creyeron la historia.
El 14 de mayo una flota austro-húngara
y alemana se lanzó contra la flota aliada (británica, francesa e
italiana) que custodiaba el estrecho de Otranto, que comunica el
mar Adriático con el Mediterráneo. Finalmente, ante la llegada de
refuerzos enemigos, la flota aliada se retiró.
El 15 de mayo el servio Kosta Pećanac
penetró en Bulgaria e incendió la ciudad de Bosilegrad.
Después desapareció durante un tiempo, para reaparecer más tarde y
volver a desaparecer. Poco a poco, los búlgaros acabaron con los
pocos insurgentes servios que quedaban.
Philippe Pétain sustityó al general Nivelle como comandante en
jefe del ejército francés.
El 17 de mayo los británicos habían
expulsado a los alemanes de Bullecourt, lo que puso fin a la
campaña de Arras. Globalmente era una victoria táctica, pero no
condujo a ninguna ventaja significativa a largo plazo, y el coste
en vidas humanas había sido elevado.
El 23 de mayo el presidente Li
Yuanhong forzó la dimisión de Duan al descubrirse unos préstamos
que había recibido en secreto de Japón. Duan huyó de la capital y
varios militares abandonaron el gobierno en solidaridad.
Ese día murió en su exilio argelino la derrocada reina Ranavalona
III de Madagascar.
El 26 de mayo terminó la batalla de
Monastir, en la que los búlgaros lograron recuperar todas las
posiciones que los franceses habían tomado en la primera fase de
la campaña. Los franceses mantuvieron el control sobre Monastir,
pero la ciudad había recibido más de 20.000 bombas que habían
destruido la mitad de su superficie.
El 30 de mayo León Trotski llegó a
Petrogrado, donde fue aclamado por una multitud. Pronto ingresó en
el Sóviet de Petrogrado.
El emperador Carlos I de Austria y Hungría reabrió
el parlamento, que no se reunía desde antes de la muerte de
Francisco José I, y se encontró con la Declaración de Mayo,
una proclama de los diputados eslavos que reclamaban una nueva
unidad territorial dentro del imperio formada por los territorios
de habla eslava, que estaría en pie de igualdad con Austria y
Hungría. Al mismo tiempo, políticos eslavos exiliados estaban
formando un comité yugoslavo, que trataba de convencer a
las potencias aliadas de que, en caso de ganar la guerra (o de un
fin negociado) permitieran la formación de un Estado eslavo (al
que llamaban Yugoslavia, derivado de jug, que
significa sur). La propuesta en principio mal acogida, por el
Imperio Austro-Húngaro, y los aliados se mostraban indecisos.
Entre ellos sólo Italia estaba radicalmente en contra, pues le
habían prometido territorios en la costa de Dalmacia, y no le
gustaba la idea de un Estado eslavo fuerte que a la larga podría
reinvindicar dichos territorios.
El 3 de junio se reunieron en Leeds
(en Gran Bretaña) alrededor de un millar de socialistas opuestos a
la guerra, que expresaron su apoyo a los revolucionarios rusos e
instaron a que una revolución similar se produjera en Gran
Bretaña. La personalidad más destacada que intervino fue Bertrand
Russell.
El 4 de junio se celebró la primera
entrega de los premios Pulitzer, cuya organización había
sido encargada en su testamento por Joseph Pulitzer a la
Universidad de Columbia (en Nueva York). Se concedieron en las
categorías de Artículo editorial, Reportaje, Biografía e Historia,
aunque estas categorías han ido variando (y multiplicándose) con
el tiempo.
El 7 de junio los británicos iniciaron
una nueva ofensiva en Messines, en Bélgica.
El 8 de junio Cadorna dio por
concluido su ataque. Había logrado un pequeño avance, a costa de
150.000 bajas sobre un total de 400.000 hombres. De ellas, 35.000
fueron muertos, frente a 17.000 del bando austro-húngaro.
El 10 de junio el general Luigi
Cadorna debió de sorprender por completo a los austro-húngaros al
atacar sus posiciones en un lugar alejado del río Isonzo. Esta vez
atacaba el monte Ortigara, en el Trentino.
El 11 de junio los alemanes dispararon
por primera vez bombas de gas venenoso en Messines (hasta entonces
sólo habían generado nubes de gas abriendo bidones y esperando a
que el viento las empujara hacia las líneas enemigas).
Como todo intento de conciliación entre el rey Constantino I de
Grecia y el gobierno que Venizélos había organizado en Salónica
era definitivamente imposible, el Alto Comisario de los aliados en
Atenas pidió al gobierno la renuncia del rey y de su heredero
Jorge. Ese mismo día su segundo hijo Alejandro I, de 23
años, fue reconocido como rey de Grecia, pero Constantino I no
había abdicado, e incluso había explicado a su hijo que, aunque
iba a ocupar el trono, no era el auténtico rey de Grecia.
El año anterior habían cobrado auge en España unas "Juntas de
Defensa" que agrupaban a militares que reclamaban distintas
reivindicaciones sobre salarios, política de ascensos, etc. El
gobierno de García Prieto había tratado de prohibirlas, pero éstas
habían aumentado su presión y habían apelado al rey Alfonso XIII.
Éste, que no deseaba perder su prestigio ante los militares, se
puso de su parte y finalmente destituyó a García Prieto y puso en
su lugar al conservador Eduardo Dato. Como los liberales tenían la
mayoría en el Parlamento, Dato cerró las Cortes, suspendió las
garantías constitucionales y censuró la prensa, al tiempo que
legalizaba las Juntas de Defensa.
El 12 de junio Constantino I salió a
escondidas de su palacio con su familia y embarcó hacia su exilio
en Suiza.
El presidente chino, Li Yuanhong, había tratado de reforzar su
posición frente a Duan Qirui y otros militares solicitando el
apoyo del general Zhang Xun, pero éste, inesperadamente,
entró en Pekin con su ejército el 14 de junio
y anunció su intención de restaurar la monarquía Qing.
Ese día los alemanes se retiraron de Messines.
El gobierno estadounidense había aprobado una ley que obligaba a
todos los hombres entre 21 y 30 años a registrarse para su posible
alistamiento. Algunos grupos se opusieron a esta ley, entre ellos
la Liga contra el alistamiento, fundada en Nueva York por
el anarquista Alexander Berkman, que declaraba: "Nos oponemos
al alistamiento porque somos internacionalistas,
antimilitaristas y nos oponemos a todas las guerras financiadas
por gobiernos capitalistas". Al principio, la liga actuó
organizando concentraciones públicas, pero, ante la actuación
policial que las saboteaba, cambió de estrategia y se centró en la
distribución de panfletos propagandísticos. Finalmente el 15 de junio Berkman fue arrestado y puesto
en libertad bajo fianza hasta el juicio. En éste se defendió a sí
mismo apelando a la quinta enmienda:
¿Vais a proclamar ante el mundo que vosotros, que lleváis la libertad y la democracia a Europa, no tenéis libertad aquí, que vosotros que lucháis por la democracia en Alemania la suprimís aquí mismo, en Nueva York, en los Estados Unidos? ¿Vais a suprimir la libertad de expresión y la libertad en general en este país y todavía sostenéis que amáis tanto la libertad que estáis dispuestos a luchar por ella a cinco mil millas de distancia?
Fue condenado a la máxima pena: dos años de prisión, una multa de
10.000 dólares y la posibilidad de ser deportado tras su salida de
la cárcel.
El 19 de junio la Cámara de los
Comunes británica reconoció el derecho de voto a las mujeres
mayores de 30 años.
Lenin temía que la inminente ofensiva Kérenski podría
cumplir su objetivo de reforzar al gobierno provisional, así que
propuso organizar una manifestación armada en contra del gobierno.
El congreso del partido bolchevique aprobó la difusión de una
proclama a favor de la manifestación redactada por Iósif
Vissariónovich Dzhugashvili, más conocido como Stalin
(de acero), que se había convertido en la mano derecha de Lenin.
Durante esos días se estaba celebrando el Primer Congreso
de los Sóviets de todas las Rusias, y el 21
de junio había aprobado por amplia mayoría apoyar al
gobierno de Lvov frente a los ataques bolcheviques. El Soviet
de Petrogrado envió delegados a las fábricas y cuarteles para
explicar la oposición del Soviet a la manifestación y
contrarrestar la proclama bolchevique. La delegación bolchevique
en el Congreso de los Sóviets informó a Lenin de la situación y,
ante el temor de que los bolcheviques fueran expulsados del
congreso y quedaran aislados políticamente, le sugirieron anular
la convocatoria. Lenin dudó, y finalmente se enviaron delegados
para comunicar la suspensión de la manifestación.
En Ucrania se celebró el Primer Congreso Militar Panucraniano,
que el 23 de junio declaró la autonomía
de la República Popular Ucraniana dentro de la República
Rusa. Se creó una Secretaría General que fue reconocida
por Kérenski como delegación en Ucrania del gobierno provisional
ruso. La Rada Central Ucraniana pasó a desempeñar las funciones de
un parlamento.
A pesar de que los bolcheviques habían anulado la manifestación
armada que pretendían convocar pese a la oposición de los sóviets,
en el Congreso de los Sóviets se planteó la necesidad de desarmar
a los bolcheviques, pero la propuesta fue rechazada. El 25 de junio se aprobó una moción más
moderada de prohibir manifestaciones futuras que no contaran con
el respaldo del Soviet. Como muestra de conciliación con
los bolcheviques, se aprobó también la convocatoria de una
manifestación pacífica y desarmada.
Ese día llegaron a Francia las primeras tropas estadounidenses.
Los mandos aliados querían usar las tropas estadounidenses como
tropas de refuerzo, repartiéndolas entre distintas unidades, pero
Pershing se negó rotundamente a ello, e insistió en que formarían
sus propias unidades (básicamente porque sólo así podrían
atribuirse el mérito en caso de victoria). Pero comprendió que sus
hombres carecían de la experiencia que los franceses y británicos
habían adquirido en más de dos años de combate, así que durante
los primeros meses sólo fueron empleados en labores auxiliares,
mientras eran entrenados sobre el terreno para la lucha en el
frente. No obstante, la flota estadounidense estaba realizando
labores cruciales de escolta a barcos de aprovisionamiento que
anularon definitivamente la efectividad de los planes alemanes de
bloqueo contra Gran Bretaña.
Mientras tanto los italianos lograban el control del monte
Ortigara.
Tras la ocupación de Servia por parte de los austro-húngaros se
habían iniciado nuevas diligencias sobre el atentado de Sarajevo.
En última instancia, el plan de asesinar al archiduque Francisco
Fernando había surgido del ahora coronel Dragutin
Dimitrijević, conocido con el sobrenombre de Apis.
Había ascendido al primer plano con el golpe de Estado que culminó
con el asesinato del rey Alejandro I, catorce años atrás, y ahora
era considerado una amenaza para su nieto y para los generales que
lo apoyaban. Por ello, el gobierno servio cooperó con los
austro-húngaros y, como no había pruebas disponibles, Dimitrijević
y otros militares próximos a él fueron acusados de un ficticio
intento de atentado contra el regente y condenados a muerte. El 26 de junio fueron fusilados.
El rey Alejandro I de Grecia, que era un mero títere de los
aliados, llamó a Eléftherios Venizélos y el 27
de junio lo nombró primer ministro, de modo que su
gobierno de Salónica se trasladó a Atenas. Así Alejandro I dejó de
ser un títere de los aliados para convertirse en el títere de
Venizélos. En principio no quiso asumir este papel, pero Venizélos
lo amenazó con destituirlo y nombrar un consejo de regencia en
nombre de su hermano Pablo, menor de edad. No obstante,
los representantes de los aliados lograron calmarlo y Alejandro I
conservó la corona.
El 29 de junio se inició la ofensiva
Kérenski con un intensísimo bombardeo en el frente de
Galitzia. Kérenski pasó el día arengando a las distintas unidades
del ejército.
