Urticaria

Como urticaria se conoce un grupo de alteraciones en las cuales existe la formación de habones en la piel. Los habones consisten en erupciones de pequeños milímetros o varios centímetros, de coloración blanca o rojiza, rodeados generalmente de una halo eritematoso y que frecuentemente pican. Cada habón puede tener una duración variable, desde unos minutos hasta varias horas, períodos de tiempo en los cuales puede variar de tamaño y forma. Los habones pueden ser redondeados, pero en ocasiones forman anillos o incluso pueden adoptar aspectos geográficos y hacerse gigantes.

En los casos en que los habones se acompañan de intenso edema se conocen como angioedema, lo cual es más frecuente en los párpados, labios manos, si bien puede darse en cualquier lugar. El angioedema suele estar asociado a los habones de la urticaria, pero en ocasiones es un hallazgo aislado.

Los habones de la urticaria y el hinchazón del angioedema se producen debido a que existe una liberación de sustancias químicas, especialmente la histamina desde el interior de las células hasta los tejidos. La liberación de estas sustancias hace que el suero o líquido de los vasos sanguíneos pase a los tejidos, acumulándose en la piel y produciendo el hinchazón.

Existen varias formas de urticaria. La mas conocida es la urticaria aguda, que se caracteriza por la formación de habones de forma aguda y generalizada de unas horas, días o escasas semanas de duración. Cuando la urticaria dura varias semanas se conoce como urticaria crónica, que puede durar varios meses o incluso años, en donde los habones pueden desarrollarse solo en ciertas épocas o horas del día o cuando hace más calor. Generalmente la urticaria aguda se relaciona con una reacción alérgica, el ejemplo más típico es una reacción a un antibiótico o a un alimento. En ocasiones cantidades muy pequeñas de ciertos alimentos como ciertos pescados, huevos, nueces, chocolate, son los responsables de los brotes de urticaria. La reacción alérgica a estas sustancias depende de las exposiciones previas a las sustancias y del desarrollo de una reacción inmunológica a la misma.

La mayor parte de gente tiene una reacción suave o moderada afectando solo a la piel. En casos muy raros se desarrolla una reacción aguda más grave, que se conoce como reacción anafiláctica. En esos casos se suele relacionar con un factor desencadenante previo al que se ha expuesto unos momentos antes, tales como la inyección de un antibiótico, la picadura de una avispa o abeja, la ingesta de cacahuetes, etc. La erupción en estos casos se acompaña de dificultad para respirar, mareos y mal estado general, si eso ocurre se debe buscar atención médica de forma urgente y generalmente es necesario la inyección de adrenalina.

Otras causas de urticaria son las infecciones, generalmente infecciones víricas tales como la hepatitis u otras. También la transfusión de sangre o derivados puede dar lugar a reacciones de urticaria.

La mayor parte de casos de urticaria probablemente no son debidos a una alérgica. En ocasiones ciertas medicaciones especialmente Morfina, codeína, quinina, aspirina, antiinflamatorios no esteroides y ciertos alimentos especialmente salicilatos, colorantes azo y benzoatos, pueden ser responsables de la erupcción de la urticaria por su estructura química y su comportamiento. Generalmente los pacientes toleran dosis pequeñas de estas medicaciones, pero dosis más altas les producen un brote de urticaria.

En la mayor parte de casos la urticaria desaparece de forma lenta, pero en algunos pacientes puede durar más tiempo desarrollándose la urticaria crónica. Se tienen datos en la actualidad para pensar que la urticaria crónica es en realidad una enfermedad autoinmune (provocada por las defensas de uno mismo), en la cual las defensas o anticuerpos producidos por el mismo paciente producen la liberación de histamina.

En los pacientes con angioedema pero sin urticaria hay que investigar el déficit de una proteína (C1 INH) especialmente si en la familia hay más miembros con la enfermedad. Otra causa frecuente es la toma de medicaciones para la hipertensión (inhibidos ACE).

