El sistema electoral de listas cerradas que ha venido siendo utilizado en el Partido ha posibilitado una representación proporcional de sus distintas sensibilidades, corrientes, tendencias o fracciones tanto en la composición de los Comités como en la elección de delegaciones. Pero ha tenido también el efecto perverso de potenciar la cristalización de dichas sensibilidades, corrientes, tendencias o fracciones, forzando a los miembros del Partido a elegir entre ellas a la hora de emitir su voto, y privándoles de la libertad de escoger en cada caso a quienes considerara que fueran los y las comunistas más adecuados para formar parte de un Comité o de una delegación.
Para superar dicho efecto perverso, se ha planteado en diversos ámbitos la utilización de un sistema proporcional de lista abierta. A tal efecto, se han venido utilizando diversas modalidades de voto ordenado ponderado, consistente en que cada votante escoge y ordena las personas candidatas a las que quiere votar, y al escrutar su papeleta se asigna a cada una una puntuación distinta según el número de orden asignado.
Dichos sistemas, escogiendo adecuadamente las puntuaciones, posibilita una representación proporcional cuando distintas posiciones se expresan en votos diferenciados ordenados, sin forzar a escoger entre candidaturas cerradas.
Pero el principal problema de dichos sistemas es que, a no ser que se utilicen cláusulas específicas para garantizar la proporcionalidad, ésta puede vulnerarse si una mayoría organizada realiza una dispersión controlada de votos cruzados para obtener una representación mayor de la que le correspondería proporcionalmente.
Para evitarlo, en la VII Asamblea de EUPV se aprobó un sistema mixto en el que cada votante puede optar en votar en lista abierta o a candidaturas cerradas, garantizando a éstas las representación que proporcionalmente les correspondiera. Este sistema, no obstante, obliga a la utilización complementaria de listas cerradas, por lo que, aunque satisface el principio de pluralidad en IU, si se utilizara en el Partido continuaría potenciando el fraccionamiento que habría que evitar. Por ello, para el Partido habría que utilizar un sistema distinto que garantice la proporcionalidad sin recurrir al uso de listas cerradas. Para ello se propone aquí un método que, inspirándose en el llamado voto personal transferible, mantiene el sistema de voto ordenado ponderado garantizando la proporcionalidad frente a posibles maniobras de copo:
También es no sólo posible, sino altamente aconsejable, que una Comisión de Candidatura con representantes de las distintas organizaciones realice una recomendación ordenada de voto. Y es legítimo que en el debate previo a la votación se realicen otras recomendaciones de voto, oralmente o por escrito, a una o más personas, ordenadas o no. Pero tales recomendaciones en ningún caso constituirían listas cerradas, y por tanto quedaría a la libertad de cada votante seguir o no, total o parcialmente, dichas recomendaciones. En cualquier caso, el resultado de la votación dependerá de las conjunción de los votos libremente emitidos.
Por todo ello, el sistema propuesto permitirá aunar el reforzamiento de la unidad del Partido y de su funcionamiento democrático.
NOTA: el sistema antes descrito modifica el último paso de una propuesta presentada previamente (el 6 de octubre del 1) con el fin de abreviar el escrutinio; el sistema puede permitir también ordenar una candidatura si los pasos 2 a 6 se aplican sucesivamente para atribuir el 1º puesto, el 2º puesto, etc.