LO QUE LOPE DIJO EN SU
DÍA...
Parece ser que el concepto que Lope de Vega tuvo de Góngora
no fue
siempre el mismo. Escribió versos caricaturizando su estilo y
otros en su alabanza. Aunque no se puede afirmar nada con certeza, es
plausible que empezara escandalizado y terminara admirándolo. El
soneto siguiente fue incluido con dos variantes principales en los dos
últimos versos (véase las notas correspondientes) en una
carta al duque de
Sessa y, posteriormente, en el acto IV de La Dorotea:
Pululando
de culto, Claudio, amigo,
minotaurista soy desde mañana;
derelinquo la frasi castellana,
vayan las solitúdines conmigo.
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4 |
Por
precursora, desde hoy más me obligo
a la Aurora llamar Bautista o Juana;
chamelote la mar, la ronca rana
mosca de agua, y sarna de oro al trigo.
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Mal
afecto de mí, con tedio y murrio,
cáligas diré ya, que no
griguiescos,
como en el tiempo del pastor Bandurrio.
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Estos
versos, ¿son turcos o tudescos?
Tú, lector Garibay, si eres
gongurrio,
apláudelos, pues son
polifemescos.
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NOTAS:
- Pulular es un cultismo por "crecer", "proliferar". Lope lo
empleó forzadamente (parodiando el lenguaje forzado de la
poesía culterana) en el sentido de "presumiendo de culto".
- "Minotaurista" alude, por sinécdoque, al exceso de
referencias mitológicas en la poesía culterana.
- "Relinquere" en latín es "abandonar", "dejar
atrás". El prefijo "de" también indica separación,
de modo que el palabro "derelinquo" sería el equivalente en
latín a algo así como un pleonástico "desabandono"
en castellano. Lope se burlaba así de los cultismos
insólitos que acuñaban los culteranos, como
"cerúleo", "ebúrneo", etc. Igualmente, "frasi" es una
forma helenizada de "frase".
- "Solitudines" en latín son "Soledades", que es el
título de uno de los poemas mayores de Góngora.
- "Desde hoy más" era una forma usual en la época de
decir "desde hoy en adelante".
- Los cristianos llamaban "Precursor" a Juan el Bautista, porque
precedió a Jesucristo, anunciando su llegada. Así, como
la Aurora precede al Sol y anuncia su salida, Lope (o el culto autor
ficticio del poema) se propone llamar a la Aurora Bautista o Juana.
Lope caricaturiza así las forzadas metáforas culteranas.
- Chamelote: Tela de seda,
pensada con tal arte que sale su lustre ondeando de color, y formando
una figura como la que usan los pintores para expresar las ondas.
(Aut.) Por ello, podría llamarse chamelote a la mar.
- "Mosca" o "mosca de burro" se aplicaba a alguien pesado o
molesto. La rana, con su desagradable, ronco croar, podría
llamarse
metafóricamente "mosca de agua". Los granos de trigo, salvo por
su color dorado, se parecen al sarpullido que produce la sarna.
- "Murrio" es tristeza, melancolía.
- Cáligas: Armadura de la
pierna que usaban los romanos, que parece llegaba desde el pie hasta la
pantorrilla. (Aut.) Griguiescos: Pantalón alto, corto y
muy ancho.
- Dice Lope en la Dorotea: "Bandurrio
es muy antiguo. Fue el
primer inventor de las bandurrias que hoy llaman de su nombre. Es
instrumento pequeño que, a guisa de los que lo son, en
subiéndosele el humo a las narices tapará un
órgano. Fue Bandurrio llamado Rústico Orfeo porque,
habiéndose muerto su dama, intentó ir a los Campos
Eliseos. Y habiendo llegado con esta locura una noche a las dehesas
Gamenosas junto a Córdoba, se le antojó que unas yeguas
blancas eran las almas. Sacó su bandurria y espantó de
manera los ganados, que los yegüeros ignorantes, como si fueran
las bacanales de Tracia, le mataron a palos". Así pues, "en el tiempo del pastor
Bandurrio" es como "en el
tiempo de Mari
Castaña", es decir, en tiempos muy remotos. Lope acusa a
los culteranos de usar arcaísmos,
como cáligas, en lugar de palabras de la época, como
griguiescos.
