Innovación
docente sí, pero, y ¿cómo voy a Copenhague?
Reflexiones
sobre la práctica
Ing. Tomás Gómez Navarro*
RESUMEN:
En la universidad se da
prioridad a la investigación y este es el parámetro para distinguir un profesor
bueno de uno malo. Este artículo propone el debate acerca de quién es un buen
docente, qué es evaluar a los estudiantes y favorecer su formación para el
mundo de la vida y cuál es el papel de la evaluación docente, la vocación del profesor
y las expectativas de los estudiantes.
SUMMARY:
At
university level research is a priority and we use it to distinguish between a
good and bad teacher. This article proposes the debate about who is a good
professor, what does it mean to evaluate the students and favor their formation
for life’s world, and what is the role of teaching evaluation, the teacher’s
vocation and the student’s expectations.
¿QUIÉN
ES UN BUEN DOCENTE?
Básicamente creo que un buen docente es la persona que le gusta estudiar,
que entiende cuáles son los objetivos que debe tener una asignatura y encuentra
las estrategias para comunicarse con los alumnos. Eso complementado con una preocupación
personal por los alumnos, quiero decir, una realimentación continua que permita
recoger los resultados de lo que él ha pensado, ese sería un buen docente. Lo
que hay que añadirle es un poco de trucos (habilidades), nada que no se pueda
adquirir con un poco de esfuerzo, facilidad de palabra, inteligencia verbal
para encontrar las frases adecuadas, usar o cambiar los adjetivos, luego una
cierta capacidad para escuchar o para oír que en forma natural no todos la
tenemos; tenemos que desarrollarla, capacidad para saber qué está pasando,
porque tú puedes sentir que el mensaje no llega. Saber qué está pasando, porque
ves cara de aburrimiento o desinterés, lo que sea. Pero ¿cómo te das cuenta que
algo está fallando? Luego haría falta una dosis de paciencia grande, porque no
tienen por qué seguir tu ritmo, ni tener tus mismos gustos.
Luego tendrías que tener un poco en común con el ”vendedor de neveras”
en el sentido de lograr despertar la atención: antes en la universidad (y yo vi
ese cambio generacional) la gente se metía aquí, porque quería aprender y
entonces iban a los profesores de más talento, porque eran aquellos que se
suponía que estaban con mayor nivel de conocimiento y ahora ya no se viene
porque se quiere aprender, se viene porque se quiere obtener un título, y se va
a los profesores más simpáticos o de trato más amable para que se te haga
llevadero este sacrificio que es pasar por la universidad. Y yo he conocido
profesores que están en un nivel profesional muy bueno, pero que por algún
problema personal de comunicación, tenían muchos menos alumnos que otros
profesores que eran más torpes, pero que eran más simpáticos.
Yo creo que aquí, lo que se está definiendo es, quien es considerado
mejor docente, el que es más simpático y no el que más sabe, aunque esto sea un
poco contradictorio y en esta universidad donde los alumnos no van buscando el
que más sabe, sino el mejor docente, eso se está viendo. Entonces hay que tener un poquitín de
ilusionista, de mago, para empezar por una pregunta, despertando la curiosidad,
ponerles ejemplos reales, pincharlos un poco, decir algo así como: ‘‘esto está
bien para las mujeres porque cobran menos,’’ para que se reboten y por ahí se
entra en la discusión. No tienes por qué permitirlo, vais a ser ingenieras
vosotras, la magnificación del recurso humano depende de más factores aparte
del coste y muchos otros criterios, pero ya las has pinchado, las has obligado
a reaccionar. Cosas que a lo mejor una persona que tenga menos habilidad o
menos interés, no las explota y espera
que el alumno ya venga motivado.
Resumiendo, un buen docente es el que realiza actividades
en el aula, partiendo de una planeación donde intenta lograr el equilibrio
entre el conocimiento científico que debe divulgar, el aprendizaje que debe
lograr y las estrategias que posibiliten estas acciones, tales como actividades
centradas en los objetivos que inducen al estudiante a construir su
conocimiento, interactuando con el docente y sus compañeros. Con un interés
personal por ayudar al alumno, (esto para algunos profesores son payasadas pero
que a mí no me lo parecen) algún compañero que trabaja en fabricación coge una
pieza construida y la suelta en la mesa ¡plam! , con un gran ruido y todo el
mundo se despierta y coge un tocho de hierro y dice: “veis esto lo vamos a
convertir en esto otro” y sobre eso es que los catedráticos dicen: yo no tengo
ninguna necesidad de hacerlo, sin embargo funciona y se logran mejores
resultados. Y cuando los alumnos tienen
que escoger entre el catedrático que no utiliza ninguna de estas estrategias
para motivar y el profesor que se esfuerza “Miguel Angel”, prefieren a Miguel
Angel porque los mantiene despiertos y no con el catedrático que sabe más, eso
se nota. Porque estos piensan que con su
dominio de la asignatura darán a los alumnos lo que deben aprender, esto ocurre
porque prima el valor de la investigación.