El 30 de junio Grecia declaró la
guerra a las Potencias Centrales.
El 1 de julio se inició el avance de
la infantería rusa en Galitzia.
Ese mismo día tuvo lugar la manifestación pacífica convocada por
el Soviet de Petrogrado, en la que participaron unas
400.000 personas, pero el Sóviet la había convocado en apoyo a la
política del gobierno, mientras que los manifestantes llevaban
pancartas con consignas bolcheviques de oposición a la guerra y al
gobierno. En los días siguientes se convocaron manifestaciones
similares en otras ciudades rusas.
En China, el general Zhang Xun anunció que el emperador Xuantong,
que tenía entonces once años, volvía a ocupar el trono e instó al
presidente Li Huanhong a que dimitiera y reconociera el
nombramiento.
El Estado de Dakota del Sur prohibió las bebidas alcohólicas. Dos
meses antes había hecho lo mismo el Estado de Nebraska.
El 2 de julio los rusos habían roto
las líneas austro-húngaras y avanzaban en un frente de 60 km.
Hicieron más de 18.000 prisioneros y tomaron varias
fortificaciones.
El 3 de julio Li Huanhong huyó y se
refugió en la embajada francesa, y luego en la japonesa. Antes
había emitido un decreto por el que el vicepresidente Feng
Guozhang se convertía en presidente en funciones, y además
restableció a Duan Qirui como primer ministro. Ambos eran
generales poderosos y Li esperaba que esta legitimación los
llevara a combatir a Zhang Xun. El 5 de julio
Duan se apoderaba de una estación ferroviaria a 40 km de la
capital china. En los días siguientes diversos ejércitos
republicanos fueron rodeando Pekín.
Diversas fuerzas políticas estaban presionando al gobierno
español de Eduardo Dato para que restableciera el sistema
democrático. De hecho, las reivindicaciones iban más allá, pues
pedían reformas sustanciales del sistema político español (en el
que liberales y conservadores seguían alternando en el poder de
forma pactada). Entre estas fuerzas estaban los republicanos,
dirigidos por Alejandro Lerroux, los reformistas,
dirigidos por Melquiades Álvarez y los socialistas de
Pablo Iglesias y Francisco Largo Caballero. Sin embargo,
la iniciativa la tomó un nacionalista catalán, Francesc Cambó,
que reunió en el Ayuntamiento de Barcelona a todos los diputados y
senadores catalanes (aunque los 13 monárquicos no tardaron en
abandonar la reunión) y declararon que Cataluña quería convertirse
en una región autónoma dentro de España, reclamaron la apertura de
las Cortes en calidad de asamblea constituyente para diseñar una
constitución federal, y en caso de que el gobierno no aceptara sus
reivindicaciones, invitaban a todos los parlamentarios españoles a
reunirse en Barcelona.
Lawrence de Arabia había reunido un ejército formado por los
beduinos de Auda Abu Tayi y algunos hombres cedidos por el
emir Faiyal ibn Hussein (dirigidos por su primo Sherif Nasir)
y el 6 de julio atacaron Aqaba,
el último puerto que los otomanos controlaban en el mar Rojo, y se
apoderaron de él.
El ejército ruso seguía avanzando, pero por aquel entonces
empezaron los problemas. En algunas unidades los soldados
discutían las órdenes y se negaban a prolongar el ataque. Otras
unidades fueron más disciplinadas, y así el general Lavr
Kornilov inició un ataque que el 8 de
julio logró romper las líneas enemigas y capturar más de
7.000 prisioneros. El 10 de julio los
rusos tomaron Galich y cruzaron el Dniéster. Pero al mismo
tiempo las unidades que desacataban las órdenes crecían en número.
Varios comandantes informaron de que sus soldados no eran fiables,
y algunos indicaban que los suyos sólo participarían en
operaciones defensivas.
Alemania se había convertido en una dictadura militar en la que
Hindenburg y Ludendorff ejercían un poder sin restricciones.
Considerando que el canciller Theobald von Bethmann-Hollweg no era
"adecuado", sugirieron al Kaiser que lo destituyera, éste les
preguntó a quién considerarían "adecuado" y los militares le
propusieron a Georg Michaelis, un completo desconocido
para el Kaiser y para casi todo el mundo, pero cuya "idoneidad"
consistía en que podría cumplir a la perfección el papel de
canciller-títere en manos de los militares. El 13
de julio Michaelis se convirtió en el nuevo canciller, el
primer primer ministro alemán en 400 años que no tenía un título
nobiliario.
Los generales chinos republicanos iniciaron un ataque general
contra las posiciones de los monárquicos que defendían Pekín. Poco
después el general Zhang Xun huía y las fuerzas monárquicas se
rendían.
La Virgen de Fátima seguía acudiendo regularmente a su cita con
los jóvenes pastores el día 13 de cada mes. En esta ocasión les
reveló tres secretos que no debían contar a nadie. Para entonces
el número de crédulos estaba aumentando y en los meses siguientes
los niños acudieron a sus citas con la Virgen acompañados cada vez
de más curiosos, que nunca veían ni oían nada. Naturalmente, entre
las peticiones de la Virgen no podía faltar que se construyera una
capilla en el lugar, destinada a convertirse en el centro de un
próspero negocio del turismo de peregrinación.
El 15 de julio se paralizó la ofensiva
Kérenski por el colapso del ejército ruso.
La guarnición del ejército ruso en Petrogrado era considerada por el gobierno provisional como una amenaza, y hacía ya tiempo que corrían rumores de proyectos de enviar al frente a parte de ella. El 16 de julio algunas de sus unidades se amotinaron ante esta posibilidad, y aunque no lograron el apoyo de muchas más, sí que recibieron el respaldo de numerosos trabajadores, entre ellos los 30.000 de la fábrica Putílov. El Sóviet de Petrogrado estaba reunido cuando tuvo noticias de las revueltas. Stalin declaró que los bolcheviques no tenían nada que ver, cosa que a muchos les costó de creer. En realidad era así, y fueron las bases bolcheviques las que trataron de convencer al comité central de que apoyara la revuelta, para evitar que la situación política terminara escapando a su control. Muchos bolcheviques habían pasado el día tratando de disuadir a los rebeldes, cuando se enteraron de que varios regimientos se dirigían a la sede del partido para preguntar de qué lado estaban. Ante semejante pregunta por parte de una muchedumbre armada, las dudas de la dirección bolchevique se disiparon. Desde ese momento dirigieron la actuación de los rebeldes, y los condujeron a la sede del Soviet de Petrogrado. A medianoche la sede estaba rodeada por unos sesenta mil manifestantes, que exigían que los sóviets se hicieran cargo del gobierno del país. La situación era tensa: la muchedumbre quería que los sóviets se hicieran con el poder, pero los dirigentes de los sóviets apoyaban al gobierno.
Unos días antes Lenin se había marchado de vacaciones a Finlandia
(a un pueblo que estaba a cuatro horas de tren de Petrogrado).
Ante el estallido de la revuelta, el comité central del partido
bolchevique solicitó urgentemente su regreso, y el 17 de julio estaba de vuelta en Petrogrado.
Ese día pronunció un discurso entre cuya audiencia estuvieron unos
20.000 marinos de la base naval de Kronstadt. Lenin se mostró
partidario de que los sóviets asumieran el poder, pero consideró
absurdo forzarlos a hacerlo. Apoyó las consignas de los
manifestantes, pero pidió moderación. Afirmó que el momento de
tomar el poder todavía no había llegado.
Los manifestantes se dirigieron de nuevo a la sede del Soviet
de Petrogrado, que envió a Víctor Chernov, a la sazón
ministro de agricultura, a dialogar con ellos. Chernov fue
retenido por la multitud, y sólo pudo ser liberado gracias a la
intervención de León Trotski. Los ministros liberales, ante las
presiones que el gobierno estaba sufriendo por parte de la extrema
izquierda, presentaron su dimisión.
Con el matrimonio de la reina Victoria I de Gran Bretaña con
Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, su hijo Eduardo VII se convirtió
en el primer monarca británico de esta familia, cuyo nombre era
demasiado alemán para un momento en que el país estaba en guerra
contra Alemania, así que el rey Jorge V decretó que su dinastía
pasaba a denominarse Casa de Windsor, en alusión al
palacio en que residían los reyes británicos. Otros nobles
británicos de ascendencia alemana siguieron su ejemplo, como los
Battenberg, que cambiaron su apellido a Mountbatten. El
Kaiser Guillermo II ironizó sobre esto anunciando su intención de
asistir a una representación de la obra de Shakespeare Las
alegres comadres de Sajonia-Coburgo-Gotha.
El 18 de julio la fuerza de las
manifestaciones había descendido considerablemente, en parte por
la frustración y desorientación al ver que los sóviets se
negaban a asumir el poder, en parte porque habían llegado a la
capital soldados leales al gobierno provisional, y en parte
porque, viendo que la revolución se desinflaba, el partido
bolchevique se puso a la cabeza de los oponentes a los
revolucionarios con la misma rapidez con la que se había puesto a
la cabeza de sus partidarios. A partir de ese momento los actos
violentos los protagonizaban principalmente los partidarios del
gobierno y no sus detractores.
El depuesto emperador Iyasu V de Etiopía seguía asediado en
Maqdala, pero finalmente logró escaparse y se dirigió a Wollo,
donde intentó provocar una revuelta de campesinos.
El 19 de julio los alemanes y
austríacos empezaron a contraatacar al paralizado ejército ruso,
en cuyo seno las insubordinaciones eran cada vez más frecuentes.
A pesar de las presiones de Eduardo Dato, Ese día se celebró en
Barcelona la reunión de parlamentarios españoles convocada por
Francesc Cambó, pero la asamblea fue disuelta por el gobernador
civil de Barcelona y todos los participantes fueron detenidos por
la policía, aunque fueron liberados en cuanto salieron del
edificio.
El primer ministro ruso, Georgi Lvov, recibió un programa de reformas acordado por el Primer Congreso Nacional de los Sóviets, pero lo consideró demasiado radical y el 20 de julio presentó su dimisión. Fue sustituido por Aleksandr Kérenski.
Para entonces el ejército alemán-austro-húngaro había avanzado
sobre Galitzia y Ucrania aplastando completamente las líneas
rusas.
El Comité Yugoslavo firmó con el gobierno servio la Declaración
de Corfú, por la que se se marcaban el objetivo de
formar un Reino de los servios, croatas y eslovenos que
integraría a Servia y los territorios eslavos del Imperio
Austr-Húngaro, con forma de monarquía parlamentaria bajo la
soberanía del príncipe regente Alejandro de Servia.
El gobierno había retomado el control de Petrogrado y ahora
emprendía un proceso de represión contra los bolcheviques. Muchos
de sus dirigentes fueron arrestados. Contra Lenin se emitió una
orden de busca y captura, pero el 21 de julio
éste pasó a la clandestinidad y se instaló en una aldea a 30 km de
la capital.
Jósef Piłsudski desconfiaba cada vez más, y no sin motivo, de las
intenciones del gobierno alemán sobre el nuevo estado polaco que,
de momento, existía sólo sobre el papel. Además, cada vez estaba
menos claro que Alemania fuera a ganar la guerra, y Piłsudski no
quería comprometerse con los perdedores. Las tensiones entre las
Legiones Polacas y el gobierno alemán fueron en aumento hasta que
se exigió a los soldados polacos que juraran lealtad al Kaiser
Guillermo II. Entonces Piłsudski se negó a hacerlo y parte de sus
soldados siguió su ejemplo. El 22 de julio
Piłsudski fue encarcelado y los soldados que se negaron a prestar
juramento fueron degradados y enviados al frente italiano. Sin
embargo, una parte logró evadir las represalias y pasó a la
clandestinidad en forma de una organización llamada Organización
Militar Polaca, que empezó a realizar operaciones contra las
guarniciones y líneas de aprovisionamiento alemanas y
austro-húngaras.