- Tudescos: alemanes. Lope se plantea si el lenguaje de la
poesía culterana es turco o alemán, ya que castellano no
parece que sea.
- Garibay es un apellido típico vasco. Los vascos
tenían fama de hablar muy mal el castellano. Compárese,
por ejemplo, con las réplicas que da el vizcaíno a don
Quijote:
¿Yo no
caballero? Juro a Dios tan mientes como cristiano. Si
lanza arrojas y espada sacas ¡el agua cuán presto
verás que al gato llevas! Vizcaíno por tierra, hidalgo
por mar, hidalgo por el diablo, y mientes que mira si otra dices cosa.
"Gongurrio" es,
obviamente, un peyorativo de "gongorista", pero en las versiones
publicadas del soneto dice en su lugar "bamburrio". Es razonable
conjeturar que se trate de un derivado de "bambarria": Nombre impuesto a los tontos babosos, que
con la abundancia de la pituita pronuncian mal las dicciones y son
balbucientes. (Cov.)
- "Polifemescos": propios de la Fábula
de Polifemo y Galatea, otro de los poemas mayores de
Góngora. En las versiones
publicadas Lope lo cambió por "cultidiablescos". Hay quien
defiende que el poema está dirigido contra los malos imitadores
de Góngora y no contra el propio
Góngora, aunque la alusión a las Soledades en el verso 4, que
permanece en las versiones
publicadas, no parece casar con esta lectura.
...Y LO QUE DIRÍA
HOY:
Tanto si Lope acabó admirando o no la obra de Góngora, no
cabe duda de que si hubiera vivido en la actualidad no habría
gastado su ingenio caricaturizando el uso "culto" del castellano, ya
que tendría a su disposición una presa más
apetecible y más dramática para sus parodias. Tal vez
habría escrito algo así:
Presumiendo
de necio, Claudio, amigo,
profeministo soy desde mañana;
la gramática abjuro castellana,
patéticos palabros van conmigo;
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4 |
Por
si es travesti, desde hoy más me obligo
al decano llamar decano/ana;
toda "o" cambiaré en arrob@
van@,
con juezas y cantantas te atosigo.
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8
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Prodigando
incoherencias, tedio y murrio,
frases prolongaré en giros
grotescos,
que aturdirían al pastor
Bandurrio.
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Estos
versos, ¿son turcos o tudescos?
Tú, lectora o lector, si eres
bamburrio,
apláudelos, pues son
femisimiescos.
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NOTAS:
- Necio es el ignorante que no se reconoce como tal. Ahora Lope
diría, sin duda, "necio" porque quienes destrozan el lenguaje no
son una escuela de literatos, como ocurría (según
él) en el Siglo de Oro, ni siquiera periodistas,
políticos, ni mucho menos gente humilde de escasa
formación, sino catedráticos universitarios y aspirantes
a tales, que bajo ningún concepto reconocerían su
deplorable incompetencia lingüística.
- "Profeministo" es una parodia de las absurdas terminaciones
amorfológicas, como "modisto", "concejala", "cancillera", etc.,
que algunos usan con la necia intención de luchar contra la
paranoica
maquinación discriminatoria machista judeomasónica
comunista radical del buen hablar. Evidentemente, Lope no
estaría burlándose con ello del feminismo en sentido
estricto, es decir, de la lucha por la equiparación completa de
los derechos y las oportunidades de las mujeres respecto de los
hombres, causa de la que sólo un mentecato podría
burlarse, sino del feminismo superficial y descerebrado que origina los
desaguisados lingüísticos denunciados en el soneto. El
redundante prefijo "pro" parodiaría además el insensto
léxico técnico de los "profeministos" que incluye
barbarismos como "violencia de
género" y muchas otras lindezas.
- Aquí Lope aludiría a las construcciones
agramaticales de los "profeministos", como decir "los y las alumnas".