En la universidad se da prioridad a la investigación y de hecho para
distinguir un profesor bueno de un profesor malo, el parámetro es la
investigación, eso vicia todo el debate. Si no tienes artículos publicados o si
no has participado en un proyecto o lo que sea, no eres un buen profesor o no
eres un buen personal de la universidad que al final viene a ser un buen
profesor. No hay elementos para enjuiciar la docencia, salvo las encuestas que
son despreciadas por las personas más importantes, que a su vez son buenos
investigadores o buenos políticos, a quienes generalmente no les preocupa lo
que llamamos buena docencia. Entonces, ¿qué ocurre? que a la hora de abrir
cualquier tipo de debate sobre lo valiosa o no valiosa que es una persona, siempre se da el tema de la investigación o
el tema político más que el tema docente. ¿Qué ocurre? Que poco a poco la
persona va llegando a la conclusión de que sabe un montón y “como sé un montón
que vengan a mí” y todo lo de
metodología docente se deja en un segundo plano, yo apuesto a que si hubiera
una forma de evaluar la docencia más acuciosamente se cambiaría un poco.
]
Yo estuve en Manchester haciendo un curso y
había un sistema de evaluar la docencia, incluso habían rankings de
excelentes, buenos, regulares, malos profesores y me acuerdo que en los
departamentos tenían muy claro quién valía para docencia, quién valía para
investigación y los investigadores no estaban en docencia y los docentes no
estaban en investigación y nadie salía perjudicado, habría quién quisiera cambiar de grupo, pero
¡no! Pero por lo general no, aquí todo el mundo da clase, aunque no valga. Eso
sería una primera lectura, en la que cabrían más cosas. También los que así piensan son los que un
día estudiaron buscando al gurú o al genio o lo que sea, porque antes también
la información era mucho menos asequible y dependía mucho más de las personas,
que se decía: “busque allí, aquí o te dejo mi libro”, pero hoy el aprendizaje
personal o sea autodidacta está más desarrollado y es más fácil, entonces ese
gurú no hace falta, hace falta un ilusionista o alguien que te motive.
Entonces, ¿qué ocurre? Que una
vez más los que así opinan son los que vienen de otra época y aún están
encajando esa idea de que los alumnos vienen en otro plan, otro rollo. Yo creo
que es la combinación de ambas cosas, que han cambiado los alumnos y que la
universidad piensa más en la investigación que en la docencia.
Los profesores considerados de “más talento” son aquellos que tienen una
ambición personal diferente de la que pueda tener un profesor más docente o sea
que a ellos les resulta más satisfactorio publicar, acceder a foros de debate,
codearse con ciertos profesores o tener estatus más altos o tener dinero.
Conseguir con trabajos de investigación
recursos que les permita viajar, ir a congresos, montar laboratorios, ser jefes
de algo, que eso les compensa más que ver que los alumnos aprenden lo que ellos
dicen, que aquel alumno que pasó por tus manos hoy es ingeniero de algo y dices
tú: “caray! pues mira está aplicando lo que le enseñé o no lo está aplicando”.
Pero esa compensación que te da el ser formador, porque muchas veces los
jóvenes cuando hablan con nosotros vienen y nos dicen sabes que fulano de tal
le ha apuntado a .... es que ese tío le apuntaba, es que era buenísimo, ¿sabéis
lo que ha hecho? ha cogido y ha metido un director de calidad y nosotros
decimos pues eso se lo enseñamos nosotros, aunque de pronto no, tal vez lo ha
aprendido en el magister o que saber. Pero nosotros nos creímos que éramos
nosotros los que le habíamos enseñado.
Luego también es una cuestión de incentivos, es que la universidad no
tiene incentivos a la docencia, cuando yo vaya a mi oposición no les diré he
dado tantas horas de clase, con unas encuestas buenas o malas, sino que les
diré: “he publicado aquí y he publicado allá y he trabajado en esto y he
trabajado en lo otro”. También el
entorno en que te mueves te motiva a eso... es que yo cuando voy por el pasillo
y me encuentro a un compañero que se va a Copenhague a un congreso de no sé
qué, es que no puedo evitarlo “me muero de la envidia” y yo dando clase, atendiendo consultas,
innovando los métodos no voy a Copenhague. Sólo voy a un congreso si tengo algo
nuevo como ingeniero para contar a algún danés. Pues también tengo que
investigar para que me den mi dinero, mis viajes y mi reconocimiento.
