TRIBUNA: PACO TORTOSA

El cambio climático y el tren de cercanías

Paco Tortosa es doctor en geografía.

EL PAÍS - 29-06-2005

Resulta tan obvio y sabido para mucha gente lo que paso a comentar a continuación, que tenía mis dudas

respecto al interés de este periódico por publicar estas notas. Pero en una sociedad como la que vivimos,

parece ser que hay que mantener vivos los hechos más comunes y conocidos -aunque no por toda la

ciudadanía- para que no queden en el olvido. Y hablar de los servicios públicos de transporte como los que

ofrecen los trenes de cercanías de Renfe en el contexto del inicio del protocolo de Kioto me ha parecido

necesario. Por muy obvio que parezca y sabido sea.

Sin más preámbulos, entremos rápidamente en materia. La mayor parte de las personas que se desplazan

a diario a lo largo y ancho del área metropolitana de Valencia en su vehículo privado, desconocen el hecho

de que viajar en tren de cercanías de Xàtiva a Castelló, pongamos por caso, tiene un precio de 3,50 euros

(5,60 euros ida i vuelta). La duración del trayecto es de tan sólo hora y media, para un recorrido que,

realizado en coche, supera los 160 km y sobrepasa en coste real los 15 euros de consumo de carburante, por

no hablar del tiempo de duración del viaje. Esto es tan sólo un ejemplo de las posibilidades de los servicios

de cercanías de Renfe en el área de Valencia.

Y no es publicidad camuflada del ferrocarril, es información objetiva plasmada en estas líneas de manera

consciente, directa y con premeditación por parte de quien piensa que en esta sociedad en la que vivimos,

amenazada por el cambio climático, ya existen servicios e infraestructuras que se acercan a criterios de

sostenibilidad y hay que apoyarlos y darlos a conocer como una obligación moral y ética personal. Así que,

sin ánimo de ser exhaustivo, allá van unas anotaciones e informaciones que espero animen a que las

personas que se desplazan cada día a trabajar con su antiecológico y antieconómico coche privado, puedan

descubrir que ya disponemos de alternativas más económicas, tranquilas y respetuosas con el medio

ambiente en nuestra sociedad.

Hace algunos años que Renfe estableció un modelo tarifario y de servicios por zonas. Con todas sus

virtudes y defectos, el sistema es bastante eficiente tanto para la empresa de los ferrocarriles como para los

usuarios. Los desplazamientos a largas distancias, pasando por la ciudad de Valencia, resultan

especialmente económicos, tal es el caso del ejemplo entre la ciudad de Xàtiva y Castelló de la Plana ya

comentado (3,50 euros que pueden verse rebajados hasta los 2,50 euros con un bono 2000 mensual).

El área abarcada por los servicios de Renfe-Cercanías comprende seis corredores estructurados alrededor

de seis líneas entre Valencia y las ciudades y pueblos de Castellón (C-6), Caudiel (C-5), Riba-roja del Tùria

(C-4), Utiel (C-3), Moixent (C-2) y Gandia (C-1). Se trata de 70 estaciones que dan servicio a una población

de más de 2 millones de personas, mediante unos 400 servicios diarios en jornadas laborales. El viajero y

la viajera disponen de tarifas diferenciadas entre los días laborables y los fines de semana, billetes de ida y

vuelta con descuento, y dos tipos de bono mensuales que abaratan los desplazamientos pendulares hasta

unos precios sin competencia por parte, no sólo del vehículo privado, sino también del Metro y el autobús.

Otro ejemplo: viajar cada día a trabajar desde Silla a Valencia en coche particular, significa una gasto

mensual, solo en carburante, de unos 72 euros, mientras que el abono mensual 2000 tiene un coste de 30

euros -sin límite de viajes-. Un ahorro más que importante para cualquiera persona que viva, como la

mayor parte de la ciudadanía, de su sueldo mensual.

Dos muestras comparativas entre moverse con el tren y el vehículo privado entre Valencia y los pueblos y

ciudades donde llega el servicio de cercanías. Atención:

-Con el coche viajas con gran riesgo por las carreteras y autopistas. Con el tren se goza de uno de los más

bajos niveles de siniestralidad en medios de transporte.

-En el tren de cercanías se dispone de servicios como megafonía con música e información del nombre de

las correspondientes paradas, interventores/as cada vez más amables, vagones limpios, confort

(calefacción y aire acondicionado), rapidez, apertura automática de puertas al nivel de los andenes,

estaciones bien dotadas y cómodas, servicios higiénicos y... personas, muchas personas con las que poder

intercambiar, al menos, un "buenos días" amable. Además, ir en tren es moderno, tiene un cierto erotismo

y es un orgullo personal del que hay que comenzar a presumir entre nuestras amistades. Con el coche, en

cambio, parece que viajes en un cajón aislado más parecido a un ataúd que a un espacio humano, por

mucho que los artilugios como radios, GPS, pantallas de televisión, manos libres para el teléfono móvil...,

creen un mundo de comodidades más ficticio que real. Eres un esclavo más de una movilidad caótica y sin

futuro en la que cada vez es más complicado llegar a cualquiera lugar con tranquilidad. En consecuencia,

comienza a no resultar muy valorado y muy poco erótico el hecho de desplazarse cotidianamente en

vehículo privado por las zonas urbanas y periurbanas. Que cada cual saque sus conclusiones.

Y para el final dos cuestiones que considero relevantes respecto a los servicios de cercanías de Renfe: la

bicicleta está encontrando su espacio en los trenes de cercanías y regionales. La permisividad de la Renfe

es una noticia importante y no suficientemente valorada en nuestra sociedad. Las últimas noticias hablan

de la posibilidad de instalar un espacio específico para dar cabida a unas 20 bicicletas en cada tren de

cercanías y de regionales. Si la bici entrara en el tren, conformando un servicio que los usuarios llamamos

de combinación de Tren+Bici, la facilidad y rapidez de acceso a cualquiera lugar de trabajo, estudio, ocio o

compras, adquiriría unas características revolucionarias en el conjunto del área metropolitana de Valencia.

Tiempo al tiempo.

Por otra parte, ya hace unos años (aunque nuestros gobernantes parecen haberlo olvidado), la Universidad

alemana de Karlsruhe y una consultora suiza elaboraron para los departamentos de medio ambiente de 17

empresas, entre las que se encontraba Renfe, un estudio en el que demostraban de manera científica que

los desplazamientos en tren permiten ahorrar a la sociedad valenciana unos 14.000 millones anuales de

las antiguas pesetas. En el informe se confirma que el tren ofrece mayores atractivos globales que

cualquier otro medio, fundamentalmente por su capacidad, por la baja siniestralidad, por la escasa

contaminación atmosférica directa, por la poca ocupación de espacio y porque la contaminación acústica

es más reducida que la de otros medios.

En consecuencia, tal como indica y recomienda el Parlamento Europeo, el Club de Roma o las Agendas 21 -

de las que presumen cada día nuestras autoridades locales sin saber exactamente qué son-, utiliza y goza

con conciencia, para ir a trabajar, a la escuela, a la universidad, al mercado o en las noches de ocio, del

ferrocarril. Él, junto a la bicicleta, el caminar y otros medios de transporte colectivo y público (autobús,

metro i taxi), son los únicos sostenibles, solidarios y éticos en esta sociedad tan absurda que nos ha tocado

vivir. ¡Atrévete! Y si os pasáis al tren: bienvenidos y bienvenidas al club de la verdadera movilidad

sostenible!

© El País S.L. | Prisacom S.A.

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29/06/2005