Mientras tanto el ejército rumano, apoyado por el ruso, inició
una operación en Mărăști con la intención de rodear al
ejército alemán.
El 23 de julio los rumanos iniciaron
un ataque contra los austro-húngaros que debía respaldar el ataque
ruso, pero que en la práctica sirvió únicamente para cubrir la
retirada del ejército ruso, que ya había retrocedido 240 km en
unos pocos días.
El alistamiento de estadounidenses para luchar en Europa había
dejado muchos puestos de trabajo vacantes, y ello estaba
estimulando la emigración de negros hacia el norte, en busca de
mejores condiciones laborales que las que podían obtener en los
Estados sureños. Así, las comunidades negras en Estados del Norte,
como en Nueva York, se estaban incrementando sensiblemente. Si en
principio en estos Estados no había un sentimiento racista
acusado, el hecho de que los negros aparecieran como mano de obra
barata, y que fueran usados a menudo para romper huelgas, terminó
por extender hacia el Norte las concepciones racistas que
imperaban en el Sur. Unos meses atrás había habido incidentes
violentos en St. Louis, en Illinois, contra trabajadores negros, y
el 28 de julio W.E.B. Du Bois organizó
en Nueva York una marcha silenciosa de unos 9.000 negros
que manifestaron pacíficamente sus reivindicaciones de derechos
civiles. Du Bois había organizado un campo de entrenamiento para
que voluntarios negros pudieran entrar en el ejército como
oficiales, y naturalmente se encontró con muchas trabas.
Ante la falta de disciplina en el ejército ruso, Kérenski, con el
respaldo del Sóviet de Petrogrado, restauró la pena de
muerte (abolida tras la revolución), con lo cual sólo logró
aumentar el número de deserciones. El 29 de
julio el primer ministro se reunió con los altos mandos
militares para evaluar la situación.
El 31 de julio británicos, franceses y
belgas iniciaron un nuevo ataque conjunto en el frente occidental,
en Ypres.
El 1 de agosto terminó la batalla de Mărăști con una clara victoria del ejército rumano, que había penetrado unos 20 km en las líneas alemanas. Entre rusos y rumanos tomaron unos 2700 prisioneros alemanes, 70 cañones y mucho material bélico. La prensa occidental celebró la noticia.
En Petrogrado, Kérenski sustituyó a Brusílov por el general Lavr
Kornílov como jefe supremo del ejército ruso. Por otra
parte, envió a Nicolás II y su familia a Tobolsk, en
Siberia, para su propia protección. Kérenski le dijo: "Los
sóviets desean mi cabeza, después vendrán por usted y su
familia". El zar trató de negociar su exilio en Gran
Bretaña. Durante mucho tiempo se dijo que a ello se opuso
radicalmente el primer ministro, David Lloyd George, pero parece
ser que en realidad no hacía sino seguir las instrucciones del rey
Jorge V. Tanto él como su esposa, la reina María (hija de un duque
alemán) estaban realizando un esfuerzo enorme por distanciarse de
sus parientes alemanes, y esto incluía el adoptar una actitud
radicalmente opuesta a los modos autoritarios y prepotentes de los
emperadores. Por el contrario, los monarcas británicos procuraban
estar en contacto con el pueblo, visitaban fábricas, minas y otros
lugares donde podían ser informados de los problemas de las clases
más humildes, la reina organizaba la recogida de ropa usada para
los soldados del frente, y en general estaban logrando que la
sociedad británica estuviera muy satisfecha con sus reyes. Acoger
en Gran Bretaña al zar Nicolás II, cuya fama de déspota
despreciable estaba bien asentada en los países aliados, podría
arruinar esa imagen cuidadosamente labrada, y el rey no quiso
correr riesgos. Al fin y al cabo, el zar se había ganado a pulso
sus problemas.
El 6 de agosto los alemanes
contraatacaron en el frente rumano iniciando la batalla de Mărășești.
Unos 245.000 soldados alemanes se enfrentaron a unos 218.000 rusos
y rumanos.
El presidente chino Li Yuanhong no quiso permanecer en el cargo,
y traspasó el poder al general Feng Guozhang. Este mantuvo como
primer ministro a Duan Qirui.
El 10 de agosto los británicos
continuaron la ofensiva en Ypres. Capturaron una cantidad
considerable de terreno, aunque casi todo se perdió tras el
contraataque alemán. No obstante, retuvieron Westhoek.
El 11 de agosto los franceses
iniciaron los bombardeos preliminares a una nueva ofensiva en
Verdun.
Como Eduardo Dato seguía sin aceptar las reivindicaciones de
reforma política, el 13 de agosto se
inició una huelga general en España de carácter indefinido, que el
gobierno se dispuso a reprimir con violencia.
El 14 de agosto el primer ministro
chino, Duan Qirui, declaró la guerra al Imperio Alemán y al
Imperio Austro-Húngaro. Su intención era que China pudera librarse
del pago de la parte de la indemnización correspondiente a los
imperios centrales que venía abonando desde la guerra de los
bóxers.
El 15 de agosto, cuatro divisiones
canadienses atacaron la colina 70, cerca de la ciudad de Lens.
La infantería avanzó protegida por la artillería, que a su vez era
dirigida por observaciones desde el aire. Los contraataques
alemanes fueron infructuosos.
Ismael Montes fue sucedido como presidente de Bolivia por José
Gutiérrez Guerra.
El 16 de agosto el general Lavr
Kornílov se presentó en Petrogrado para presentar al primer
ministro Kérenski una propuesta de reformas que en principio
estaban destinadas a restaurar la disciplina en el frente, pero
que daban pie a ser extendidas hasta el punto de dejar a Rusia
bajo una dictadura militar. Kérenski no se atrevió a informar de
las propuestas de Kornílov a todo su gabinete, pues sabía que
supondrían el fin de las buenas relaciones con los sóviets. Por
otra parte, Kornílov tenía el apoyo de los conservadores, y
Kérenski trataba de nadar entre dos aguas. Para ello encargó al
comisario Maximilian Filonenko que redactara una versión
más suave de las propuestas de Kornílov que pudiera presentar
cómodamente al consejo de ministros.
Los canadienses continuaron su avance, pero los alemanes
contraatacaron con una nueva arma química: el gas mostaza.
Al mismo tiempo se iniciaba una gran ofensiva en Langemarck
con ocho divisiones británicas y dos francesas. Se desarrolló
hasta el 18 de agosto, con resultado
exitoso en el norte, mientras que en el sur los contraataques
alemanes obligaron a retroceder al punto de partida. Ese día los
alemanes lograron romper brevemente las líneas canadienses en la colina
70 mediante el uso de lanzallamas, pero finalmente fueron
repelidos.
Mientras tanto Luigi Cadorna volvió a la ortodoxia e hizo que sus
tropas cruzaran de nuevo el río Isonzo.
Para entonces el gobierno español había aplastado casi en su
totalidad la huelga general convocada por los progresistas, con un
balance de 71 muertos, unos 200 heridos y unos 2.000 detenidos.
Los principales instigadores fueron juzgados y condenados a cadena
perpetua por el delito de dedición.
Las propuestas de Kornílov se filtraron a la prensa rusa, lo que
dio lugar a grandes discusiones entre partidarios y detractores.
El 19 de agosto Kornílov solicitó que
el distrito militar de Petrogrado, hasta entonces bajo el control
de Ministerio de Defensa, pasara a estar bajo su mando, aduciendo
como razón la proximidad al frente. Al mismo tiempo empezó a
ordenar que algunas unidades de su ejército se aproximaran a
Petrogrado. Filonenko, en lugar de suavizar las propuestas de
Kornílov, estaba incluyendo en su nueva redacción nuevas ideas del
general, que incluían la militarización de las fábricas y
ferrocarriles, la eliminación de los sóviets y la
aniquilación de los bolcheviques.
El 20 de agosto se inició la ofensiva
francesa en Verdun.
Una vez asegurada la colina 70, los canadienses intentaron atacar Lens a partir del 21 de agosto, pero la artillería alemana frustró todos los planes y unos días más tarde se puso fin a la operación.
Entre los principales apoyos del general Kornílov en el entorno
del gobierno estaba Boris Sávinkov, viceministro de
defensa, quien trató de convencer a Kérenski para que presentara
ante el consejo de ministros algunas de las propuestas de Kornílov
que estimaba más urgentes. Al parecer Kérenski las consideraba
apropiadas, pero sabía que los sóviets no las aceptarían y no se
atrevía a llevarlas adelante. Entonces Sávinkov sugirió a Kornílov
que las presentara él mismo ante el gobierno, en calidad de Jefe
del Estado Mayor. Kornílov se mostró reticente a presentarse en
Petrogrado, pues temía ser destituido y arrestado. Finalmente
Sávinkov logró convencerlo y el 23 de agosto
Kornílov se presentó en Petrogrado rodeado de guardaespaldas y se
entrevistó con Kérenski y algunos de sus ministros. La entrevista
fue tensa, pues Kérenski se negó a consentir que Kornílov
presentaras sus propuestas ante su gabinete en pleno. Terminaron a
gritos, donde cada uno acusaba al otro de llevar al país al
desastre. Sávinkov presentó su dimisión.
Sintiéndose inseguro en su escondite cerca de Petrogrado, Lenin
se marchó a Helsinki disfrazado de obrero.
El 25 de agosto se inauguró en el
teatro Bolshói la Conferencia Estatal de Moscú, en la que
el primer ministro Kérenski trató de explicar a las distintas
fuerzas políticas la grave situación del país en un intento de
convencerlas de la necesidad de abandonar de momento las
posiciones extremas y adoptar medidas de coalición que permitieran
superar la crisis. La conferencia era meramente informativa, y
reunió a más de 2000 delegados de todas las esferas de la
sociedad. Los bolcheviques la consideraron "contrarrevolucionaria"
y se negaron a participar. Más aún, habían convocado una huelga
para ese día que fue seguida por unos 400.000 trabajadores. La
disposición de los representantes en la sala del teatro reflejaba
fielmente su posición política: a la derecha estaban los
representantes de la burguesía, banqueros, industriales y
diputados, mientras que a la izquierda estaban los delegados de
los sóviets y de los soldados. Los primeros eran
partidarios de Kornílov y de la necesidad de aplicar medidas duras
para restablecer el orden, los segundos estaban de acuerdo en la
necesidad de restablecer el orden, pero consideraban que al mismo
tiempo había que aplicar ciertas reformas. El número de
representantes de cada facción era aproximadamente el mismo, pero
hay que tener en cuenta que los miembros de la conferencia habían
sido elegidos para representar a todos los sectores, sin que
existiera ninguna proporción entre el número de representantes y
el número de ciudadanos representados por ellos, sin contar además
con la ausencia absoluta de la extrema izquierda. Kérenski
pronunció un discurso en el que quiso moderar ambas posturas sin
decantarse por ninguna, pero su intervención fue juzgada como
excesivamente teatral y artificiosa.
El ataque francés en Verdun estaba siendo un éxito. El 26 de agosto el frente había avanzado hasta
las afueras de Beaumont y habían capturado casi 10.000 prisioneros
alemanes.
En la Conferencia Estatal de Moscú, los ministros fueron
exponiendo los detalles concretos de los problemas que atravesaba
el país junto con propuestas de medidas que podrían resolverlos si
contaban con la cooperación de todas las fuerzas políticas. Esa
tarde llegó a la ciudad el general Kornílov, que fue recibido
calurosamente por sus partidarios en la estación. El 27 de agosto intervino en la Conferencia.
Kérenski se había dirigido a él, primero a través de uno de sus
ministros y luego personalmente por teléfono, para insistirle en
que en la Conferencia se limitara a exponer la situación en el
frente sin entrar en asuntos políticos. Para su alivio, la
intervención de Kornílov fue moderada, pero no así las
subsecuentes intervenciones de sus partidarios, que propusieron
todo lo que él podría haber propuesto y no propuso: la disolución
de los sóviets, el abandono de las medidas económicas
socialistas, etc.