Con Pascual y Giordi que están más allá, discutimos permanentemente y
tratamos de retroalimentarnos. Llevamos ya cuatro años como docentes universitarios
y todavía no estamos con los resquemores de ¡Oh no conseguimos dinero! Pues
todavía no nos hemos ido a ningún congreso y estamos muy tranquilos. Nuestro
jefe a lo mejor nos presiona menos que en otros departamentos que son más
competitivos, más jerarquizados y más clavados, nuestros jefes dan más
libertad, pero, no nos pica ese gusanito, lo de dentro es un componente
personal y a nosotros nos motiva mucho el entorno. Cuando viene un alumno a
decirnos: “sabes que al final aquello que me dijiste no se hace así, se hace
asá no tienes ni idea, ah! ¿sí? Cuéntame como se hace, nos lo cuenta y así
seguimos y luego nos vamos de copas o jugamos un partido. A lo mejor será
porque somos jóvenes y no hay barrera de edad, no hay una explicación sencilla,
porque es una combinación de muchas cosas, pero, yo pienso que es una cuestión
personal. Mis compañeros jóvenes “más talentudos” (como dicen mis jefes) han
ido buscando excusas para quitarse docencia y para meterse en investigación y
lo han conseguido porque como han ido obteniendo resultados, van recortando la docencia, bueno, pues mejor
para ellos.
Cada alumno es un caso. Tenemos el alumno sobreprotegido que estudió en
un instituto en el que le exigieron poco o le exigieron pero lo apoyaron mucho,
que fracasa porque aquí es uno más de 150. Los medios no están disponibles
fácilmente porque si él madruga, si él pelea, si él se toma la molestia de
hacer una instancia, de pedir hora o lo que sea, lo consigue. Pero él tiene que manejar un montón de
burocracia que a veces lo aburre, lo rechaza o lo que sea o le parece agresiva
u hostil y luego aquí se encuentra con un montón de talentos más. Encontramos
alumnos que dicen: pero es que esta gente son unos “machacas”, trabajan un montón.
Esa reacción corresponde a decir, bueno es que yo haciendo lo que hacía
antes ya ni destaco, hay un montón más que destacan, eso es cierto porque aquí
viene gente de alto nivel. Luego hay alumnos que equivocan la vocación,
teniendo expedientes muy buenos, escogen ingeniería porque es de prestigio,
pero a lo mejor no son ingenieros, tienen una mentalidad más artística o más
científica. No es una mentalidad de resolver problemas de la manera más
económica y medioambiental posible, por poner dos parámetros, Entonces, también
fracasan por ahí porque las materias de ciencias le pueden gustar pero el
dibujo, la organización de personal o contabilidad no le van. Y luego hay
alumnos que fracasan por cambiar de país, de ciudad de región o porque no se
adaptan al piso o a la vida valenciana o algo así.
Es cierto que la universidad es dura, con ello no soy tan crítico como
los padres, porque he pasado por allí y creo que tengo unos elementos de
juicio, lo que aquí pasa es que te dan mucha faena y te dicen esta es la base
para que tengas un nivel suficiente, probablemente eso no sea cierto y con
menos faena tengas suficiente para formarte como buen ingeniero. Pero lo que
tampoco queremos es mentirle y decirles: bueno, ya sois ingenieros y meterlos
en un ambiente que es hostil y que ahí se nos derrumben, es mejor que se
derrumben antes que después, ese es un tema. Porque el ambiente después de la
universidad es hostil. Ese es otro tema que desde la universidad se puede
arreglar, porque estamos formando los futuros ingenieros que a su vez generan
ese ambiente para los que llegan después, pero lo claro es que ahora no se ha
logrado y flaco favor les haríamos, deben salir preparados.
En otra escuela la exigencia es menor, en donde el comité de docencia
les puede aprobar en asignaturas que han perdido, porque han venido a protestar
y dicen que les has suspendido arbitrariamente, yo aporto mis pruebas y las ven
y dicen: “mira, la verdad es que están para suspender, pero, mira, este chico
ha aprobado todas las otras asignaturas menos esta, o es que este otro chico
trabaja como becario de no sé qué o éste
ha tenido problemas” y yo les digo vale, haced lo que queráis pero esta
asignatura no se la saben o a mí no me lo han demostrado y conmigo no han
venido a hablar señal de que no era un problema conmigo, si no han tenido
interés por la asignatura y se la quieren quitar de encima como sea, porque si
no, hubieran venido a hablar conmigo. Bueno que se va a hacer. ¿Qué ha
ocurrido? Que también nos damos cuenta que hay una queja generalizada de los
egresados de esa escuela, que dicen: “en la escuela no aprendo nada, tendré que
aprender después”. Como pasa con el carnet de conducir, no sé en Colombia, pero
en España sacarse el carnet de conducir es una prueba de habilidad, pero es posible
que cuando tienes el carnet de conducir aún no sabes conducir y lo aprendes con
tu coche a base de rayas, golpes etc. Pues es un poco lo que les pasa a esos
ingenieros mencionados, sí, les dan el título pero aún tienen que aprender
ingeniería.
