SAMARA

APROXIMACIÓN PRAGMÁTICA
A LAS RELACIONES ENTRE
ASPECTOS Y MODALIDADES EN RUSO

por Enric Sánchez López
Universitat de Valéncia ( España )

Este artículo se presentó en las II Jornadas de Rusística en la Comunidad Valenciana, celebradas en la Universitat
de València del 2 al 6 de Octubre de 1997.



Queremos empezar llamando la atención sobre el uso de plurales en el título de este papel. En primer lugar, hablamos de aspectos. Distinguimos así entre modos de acción o Aktionsarten, que pertenecen a la semántica verbal, y el aspecto como categoría gramatical, que es la expresión lingüística principal de la estructura temporal-perspectivistica del discurso.

Es importante mantener esta distinción porque los modos de acción, que son rasgos semánticos, se pueden aplicar a, en principio, cualquier verbo en cualquier lengua; mientras que el aspecto como categoría gramatical perteneciente al sistema de una lengua presenta una considerable variación tipológica.

Es de todos sabido que el aspecto es una categoría gramatical central en las lenguas eslavas, y una categoría más periférica en, por ejemplo, las lenguas románicas.

En segundo lugar, hablamos de modalidades. Con ello apuntamos también a la inclusión en una misma categoría de verbos modales (expresando nociones dinámicas, deónticas y epistémicas), modalidades oracionales (negativas, interrogativas, imperativas) y modo verbal (que no vamos a tratar en este trabajo).

La interrelación entre estos diferentes sistemas modales es compleja y funciona en diversos niveles. Es una categoría subjetiva por definición, y presenta una gran variedad tipológica.

Tanto las lenguas eslavas como las románicas, si esbozamos el contraste entre ellas, cuentan con verbos modales, modos verbales y modalidades oracionales.

Hablamos en definitiva, de relaciones, en plural, porque vamos a ver cómo el aspecto puede expresar nociones modales en el discurso, cómo la modalidad, si bien no expresa relaciones aspectuales, es influida por el aspecto; y también veremos que aparece, en el contraste entre aspecto y modalidad en ruso, otra categoría gramatical sin la cual no se puede investigar dicho contraste: se trata, naturalmente, del tiempo gramatical.

En rigor, por tanto, también deberíamos hablar de tiempos, pues es necesario distinguir entre el tiempo como categoría gramatical deíctica, y el tiempo como derivado del aspecto, como ocurre, en parte, en ruso, por ejemplo. También en parte, el tiempo puede derivar de una modalidad, como el las lenguas románicas y germánicas, donde el futuro deriva diacrónicamente de un marcador de modalidad deóntica, como es sabido. En cambio en ruso, el futuro de los verbos perfectivos es claramente un derivado del aspecto, ya que formalmente no existe tal categoría (estos verbos presentan la misma morfología que el presente de los verbos imperfectivos).

Así pues, tenemos relaciones entre categorías en diversas direcciones y niveles, y categorías complejas, entre otras cosas, por los elementos que las componen y el funcionamiento discursivo que ofrecen. Estas relaciones son asimétricas por tres razones: diacrónicamente, las formas incluidas en dichas categorías provienen de diferentes sistemas funcionales, lo que provoca diferentes reorganizaciones en los sistemas a los que afecta; pragmáticamente, existe una tensión entre las posibilidades del sistema de una lengua y las necesidades comunicativas, lo que conlleva que estas formas ocupen espacios de frontera entre las categorías mencionadas; cognitivamente, existe una motivación (a través de generalizaciones semánticas, o incluso de saltos metafóricos entre categorías), que, al interrelacionar con los mecanismos diacrónicos y pragmáticos de la comunicación, convierte estas categorías en sistemas pluridimensionales y de fronteras flexibles.

Ante la evidencia de dichas relaciones, varios autores enfocan esta cuestión proponiendo una categoría llamada TAM, las iniciales de tiempo, aspecto y modo. Esta categoría es pluridimensional, como ya hemos avanzado.

La ventaja de esta propuesta es que realmente muestra la interacción entre los tres sistemas gramaticales, y proporciona la base para una explicación pragmática y cognitiva del funcionamiento de dicha categoría compleja. Las implicaciones del concepto TAM son importantes: tenemos un reconocimiento explícito de la flexibilidad de las fronteras entre categorías. Y esto es válido tanto intra como interlingüísticamente. Es decir, diferentes categorías pueden invadir o modificar sus fronteras dentro de una misma lengua, y una categoría puede corresponder a otra diferente que ocupa su espacio funcional en otra lengua, o la misma categoría puede ocupar espacios diferentes en sistemas lingüísticos diferentes.