En Etiopía, la mayor parte de los generales que apoyaban a Iyasu
V fueron derrotados. Iyasu V huyó al desierto con unos pocos
seguidores.
La Conferencia Estatal de Moscú se clausuró el 28 de agosto. Kérenski pronunció un último
discurso largo y errático que fue interrumpido por una gran
ovación, que más que una muestra de apoyo fue más bien una exitosa
estrategia para que dejara de hablar de una vez.
El 1 de septiembre, tras un bombardeo
de tres horas, unos 60.000 alemanes empezaron a cruzar el río Jugla,
cerca de Riga. Los alemanes usaron gas venenoso,
lanzallamas y ataques aéreos, pese a lo cual los rusos lograron
contener su avance durante más de un día. Sin embargo, el 3 de septiembre tomaban Riga y los rusos se
retiraban a nuevas posiciones defensivas.
El 5 de septiembre fueron fusilados
cinco marineros alemanes que habían dirigido un motín. Hacía ya
meses que se producían desórdenes en la flota alemana y el
fusilamiento aumentó el descontento.
El 7 de septiembre los franceses
iniciaron un nuevo avance cuyo objetivo era tomar hasta el último
puesto desde donde los alemanes podían ver Verdun, y casi lo
consiguieron, pero los alemanes lograron retener todavía los
puestos de observación más alejados.
El 8 de septiembre terminó la batalla de Mărășești cuando ambos bandos quedaron agotados. Pero los alemanes habían sufrido 47.000 bajas, frente a las 27.000 de sus adversarios.
Durante los últimos días el general Kornílov había estado
manteniendo conversaciones indirectamente con el primer ministro
Kérenski, a través de la mediación de Vladímir Lvov, que
tergiversó lo que ambos decían creando graves malentendidos.
Kornílov trataba de convencer a Kérenski de la necesidad de
proclamar la ley marcial en Petrogrado para perseguir y acabar con
los bolcheviques y los sóviets. Durante las negociaciones,
creía contar con el apoyo de Kérenski, pero éste, que en principio
habría estado dispuesto a apoyar tales medidas, creía que Kornílov
planeaba dar un golpe de Estado y derrocar al gobierno. Por ello,
el 9 de septiembre envió un telegrama a
Kornílov comunicándole su destitución a la vez que hacía público
un llamamiento a los rusos para que le ayudaran a frustrar el
golpe de Estado que planeaba Kornílov, y empezó a distribuir armas
entre los obreros para que defendieran Petrogrado de los soldados
de Kornílov. Éste, sin poder entender los motivos de su
destitución, la interpretó como que el gobierno había sido
secuestrado por los sóviets, y dio la orden a sus fuerzas
de ocupar Petrogrado, pensando que Kérenski estaría de su parte
una vez librado de las amenazas bolcheviques. Cuando la noticia
del avance del ejército llegó a Petrogrado el Sóviet se
decidió a respaldar al gobierno y envió agitadores al encuentro de
los soldados, para convencerlos de que dejaran de obedecer a sus
oficiales, mientras la guarnición de Petrogrado marchaba a
sabotear las vías férreas. Los bolcheviques habían estado
organizando en los últimos meses de forma clandestina un cuerpo
paramilitar conocido como la guardia roja, que ahora salió
a la luz pública y se formaron largas colas de obreros dispuestos
a alistarse para defender la capital.
Ese día se estrenó "Sobre la valla", un cortometraje de
Harold Lloyd, en la que interpreta por primera vez al "chico de
las gafas", el personaje que le haría famoso, caracterizado por un
sombrero de paja y unas grandes gafas sin cristales. Parece ser
que su productor, Hal Roach, le había advertido que era
demasiado guapo para hacer comedia sin alguna clase de disfraz.
Hasta entonces había interpretado a personajes mal vestidos, al
estilo de Chaplin, mientras que el nuevo "Harold" era un "buen
chico" sin los elementos picarescos de Charlot. Si Charlot
representaba la marginalidad, las peripecias del "chico de las
gafas" eran las de un ciudadano medio, perfectamente integrado en
la sociedad, que superaba las dificultades que se le presentaban
desde su ingenuidad y su optimismo. Su coprotagonista en "Sobre
la valla" era Bebe Daniels, que era también su
compañera sentimental. Formaban la pareja más popular en las
fiestas de Hollywood y a menudo participaban y ganaban en
concursos de baile.
Sun Yat-sen había regresado a China, y el carácter dictatorial
del gobierno de Pekín lo llevó a establecer un nuevo gobierno en
Cantón, en el Sur. No obstante, su gobierno tampoco era
democrático, sino que era también un gobierno militar en el que
Sun ostentaba el título de Gran Comandante de las Fuerzas
Armadas, que la prensa occidental tradujo por "generalísimo".
Seis provincias del sur acataron la autoridad del gobierno de
Cantón.
La guerra había despertado el sentimiento religioso en algunos
escépticos, especialmente en Gran Bretaña y Francia. Un ejemplo
fue H.G. Wells, que ese año publicó una novela titulada "El
alma de un obispo". El arrebato le duró pocos años, tras los
cuales se sentiría incómodo al recordar su "conversión"
momentánea. En su descargo hay que decir que fue moderada: En El
alma de un obispo sostuvo un cristianismo depurado de su
mayor atentado contra la lógica y la matemática: denunció la Trinidad
como un invento del concilio de Nicea.
Miguel de Unamuno publicó su novela Abel Sánchez.
El 12 de septiembre la undécima
batalla del Isonzo terminó por extenuación mutua de ambos bandos
sin que los italianos hubieran logrado ninguna ventaja.
Alexandre Ribot fue sustituido como primer ministro francés por
su ministro de guerra, el matemático Paul Painlevé.
El 13 de septiembre se estrenó The
gulf between, la primera película comercial en technicolor.
Fue un fracaso, porque requería casi constantemente de un técnico
que ajustara la proyección, así que la película tuvo una
distribución limitada y los productores, Kalmus y Comstock,
empezaron a buscar otra técnica más eficiente.
Como parte del plan de Kornílov para tomar el control de
Petrogrado, algunos de sus oficiales se habían desplazado a la
capital para fingir una revolución bolchevique, y a los soldados
que marchaban sobre la ciudad se les había dicho que su misión era
aplastar una revuelta, pero los oficiales no habían tenido ocasión
de provocar nada, con el revuelo que había, así que cuando los
enviados de los sóviets fueron explicando a los soldados
que no había ninguna revuelta bolchevique, éstos depusieron las
armas. Otras divisiones fueron detenidas por la guardia roja o por
acciones de sabotaje, y la mayoría terminaron declarando su
lealtad al gobierno de Petrogrado. Pronto Kornílov se vio sin más
apoyo que el de unos pocos oficiales. El 14 de
septiembre Kornílov se rindió y fue internado cómodamente
en un monasterio junto con sus seguidores. Kérenski proclamó la República
Rusa, y formó un directorio presidido por él mismo. Sin
embargo, la derecha no le perdonaba que hubiera hecho fracasar el
golpe de Estado, y la izquierda creía que había estado implicado.
El intento de golpe de Estado de Kornílov había llevado a las
masas a desconfiar de la derecha, y consecuentemente los
bolcheviques ganaron una popularidad que nunca habían tenido hasta
entonces. Esto se tradujo en que fueron alcanzando la mayoría en
los distintos sóviets del país, en los que hasta entonces
habían sido minoritarios. El 18 de septiembre
lograron la mayoría en el Sóviet de Moscú. Otro cambio
significativo fue que los soldados rusos empezaron a desconfiar de
sus oficiales, suponiéndolos conspiradores partidarios de
Kornílov. Aumentaron las deserciones, e incluso hubo casos de
soldados que arrestaron a oficiales, y en algunos casos los
torturaron.
Lituania se encontraba entre los territorios que Alemania había
arrebatado a Rusia en su avance en el frente oriental, y Alemania
se había propuesto organizarla igual que la parte de la Polonia
rusa, como un estado teóricamente independiente pero satélite de
Alemania a todos los efectos. Ese día se inauguró la Conferencia
de Vilna, en la que los lituanos decidirían (dentro de
ciertos límites impuestos por Alemania) el futuro de su país.
El 20 de septiembre los británicos
lanzaron un nuevo ataque general en Ypres, en la meseta Gheluvelt.
La infantería utilizó una nueva técnica conocida como "salto de la
rana": una oleada alcanzaba un objetivo y, mientras se detenía a
consolidarlo, otra oleada se adelantaba para atacar el objetivo
siguiente, y así sucesivamente. Gracias a un buen soporte tanto de
la artillería como de la aviación, los resultados fueron buenos.
El 22 de septiembre se clausuró la
Conferencia de Vilna, cuyos representantes habían hecho caso omiso
de todas las presiones alemanas para que incluyeran en sus
resoluciones una declaración de lealtad hacia Alemania. A ese
respecto se adoptó la resolución siguiente, que a Alemania le
pareció inaceptablemente vaga:
Si Alemania acepta proclamar el Estado de Lituania antes de la conferencia de paz, así como apoyar las necesidades de Lituania en la conferencia de paz, entonces la conferencia lituana, teniendo en cuenta que en condiciones normales de un estado de paz los intereses de Lituania no se inclinan tanto hacia el este [= Rusia] o al Sur [= Polonia] como hacia el oeste [= Alemania], reconoce la posibilidad de que el futuro Estado de Lituania entre en cierta relación, cuya naturaleza queda pendiente de determinar, con Alemania, sin perjuicio de su propio desarrollo independiente.
En consecuencia, Alemania no permitió que la resolución fuera
publicada. Por otra parte, la conferencia de Vilna acordó la
creación de un Consejo de Lituania, que sería un gobierno
provisional encargado de establecer un Estado independiente
lituano.
El 26 de septiembre los británicos se
habían apoderado de todas las defensas alemanas en la meseta
Gheluvelt. Desde allí se lanzaron sobre el bosque del Polígono,
que tomaron el 27 de septiembre.
Ese día se inauguró en Petrogrado la Conferencia
Democrática, en la que representantes de las distintas
fuerzas políticas trataron de llegar a un acuerdo para formar un
nuevo gobierno y crear una asamblea constituyente. Los socialistas
estaban mayoritariamente convencidos de que debían renunciar a
toda alianza con los liberales, y estaban dispuestos a imponer un
gobierno exclusivamente socialista. Los socialistas moderados
veían dicha imposición como una forma de asegurar que se formara
una asamblea constituyente que permitiera organizar un gobierno
democrático, mientras que los bolcheviques veían en dicha maniobra
una forma de transferir el gobierno a los sóviets que
ahora controlaban.
En París murió el pintor Edgar Degas.
El 28 de septiembre el Comité Central del partido bolchevique recibió dos cartas de Lenin (que seguía en la clandestinidad) en las que le instaba a abandonar todo intento de pactar con las demás fuerzas políticas y provocar un alzamiento bolchevique inmediato. Todas las circunstancias eran propicias: los bolcheviques controlaban un gran número de soviets del país, habían sido armados durante el intento de golpe de Kornílov y la guardia roja contaba con un enorme número de afiliados. Sin embargo, el Comité Central había logrado una buena avenencia con los socialistas moderados y desoyó a Lenin, el cual presentó su dimisión como miembro del Comité.
Los británicos atacaron la ciudad de Ramadi, al oeste de Bagdad.
Emplearon tanques contra los que los otomanos no estaban
preparados para luchar. Por la noche los otomanos trataron de huir
sigilosamente, pero fueron capturados por la caballería británica.
El 29 de septiembre el general Maude
entraba en Ramadi.
El 3 de octubre Ghandi entregó al
gobierno británico de la India un voluminoso y bien documentado
informe en el que denunciaba la situación de los campesinos de
Champaran y proponía algunas reformas.