En industriales intentamos que el esfuerzo se haga aquí. Visto desde
fuera parece un intento de cribar y probablemente lo sea en algunos casos, pero
esa no es nuestra intención, nuestra intención es que salgan de aquí curtidos y
yo pensaba que era una animalada cuando era alumno, hasta que me tocó meterme
en un ambiente que se supone que no era hostil como la universidad donde todos
eran más camaradas, todos eran investigadores y madre mía, aquí las cuchilladas
eran igual y los problemas son los mismos y lo que no saben ellos es que por
mucho que sean ingenieros mecánicos, terminan trabajando en medio ambiente o en
electricidad, porque ahora mismo el mercado no está especializado y te dicen
no, no, a mí mecánica no me gusta ¡las narices! Porque terminas trabajando en
lo que salga. De hecho, yo soy de
energía y estoy trabajando en proyectos y sólo ahora en el cuarto año estoy
consiguiendo que me dejen hacer proyectos de energía que es lo que me gusta a
mí, de resto los otros años estuve trabajando en lo que me asignaban y me ha
venido muy bien la formación que me dieron en mi escuela, porque me ha
permitido resolver los problemas así fueran eléctricos, electrónicos o
químicos.
Podemos hablar del mercado, pero ahora mismo la escuela tiene la
vocación de preparar a la gente para el mercado. Un debate que tenemos abierto
es si la universidad va adelante o detrás de las empresas, el mercado o la
sociedad. Si preparamos ingenieros para que cambien el mercado o para que
respondan al mercado, no está resuelto, está en marcha.
La arbitrariedad? creo que sí somos arbitrarios. Creo que igual que en muchas partes, en
cualquier sitio que no haya un control de la docencia, se permite la
arbitrariedad y el control sobre la docencia es nulo, siempre que tú tengas
un trabajo de investigador o político
adecuado con tu docencia puedes hacer lo que quieras. De hecho eso es a veces
un poco desmotivante para los que nos gusta la docencia, porque un día metemos
la pata lo hacemos mal y la respuesta es “no te preocupes hombre, tú tráeme el
informe para la Renault y deja a los chavales, que esos ya se buscan la vida
solos.” Esa arbitrariedad no creo que sea mayor ni menor que en otra parte,
claro creo que hay profesores que son duros innecesariamente.
PREPARACIÓN
PARA EL MUNDO DE LA VIDA, FORMACIÓN HUMANÍSTICA
Este tema iba mal y va mejor, no está resuelto, pero ha mejorado
bastante. Voy a poner un ejemplo, todos
los alumnos de industriales pasan por una asignatura básica cuyo texto
orientador es este: La ingeniería
alternativa global. Si te fijas en los contenidos el capítulo uno es: la
profesión de ingeniero, los estudios de ingeniería, historia, ciencia,
tecnología y sociedad, relaciones con la sociedad, ecosistemas...acciones
tecnológicas....cómo una acción puede cambiar una sociedad y hoy en día tenemos
problemas endémicos de la tecnología como pueden ser, el paro o la
drogadicción que son más propios de la
tecnología que estamos creando que de la edad.
A ver, me explicaré, si a los chavales les decimos que hasta los treinta
años tienen poco que hacer más que estudiar y estudiar no tienen ningún papel
que desempeñar, a no ser que se vayan a trabajar, pero entonces serán unos
marginados porque el fontanero, el electricista y el mecánico en el fondo es un
chaval que es tonto y se pone a trabajar con las manos.
A los alumnos los estamos de alguna forma también empujando a
divertirse, a ver vosotros divertiros también. Porque eso nos conviene, porque
es consumo, cuanto más consumo mejor, divertiros y estudiad mucho y a los treinta
años no os preocupéis que empezareis a aportar a la sociedad. Pues no te
extrañes que algunos por el camino se desmadren, se aburran o se lo dejen, o lo
que sea o si no con los ancianos, ala ya habéis hecho una buena labor iros a
divertiros por ahí y no molestéis más. La tecnología que hemos creado exige
personas muy cualificadas y con mucho empuje así que el trabajo va de 30 a 50
años y ahí ya se acabó el corte. La drogadicción, lo mismo funcionamos con la
economía de mercado y todo aquello que se pueda comprar, pagar etc. No es
porque la droga sea buena o mala, si es negocio ya la venderás...
Luego ingeniería, degradación del medio ambiente.... lo que te quiero
decir es, que se están introduciendo tres formas de meter la sociedad en la carrera, la formativa,
la curricular y la transversal. A ver si me explico: de momento está
funcionando muy bien la formativa con asignaturas específicas como puede ser Dirección y gestión de
empresas o Dirección o gestión de proyectos... mercadotecnia.. medio ambiente,
humanidades... pero son asignaturas que las llaman marías, los alumnos
pasan por ellas sin mucho interés, porque los mismos profesores que las dan, yo
creo que no se las creen.
