Actitud diagnóstica ante la sospecha de una vasculitis
Las manifestaciones cutáneas son con una gran frecuencia la primera y en ocasiones única manifestación clínica de una vasculitis y representan el punto de partida del diagnóstico de este grupo de enfermedades. Ante la sospecha clínica de una vasculitis (con frecuencia por una púrpura palpable, nódulos, úlceras, etc), debe descartarse la etiología infecciosa (por los síntomas sistémicos y el caracter hermorrágico de las lesiones) y confirmarse el diagnóstico de vasculitis. El método más eficaz para esta confirmación es la realización de una biopsia cutánea debiendose realizar también estudios clínicos, analíticos y radiológicos. La extensión y profundidad de estos estudios vendrá determinada por la gravedad y duración del cuadro.
Las manifestaciones cutáneas son con una gran frecuencia la primera y en ocasiones única manifestación clínica de una vasculitis y representan el punto de partida del diagnóstico de este grupo de enfermedades. Ante la sospecha clínica de una vasculitis (con frecuencia por una púrpura palpable, nódulos, úlceras, etc), debe descartarse la etiología infecciosa (por los síntomas sistémicos y el caracter hermorrágico de las lesiones) y confirmarse el diagnóstico de vasculitis. El método más eficaz para esta confirmación es la realización de una biopsia cutánea debiendose realizar también estudios clínicos, analíticos y radiológicos. La extensión y profundidad de estos estudios vendrá determinada por la gravedad y duración del cuadro.
La realización de estos estudios servirán también para establecer la extensión de la enfermedad. Con los datos obtenidos se deberá intentar determinar la causa de la vasculitis, intentando clasificarla bien dentro de los síndromes primarios de vasculitis o secundarios bien a una enfermedad de base o a otro proceso que provoque la presencia de formación de inmunocomplejos responsables de la vasculitis.
Una vez establecida la causa debe procederse a tratar la enfermedad de base, el síndrome primario y retirar la fuente de antígenos.
La realización de estos estudios servirán también para establecer la extensión de la enfermedad. Con los datos obtenidos se deberá intentar determinar la causa de la vasculitis, intentando clasificarla bien dentro de los síndromes primarios de vasculitis o secundarios bien a una enfermedad de base o a otro proceso que provoque la presencia de formación de inmunoclomplejos responsables de la vasculitis.
Una vez establecida la causa debe procederse a tratar la enfermedad de base, el síndrome primario y retirar la fuente de antígeno