En la segunda parte de nuestro trabajo, vamos a sistematizar las relaciones TAM como prueba de que elementos formales de cada uno de los tres sistemas puede expresar, en los adecuados contextos pragmáticos, nociones de los otros dos. Naturalmente, como sobre todo estudiamos una sola lengua, el ruso, no están cubiertas todas las posibilidades. Pero un simple muestreo tipológico proporciona con facilidad los ejemplos que necesitamos.

Tenemos las siguientes posibilidades lógicas:

I. El aspecto expresa modalidad: en ruso, como veremos en este trabajo.

II. El aspecto expresa tiempo: en ruso es evidente, no vamos a tratarlo aquí.

III. El tiempo expresa aspecto: no se da en ruso, porque es a partir del aspecto que tenemos el tiempo; pero en las lenguas románicas, el presente y el futuro nunca son perfectivos. El pasado puede ser perfectivo o imperfectivo.

IV. El tiempo expresa modalidad: no se da en ruso, por la misma razón que en (III); pero, por ejemplo, el pasado de las formas modales en inglés se ha convertido en un grado de modalidad, no de temporalidad. El futuro en español o en catalán, diacrónicamente una modalidad deóntica, expresa sincrónicamente modalidad epistémica.

V.La modalidad expresa aspecto: indirectamente; en ruso, un verbo modal imperfectivo y uno perfectivo expresan diferente modalidad. También, en contextos donde usamos un verbo imperfectivo para expresar una acción repetida o habitual, la aparición de un verbo modal induce la posibilidad de utilizar un verbo perfectivo, con el consiguiente cambio de significado.

VI. La modalidad expresa tiempo: no se da en ruso; tenemos los verbos modales del inglés (shall y will).

De entre estas posibilidades vamos a desarrollar (I) porque en ruso, el aspecto ocupa una posición dominante dentro del sistema TAM en dicha lengua. Ello explica, pongamos por caso, que no se den ejemplos significativos de relación entre tiempo y modalidad, es una asimetría consecuencia de la jerarquía que impone el aspecto sobre las otras dos categorías.

Existen contextos lingüísticos donde es predecible que el aspecto exprese modalidad, por el tipo de estructura formal que presentan (ejemplos en Jakobson (1981: 321)):

1) Vse otdikhajut, a on begi
Todos descansan, y él corre (imperativo impf.) / tiene que corre

2) Vse otdikhajut, a on pobegi
Todos descansan y él corre (imperativo pf.) / se lanza a correr.

En el primer caso el imperativo imperfectivo expresa modalidad deóntica, la suposición del hablante sobre una obligación impuesta al sujeto de la acción, mientras que en (2) el imperativo perfectivo expresa un hecho realizado por el sujeto de la acción, pero tan sorprendente que el hablante, en el nivel discursivo, lo considera irreal.

También, en ejemplos estudiados por Nichois (1985: 95), predicados donde la combinación entre una inflexión casual (sujetos dativos) y verbos reflexivos imperfectivos tiene indudables matices modales, en los tres ejemplos, de modalidad dinámica (aquí, imposibilidad de hacer algo, no por obstáculos externos sino internos, que impiden la acción):

3) Segodnja mne ne rabotaetsja
Hoy para mi no se trabaja (impf) / Hoy no puedo trabajar

4) Vtxera nam plokho spalos’
Ayer para nosotros mal se dormía (impf) / Ayer no podíamos dormir

En estos ejemplos, sin embargo, es toda la estructura la que expresa modalidad, a través de la interrelación de diversos elementos: el grado de agentividad y animacidad del sujeto, su control sobre el predicado (un sujeto dativo controla más débilmente un predicado), el carácter fuertemente estático que da al verbo su forma reflexiva (la forma reflexiva verbal es en ruso un medio habitual de construir enunciados pasivos), o el hecho que aparezcan en oraciones negativas.

Además, nosotros, al comparar textos originales rusos con traducciones al catalán (la traducción de Animes Mortes de Gógol) hemos encontrado casos como:

5) Rassprosivxi podrobno budotxnika, kuda mozhno projti blixe, esli ponadobitsja k soboru(...) (16)
Després de preguntar detalladament a un guárdia urbá per on s’arriba més aviat si cal anar a la catedral(...) (15)

En (5) el verbo reflexivo aparece traducido por un verbo modal deóntico. También aquí el contexto es determinante, con la curiosidad que aparece un elemento modal en ruso que no se traduce, en la oración anterior, y una oración condicional.

