Página 34 - Instituto Confucio

孔子学院
总第
14
2012
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汉语角
intenso aprendizaje de chino en Hong
Kong, gracias a una beca del Ministerio
de Educación. Viaje que ha aprovecha-
do para conocer diferentes ciudades
de China como Cantón o Shanghái.
Siempre ha tenido una facilidad innata
para los idiomas. “Si me beneficia para
mi futuro profesional, que estoy con-
vencida de que sí, será un plus”, afirma
desde su escuela de chino tradicional
para extranjeros de la Universidad.
Al empezar a estudiar el idioma
pensaba que la escritura era lo más
difícil, “pero una vez que empiezas
todo se basa en las mismas reglas, es
decir, en ideogramas, pictogramas y
fonogramas”, y esto es a su juicio lo
que hace creer a la gente que se trata de
un idioma demasiado complicado. “La
pronunciación es lo que más cuesta, ya
que a veces las diferencias son muy su-
tiles”, explica Laura, “además cambiar
un tono hace que pases de decir madre
a decir caballo, por ejemplo, o de decir
dormir en vez de ravioles”.
Laura no cree en el mito de que sea
uno de los idiomas más complicados,
la gramática japonesa es muchísimo
más complicada. En el chino apenas
hay conjugaciones verbales, plurales y
géneros” y confiesa que aunque algunas
estructuras gramaticales nos pueden
resultar un poco raras no es difícil y en
muchas ocasiones las frases se organizan
igual a como lo haríamos en español.
Idioma que, según ella, es complicado
para la gente que habla chino preci-
samente por los tiempos verbales, los
cambios de personas y “la letra r les
resulta dificilísima de pronunciar”.
De momento ha empezado a hacer
intercambio de chino y poco a poco
se atreve con películas y canciones
originales en este idioma, “es la única
forma de asentar realmente lo que has
aprendido”, sonríe Laura, que destaca
haber conocido más de la cultura gra-
cias al idioma. “Entendiendo algunas
cosas del idioma eres capaz de enten-
der cosas de la cultura o de su modo
de pensar” y pone como ejemplo una
nota curiosa “la aversión por el núme-
ro 4, la llamada tetrafobia, ya que la
pronunciación del 4 y muerte difiere
en un tono, como comenté los tonos
son muy importantes”.
Lo lejano, lo diferente,
es precisamente lo que
enriquece la experiencia de
estudiarlo”
Idea como lenguaje
de futuro
Álvaro tiene 26 años y se encuentra
en Shanghái. No parte de cero como
Laura, pero sus conocimientos eran
básicos, “aproveché que no tenía traba-
jo para irme a China y perfeccionar el
idioma. Anteriormente hice un máster
en comercio internacional, donde te-
nía chino y volví a encontrarme con
el idioma, lo cual me motivó mucho
más”.
Aprenderlo para él siempre ha sido
algo que ha tenido presente, “será uno
de los idiomas predominantes en el fu-
turo”, confiesa y piensa que la escritura
es lo más difícil del idioma, “hay mu-
cha gente que decide estudiar el idioma
sin aprender a leer o a escribir. De esta
forma se consigue un nivel aceptable
bastante rápido, ya que la gramática
es sencilla. Sin embargo, primero hay
que superar los problemas que surgen
con la fonética, ya que tienen muchos
sonidos ajenos al registro de las lenguas
occidentales”.
Asiste cada día a clases de chino or-
ganizadas por la Cámara de Comercio
de España en Shanghái y anima a la
gente a aprenderlo, “lo lejano, lo dife-
rente, es precisamente lo que enriquece
la experiencia de estudiarlo. Es un
idioma diferente desde su raíz, incluso
la lógica que utilizan para construir las
palabras es diferente”. Piensa que no es
como aprender inglés o francés ya que
al principio puede resultar abrumador,
pero a medida que se profundiza tam-
bién se obtienen más cosas que sólo
nuevo vocabulario y gramática”. No
obstante aconseja que la gente cambie
la mentalidad a la hora de aprender el
idioma, “la lógica que se utiliza para