Los británicos seguían adentrándose en Bélgica desde Ypres. El 4 de octubre tomaron Broodseinde.
La Conferencia Democrática no logró llegar a ningún acuerdo
significativo, y finalmente lo que se acordó fue que se formara un
preparlamento, formado por una parte de los delegados de la
Conferencia, y que Kérenski formara un nuevo gobierno de
coalición, pero no se acordó ninguna competencia específica para
el preparlamento, que en la práctica no pasaba de ser un órgano
meramente consultivo. Kérenski formó su gobierno el 8 de octubre, y ese mismo día los
bolcheviques lograban el control en el Sóviet de
Petrogrado.
El 9 de octubre los británicos
atacaron Poelcappelle, pero los alemanes lograron mantener su
línea defensiva.
Ese día murió el sultán Hussein Kamel de Egipto. Fue sucedido por
su hermano Fuad I.
El 12 de octubre los británicos
atacaron las posiciones alemanas cerca de Passchendaele, y
los alemanes nuevamente lograron resistir, pero a costa de tantas
bajas que algunas divisiones que estaban destinadas a Italia
tuvieron que ser redirigidas a Bélgica.
La flota alemana inició una ofensiva sobre las islas del golfo de
Riga, bajo soberanía rusa
El 13 de octubre unas 70.000 personas
acompañaban a Lucía dos Santos y sus primos para presenciar su
sexta entrevista con la Virgen de Fátima. Algunos infelices
deseosos de ver algo debieron de mirar al Sol demasiado rato,
porque empezaron a gritar que veían "bailar el Sol". Gran parte de
los presentes volvieron su mirada hacia el Sol, y al poco tiempo
todos veían cosas anómalas (no todos lo mismo), efectos habituales
en la sobreexposición de la retina a la luz solar, más el contagio
psicológico propio de las histerias colectivas. Obviamente, el
negocio de Fátima había encontrado con esto su golpe de efecto
definitivo y una nueva aparición de la Virgen podría haber sido
decepcionante y contraproducente, de modo que ya no hubo más.
El 14 de octubre se estrenó Cleopatra,
la película más taquillera del año, producida por William Fox y
protagonizada por Theodosia Burr Goodman, bajo el nombre
artístico de Theda Bara, que fue uno de sus mayores
éxitos. Le seguían en recaudación dos películas de Mary Pickford:
Rebecca de Sunnybrook Farm y La pobre niña rica.
Mary Pickford, Douglas Fairbanks y Charlie Chaplin recorrieron ese
año los Estados Unidos vendiendo bonos de guerra.
Ese año tuvo lugar un juicio muy polémico en Francia. Una
bailarina exótica y cortesana neerlandesa llamada Margaretha
Geertruida Zelle, más conocida por su nombre artístico de Mata
Hari, fue acusada de espionaje. Es difícil saber qué hay de
cierto en todo lo que se dijo sobre ella. Estaba acostumbrada a
vivir en el lujo que le proporcionaban sus numerosos amantes, pero
tenía ya 41 años y es probable que aprovechara sus múltiples
contactos para pasar algunas informaciones de unos a otros en un
intento de seguir siendo considerada "importante" por unos y por
otros, y seguir gozando así del lujo y las atenciones que hasta
entonces había recibido, y también es probable que no fuera
consciente de las graves repercusiones que el espionaje podía
acarrearle. Mata Hari se creía segura por el gran número de
"amistades" influyentes que tenía. Un militar británico declaró
que Mata Hari le había revelado que era una espía francesa, y el
agregado militar de la embajada alemana en Madrid envió unos
telegramas a Berlín en los que se refería a Mata Hari como la
espía alemana de nombre en clave H-21. No daba su nombre real,
pero incluía información más que suficiente para que los franceses
pudieran identificarla. Lo más destacado era que los telegramas
estaban cifrados con una clave que los franceses conocían, los
alemanes sabían que los franceses la conocían, pero los franceses
no sabían que ellos lo sabían. En suma, todo apunta a que los
alemanes querían que los franceses interceptaran los telegramas y
les dieran crédito. Y así fue. Mata Hari fue arrestada bajo
acusación de contraespionaje, fue juzgada en condiciones muy
irregulares, sin que se aportara ninguna prueba concluyente de que
tuviera relación alguna con los servicios de inteligencia
alemanes, y el 15 de octubre fue
fusilada.
Ese día un destructor estadounidense encontró al sur de Irlanda
un submarino alemán. Tras perseguirlo durante un tiempo, éste se
volvió y lanzó un torpedo que causó destrozos en el barco, pero
aun así los estadounidenses destrozaron la torre de cubierta del
submarino y lo obligaron a retirarse.
La única colonia africana que resistía el ataque aliado era el
África Oriental Alemana, donde, tras tres días de combate, un
ataque británico en Mahiwa fue enérgicamente rechazado por
unos 1.500 alemanes. Los británicos eran 4.900 y contaron unas
2.700 bajas.
El 18 de octubre el gobierno británico
admitió la mayor parte de las recomendaciones del informe de
Ghandi, que unos meses más tarde se tradujeron en una reforma
legal.
El descontento con el gobierno de Kérenki, que no estaba haciendo
nada para resolver los graves problemas que atravesaba Rusia, iba
en aumento, a la par de la sensación general de que sólo un
gobierno bolchevique fuerte podría tomar iniciativas provechosas.
En este ambiente, Lenin se presentó finalmente en Petrogrado el 20 de octubre y los bolcheviques abandonaron
el preparlamento.
Mientras tanto los aliados atacaban de nuevo Passchendaele, ahora
con cuatro divisiones canadienses, seis británicas, una
australiana, dos francesas y una belga.
Los submarinos austro-húngaros también causaban estragos en el
Mediterráneo. El más destacado fue el U-14, que era en realidad un
submarino francés (el Curie) capturado dos años atrás y
que ahora operaba bajo el mando del lugarteniente von Trapp. El 23 de octubre hundió un barco de transporte
italiano, y era el undécimo que hundía ese año.
Ese día se inició el último episodio de la ofensiva Nivelle,
con el ataque francés a las posiciones alemanas en La
Malmaison. Durante los días previos, los franceses habían
atacado las posiciones alemanas con su artillería y con bombas de
gas. Ahora la infantería empezó a avanzar con el apoyo de 63
tanques. Se desató una tormenta y algunos tanques quedaron
atascados en el barro, pero otros llegaron hasta las líneas
alemanas.
Para entonces los alemanes tenían ya el control completo sobre
las islas del golfo de Riga.
Lenin se entrevistó con el Comité Central bolchevique, y logró
que aprobase un alzamiento armado contra el gobierno, pero no se
fijó una fecha, porque los dirigentes bolcheviques querían tratar
el asunto en el próximo congreso de los sóviets.
El frente que los austro-húngaros mantenían en Italia recibió
finalmente refuerzos alemanes, y el 24 de
octubre un ejército conjunto de ambos imperios lanzó un
ataque en Caporetto contra las fuerzas del general Luigi
Cadorna. Allí el general pudo demostrar que sus escasas dotes para
organizar ataques eran superadas con creces por su pésima
capacidad para organizar una defensa. Dio órdenes de resistir y
lanzar contraataques imposibles de cumplir y con ello sólo logró
desmoralizar a sus tropas. Los alemanes avanzaban rápidamente
empleando técnicas totalmente desconocidas para los italianos.
Tras el fracaso y la represión que siguió al Alzamiento de
Pascua en Irlanda el año anterior, los nacionalistas
irlandeses estaban reorganizándose. El Sinn Féin, que
había sido acusado injustamente de haber participado en la
rebelión y había sufrido represalias por parte del gobierno
británico, se había radicalizado. Tras el encarcelamiento de
Griffith fue elegido presidente el parlamentario Éamon de
Valera, que era abiertamente republicano (mientras que
Griffith había defendido una monarquía dual al estilo
austro-húngaro). El 27 de octubre, al
mismo tiempo que tenía lugar en Dublín una convención del Sinn
Féin, tuvo lugar también una reunión de unos 250
revolucionarios irlandeses que organizaron un cuerpo de Voluntarios
Irlandeses, que eligió a Valera como presidente.
El 28 de octubre las líneas italianas
habían cedido y los alemanes tomaban la ciudad de Udine.
Por primera vez en el curso de la guerra había tropas enemigas en
territorio italiano. Cadorna ordenó organizar una nueva línea
defensiva en el río Tagliamento.
Tras el desastre de Caporetto, el 29 de
octubre cayó el gobierno de Paolo Boselli, que fue
sustituido por Vittorio Emmanuele Orlando.
Los alemanes avanzaban en Italia a la misma velocidad que los
italianos se retiraban, y no dejaban de hacer prisioneros. El 30 de octubre Cadorna tuvo que autorizar que
sus tropas se pusieran a salvo cruzando el Tagliamento abandonando
armas y prisioneros.
En Madrid se volvió a reunir la Asamblea de Parlamentarios que se
había reunido meses antes en Barcelona, bajo la presidencia de
Francesc Cambó. Ese mismo día Cambó fue llamado por el rey Alfonso
XIII, y así tuvo la ocasión de proponer al monarca la formación de
un gobierno de concentración que organizara algo totalmente
novedoso en España: unas elecciones limpias. El rey accedió.
El estancamiento en el frente de Palestina llegó a su fin después
de que los británicos hubieran reorganizado sustancialmente su
ejército. El 31 de octubre expulsaron a
los otomanos de Beerseba.
La situación en Alemania era cada vez más crítica, el bloquo
británico estaba causando estragos, la población estaba mal
alimentada y estaban surgiendo brotes de escorbuto, tuberculosis y
disentería. Los partidarios de poner fin a la guerra aumentaban
día a día, y el parlamento aprobó una resolución que aceptaba
ponerle fin aunque fuera sin recibir ninguna compensación ni
anexión territorial por parte de los aliados. El canciller
Michaelis se negó a firmarla y su impopularidad, ya bastante
elevada puesto que era evidente su papel de canciller-títere, le
forzó a dimitir, así que Hindenburg y Ludendorff tuvieron que
cambiar de marioneta. En su lugar hicieron que el Kaiser Guillermo
II nombrara al conde Georg von Hertling, un anciano de 76
años, filósofo y conservador convencido de que Alemania tenía que
conseguir una victoria indiscutible, tres características que lo
volvían fácilmente manipulable por los militares.
El 1 de noviembre los británicos
iniciaron por tercera vez un ataque contra Gaza y contra las
guarniciones otomanas en las colinas de su alrededor.
Mientras tanto, en Francia, los alemanes se retiraban de La
Malmaison.
Los británicos debieron de considerar que Palestina sería un
territorio difícil de mantener a largo plazo, debido al gran valor
religioso que tenían los santos lugares para los musulmanes a los
que se la estaban arrebatando. Pero había otra cultura para la que
dichos lugares tenía aún un valor mucho mayor, y además sus
miembros eran en general mucho más ricos e influyentes que los
musulmanes. El 2 de noviembre el
ministro de asuntos exteriores británico, Arthur James
Balfour, publicó una carta abierta a Lord Lionel Walter
Rothschild, banquero, zoólogo y activista del
movimiento sionista. El texto decía:
Querido Lord Rothschild:
Tengo el placer de dirigirle, en nombre del gobierno de Su Majestad, la declaración siguiente de simpatía hacia las aspiraciones sionistas, que ha sido presentada al gobierno y aprobada:
El gobierno de Su majestad ve favorablemente el establecimiento en Palestina de una patria nacional para el pueblo judío, y se esforzará en la medida de lo posible para facilitar el logro de este objetivo, donde debe entenderse claramente que no se hará nada que pueda perjudicar los derechos civiles o religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina ni a los derechos o al status político de los judíos residentes en cualquier otro país.
Le estaría agradecido si pusiera esta declaración en conocimiento de la Federación Sionista.