En esta linea, tenemos también las estructuras formales de sujeto dativo y infinitivo, donde parece ser que si el infinitivo es imperfectivo ello favorece una lectura modal deóntica, mientras que si es perfectivo, la lectura modal es epistémica (ejemplo en Rappaport (1985: 209-10)):

6) Nam vmeste rabotat’
Tenemos que trabajar (impf) juntos

Por otro lado, se dan contextos donde el uso de formas aspectuales perfectivas expresa más o menos recesivamente, modalidad, en (8) dinámica y epistémica en (9) (ejemplos en Pulkina y Zakhava-Nekrasova (1994/1979: 332)):

7) Tol’ko ona pojmjot menja
Solamente ella me entenderá (pf) / puede entenderme.

8) On rexit ljubuju zadatxu iz étogo zadatxnika
El resolverá (pf) / puede resolver cualquier suma del libro de aritmética.

Aquí es el contexto comunicativo en que estos enunciados son producidos, junto con determinados rasgos léxicos de los verbos (de entendimiento, de resolución respectivamente; es decir, verbos intelectuales) los que apuntan o permiten la lectura modal.

La distinción cognitiva fundamental entre parte y todo que marca la estructura del aspecto en ruso posibilita que las formas presentes de los verbos perfectivos, en ciertos contextos, desarrollen un significado de validez general, de intención y voluntad, que derivan de la idea de totalidad proyectada hacia adelante en el tiempo. Esta proyección no es propiamente un futuro (en el sentido que no está expresado formalmente de ninguna manera), sino que es un cambio de estatus. Lógicamente, una acción cambia de estatus en un tiempo posterior al tiempo de la enunciación, pero solamente de manera implícita.El uso pragmático de esta idea de totalidad, tan impregnada de subjetividad, implica las nociones modales de capacidad, posibilidad y probabilidad.

Existe también la contrucción txtoby y verbo perfectivo, que, es traducida por un verbo modal epistémico del ruso al catalán en:

9) (...)dorogoju otorbal pribituju k stolbu afixu, s tem txtoby, prixedxi domoj, protxitat’ ee khoroxen’ko (16)
i pel camí arrencá un cartelí per poder-lo llegir (pf) més bé un cop a casa (15)

Pero el ejemplo más claro de la interpretación modal de un verbo perfectivo con morfología de presente es en la secuencia:

10) - Nu, semnadtsat’ butylok ty ne bypex’ (...)
11) - Ty mozhex’ sebe govorit’, txto khotxex’, a ja tebe govorju, txto i desjati ne bypex’ (74)

- Apa, setze botelles no te les podies beure(pf) (...)
- Tu pots dir el que vulguis, peró jo et dic que no te’n devies beure(pf)
ni deu (65)
 
En los dos ejemplos aparece un elemento de negación pero es interesante cómo en (10) la modalidad interpretada por el traductor es dinámica y en (11) es epistémica. Incluso la ambigüedad modal que es la característica principal de los verbos modales aparece reflejada por un verbo de aspecto perfectivo, en una lectura modal naturalmente permitida por el contexto.

Hay realmente más ejemplos de cómo en determinadas condiciones contextuales, la elección de un verbo perfectivo o imperfectivo en ruso, lógicamente en combinación con otros elementos en el enunciado que apuntan en la dirección de una interpretación modal, influye decisivamente en posibilitar dicha lectura modal.

La explicación de estos hechos es compleja. La categoría pluridimensional TAM funciona respecto a un espacio semántico basado en el tiempo (time). Siguiendo las opiniones de Givón (1984) y López García (1990), creemos que el tiempo, modo y aspecto pueden enfatizar alternativamente los mismos factores: el sujeto (de la enunciación y del enunciado), el proceso y el vector de la enunciación. Así:
 

El hablante como locutor "propiamente dicho" constituye el origen de coordenadas de cualquier sistema temporal, en tanto que el hablante como "locutor perteneciente al mundo" establece el punto de referencia para cualquier sistema modal. (López García, 1990: 112)
El hablante como sujeto empírico es el punto de referencia para el sistema aspectual.

El predominio de unas categorías sobre otras dentro de TAM debe entenderse como la manifestación de una diferente distribución de elementos formales para cada categoría. En algunos contextos, este predominio se articula en un signo complejo de origen perceptual predominante/recesivo.

Proponemos el siguiente esquema, donde tenemos un elemento de la enunciación, una marca del dinamismo de la relación entre enunciación y enunciado; esta marca señala también la dimensión procesual (el tiempo); y por último, un elemento del enunciado:

Hablante como Posición    TIEMPO
Enunciado como Posición

Hablante como Ente Subjetivo      MODALIDAD
Enunciado como Discurso Diferido

Hablante como Punto de vista          ASPECTO
Enunciado como Ordenación (interna)

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