En relación con lo transversal, hay muchos profesores que han
hecho cursos en el ICE (Instituto de Ciencias de la Educación). Esa gente si
cree en lo que está haciendo y está consiguiendo que los profesores nos metamos
en la cabeza la necesidad de cambios, sobre todo de enfoques: tú cuenta lo de
siempre, pero en vez de decir lo que importa es el coste, sí el coste es
importante pero hay que tener en cuenta la normativa, la seguridad laboral,
etc. En el comercio con tus proveedores no digas: le sacaremos la sangre,
sino busca un tratado que te convenga a ti pero piensa en su situación
personal, piensa que si los hundes te quedas sin proveedores, y algo así. Eso
es transversal, tú sigues contando lo mismo pero de paso le das un enfoque
diferente y eso es lo que en el ICE se está logrando y nos están convenciendo,
afortunadamente. Y luego ellos tienen el apoyo porque tu haces cursos del ICE
que valen para las oposiciones y te dan dinero, por cada curso nos dan un
premio una ACE (Ayuda Complementaria a la Enseñanza).
Sobre el diseño curricular queremos ver si se pone en marcha ingeniería
como ingeniero de factores humanos, por ejemplo, ya se ha puesto en marcha
ingeniería del medio ambiente, y buscaremos algunas otras como urbanismo de
zona rural, desarrollo local, etc., buscando formaciones más humanísticas a
nivel curricular incluso, pero eso llegará más tarde porque entre que se
propone la idea y se cambian los conceptos, el tiempo pasa. Ahora mismo
funciona el transversal y el formativo y digamos que comparado con como
estábamos hemos mejorado un montón, pero aun queda mucho por hacer, por
ejemplo, un problema gravísimo es que la universidad politécnica no se habla
con la universidad literaria (Universidad de Valencia) y si hay alguien que
está más pegado a la sociedad serán ellos, pero no nos hablamos, eso hay que
resolverlo no se cómo.
La pregunta sobre la evaluación docente tiene varias lecturas. Me parece
muy bien pero está mal resuelto, veamos es que no es lo mismo un profesor que
da ciencias básicas en primero que un profesor de máquinas en quinto, el tamaño
del grupo, los contenidos y los objetivos son muy diferentes, es mucho más
complicado motivar a un alumno diciéndole que aprendiendo ciencias básicas va a
tener éxito en ingeniería porque no ve la conexión directa, no ve la conexión
que hay entre un ordenador y saber física, que yo me pongo a estudiar
computadores porque se ven y es optativa, vienen por su propia cuenta y eso es
diferente. De alguna forma hay un fallo
ahí, no es lo mismo que la asignatura la montes tu o que te la imponga el
catedrático (máxima categoría), ni la cuentas, igual ni te la crees. Lo mismo,
ni es justo que te evalúen por una asignatura que no has montado tú, que te la
ha impuesto un catedrático, no es lo mismo que la asignatura sea práctica o teórica,
si por sus contenidos o por sus descriptores está encaminada al laboratorio,
tienes a los alumnos encantados a no ser que sea muy torpe, pero cuando sea
fundamental o previa a otra que viene, tienes a los alumnos diciendo ‘‘cuándo
termina este rollo para ver el año que viene una asignatura buena’’, y eso te
penaliza.
Como siempre hay que tener en cuenta el contexto en el que nos movemos,
aquí funcionamos por asignaturas anuales y está bastante bien organizado un
primer cuatrimestre de introducción y un segundo cuatrimestre de aplicación.
Pero con la ley de reforma universitaria, se dijo que los estudiantes llevaban
mucha carga, los exámenes eran demasiado densos y que había que partir
asignaturas para que cada examen fuera de menor contenido. Además se dijo que
había que alcanzar mayor especialización, luego había que eliminar las
asignaturas mamotréticas y partirlas en trocitos para que cada uno eligiera el
trocito que más quería etc., como todo en la práctica, la LRU (Ley de Reforma
Universitaria) no se ha llevado bien las asignaturas, no se han dividido bien,
tienen que hacerlas secuencialmente las mismas y lo que hemos conseguido es que
hay asignaturas que da un profesor que son básicas y que sean previas otras que
da otro profesor que son aplicadas y evalúen a un profesor por un lado y a otro
profesor por otro lado y entonces qué ocurre, que no es justo porque el de
primero venía vendido y este profesor que da fundamentos tenía que hacer
maravillas para motivarlos.