Ese día se constituyó en Petrogrado el Comité Militar
Revolucionario, según lo dispuesto unos días antes
por el Sóviet de la capital rusa. Estaba formado por un
sistema de comisarios que se ponían en contacto con las distintas
unidades y departamentos de la guarnición de Petrogrado en
principio con la función de supervisar su funcionamiento, pero el
3 de noviembre estos comisarios
iniciaron sus visitas y fueron confirmando que la mayor parte de
las unidades ratificaban su lealtad al Sóviet frente al
gobierno. Similarmente, los comisarios del Comité dieron
instrucciones a los arsenales de no suministrar armas o municiones
sin su permiso.
De acuerdo con lo acordado, el rey Alfonso XIII de España
destituyó a Eduardo Dato y restituyó a Manuel García Prieto, que
formó un gobierno de concentración, en el que entró también
Francesc Cambó.
El zar Nicolás II era también el gran duque de Finlandia, y
constituía teóricamente el único nexo entre Rusia y Finlandia. Con
su abdicación sin sucesor, Finlandia ya no tenía ningún vínculo
con Rusia. Como esto era más teórico que práctico (había varias
guarniciones del ejército ruso en territorio finés) se constituyó
un gobierno provisional que había entrado en negociaciones con el
gobierno de Petrogrado y, basándose en los acuerdos adoptados (si
bien distorsionándolos un poco) el parlamento finés redactó una
resolución por la que se arrogaba todos los poderes legislativos,
excepto los relacionados con la política exterior y asuntos
militares. Sin embargo, el gobierno provisional no aceptó la
resolución y disolvió el parlamento. Pero luego se habían
celebrado nuevas elecciones en las que el gobierno provisional fue
derrotado y el 5 de noviembre el
Parlamento de Finlandia se arrogó finalmente todos los poderes
legislativos, sin excepción.
Mientras tanto, los bolcheviques de Estonia, dirigidos por Jann
Anvelt, dieron un golpe de Estado contra el gobernador
Poska.
El 6 de noviembre los italianos
tuvieron que retirarse aún más ante el avance alemán, hasta el río
Livenza. Fue entonces cuando Cadorna fue destituido y
sustituido por el general Armando Diaz.
El gobierno ruso estaba cada vez más inquieto por las actividades
del Sóviet de Petrogrado y, en particular, por el Comité
Militar Revolucionario, que estaba tomando lentamente el control
efectivo de la ciudad. Durante los días siguientes inició diversas
maniobras para minar el poder del Sóviet: cerró un par de
periódicos de defendían abiertamente el derrocamiento del
gobierno, permitió que milicianos leales trataran de impedir la
actuación del Comité, y Kérenski llegó a presentar un ultimátum al
Comité para que renunciara al control que estaba ejerciendo sobre
los soldados de la guarnición. Ante las presiones del gobierno, el
Comité Militar Revolucionario respondía tomando más y más medidas
para asegurarse el control de todos los centros estratégicos de la
capital: la central telefónica, la central eléctrica, las
estaciones de ferrocarril, etc. Sin embargo, todas sus medidas
eran defensivas, encaminadas a asegurarse de que el 7 de noviembre se pudiera inaugurar, como
estaba previsto, el Segundo Congreso de los Sóviets de todas
las Rusias. Lenin seguía escondido en la ciudad, desesperado
de ver cómo los bolcheviques tenían todos los medios para hacerse
con el poder y, en cambio, no los empleaban. Aunque el Comité
Central del partido bolchevique le había ordenado permanecer
escondido, finalmente salió disfrazado, acompañado de un
guardaespaldas, y se presentó en la sede del Sóviet de
Petrogrado, que a la sazón estaba presidido por Trotski, uno de
los que más empeño había puesto en hacerse con el control efectivo
de la ciudad. Lenin logró convencer al Comité Militar
Revolucionario de que, en vez de esperar a las decisiones del
Segundo Congreso, era mejor presentar en éste como un hecho
consumado que los bolcheviques tenían el control efectivo de
Petrogrado para que los congresistas decidieran cómo usar ese
control efectivo. Paulatinamente, los comisarios del Comité
Militar Revolucionario se fueron poniendo al frente de todos los
puntos relevantes de la ciudad, y al amanecer sólo el Palacio de
Invierno, la sede del gobierno, escapaba a su control, aunque
carecía de suministro eléctrico y de conexión telefónica, y los
automóviles del palacio habían sido saboteados. El alto mando
militar comunicó al gobierno que casi la totalidad de los soldados
obedecían al Comité Militar Revolucionario. Kérenski logró
encontrar un automóvil con el que salir de Petrogrado hacia el
frente, en busca de tropas con las que someter a los bolcheviques.
Mientras tanto Lenin se presentaba en el Sóviet de Petrogrado,
donde recibió una gran ovación y desde allí emitió esta proclama:
¡A los Ciudadanos de Rusia!
El Gobierno provisional ha sido depuesto. El poder estatal ha pasado a manos del órgano del Sóviet de Obreros y Soldados de Petrogrado, el Comité Militar Revolucionario, que dirige al proletariado y a la guarnición de Petrogrado.
¡Viva la revolución de los trabajadores, soldados y campesinos!
La causa por la que el pueblo ha luchado —la oferta inmediata de una paz democrática, la abolición de la propiedad de la tierra por los terratenientes, el control obrero de la industria y la creación de un Gobierno de los sóviets— ha quedado asegurada.
Comité Militar Revolucionario del Sóviet de Obreros y Soldados de Petrogrado
25 de octubre de 1917, 10:00 de la mañana.
Poco después se inauguraba el Segundo Congreso de los Sóviets
de todas las Rusias. Los bolcheviques habían tratado de
retrasar su apertura, pero finalmente los delegados forzaron la
inauguración. Eran 670, entre ellos 300 bolcheviques y cerca de un
centenar de revolucionarios que aprobaban el derrocamiento del
gobierno. Se eligió una presidencia del congreso con Yuli Mártov a
la cabeza.
Por la tarde Trotski anunció en una reunión del Sóviet de
Petrogrado que el gobierno había caído, lo cual era cierto en
cuanto a que el gobierno no tenía ya ningún control sobre la
ciudad, pero seguía parapetado en el Palacio de Invierno. Se formó
un doble anillo: uno interior para atacar el palacio y otro
exterior para evitar posibles intentos de auxilio desde el
exterior. Se entregó un ultimátum al gobierno con un plazo de 40
minutos para rendirse. Transcurrido el plazo sin haber obtenido
respuesta, los bolcheviques iniciaron el asalto. Al cabo de algo
más de una hora parte de las tropas que defendían el palacio
negociaron con los bolcheviques su rendición y se les permitió
marcharse. Otro grupo hizo lo mismo algo más tarde. En el puerto
de Petrogrado se encontraba el crucero Aurora, al que el
gobierno había ordenado zarpar para alejar a su tripulación, en la
que no confiaba, pero ésta se había amotinado y se había unido a
los bolcheviques. Un disparo de su cañón de popa fue la señal
convenida para iniciar el bombardeo del palacio de Invierno,
aunque sólo dos o tres proyectiles impactaron en él, causando
daños menores.
Cuando los delegados del Congreso de los Sóviets oyeron los
cañonazos, una parte de ellos abandonó la reunión en señal de
protesta y se unió a un grupo de unas 300 personas que partieron
desde el ayuntamiento hacia el Palacio de Invierno cantando La
Marsellesa en apoyo al gobierno. Sin embargo, a mitad de
camino un grupo de marinos les cortó el paso y, tras una
discusión, la manifestación regresó ordenadamente a su punto de
partida.
Mártov propuso elegir un nuevo consejo de ministros con
representación de los distintos partidos que integraban el
Congreso de los Sóviets, pero Trotski desacreditó a los delegados
que habían abandonado el congreso y a los partidarios de llegar a
un acuerdo con ellos. Al ver que los bolcheviques radicales, con
Trotski a la cabeza, se oponían a todo intento de conciliación
entre las distintas familias socialistas, parte de los
mencheviques abandonaron también la reunión, y Trotski aprovechó
para arremeter también contra ellos. Lenin no estaba presente en
el Congreso, pero se leyó esta propuesta suya, que fue aprobada
casi por unanimidad:
El Gobierno soviético propondrá inmediatamente una paz democrática a todas las naciones y el establecimiento de un armisticio inmediato en todos los frentes. Asegurará el traspaso de la tierra de los terratenientes, de la Corona y de los monasterios a los comités campesinos sin compensación; protegerá los derechos de los soldados mediante la introducción de una democracia completa en el Ejército; establecerá el control obrero de la producción; asegurará la convocatoria de la Asamblea Constituyente en la fecha fijada; se encargará de abastecer de pan las ciudades y de productos básicos a los pueblos; garantizará a todas las naciones que pueblan Rusia un genuino derecho de autodeterminación. El Congreso decreta que todo el poder en las poblaciones pasará a los sóviets de los diputados de obreros, soldados y campesinos.
Tras haber perdido ante los británicos sus posiciones alrededor
de Gaza, los otomanos se retiraron de la fortaleza.
Los socialistas que habían abandonado el Congreso de los Sóviets
formaron un Comité para la Salvación de la Patria y la
Revolución, que denunció la actitud de los bolcheviques y
solicitó el apoyo de la población para formar un nuevo gobierno.
Sin embargo, no pudieron ganarse el apoyo de los liberales, que
seguían defendiendo la legitimidad del gobierno provisional.
Al anochecer pequeños grupos de sitiadores empezaron a entrar en
el palacio. Los primeros fueron reducidos por los defensores, pero
a medida que se iban haciendo más numerosos la situación se
invirtió y fueron los defensores los que empezaron a verse
reducidos.
A las dos de la mañana, ya del 8 de
noviembre, los asaltantes entraban en la habitación en la
que se encontraba reunido el gobierno y todos los ministros fueron
arrestados, salvo Kárenski, que no se encontraba allí. Fueron
conducidos a pie hasta la fortaleza de San Pedro y San Pablo,
protegidos por una guadia especial de marinos y soldados, ya que
la muchedumbre quería lincharlos. La toma del palacio se había
hecho sin apenas resistencia ni derramamiento de sangre. Apenas
murieron seis atacantes y ningún defensor.
El 9 de noviembre Kérenski tomó Gátchina
sin resistencia y recibió algunos refuerzos, pero muchos menos de
los que esperaba. Consiguió un par de aviones con los que lanzó
octavillas sobre Petrogrado. Pero Lenin creía que las fuerzas de
Kérenski eran mucho mayores.
Los bolcheviques habían logrado el control de algunas ciudades
rusas, especialmente de las más industrializadas, donde ostentaban
la mayoría en el sóviet local. Sin embargo, en Moscú la situación
era más conflictiva. Dos días antes el comité militar
revolucionario había tomado la central de telégrafos, la oficina
de correos y el Kremlin, con su arsenal. Pero la mayoría de la
población se mostraba tibia en su apoyo a los bolcheviques. El
gobernador militar de Moscú, el coronel Riábtsev, exigió a
los bolcheviques que entregaran el Kremlin y que disolvieran el
comité militar relvolucionario. Ante su negativa, esa misma noche
inició un ataque contra la fortaleza.
El 10 de noviembre terminó la batalla
de Passchendale con una rotunda victoria aliada que dio por
concluida la campaña de Ypres.
Las tropas de Kérenski se enfrentaron por primera vez a los
bolcheviques y tomaron Tsárkoye Seló. Krasnov había logrado
ahuyentar a los bolcheviques con su artillería ligera. Mientras
tanto el Comité Militar Revolucionario organizaba la defensa de
Petrogrado y enviaba hacia las posiciones de Kérenski a un
ejército integrado por parte de la guarnición junto con guardias
rojos, civiles y marinos. Por su parte, los mencheviques animaban
a la declaración de huelgas en oposición al gobierno bolchevique y
el Comité de Salvación de la Patria preparaba un alzamiento
simultáneo al inminente ataque de Kérenski.
