Más tarde se instaló en la ciudad de Valencia. Aquí ejerció su profesión y llegó a ser catedrático de anatomía y simples, de griego, de cirugía y también de matemáticas. Según López Piñero, junto a su amigo Miguel Jerónimo Ledesma fue uno de los protagonistas del movimiento humanista que a lo largo de varias décadas se enfrentó a los seguidores de la tradición arabizada bajomedieval. Esto le acarreó no pocos problemas. Por ejemplo, en 1548, fue castigado con la expulsión del claustro universitario por un periodo de un año, por haber pronunciado "palabras ofensivas" contra el rector Celaya.

Publicó ediciones del texto griego, con traducción latina y amplios comentarios, del segundo libro de las Epidemias hipocráticas (1551) y de la Theriaca de Nicandro (1552).

Se interesó por la botánica médica, disciplina de la que se consideraba discípulo de Rondelet (Montpellier). Su Theriaca alterna la edición del original griego con su traducción latina y con amplios comentarios en los que se anotan los nombres vulgares de muchas plantas y las localidades valencianas en las que se encuentran. Dejó manuscrito un Diccionario de las yerbas y plantas medicinales que se hallan en el Reino de Valencia, del que sólo se conservan unos fragmentos que están incluidos en las Decadas de la Historia de Valencia, de Gaspar Escolano (1610). Se considera que son el resulado de sus herborizaciones.