Si tú eres un profesor joven que se está promocionando, las evaluaciones
de los alumnos pesan aunque sea poquito, te sirven como currículos, como seas
un profesor promocionado, no cuentan para nada, cero, cero. Entonces ¿que
ocurre? que tú consideres que no es tu culpa porque eres tan bueno que estas
dedicando todo tu talento a cosas que valen la pena y que la docencia es un
favor que le haces a los alumnos y peor si los alumnos no han sabido
apreciarlo, las encuestas que te empapelen tu habitación!, te da igual, el
alumno llega a la conclusión de que para qué y se rellena muy al tipo, son muy
sesgadas o son muy positivas al profesor que les cae bien o son muy negativas
al profesor que les cae mal, por ejemplo yo tengo buenas encuestas, tengo 8,5-
9- e incluso 9,5; pero yo sé que no doy bien las clases y me evalúan cosas
positivas que sé que no las tengo, por ejemplo, los recursos que usan son
fantásticos! pero si yo uso transparencias nada más y a un profesor del
departamento, el pobre hombre que tiene muy mal carácter le ponen que los recursos
usados son muy malos y es la misma asignatura que la mía son grupos paralelos,
entonces dices, aquí están penalizando al hombre.
A mi me dicen que soy puntual y honestamente puntual, no soy. No veas en
esto falta de modestia porque ese sentimiento yo lo trabajo, me lo gano y
además tengo suerte porque doy asignaturas de quinto a alumnos que ya vienen
motivados con asignaturas aplicadas que son proyectos y vienen muy motivados y
sólo me toca hacer un esfuerzo muy importante por mantenerlos motivados pero ya
tengo mucho avanzado con las asignaturas que imparto, entonces al final las
encuestas son palos o flores, no hay una crítica real y bueno, pues a mi me
conviene pero veo que no es normal. Luego faltan cosas por evaluar, se evalúan
unas cosas pero no se evalúan otras por ejemplo no evalúan el material
didáctico, los libros no quisiera equivocarme, pero creo que no se evalúan,
creo que los apuntes, libros, material de apoyo que se da a los alumnos es muy
importante eso no se evalúa y no evalúan otros aspectos, creo que se debería
racionalizar un poco más el método se debería organizar mejor para tener en
cuenta diferencias de profesores, que la evaluación fuera más concreta y por
otra parte que debería tener más importancia.
El problema de la importancia de las encuestas es que los profesores se
dedican a hacer cosas que agraden a los alumnos, regalarles la nota, llevarlos
a comer lo que sea, porque una cosa que hemos comprobado es que sacan muy
buenas encuestas aquellos profesores que dan asignaturas muy fáciles, eso hace
que el alumno ya en principio vaya sin temores a la asignatura y entonces cada
vez que el profesor lo haga divagar o lo haga dispersarse, el alumno se queda
tranquilo porque dice bueno no estoy
perdiendo el tiempo, esto está asegurado. Cuando yo cojo un alumno mío -que mis
exámenes son un poco más rigurosos y les hago filosofar,- sé que están pensando
pero esto va o no va, pero esto vas a evaluar y cuando vas a dar lo que vas a
evaluar, entonces hay que hacer el juego de decir aunque no lo creas, esto os
va a ayudar un montón para lo que viene a continuación, ese abrir la mente,
explorar, no dar por sentado nada, os va a servir para abordar el proyecto.
Cuando doy una asignatura de primero, la introducción a la ingeniería,
en esta la evaluación no es muy rigurosa porque no queremos que el alumno
aprenda como papagayo, memorice y vomite, sino que queremos que reflexione, les
decimos, no os preocupéis por la evaluación, esta no va a ser un problema, pero
demostrad que se os ha quedado algo de lo que hemos contado, que hemos plantado
una semilla, aunque sea facilidad para conseguir mejores encuestas, así que si
las encuestas pesan mucho, los malos profesores lo tienen fácil pues mira, me
ahorro problemas, dejo ser el caldito de la escuela, dejan de insultarme en los
cuartos de baño, etc., así que de alguna
forma no sabría decirte como conseguir ese equilibrio entre que el alumno crea
que la encuesta sirve para algo y la haga rigurosamente, que la encuesta revele
la situación del profesor y al mismo tiempo que los profesores no hagamos
trampa.
No entiendo por qué no se puede hablar de vocación. Porque es una
vocación como la de ser médico o abogado, es decir, hay una serie de profesores
que son muy vocacionales, yo creo que deberían serlo porque hay un componente
de servicio social importante. Entonces, si no lo haces con vocación se
convierte en una trampa a la sociedad, al final ayudas al que mejor te paga,
antes que al que lo necesita o llámalo como quieras y la de la enseñanza lo es
seguro. Lo que si estoy viendo es que la enseñanza cada vez más se convierte en
un refugio tranquilo para investigar, para hacer convenios y eso me parece que
es una perversión de lo que debe ser la enseñanza.