En Moscú, las tropas de Riabtsev arrebataron el Kremlin a los
bolcheviques. Algunos de sus defensores fueron ametrallados.
Dada la lentitud del avance de Kérenski, por falta de recursos,
el 11 de noviembre se inició el
alzamiento en Petrogrado, que contaba con unos 800 hombres, de los
cuales 300 eran cadetes desarmados de varias academias militares.
Siguiendo el plan previsto, se apoderaron de algunos vehículos
blindados y de la central telefónica, donde capturaron al
comisario de defensa, que se hallaba en el edificio realizando una
inspección. Luego tomaron algunos edificios más. Sin embargo, no
pudieron lograr el apoyo de soldados y obreros, y así los
bolcheviques terminaron aislando a los rebeldes en los distintos
edificios que habían ocupado. Unos diez mil guardias rojos se
enfrentaron a unos centenares de rebeldes que terminaron
rindiéndose. Una parte de los organizadores de la revuelta logró
escapar hacia Gátchina para reunirse con Kérenski. Las tropas
bolcheviques lincharon a algunos de los insurrectos.
El gobierno bolchevique de Petrogrado decretó la jornada laboral
de ocho horas.
En Moscú se acordó una tregua, de la que ambos bandos esperaban
sacar partido con la llegada de refuerzos, pero sólo los
bolcheviques recibieron los refuerzos esperados, pues controlaban
gran parte de las ciudades del entorno de Moscú. Pronto llegaron
2000 voluntarios de la provincia de Vladímir y 500 marinos de
Petrogrado.
Ese día murió la derrocada reina Lili'uokalani de Hawai.
En las últimas tres décadas se había desarrollado un nuevo estilo
musical en el sur de los Estados Unidos. Su origen estaba en el blues,
que surgió en la segunda mitad del siglo XIX entre los esclavos
negros que trabajaban en las plantaciones sureñas. De ahí
derivaron varios estilos relacionados, como el ragtime en
San Luis o el hot en Nueva Orleans. Con la abolición de la
esclavitud, algunos negros empezaron a ganarse la vida como
músicos, y finalmente su estilo interesó también a músicos
blancos, que incorporaron nuevos recursos técnicos, y así surgió
el dixieland en el delta del Misisipi. El año anterior, en
el diario Times-Picayune de Nueva Orleans apareció la
primera referencia conocida a este estilo musical con la palabra jazz,
de origen incierto. Las bandas y cantantes de jazz de
Nueva Orleans se concentraban en el barrio llamado Storyville,
entre los que destacaban el cornetista Buddy Bolden, el
clarinetista Big Eye Nelson, el trompetista Bunk
Johnson, el contrabajista Pops Foster o los
pianistas y cantantes Tony Jackson y Jelly Roll Morton,
todos ellos negros. Las bandas solían tener hasta siete u ocho
miembros. En general no ganaban lo suficiente como músicos y
compaginaban su trabajo con otras actividades (eran albañiles,
estibadores, obreros, etc.) La mayoría eran autodidactos. La
música no era el único "atractivo" de Storyville, sino que también
se concentraban en el barrio numerosos burdeles, cabarets, salas
de baile, etc. y por ello eran el destino preferido de los marines
de permiso en Nueva Orleans, y a menudo se veían implicados en
peleas, robos e incluso homicidios. Tanto fue así que la Marina de
los Estados Unidos ordenó el cierre del barrio. El 12 de noviembre se completó su desalojo y
posteriormente fue demolido. Esto hizo que muchos músicos de jazz
emigraran a otras ciudades, principalmente hacia Chicago y Nueva
York, lo que marcó el inicio de la difusión del jazz por los
Estados Unidos.
Ante las noticias de lo sucedido en Petrogrado, Kérenski intentó
un ataque contra las fuerzas bolcheviques, veinte veces más
numerosas. Ante el peligro de ser rodeados, sus hombres tuvieron
que abandonar Tsárkoye Seló y retirarse a Gátchina. Durante la
retirada parte de los soldados desertaron y se unieron a los
bolcheviques.
El general Diaz logró frenar el avance alemán en el río Piave,
tras haber reorganizado las fuerzas italianas en medio de los
ataques alemanes. En total unos 270.000 soldados italianos habían
caído prisioneros, y los que se habían librado habían abandonado
al enemigo todo su material bélico. Los alemanes habían penetrado
más de 100 km en territorio italiano. Mientras tanto, tropas
francesas y británicas estaban empezando a llegar al frente
italiano, para evitar que Italia pudiera terminar fuera de
combate.
A Moscú llegaron otros 1200 marinos y guardias rojos, con lo que
el comité militar revolucionario se sintió ya lo suficientemente
fuerte como para romper la tregua esa noche.
Tras la toma de Gaza, los combates entre británicos y otomanos se
habían prolongado al norte de la ciudad y, finalmente, el 13 de noviembre, el último ejército otomano
que protegía Jerusalén se retiró para protegerse en la ciudad, que
empezó a prepararse para resistir el inminente ataque británico.
El 14 de noviembre el descontento
entre las tropas de Kérenski era tal que éste corría el riesgo de
ser capturado por sus propios hombres y entregado a los
bolcheviques, así que sus partidarios lo convencieron para huir
disfrazado de marino. Krasnov fue capturado por los bolcheviques,
pero fue liberado al poco tiempo tras prometer que no combatiría
de nuevo contra ellos.
El 15 de noviembre un destacamento de
guardias rojos tomó el Kremlin al asalto y linchó a algunos de sus
defensores por la matanza que habían realizado cuando lo
capturaron. Moscú no tardó en quedar bajo el control de los
bolcheviques. En los meses siguientes el gobierno bolchevique de
Petrogrado controlaba efectivamente una amplia franja de lo que
había sido el Imperio Ruso alrededor de Moscú, desde Petrogrado
hasta el mar Caspio. Ese día promulgó la declaración de los
derechos de los pueblos de Rusia, que abolía la
discriminación por nacionalidad y religión, y establecía el
derecho de autodeterminación.
El 16 de noviembre Paul Painlevé fue
sustituido como primer ministro francés por Georges Clemenceau.
Era un belicista convencido. Desde primeros de año, el emperador
Carlos I de Austria-Hungría estaba negociando en secreto la paz
con el presidente de la república, Raymond Poincaré, el cual
estaba dispuesto a hacer concesiones, pero Clemenceau se negó en
redondo a toda paz negociada, asegurando que era una trampa
tendida por Alemania. Por el contrario, se apresuró a tomar toda
clase de medidas para que Francia pudiera resistir la guerra todo
el tiempo que fuera necesario.
Alemania seguía tratando de modelar lo que llamaba Mitteleuropa,
una cadena de estados satélites en el Este de Europa que
consolidaría en la práctica la expansión territorial que estaba
obteniendo hacia el este con el avance de sus tropas sin
plantearla como una anexión que difícilmente podría justificar.
Este plan incluía a Polonia, Lituania y también la parte de
Letonia que había ocupado unos meses atrás. El 17
de noviembre se constituyó el Consejo del Pueblo de
Letonia, que debía organizar un gobierno Letón teórica, pero
no prácticamente independiente.
Mijaíl Alexieyev había sido general en el ejército zarista
ruso, y ahora llegaba a Novocherkassk, la capital de los
cosacos del Don, donde recibió el apoyo de su dirigente, el
general Alexéi Kaledin, para organizar un Ejército
de Voluntarios con el que combatir a los bolcheviques. Ese
mismo día se formó su primer escuadrón, pero el reclutamiento era
lento. En las primeras semanas no contaba con más de cuatrocientos
hombres. Los voluntarios no recibían paga alguna, sólo comida, y
tenían que prestar servicio durante cuatro meses.
Ese día los británicos iniciaron el ataque contra Jerusalén.
Dos destructores estadounidenses encontraron en el océano
Atlántico a un submarino alemán, lo obligaron a emerger lanzando
cargas de profundidad, dispararon contra él hasta dejarlo incapaz
de maniobrar y entonces se rindió. La tripulación fue hecha
prisionera y el submarino fue hundido. Era la primera vez que un
barco estadounidense hundía un submarino.
Suiza se mantenía neutral en la guerra, pero internamente estaba
muy polarizada: la población francófona simpatizaba con los
aliados y la germanófona con los imperios centrales. Esto había
provocado algunas tensiones, e incluso algún conflicto diplomático
por ataques sufridos a la embajada alemana, o porque algunos
militares suizos fueron acusados de cooperar con los alemanes, o
porque algunos diplomáticos suizos habían tratado de negociar una
paz separada entre Rusia y Alemania. A estas tensiones se unía
ahora la agitación de la extrema izquierda. Los jóvenes
socialistas y los anarquistas improvisaron una fiesta para
celebrar la revolución rusa, pero finalmente derivó en una pequeña
revuelta en la que murieron tres manifestantes y un policía.
En Francia murió el escultor Auguste Rodin.
El 18 de noviembre murió de cólera el
general Maude, que tuvo que ser sustituido en la campaña de
Mesopotamia por el general William Marshall.
El 20 de noviembre franceses y
británicos iniciaron un ataque en Cambrai con la participación de
476 tanques. Los resultados del primer día de combates fueron un
éxito rotundo que fue celebrado con entusiasmo por la prensa
aliada, pues el ataque por sorpresa había logrado atravesar la
línea Hindenburg en varios puntos.
El 22 de noviembre la Rada ucraniana
se concedió una mayor autonomía, sin romper su vinculación con
Rusia.
Los bolcheviques habían tenido acceso a numerosos tratados
secretos de la diplomacia europea firmados por el Imperio Ruso o
bien acuerdos de los que éste había sido informado, y ahora se
dedicaban a publicarlos para desprestigiar a los gobiernos
capitalistas. El 23 de noviembre Izvestia
y Pravda publicaron el Acuerdo Sykes-Picot, que
era especialmente embarazoso para los aliados, pues suponía un
reparto de Oriente Medio entre Gran Bretaña y Francia que
contradecía las promesas que la Entente había hecho a sus
aliados árabes, que aspiraban a la independencia. Unos días más
tarde el texto fue reproducido por el Manchester Guardian.
Ese mismo día el gobierno bolchevique de Petrogrado abolió los
títulos nobiliarios y rangos sociales. El 24
de noviembre se aprobó el traspaso de las escuelas
religiosas al comisariado de educación.
El gobierno tuvo que emitir un decreto para proteger a Georgi
Plejánov, a quien su mujer había internado en un hospital de la
Cruz Roja francesa.
Otro desengañado de la revolución fue Piotr Kropotkin. Había
llegado a Petrogrado meses antes cargado de entusiasmo y entre
aclamaciones, pero ahora afirmaba que los bolcheviques habían
mostrado cómo no debía hacerse la revolución, mediante métodos
autoritarios en lugar de liberales.
En la ciudad de Milwaukee, en el Estado de Wisconsin, una
trabajadora social encontró una bomba junto a una iglesia
católica, y tuvo a bien llevarla dentro para que la viera el cura.
Éste la llevó a una comisaría de policía, y allí explotó. Murieron
nueve policías y una mujer que estaba allí. No se llegó a
esclarecer quién fue el autor del atentado (aparte de la
valiosísima colaboración de la mujer y el cura, sin los cuales
ningún anarquista habría soñado con meter una bomba en una
comisaría de policía), pero se sospechó del anarquista italiano Luigi
Galleani, que llevaba más de una década publicando en
Vermont la revista Cronaca Sovversiva, en la que defendía
ardientemente la Propaganda por el hecho. Alguien que lo
conoció dijo de él: Si oyes hablar a Galleani, acabas
dispuesto a disparar al primer policía que veas.
El 25 de noviembre se realizaron las
elecciones para la Asamblea Constituyente rusa. Se votaron listas
cerradas (es decir, que se votaba a los partidos y no a los
candidatos), y los resultados no se conocen con exactitud porque
el gobierno de Lenin hizo lo posible por sabotear la elección. Al
parecer, el partido Socialrevolucionario, liderado por
Víctor Chernov, obtuvo la mayoría de los votos (un 41%), mientras
que los bolcheviques apenas consiguieron el 23.5% de los votos.
