Hoja del Lunes Nº 239
(27 de Enero de 2003)


LOS PRESUPUESTOS DE I+D NOS ALEJAN AUN MAS DE EUROPA

Según manifestó IU, el presupuesto previsto para I+D no se corresponde, por su dotación, al esfuerzo necesario para que nuestro país reduzca la brecha diferencial que le sigue alejando de la convergencia real con los países miembros de la UE, cuyo gasto medio en I+D se sitúa en el 2,2% del PIB. Mientras, nuestro país sigue estancado en cifras en torno al 0,9% desde hace cinco años. Esta falta de una apuesta clara por el I+D se produce además en el contexto de una crisis internacional, que hace palpable cómo tiene que ser en el terreno de la innovación científica y tecnológica donde nuestro país debe basar su estrategia de desarrollo, ante la evidencia de fracaso del modelo basado en precariedad y bajos costos salariales.

El Programa de investigación y estudio de las fuerzas armadas sigue ocupando un lugar prioritario. La firma por más de 1.500 científicos declarándose objetores de conciencia para no trabajar en temas relacionados con el sector de Defensa, debería ser tenido muy en cuanta como muestra del grado de contestación social que produce esta orientación. De hecho, la suma de los recursos dedicados al Programa Investigación y Estudios de las Fuerzas Armadas y los créditos a empresas para desarrollo tecnológico relacionados con Programas de Defensa significa casi el 50% de los gastos totales destinados a investigación.

Por otra parte, el presupuesto se basa en una reducción en el ritmo de crecimiento de las plantillas de los centros públicos, mientras se consagra el modelo de precariedad del personal que trabaja en la investigación. De hecho el 50% del personal que trabaja día a día en los centros públicos lo hace en condiciones de precariedad, mientras el Gobierno niega sus derechos laborales a este personal precario y retrasa sine die la aprobación de su estatuto.

Los presupuestos no preparan tampoco al país ante el nuevo programa marco europeo que exige esfuerzos notables de coordinación de temas de trabajo y grupos de investigación, ya que el marco europeo plantea objetivos para sectores industriales y grandes grupos de investigación. Por el contrario, la política actual ha conducido a una trayectoria de atomización y competitividad extrema entre equipos de investigación, que parece difícil solventar a corto plazo.

Asimismo, se denuncia que los presupuestos ahondan en una política clara de subvenciones a sectores e industrias bajo reglas no controladas mientras se estancan los fondos dedicados al Plan Nacional de Investigación, cuyas reglas de concurrencia han estado en la base del surgimiento de la comunidad científica experimentada en los últimos quince años
 
 

                                                                          SECRETARIA DE UNIVERSIDAD