Te dicen fulano de tal viene a la universidad porque es muy bueno, pero
normalmente viene a retirarse a la universidad, pero normalmente los primeros
cinco años cuentan cosas buenas, pero el sexto ya se ha desfasado y si él no ha
tenido esa voluntad personal de reciclarse a partir del séptimo año ya este
señor no está dando un servicio positivo, a él en el fondo le da igual porque
venía a retirarse, los demás no se atreven con él, entonces qué hacemos con él
y luego al revés, el que viene porque en un momento dado colaboró con un
profesor en una asignatura y el profesor dijo que bueno es éste, pues lo cojo
para la universidad y claro como no lo puede mantener a base de convenios
porque eso es una cosa peligrosa, le da una plaza de profesor y luego siguen
trabajando juntos en los convenios, pero no es vocacional, a lo mejor ni le
gusta ser profesor y para él ser profesor es una carga y luego también hay un
componente importante de desesperación, de que he buscado trabajo por toda
parte. Estamos encontrándonos que un montón de profesores no son vocacionales y
estamos encontrándonos un montón de excusas para que sean profesores, pero
realmente no vale porque si no hace un trabajo personal el mensaje no llega,
con lo cual lo que querías que era que su mensaje llegara no llega. Cómo medir
la vocación, no sé, a lo mejor los pedagogos saben cómo hacerlo, yo no sé pero
sé que es importante conocerlo previamente como un potencial de gran
importancia.
Hasta ahora he comprobado con mis compañeros que hay una forma de
chequear la vocación, que es por aburrimiento, que es a base de hacerle ver que
tiene que hacer cursos de pedagogía, de formación y tal y si no puede con
todos, al final se cae por el camino, y claro es verdad es una criba importante
y hemos encontrado que nuestros compañeros jóvenes los “talentudos” han acabado
diciendo enseñar es todo eso? A no!, no eso no es lo que me enseñaron a mí! y
se buscan una excusa para dejar la docencia y aumentar la investigación, así no
me enseñaron a mi!, ¿qué queréis? que haga todo eso para enseñar, yo esto no
puedo hacerlo, yo no voy a escoger ahí, soltaros un chiste, ¿a santo de qué?,
que prepare la asignatura planificada, pero si ya la tengo planificada la tengo
aquí (en la cabeza) toda, por escrito? y ¿por qué tengo que hacerla por escrito
si así de paso reflexiono?
Vamos a ver si al final esto es un trabajo de los alumnos, son ellos los
que tienen que hacer este trabajo, el profesor está para dirigir no para
empujarlos, el que no vaya pues no va.
Así que la universidad tendría que medir la vocación de entrada, una vez dentro habría que
incentivarla, motivarla de alguna forma, incluso las vocaciones más fuertes se
pueden acabar desesperando, aburriendo o dejándolo estar y la compensación que
tiene la vocación es el trato con los alumnos, si a tí te gusta la docencia,
los alumnos lo perciben y te lo devuelven y así se mantiene en las funciones
docentes, de hecho tenemos aquí a Enrique Cabrera, es catedrático que se
mantiene muy pegado a la docencia y a la investigación y no la suelta nunca y
es un hombre superválido a nivel profesional y empresarial y ha montado un
departamento que funciona a un nivel muy alto (lo que nosotros llamamos su
cortijo).
Esa es la mejor opción que tenemos, el trato con los alumnos y que luego
nos trae cosas positivas porque esta gente te ve y te dice oye, que tengo un
tema de investigación, mi empresa no va a invertir ahora en un laboratorio pero
como tú eres tan majo pues te paso un trozo y te dicen porque eres tan “majo”
pues te hiere un poco el amor propio, oye que también sé algo, no sólo soy
majo, pero que de alguna forma esos se acuerdan y luego otros te vienen
simplemente diciendo pues mira me ayudaste, para lo que estoy haciendo, para lo
que estoy trabajando, me ha venido bien la amplitud de miras o las técnicas o
lo que sea o te encuentran por la calle y te dicen ven que te voy a presentar,
este es mi profesor este fue mi profesor de no sé qué y te presentan a su jefe
o a su novia o a su amigo y eso, ya te alegra el día, seguro. Pues salvo eso no
hay otra compensación.
El tema de la vocación para mí es lo que me tiene más fastidiado, porque
ahora me están apartando de la docencia, porque a medida que voy cualificándome
o aprendiendo cosas, me dicen mis jefes hombre es que tu no debes dar tantas
clases, fíjate lo que tengo yo de docencia , unas seis horas nada más y entré
con trece horas pero cada vez que hago algo bien algún jefe me ha quitado una
asignatura, esta es que no la pierdo.
Así que no sólo la pierdes sino que te desincentivas, a poco que te
luces en dos campos te quitan de la docencia siempre se sacrifica la docencia,
desastroso, creo que el ICE está apostando por ahí: que es eso de la docencia,
o el acto de la enseñanza o el profesor como figura, la figura del profesor o
el profesional reflexivo... la idea es que el profesor tiene un pie en la
sociedad y un pie en el aula y entonces hace de puente, pues debe imbuir al
alumno aparte de los contenidos de los libros en esas cosas. Además no nos
damos cuenta pero aquí entran chavales con 17 ó 18 años y salen mujeres y
hombres entre comillas porque ya el tema es cómprate un piso, abre tu cuenta
corriente electricidad, teléfono, gas, domicíliatelo, ponte a trabajar
juégatela, aciertas o no aciertas vete a prisión, ojalá no!, pero triunfa en la
vida, o aguanta las críticas de tus amigos, de tus familiares, has triunfado o
no has triunfado parece mentira el ingeniero, bueno a donde quiero llegar es
que cada uno de nosotros somos una pequeña parcela estamos aportando
personalidad.