(Búsquese en google "los y
las", así, entre comillas, y
espántese del número de páginas encontradas.) Cabe
destacar también el uso del verbo "abjurar", que en sentido
estricto se usa para referirse, no al rechazo de una opción
cualquiera frente a otra alternativa ni mejor ni peor, sino a la
negación de algo trascendente (tradicionalmente un dogma
religioso). Lope estaría así denunciando que atentar
contra la
gramática no es un asunto frívolo, que hasta
podría tenerse por gracioso, sino que supone degradar un
patrimonio valioso que
habría de ser custodiado por todos.
- Un palabro es una palabra falsa, inventada. (Figura en el
diccionario, por lo que "palabro" no es un palabro.) Patético es
algo que inspira sentimientos contrapuestos. En este caso, Lope se
referiría a la risa que inspirarían tales palabros si no
inspiraran la pena que necesariamente ha de inspirar tal
degradación del
lenguaje.
- Tal y como explica la RAE: Solo cuando la
oposición de sexos es un factor relevante en el contexto es
necesaria la mención explícita de ambos géneros: La proporción de alumnos y
alumnas en las aulas se ha ido
invirtiendo progresivamente; En las actividades deportivas
deberán participar por igual alumnos y alumnas. Es muy
difícil imaginar un contexto en el que el sexo de un decano sea
relevante, por lo que mencionar explícitamente ambos
géneros en una expresión como "el decano o la decana" o el "decano/ana" sólo
puodría
entenderse (si hubiéramos de suponer coherencia) como un resabio
de machismo mal disimulado. Es como si
alguien dijera "No me
importaría tener un alumno negro, pues estoy seguro de que
podría aprobar igual que un blanco". A pesar del
contenido literal de la frase, alguien que diga eso es indudablemente
un racista que en el fondo desconfía de las capacidades de los
negros. Sin embargo, Lope habría encontrado un contexto (jocoso)
en el que sería razonable decir "el decano o la decana" sin delatar
machismo (ni necedad), a saber, que existiera la posibilidad o la
sospecha no confirmada de que el
decano fuera travesti, con lo cual, la mención explícita
de ambos géneros en "hoy
vendrá el decano o la decana"
estaría justificada como expresión de la duda acerca de
cuál es el género correcto que cabría emplear al
referirse a la persona en cuestión.
- Por la métrica, Lope obligaría aquí a leer "decanoana", y en verdad no hay
otra forma de leer lo que prácticamente puede considerarse un
palabro, al igual que otros como "estimádoa
compañéroa", tan en boga.
- Lope aludiría aquí al deplorable uso de la arroba
en palabros como "estimad@
compañer@".
- Nueva alusión a los femeninos fantasmas, como "jueza", usado por los que ignoran
que "juez" procede del latín iudex,
que a su vez es una forma arcaica de un participio de presente, algo
así como "ley-dicente",
que es válido para hombres y mujeres, igual que "cantante". Lope
estaría denunciando aquí que "jueza" es tan absurdo como lo
sería "cantanta" (y como lo son otros palabros tales como
"presidenta", tristemente extendidos). En cambio, es sorprendente la
reticencia en la gente a usar un femenino tan impecable como
"médica" para referirse a una profesional de la medicina, y en
su lugar se suele usar impropiamente el masculino "médico". Cabe
destacar también el uso de "atosigo".
En tiempos de Lope, además de "agobiar", el verbo "atosigar"
significaba
también "envenenar". Tal vez el Lope moderno tendría
presente este uso de sus años mozos.