Los menos votados fueron los liberales y los mencheviques. El
partido de Chernov defendía un programa muy similar al de Lenin,
pero exento de su radicalismo y partidario de convertir a Rusia en
una república democrática. Sus votantes eran principalmente los
campesinos de las áreas rurales. Por el contrario, el partido
bolchevique había obtenido la mayoría en los grandes centros
urbanos y, sobre todo, entre los soldados, pues las dos terceras
partes del ejército los apoyaba, así que Lenin contaba con fuerza
suficiente para no dejarse amedrentar. No estando dispuesto a
ceder el poder que había conseguido por algo tan nimio como haber
perdido unas elecciones, redobló su empeño por sabotear la
Asamblea Constituyente. El lema de los bolcheviques era "todo
el poder para los sóviets" (desde que los sóviets eran
bolcheviques, claro). Desde el momento en que se conocieron los
resultados, los bolcheviques iniciaron una campaña de agitación
entre obreros y soldados para contar con su apoyo cuando fuera
necesario.
Como los alemanes en el África Oriental Alemana se estaban
quedando sin suministros hasta un nivel alarmante, invadieron la
colonia portuguesa de Mozambique, derrotaron a unos 900
portugueses en Ngomano, capturaron a unos 700 y mataron o
hirieron al resto, y saquearon la colonia apropiándose de gran
cantidad de material que les permitió continuar la guerra contra
los británicos en el norte.
El 30 de noviembre los alemanes
empezaron recuperar en Cambrai el terreno que habían perdido ante
el ataque aliado. Ese día llegó a Francia una nueva división
estadounidense, conocida como arco iris, porque contaba
con soldados de todos los Estados. A su frente estaba el general Douglas
MacArthur.
Los ucranianos habían estado a la expectativa de lo que ocurría
en Petrogrado, y finalmente, al constatar el sabotaje a la
asamblea constituyente, decretaron que el gobierno bolchevique no
era una autoridad legítima, y preparó la convocatoria de su propia
asamblea constituyente.
El 5 de diciembre el gobierno
bolchevique sustituyó los antiguos tribunales de justicia por
otros nuevos nombrados por los sóviets.
En Portugal, una junta militar presidida por Sidónio Pais
disolvió el congreso y obligó al presidente Bernardino Machado a
abandonar el país.
La revolución rusa había desestabilizado la política finlandesa,
donde las fricciones entre los socialdemócratas (apoyados por
Lenin) y los conservadores no había dado lugar a una guerra civil
por falta de armas, principalmente, pero ambos bandos estaban
reuniendo armas a marchas forzadas. Hasta hacía unos meses, los
conservadores se mantenían leales al gobierno ruso, mientras que
los socialdemócratas eran independentistas, pero con el cambio
político en Rusia la situación se había invertido: ahora eran los
conservadores los más fervientes partidarios de la independencia y
los socialdemócratas trataban tímidamente de desdecirse de su
independentismo. El 6 de diciembre el
senado (dominado por los conservadores) aprobó una declaración de
independencia que los socialdemócratas no apoyaron, pero se vieron
en la necesidad de aprobar poco después su propia declaración de
independencia, que se distinguía en poco de la aprobada ya. El
presidente del Senado, Pehr Evind Svinhufvud af Qvalstad
empezó a actuar como primer ministro provisional.
Ese día todas las fuerzas políticas opositoras, desde los
liberales hasta los mencheviques, fundaron en Petrogrado la Unión
para la Defensa de la Asamblea Constituyente, con objeto de
reforzar el apoyo popular a la asamblea constituyente que el
gobierno bolchevique se había comprometido a convocar, de modo que
ésta se convirtiera en la autoridad suprema en Rusia, en
detrimento del gobierno provisional bolchevique.
El 7 de diciembre el Senado
estadounidense aprobó por unanimidad la declaración de guerra a
Austria-Hungría. La Cámara de Representantes la aprobó por 365
votos contra 1.
Para entonces los alemanes habían recuperado todo el terreno
perdido en Cambrai, excepto una pequeña sección de la línea
Hindenburg que permaneció en poder de los aliados. No obstante,
aunque la ofensiva no había tenido unos resultados significativos,
y además se había cobrado unas 45.000 vidas en cada bando, había
puesto de manifiesto que no era difícil romper la línea Hindenburg
con la estrategia adecuada, de modo que un ataque futuro mejor
preparado podría poner en jaque la resistencia alemana. Por su
parte, los alemanes tuvieron que hacer un esfuerzo enorme para
preparar sus líneas defensivas para posibles ataques con tanques.
El 8 de diciembre Sidonio Pais fue
nombrado primer ministro de Portugal.
Rusia estaba negociando con las potencias centrales su salida de
la guerra, y Rumanía, al verse sin el apoyo ruso, no tuvo más
remedio que pedir un armisticio, que fue acordado en Focșani
el 9 de diciembre, y prepararse para
unas desventajosas negociaciones de paz.
Para entonces el ejército británico tenía casi rodeada Jerusalén,
cuya única vía de comunicación con el exterior era el monte de los
olivos, que permanecía bajo el control del ejército otomano, de
donde fue expulsado al atardecer. Mientras tanto el alcalde de
Jerusalén había entregado a los británicos una carta en la que
rendía la ciudad. El texto decía:
Debido al rigor del asedio de la ciudad y al sufrimiento que este pacífico país ha sufrido por vuestros pesados cañones, y por miedo de que esas bombas mortíferas alcancen los santos lugares, nos vemos obligados a entregaros la ciudad a través de Husseins al-Husseini, el alcalde de Jerusalén, con la esperanza de que la protegeréis como nosotros la hemos protegido durante más de quinientos años.
Un año más, no hubo ceremonia de entrega de los premios Nobel.
Ese año se concedieron tres de ellos:
Los químicos alemanes Otto Hann y Lise Meitner
aislaron el último de los elementos químicos predichos por
Mendeleiev, al que llamaron protactinio. En realidad
cuatro años antes el polaco Kasimir Fajans había
descubierto un isótopo del protactinio que se desintegraba
rápidamente en uranio. El isótopo descubierto por Hann y Meitner
era mucho más estable: hacen falta 32.000 años para que se
desintegre la mitad de una muestra.
El 11 de diciembre el general Edmund Allenby entraba en Jersualén. Lo hizo a pie, en lugar de a caballo o en automóvil, en señal de respeto a la ciudad santa.
Mientras tanto el Comité Militar Revolucionario de Kiev, apoyado
por Petrogrado, entregaba un ultimátum al gobierno ucraniano en el
que exigía que todo el poder fuera transferido a los bolcheviques,
bajo amenaza de destruir la ciudad. Al mismo tiempo un ejército
del frente rumano fue desviado a Kiev para entregar el poder a los
bolcheviques, pero los militares ucranianos pudieron desbaratar el
plan sin apenas derramamiento de sangre.
Ese día estaba prevista la inauguración de la Asamblea
Constituyente rusa, pero Lenin la pospuso alegando que no habían
llegado a Petrogrado un número suficiente de delegados. Los
partidarios de la asamblea organizaron una manifestación en su
apoyo que convocó en el centro de la capital rusa a un gran número
de personas (aunque las cifras varían según las fuentes, entre
10.000 y 100.000) que por su aspecto debían de ser
mayoritariamente de clases medias y altas. La mitad de los
delegados para la asamblea presentes en la ciudad se reunieron e
inauguraron una "asamblea oficiosa" que se reuniría diariamente
hasta que hubiera el cuórum necesario para inaugurar la asamblea
oficial. Sin embargo, el 12 de diciembre,
cuando volvieron a reunirse, fueron expulsados del recinto y ya no
se les volvió a permitir el acceso. Lenin estaba publicado una
serie de escritos en los que desprestigiaba a la Asamblea
Constituyente y afirmaba que debía limitarse a ratificar las
disposiciones del gobierno, cuya autoridad era superior.
El 15 de diciembre Trotski firmó un
armisticio con las potencias centrales, que entraría en vigor dos
días después, para iniciar a su vez las conversaciones de paz
encaminadas a que Rusia saliera de la guerra. Ese día la región
rusa de Besarabia proclamó su independencia bajo el nombre de República
Democrática de Moldavia. (Besarabia era la parte del
antiguo principado de Moldavia que Rusia había conquistado al
Imperio Otomano. La parte que permaneció bajo dominio turco se
independizó más tarde y se unió al principado de Valaquia para
formar Rumanía.)
El 17 de diciembre se inauguró el Primer
Congreso de los Sóviets de Diputados de Trabajadores, Soldados y
Campesinos de Ucrania. Cuando los bolcheviques descubrieron
que no eran la mayoría, trataron de que el Congreso no fuera
considerado como un congreso, sino como un mero "encuentro". Su
propuesta no fue aceptada y entonces los delegados bolcheviques
abandonaron el congreso. Ese mismo día llegó un nuevo ultimátum,
firmado por Lenin y Trotsky, que exigían la entrega del poder a
los bolcheviques en 48 horas.
Ese día un submarino alemán hundió un destructor estadounidense
cerca de Irlanda.
El 18 de diciembre se disolvió el Comité
Militar Revolucionario de Petrogrado, pues sus funciones
estaban siendo desempeñadas por los ministerios del nuevo gobierno
y sus dirigentes estaban chocando en algunos asuntos con el propio
gobierno.
En el Cáucaso la revolución soviética había formado el Comisariado
Transcaucásico, que ese día firmó un armisticio con el
Imperio Otomano. El Comisariado consideraba a su territorio como
parte de Rusia, mientras que los otomanos lo consideraban una
entidad independiente.
El Congreso estadounidense aprobó una resolución de enmienda a la
constitución por la que se prohibía la elaboración, distribución,
importación y venta de bebidas alcohólicas, que ahora pasaba a los
distintos Estados para su ratificación. Ese año Indiana, Michigan
y Florida, habían aprobado una ley estatal al respecto, y Montana
lo haría una semanas más tarde.
El 19 de diciembre, el Congreso de los
Sóviets de Ucrania condenó el ultimátum de Lenin y Trotsky.
El 20 de diciembre el gobierno ruso
fundó la "Comisión Extraordinaria Panrusa para la lucha contra
la Contrarrevolución y el Sabotaje", más conocida por sus
iniciales en ruso como "la Checa", que era la sucesora del
servicio de inteligencia zarista, cuyo objetivo era suprimir y
liquidar por cualquier medio todo acto contrarrevolucionario o
desviacionista, es decir, que no sólo había que exterminar a los
contrarios a la revolución, sino también a los partidarios que no
la concibieran exactamente igual que Lenin. Su máximo responsable
fue Félix Dzerzhinski.
El gobierno ucraniano comunicó a Petrogrado que no aceptaba el
ultimátum y el gobierno bolchevique declaró la guerra a Ucrania.
El ejército británico cruzó por la noche el río Yarkon,
con lo que aseguraba la comunicación entre Jerusalén y el puerto
de Jafa.
Un ejército bolchevique ruso había entrado en Ucrania, apoyado
por los bolcheviques locales, que el 25 de
diciembre proclamaron en Járkov la República
Socialista Soviética de Ucrania. El 26
de diciembre el ejército ruso tomó Járkov.
El 27 de diciembre los otomanos, tras
haber recibido refuerzos, intentaron recuperar Jerusalén, pero
fueron rechazados.
Sidonio Pais ocupó el cargo de Presidente en funciones de la
República Portuguesa.
El 28 de diciembre los bolcheviques
ucranianos inauguraron en Járkov el "verdadero" Congreso de
los Sóviets de Ucrania. Se notaba que era el verdadero
porque todos los delegados eran bolcheviques.
El 31 de diciembre el gobierno de Petrogrado reconoció en un decreto la independencia de Finlandia.
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