RECONQUISTAR CATALUNYA RESPETANDO SU SOBERANÍA
Rafael Pla López

Hay que recordar que la convocatoria de las elecciones el 27S en Catalunya se hizo ante la actuación del Gobierno del PP, con el apoyo del Tribunal Constitucional, impidiendo una consulta sobre la independencia. Este hecho, y no las declaraciones de los convocantes, es el que les ha dado un carácter plebiscitario. Y el resultado, escrutado el 86%, es claro: 47'7% de votos a candidaturas por la independencia, 26'6% a candidaturas opuestas a la independencia, y 24'6% a candidaturas que no se definían al respecto pero defendían el derecho a decidir. En estas condiciones, hay que reconocer abiertamente que el pueblo de Catalunya se ha pronunciado mayoritariamente por su independencia.

Y no vale el argumento de que no llega al 50%: el porcentaje de quienes se han pronunciado por permanecer dentro del Estado Español es muy inferior.

Ciertamente, sería preferible que la decisión se tomara por un referéndum vinculante con opciones claras. Pero mientras no se haga tal referéndum hay que asumir que el pueblo de Catalunya ejerce su derecho de autodeterminación en favor de la independencia. Por ello, ahora son los contrarios a la independencia quienes deberían reclamar el referéndum, convocado de común acuerdo por los gobiernos de España y de Catalunya con el compromiso de aceptar su resultado, como fue el caso en el Reino Unido.

Por otra parte, hay que constatar que en Catalunya no había una candidatura unitaria que agrupara a las fuerzas partidarias de una ruptura democrática constituyente, sino que dichas fuerzas estaban divididas entre la candidatura de Catalunya Sí Que Es Pot (CSQEP) y las Candidatures d'Unitat Popular (CUP). Se puede especular sobre si el acuerdo con Podemos y la campaña de Pablo Iglesias en favor de CSQEP ha restado votos en vez de sumar (de hecho, se pierden de momento 2 escaños respecto a los que tenía ICV-EUiA), pero lo que sí está claro es que sin tal candidatura unitaria no es posible superar al bipartidismo. De hecho, tanto CSQEP como las CUP han quedado por debajo tanto del PSC como de Ciutadans, que es la nueva derecha que viene a tomar el relevo del PP.

Por ello, es esencial trabajar por incorporar en las próximas elecciones generales a la izquierda rupturista e independentista que representan las CUP. Y ello puede hacerse con un programa por una ruptura constituyente democrática en el Estado Español, inclusive por una República Federal que reconozca el derecho de autodeterminación de los pueblos, y por tanto reconozca la independencia por la que ya se ha pronunciado mayoritariamente el pueblo de Catalunya. Naturalmente, sin perjuicio de que en un proceso constituyente democrático por una República Federal se consulte en referéndum al pueblo de Catalunya sobre su posible incorporación a la misma. Ésta sería la única forma democráticamente viable de reconquistar a Catalunya desde el respeto a su soberanía.