HOJA DEL LUNES Nº 362

(3 de Abril de 2006)

LA MANIFIESTA INCAPACIDAD DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN
PARA LIDERAR UN PROCESO DE REFORMA NEGOCIADA DE LA LOU

La Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras denuncia la falta de diálogo y de negociación por parte del Ministerio de Educación respecto a la reforma de la LOU.

Uno de los argumentos fundamentales de los participantes en las movilizaciones de 2001 contra la imposición de la LOU, era la falta de participación en su concepción, elaboración y tramitación. Todos los agentes de la vida universitaria protestaban, entre otras cosas, por el cinismo de un gobierno y del partido que lo sustentaba en tanto en cuanto se habían dedicado a una feroz campaña de desprestigio de la universidad española, aprovechando la opinión muy extendida de la necesidad de reformar la LRU. La reforma se hacía sin respetar los mínimos cauces de participación, debate o negociación.

El PSOE incluyó la reforma de la LOU como uno de los objetivos del programa electoral que llevó a Zapatero a la Moncloa. Sin embargo, a estas alturas, lo preocupante es que los responsables del MEC han conseguido aburrir hasta al lucero del alba, y la mayoría de las voces que se oyen respecto a la reforma es: “que hagan lo que sea, pero que lo hagan ya”. Y desde el MEC se suaviza la situación diciendo que “la reforma ahora será pequeña y para 2010 haremos algo de mayor enjundia”. Además, los rectores insisten en que lo más importante, es que no haya que volver a reformar los estatutos de cada universidad, aunque con la propuesta hecha por el MEC se tendrán que reformar.

Parece que no tiene mucha importancia poner manga por hombro la estructura de personal de las universidades, saboteando la carrera de quienes hicieron lo que establecía la LRU, así como los esfuerzos de los últimos años de quienes han acondicionado su quehacer para cumplir con los objetivos que se exigen en la LOU y conseguir la estabilidad. No tiene importancia extinguir cuerpos docentes y dejar en la estacada a quienes no tienen ninguna opción de obtener el doctorado en un plazo razonable o poner múltiples dificultades para la integración de los que ya son doctores. No tiene importancia seguir negando la posibilidad de una carrera profesional sobre la base de la promoción por méritos frente a la carrera de obstáculos de la LOU.

Tampoco preocupa mucho la construcción del espacio europeo de educación superior, perdiéndose la oportunidad de hacer una verdadera reforma que nos ponga en condiciones de afrontar ese proceso, participando activamente en su construcción y no a remolque como hasta ahora.

Es evidente que la reforma de la LOU, sea superficial o profunda, y la adaptación al EEES pasa inexcusablemente por el personal de las universidades. Pues bien, a pesar de todo lo que establece nuestro ordenamiento jurídico, los rectores consideran que son ellos quienes representan a ese personal (también en lo que a condiciones de trabajo y retributivas se refiere); el gobierno también considera que puede regular las condiciones de trabajo de los trabajadores y trabajadoras de las universidades, funcionarios o laborales, como se hacía en las viejas ordenanzas laborales franquistas, sin negociar con los sindicatos que son sus legítimos representantes.

El Secretario de Estado vuelve a mentir por enésima vez, cambia las fechas y dice en la prensa que el texto entrará en mayo en el Parlamento. CC.OO. ha auspiciado junto con los demás sindicatos la petición de convocatoria de la Mesa Sectorial. Siguen sin convocarla, pero afirmando que va a negociar ¿cuándo? Las informaciones que llegan del MEC indican que siguen sin tener un nuevo borrador que recoja las primeras aportaciones y pueda servir de base a esa supuesta negociación. La manifiesta incapacidad para elaborar esa propuesta o de contestar a nuestras aportaciones después de cuatro meses (con las graves consecuencias de inseguridad para quienes tienen que tomar decisiones sobre su carrera profesional) debería ser suficiente para que el equipo del MEC, con la ministra a la cabeza, presentase la dimisión o para que desde Moncloa se plantee su cese.


SECRETARIA DE UNIVERSIDAD