Traje típico

La forma de vestir en el ámbito rural durante las fiestas y días señalados sigue unas pautas marcadas desde el siglo XVIII, que, a pesar de la unificación impuesta por las sucesivas modas, aún se mantienen, conformando el llamado «traje popular» o «regional». En cambio, la forma de vestir cotidiana no tiene características diferenciadoras, sólo las derivadas de la actividad que se realice.

 

 

 

 

 

 

 

 

Antonia y Demetrio vestidos para el baile

Traje Femenino

 

- Pololos y enaguas, con puntillas o sin ellas.

- Blusa blanca o negra, a veces con bordados y puntillas que sobresalen por el escote y las mangas.

- Corpiño de mangas ajustadas realizado en terciopelo o paño negro.

- Manteo por encima del tobillo, de color amarillo, rojo o verde; está adornado con cenefas recortadas en fieltro «picao».

- Dengue o pañuelo de talle, de varios colores.

- Mandil, pequeño delantal en percal, estampado o liso.

- Medias blancas caladas.

- Zapatos de tacón bajo con adornos.

- Mantón de franela de vivos colores.

El tocado de la mujer es un solo moño, estilo rodete, sobre la nuca; sobre él se colocan horquillas o pasadores.

Traje Masculino

- Camisa blanca de hilo o lino con cuello bordado en algunos casos.

- Medias cubiertas con polainas de paño.

- Calzón corto, ajustado, de palo oscuro.

- Chaleco de paño negro, a veces con adornos multicolores.

- Faja negra, que da dos vueltas al cuerpo y termina en flecos.

- Chaquetilla de paño negro, sustituida a veces por un blusón de algodón azul.

- Pañuelo anudado en la parte de atrás

- Zapato negro o abarcas de piel de vaca o burro

 

La familia López-Serrano en la ofrenda a la Virgen de los Desamparados desfilando con la Casa Regional de Castilla-La Mancha. Valencia, 17.3.2012.