- Aludiría aquí Lope a las incoherencias globales en
las que caen necesariamente los "profeministos", ya que es humanamente
imposible aplicar sistemáticamente la pseudogramática que
han creado. Por ejemplo, hace unos días he recibido un escrito
firmado por un vicerrector de la Universidad de Valencia donde dice "La universidad dispondrá de una
relación fehaciente de doctorandos y doctorandas activos",
y uno no deja de preguntarse por qué no son "activos y activas", como
reclamaría a gritos la lógica más elemental. Por
otra parte, como destinatarios del documento figuran (entre otros) los "directores de departamento", de
donde se deduce que, aunque el vicerrector manifiesta su
convicción de que las mujeres están capacitadas para
doctorarse (y esto le lleva a uno a preguntarse por qué no lo
iban a estar), no contempla, en cambio, la posibilidad de que lleguen a
directoras de departamento. Lope diría además que tales
incoherencias se prodigan junto con "tedio y murrio", pues, en efecto,
la lectura de los textos "profeministos"
resulta insufrible para cualquier castellanohablante "nativo".
- Lope se referiría aquí a lo enrevesadas que
resultan las frases de los "profeministos", principalmente por estar
infestadas de pleonasmos machacones. Por ejemplo, en los estatutos de
la Universidad de Valencia podemos leer esperpentos como éste:
Artículo 28
1. El director o directora
del departamento es elegido por el consejo
de departamento y nombrado por el
rector o la rectora. Para ser candidato
o candidata
son necesarias las siguientes condiciones:
a) Ser profesor doctor o profesora
doctora perteneciente a los cuerpos
docentes universitarios [...]
b) No haber sido revocado como tal durante los seis meses anteriores a
la elección.
Nótese la incoherencia usual: "debería" decir "es elegido o elegida" y "no haber sido revocado o revocada".
Es absurdo aceptar que los masculinos "elegido" y "revocado" pueden
aplicarse indistintamente a hombres y mujeres pero, en cambio,
"director", "candidato" o "profesor doctor" no. Como dijo
Cicerón: Ubinam gentium sumus?
- Lope se plantearía aquí qué pensaría
un hombre sencillo, alguien de los antiguos tiempos en que la gente
hablaba guiada por su buen juicio en lugar de por ideologías
alienantes, alguien que desconociera por completo esas
ideologías, personificado aquí en el pastor Bandurrio, si
leyera un texto estrambótico como el citado en la nota anterior.
Evidentemente, su
primera reacción sería de estupefacción.
Diría, como Lope hizo decir a Garcilaso en otro de sus sonetos: ¡Que en tan poco tiempo tal lengua
entre cristianos haya!
- Es evidente que Lope no tendría más motivos para
dudar de que la oscura lengua de los culteranos fuera el castellano que
para dudar otro tanto de la pedante y anarquista lengua de los
claustrales que han redactado los estatutos de la Universidad de
Valencia o, en general, de la jerigonza que adoptan los "profeministos"
de medio pelo que "pululan de cultos"
hoy en día.
- Aunque "lector Garibay"
seguiría siendo apropiado hoy en día, ya que la prosa de
los "profeministos" bien podría confundirse con el castellano
que usa el vizcaíno del Quijote, Lope
preferiría apelar a su hipotético lector "profeministo"
con su ridículo y pleonástico apelativo favorito "lectora
o lector", más propio del jefe de pista de un circo (señoras y señores,
niños y niñas, etc.),
seguido de la típica incoherencia de llamarlo "bamburrio" en
lugar de "bamburria o bamburrio". Este adjetivo seguiría siendo
ahora tan válido como en la versión antigua del soneto
(véase más arriba la nota 13 a dicha versión).
- "Femisimiesco" sería un compuesto de
"feminista" y "simiesco", con el que Lope aludiría a quienes
tratan de imitar a los defensores del feminismo bien entendido, pero
que no van más allá de una burda imitación
simiesca, torpe y superficial, llena de confusiones que hasta hace poco
sólo engañaban a los estudiantes extranjeros novatos, a
los que no es raro oírles decir cosas como que "el español es una idioma muy
bonita". Si leyeran los estatutos de la Universidad de Valencia
(o textos similares), dirían que es "una
idioma muy fea".
Para terminar, es imprescindible señalar una diferencia
crucial entre la crítica antigua de Lope a la poesía de
Góngora y su hipotética crítica moderna a los
prosaicos "profeministos", y es que en la primera... ¡no
tenía razón!
Carlos
Ivorra