SE ACELERA LA MODIFICACIÓN DE LA L.R.U.:
EL PROYECTO DE LEY SE PRESENTARA A FINALES DE 2001
En la apertura de las Jornadas CCOO sobre "La Universidad: servicio,
motor y conciencia
social" celebradas los pasados 9-10, en Barcelona, el Secretario del
Consejo de
Universidades, Vicente Ortega, confirmó que el MEC se propone
presentar el proyecto de
modificación de la LRU a finales de 2001. Para febrero
de 2001 se dispondría de un primer
borrador, a partir del cual iniciar las negociaciones para conseguir
el mayor consenso
posible. Tal aceleración parece ser indicación del propio
Presidente de Gobierno, para
evitar coincidencias con la presidencia europea del primer semestre
de 2002.
No se plantea un simple parcheo de la LRU, sino una nueva ley de ordenación
del sistema
universitario (LOSU) de largo horizonte. No está aún
claro si tendrá un carácter detallista o
de ley marco. En cualquier caso, la ministra ha destacado como principales
los temas de
profesorado y de órganos de gobierno.
Por otra parte, Vicente Ortega confirmó el desbloqueo de la firma
de los convenios
trilaterales para la financiación del Plan de Estabilización
del Profesorado, y la constitución
de un grupo de trabajo en el Consejo de Universidades para abordar
los complementos
retributivos autonómicos.
CRECIENTE DESVIACIÓN DE FONDOS PÚBLICOS DE I+D HACIA
EL SECTOR
PRIVADO.
Los presupuestos de I+D para 2001 destinan 60'4 MMPtas al sector público,
frente a los
346'6 de transferencias y créditos al sector empresarial privado.
Se sigue, pues,
apostando en esta dirección como forma de promover la inversión
privada en I+D, a pesar
de que se ha mostrado totalmente ineficaz: incluso durante los
últimos años de bonanza
económica, dicha inversión privada ha seguido estancada,
situándose en
aproximadamente un 25% de la media de los países de la OCDE.
En particular, los referidos 60'4 MMptas para el sector público
contrastan con los 58
transferidos a las empresas de TIC. Parece que el "regalo" de la adjudicación
de
frecuencias no fue suficiente: pagaron 80.000 Mptas, y ahora se les
devuelve casi el 75%.
Para la Universidad, todo ello confirma la creciente precarización
y dependencia de sus
actividades de I+D a que nos referíamos en la anterior
"hoja".