Probablemente sea en los niveles anteriores de educación donde más le
aporten a la educación, pero estoy seguro que de los 18 a los 24 años también
es una etapa muy importante y se evoluciona cantidades, seguro yo lo he visto
en mi mismo. yo entré de una forma y salí de otra, no nos damos cuenta de que
es una oportunidad muy buena de transmitir, además tenemos un escaparate genial
estamos levantados respecto a ellos estamos en un escaparate.
Pues no se dan cuenta, algunos de mis compañeros están ciegos,
insensibles, es una pena, lo vocacional habría que medirlo y el que no la tenga
que no entre. A mi me han propuesto
cambalaches de este tipo “te cambio tres clases por las prácticas que son menos
teóricas, me voy a pedir un sabático sin clases... y la universidad lo permite
y además lo permite bastante bien, no hay problema, yo incluso lo acepto,
además la universidad debe ser un agente de cambio y por ello debe investigar y
debe proponer, luego el personal de la universidad debe ser investigador y si
alguien debe sacrificar la docencia una temporada por investigar tampoco me
parece negativo, pero que sistemáticamente sacrifique la docencia por
investigar eso me parece negativo, porque la universidad tiene también trabajo
social que hacer, es agente de cambio no sólo porque a los empresarios les mete
ideas nuevas, sino que también a los futuros ciudadanos les mete ideas nuevas.
Todos tenemos en mente esto de las revoluciones estudiantiles y los cambios
políticos, pero ahora como todo va más o menos bien, no hace falta que se proteste
o exija, como va bien, hay un mundo de cosas para cambiar.
Las expectativas se reducen a, puedo encontrar un trabajo que me guste,
encontrar un trabajo más o menos estable, hacer algo que me guste. Tienen una
visión de la vida limitada, pero, por lo
menos no dicen que ganar dinero, eso sería asqueroso, pero no hablan de
contribuir a una sociedad mejor... o sentir que aporto mi pequeño grano de
arena a ... ayudar a paliar.. se da poco el estudiante que estudia ingeniería
porque le interesa el impacto ambiental de no sé que... y se mete en ingeniería
para aprender sobre ese tema y luego combatirlo o el que le interesa la
desigualdad de la distribución de la riqueza entre los países, que se da cuenta
que la tecnología es una fuente de riqueza que además genera igualdad y
desigualdad...voy a meterme en ingeniería para .. hacer labor social... no es
que vengan por la peseta, pero es verdad que sus horizontes no van más allá de
encontrar un trabajo tranquilo y que me guste. Pues a mi me gusta la técnica,
pues a la técnica, porque yo no me veo de artista o no me veo de escritor, que
pena! y encima los alumnos que vienen mal motivados pues poco a poco los van
parando, porque claro, cómo compatibilizas el sacarte la carrera y mantenerte
conectado con aquel problema que querías resolver sea el tiempo que sea, pues
lo tienes mal porque esta escuela tan super absorbente.. que no les da tiempo, tienen que
desconectarse y cuando acaban la carrera tienen que volver a conectarse y
algunos han cambiado de intereses.
Lo cual es un efecto negativo de esta exigencia que no está mal pensada,
pero no sabemos cuando lo hacemos bien, a lo mejor deberían darse exigencias y
enfoques diferenciales, para presionar menos a los que tienen la patita en otra
cosa como los problemas sociales y enfocar más lo docencia hacia algo así. Esto
cómo te sirve para lo que tienes en mente, pero esto ahora hazlo compatible con
las estructuras de la escuelas, con las aulas y los planes de estudio, por
ejemplo, es que yo estoy en ingenieros sin fronteras y he tenido la posibilidad
más o menos de tutorizar la evolución de algunos alumnos en particular, porque
ellos dicen oye lo que estoy haciendo para qué me va a servir si quiero
dedicarme a esto... y he hecho un poco de trampa para orientar y apoyar a los
que así se expresan porque sabía que el trabajo de clase era más flojo, pero
por otro lado estaban esforzándose y aplicando lo enseñado en otras soluciones
igualmente válidas, ojalá pudiéramos establecer estas diferencias, porque
muchos alumnos que ya vienen motivados se nos pierden por el camino, pero los
machacamos tanto que por el camino ya pierden aquella idea por la que entraron
y su único objetivo consiste en acabar la carrera como sea y luego cuando acabe
ya me plantearé que hago, y ese ya me plantearé que hago significa uf! A
trabajar y a trabajar es una pena no sabría decirte habría que ensayar y
buscar, esa debe ser una actividad muy importante para los profesores y para la
universidad.