LAS PRIMARIAS DE PABLEMOS Y LA UNIDAD POPULAR
Rafael Pla López
 
Podemos irrumpió en las Elecciones Europeas de 2014 como un vendaval que sacudió la esfera política en España. La integración de sus eurodiputados en el grupo parlamentario de la Izquierda Unitaria Europea reforzó las esperanzas que despertaron entre la gente de izquierdas, es decir, entre la gente comprometida con los de abajo, aunque determinadas formas de actuación (entre ellas la papeleta de votación con el rostro de su líder) levantaron críticas de personalismo que precisamente estimularon la denominación irónica de "Pablemos".

En la perspectiva de las elecciones autonómicas y municipales, Podemos rechazó la propuesta de confluencia de la izquierda planteada por IU, negándose a ubicarse (o "encasillarse") en el espacio de la izquierda. No obstante, y en el marco de la prohibición de utilizar su denominación en las elecciones municipales, y por ende de realizar coaliciones, sus círculos terminaron participando en muchos casos, en la mayoría junto a IU, en lo que se llamaron candidaturas de Unidad Popular. Y aunque sólo hegemonizó algunas de ellas (como las de Madrid, València o Castelló en las que se descolgó IU, pero no las de Barcelona, Alacant o Galicia), consiguió identificarlas mediáticamente con su propia organización.

Por otra parte, los resultados obtenidos en las elecciones autonómicas tuvieron un doble efecto: por un lado, obtuvieron una representación apreciable pero que, a diferencia de candidaturas de Unidad Popular como las de Barcelona, Madrid, Zaragoza, Santiago o La Coruña, no le permitían superar el bipartidismo, limitándoles a un papel de apoyo al PSOE; por otro lado, mostraron una consolidación organizativa, con líderes como Teresa Rodríguez en Andalucía y Pablo Echenique en Aragón, que iban más allá de la figura mediática de su líder fundador y secretario general. Parecía que "Podemos" superaba el estigma personalista de su nacimiento y dejaba de ser "Pablemos".

Ahora bien, la estrategia adoptada para las elecciones generales acentúa su tara personalista de nacimiento. Y no sólo por la prepotencia y grosería de la respuesta de su secretario general a la propuesta de IU para la Unidad Popular, y su irreal pretensión de encuadrar la Unidad Popular en el marco de Podemos, sino por el método acordado por su dirección para la elección de sus candidaturas.

En efecto, las primarias en circunscripción única y por sistema mayoritario son un paradigma de cómo no puede hacerse la Unidad Popular en el marco multinacional del Estado Español.

Ya no se trata sólo de querer hacer pasar a todo el mundo por el aro de Podemos (con la digna negativa de Alberto Garzón, Beatriz Talegón y Ximo Bosch), sino de menospreciar la pluralidad política y territorial de las fuerzas del cambio en el Estado Español.

Por un lado el sistema mayoritario en lista abierta, ya utilizado en las anteriores primarias de Podemos, permite marginar al 49% de los votantes (o más si votan de forma dispersa) y posibilita a su dirección, aupada por su fuerza mediática, copar todos los puestos en liza. Es un sistema electoral tan poco novedoso que ya lo utilizaba el PCE en tiempos de Santiago Carrillo hasta que posteriormente pasó a utilizar sistemas proporcionales, usados por IU desde el principio. Renuncia así a utilizar algún sistema proporcional en lista abierta (ver http://www.uv.es/pla/sistelec/propobga.html), como los que se han usado en las candidaturas de Unidad Popular, el que se viene usando desde hace años en EUPV o el que propuso en su momento su corriente "Sumando Podemos", y que permiten respetar la pluralidad de sensibilidades políticas junto a la libertad de elección de los votantes para escoger a sus candidatos y candidatas.

Por otro lado el sistema de circunscripción única supone un desprecio a la pluralidad nacional y regional del Estado Español, y precisamente al potenciar el centralismo desactiva la participación de las bases, incapacitándolas para elegir a los candidatos de sus propias comunidades. Y es sangrante que se intente justificar a través de la crítica al sistema electoral del Estado mediante circunscripciones provinciales, cuando precisamente lo que se critica de dicho sistema es la distorsión de la proporcionalidad, proporcionalidad que las primarias de "Pablemos" anulan por completo. Además, dicha distorsión se corregiría utilizando como circunscripciones las comunidades autónomas, como puede verse en la simulación de las anteriores elecciones generales (http://www.uv.es/pla/sistelec/simu2011.htm).

El motivo real para dicho sistema de primarias es, probablemente, asegurar el control por parte de la dirección de las cabeceras de todas las candidaturas y/o todos los puestos de salida, a la mayor gloria de su secretario general encabezando la lista propuesta. Con ello Podemos se aleja de la Unidad Popular para reducirse a Pablemos. Quizá ello pueda satisfacer su ego, pero será una catástrofe para la Unidad Popular que es la única forma de superar el bipartidismo (o tripartidismo con C's) sumiso a la Troika. Unidad Popular por la cual deberemos seguir trabajando, construyéndola desde abajo, aunque la reacción de las bases de Podemos no impida evitar su plasmación para las próximas elecciones generales.