Urticaria Física: La urticaria física se refiere a aquellos casos de urticaria en la que los habones se desencadenan por estímulos físicos externos. Los habones de la urticaria física generalmente se desarrollan unos minutos después del estímulo y generalmente durante de 15 a 30 minutos. Cada tipo de urticaria física puede observarse de forma aislada o asociada a otras formas de urticaria.

La forma más frecuente de urticaria física es el dermografismo. En estos casos la fricción de la piel va a causar el desarrollo de un habón. Generalmente es muy pruriginoso y hace que el paciente se vuelva a rascar, lo cual hace que se desarrolle de nuevo el habón. Los habones del dermografismo se desarrollan en las zonas de presión, donde la ropa aprieta o en las zonas de roce con los muebles. El dermografismo generalmente se desarrolla de forma brusca y suele ser más evidente en personas "calurosas o nerviosas". En ocasiones se desarrollan los habones después de una ducha caliente con secado por fricción.

Urticaria colinérgica: La urticaria colinérgica suele desarrollarse después de la sudoración, cuando se eleva la temperatura corporal, entonces aparecen múltiples lesiones de pequeño tamaño, que pican mucho y que suelen durar una media hora. En ocasiones se desarrollan después de correr, hacer ejercicio, hacer sauna, etc.

Urticaria al frío: en estos casos la urticaria se desarrolla después de que exista una reducción de la temperatura corporal. La formación de habones puede ser muy generalizada e incluso puede dar lugar a mareos. Es más evidente en invierno y suele afectar más a las manos y a la cara. Los pacientes afectos han de tener cuidado de no exponerse al frío o al viento y no nadar solos.

Urticaria de contacto: La urticaria de contacto no es infrecuente, existe una gran variedad de plantas, animales medicaciones, etc. que en contacto con la piel pueden dar lugar al desarrollo de habones. La urticaria de contacto puede ser debida a sustancias químicas que están presentes en la harina, cosméticos, tejidos o a proteínas de la saliva, carne, pescado o vegetales.

Otras causas: otras causas menos frecuentes de urticaria física incluyen urticaria al calor, urticaria al contacto con el agua, urticaria a la exposición solar, urticaria por vibración y urticaria por presión retardada.

Tratamiento: Afortunadamente muchos casos de urticaria se controlan con la administración oral de antihistaminicos. Los antihistamínicos no representan una cura de la urticaria por lo que deben tomarse hasta que la causa que provoca la urticaria desaparece. La mayor parte de pacientes solo necesita los antihistamínicos de forma ocasional. Pueden utilizarse los más nuevos, que tiene poco efecto sedante como la loratidina, cetirizina, etc., que causan menos somnolencia, pero son más caros que los antihistaminicos convencionales. Algunos de estos antihistaminicos son incompatibles con el embarazo o con enfermedades cardíacas o en combinación con ciertos antibióticos tales como la eritromicina y el ketoconazol (especialmente la terbinafina).

En algunos casos es necesario administrar corticoides por vía oral (prednisona) pero solo está justificado en casos de urticaria aguda ya que esta medicación tiene efectos secundarios si se toma de forma prolongada. Algunos pacientes mejoran con la exposición solar.

Si un paciente tiene urticaria generalizada debe intentar evitar las medicaciones que no sean imprescindibles. En los brotes de urticaria debe evitar la aspirina y la codeína y reducir la ingesta de cítricos. Evitar la ingesta de alimentos conteniendo colorantes especialmente la tartrazina (colorante amarillo etiquetado con el número E 102) o alimentos y carnes conservadas con los productos benzoatos (E210 -E220) También debe evitar el alcohol. Procure no pasar calor y evitar las situaciones de stress. Para mejorar las áreas afectas puede aplicar agua fría o hielo envuelto en un trapo.

 

 

 

www.uv.es/derma  Dr. Víctor Alegre de Miquel